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Estudios sobre el síntoma
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COP $ 61.000"Este libro habla sobre el psicoanálisis. Se trata de la transcripción de un curso, de una conferencia y de la presentación de un caso clínico comentado en ese mismo curso () Una enseñanza puede llegar a ser verdadera si logra despertar en los que la escuchan (o la leen) una insistencia, un deseo de conocer qué puede brotar cuando ellos mismos se han atrevido a enfrentar la ignorancia como talUna enseñanza puede llegar a ser verdadera si logra despertar en los que la escuchan (o la leen) una insistencia, un deseo de conocer qué puede brotar cuando ellos mismos se han atrevido a enfrentar la ignorancia como tal Más informaciónFilosofía educación, y sociedad global
COP $ 71.000La UNESCO fiel a su tradición, promueve la filosofía, el filosofar, el aprendizaje y la enseñanza de esta disciplina especialmente en diálogo con las ciencias sociales y humanas, a través de temas clave para la humanidad, así como para regiones, países y grupos sociales.La realización de este libro tiene un carácter regional, lo que conduce a repensar una conciencia histórica, un modelo cultural y su problematicidad anclada en América del Sur.Desde registros simbólicos que caracterizan a la sociedad global, se trata de metabolizar los procesos y el impacto producido en las subjetividades a través de la educación filosófica.Intentado humanizar las prácticas a través de las mediaciones simbólicas de los procesos históricos-sociales y señalando en las consecuencias y en los efectos no deseados, la filosofía como disciplina de síntesis aparece articulando las representaciones sociales, la construcción social de los conocimientos y las actividades portadoras de valores.La proliferación de productos de identidades reactivas que sumergen a la comunidad en incertidumbre, riesgo y fragmentación, plantea perplejidades ante las que la educación está convocada a procurar sujetos problematizadores, críticos y autónomos.El lector puede acceder a reflexiones agudas y variadas a cargo de prestigios intelectuales de primer nivel y de repercusión regional e internacional convocados para postular otros lugares desde donde puede ser pensada la sociedad global.La realización de este libro tiene un carácter regional, lo que conduce a repensar una conciencia histórica, un modelo cultural y su problematicidad anclada en América del Sur.Desde registros simbólicos que caracterizan a la sociedad global, se trata de metabolizar los procesos y el impacto producido en las subjetividades a través de la educación filosófica.Intentado humanizar las prácticas a través de las mediaciones simbólicas de los procesos históricos-sociales y señalando en las consecuencias y en los efectos no deseados, la filosofía como disciplina de síntesis aparece articulando las representaciones sociales, la construcción social de los conocimientos y las actividades portadoras de valores.La proliferación de productos de identidades reactivas que sumergen a la comunidad en incertidumbre, riesgo y fragmentación, plantea perplejidades ante las que la educación está convocada a procurar sujetos problematizadores, críticos y autónomos.El lector puede acceder a reflexiones agudas y variadas a cargo de prestigios intelectuales de primer nivel y de repercusión regional e internacional convocados para postular otros lugares desde donde puede ser pensada la sociedad global.Desde registros simbólicos que caracterizan a la sociedad global, se trata de metabolizar los procesos y el impacto producido en las subjetividades a través de la educación filosófica.Intentado humanizar las prácticas a través de las mediaciones simbólicas de los procesos históricos-sociales y señalando en las consecuencias y en los efectos no deseados, la filosofía como disciplina de síntesis aparece articulando las representaciones sociales, la construcción social de los conocimientos y las actividades portadoras de valores.La proliferación de productos de identidades reactivas que sumergen a la comunidad en incertidumbre, riesgo y fragmentación, plantea perplejidades ante las que la educación está convocada a procurar sujetos problematizadores, críticos y autónomos.El lector puede acceder a reflexiones agudas y variadas a cargo de prestigios intelectuales de primer nivel y de repercusión regional e internacional convocados para postular otros lugares desde donde puede ser pensada la sociedad global.Intentado humanizar las prácticas a través de las mediaciones simbólicas de los procesos históricos-sociales y señalando en las consecuencias y en los efectos no deseados, la filosofía como disciplina de síntesis aparece articulando las representaciones sociales, la construcción social de los conocimientos y las actividades portadoras de valores.La proliferación de productos de identidades reactivas que sumergen a la comunidad en incertidumbre, riesgo y fragmentación, plantea perplejidades ante las que la educación está convocada a procurar sujetos problematizadores, críticos y autónomos.El lector puede acceder a reflexiones agudas y variadas a cargo de prestigios intelectuales de primer nivel y de repercusión regional e internacional convocados para postular otros lugares desde donde puede ser pensada la sociedad global.La proliferación de productos de identidades reactivas que sumergen a la comunidad en incertidumbre, riesgo y fragmentación, plantea perplejidades ante las que la educación está convocada a procurar sujetos problematizadores, críticos y autónomos.El lector puede acceder a reflexiones agudas y variadas a cargo de prestigios intelectuales de primer nivel y de repercusión regional e internacional convocados para postular otros lugares desde donde puede ser pensada la sociedad global.El lector puede acceder a reflexiones agudas y variadas a cargo de prestigios intelectuales de primer nivel y de repercusión regional e internacional convocados para postular otros lugares desde donde puede ser pensada la sociedad global. Más informaciónFinitud y mediación. La cualidad en la Lógi...
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COP $ 95.000El título refiereal concepto de cualidad según Hegel lo desarrolla en su . La finitud del ser-ahí y la mediación infinita de la autoconciencia son concebidas a través del desarrollo de la cualidad. Mediante el despliegue de sus tres capítulos, ser, ser-ahí y ser-para-sí, Hegel medita el devenir de la idea con el poder de autodeterminación de la autoconciencia.La Doctrina del ser empieza con la sección dedicada a la cualidad. De este modo se da inicio a la transformación de la metafísica moderna y se abre el curso de la filosofía del siglo veinte. En este sentido cabe ubicar a la no detrás de lo que llamamos filosofía contemporánea, sino en ella o más allá de ella. Parafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucciónFinitud y mediación refiereal concepto de cualidad según Hegel lo desarrolla en su . La finitud del ser-ahí y la mediación infinita de la autoconciencia son concebidas a través del desarrollo de la cualidad. Mediante el despliegue de sus tres capítulos, ser, ser-ahí y ser-para-sí, Hegel medita el devenir de la idea con el poder de autodeterminación de la autoconciencia.La Doctrina del ser empieza con la sección dedicada a la cualidad. De este modo se da inicio a la transformación de la metafísica moderna y se abre el curso de la filosofía del siglo veinte. En este sentido cabe ubicar a la no detrás de lo que llamamos filosofía contemporánea, sino en ella o más allá de ella. Parafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucción al concepto de cualidad según Hegel lo desarrolla en su . La finitud del ser-ahí y la mediación infinita de la autoconciencia son concebidas a través del desarrollo de la cualidad. Mediante el despliegue de sus tres capítulos, ser, ser-ahí y ser-para-sí, Hegel medita el devenir de la idea con el poder de autodeterminación de la autoconciencia.La Doctrina del ser empieza con la sección dedicada a la cualidad. De este modo se da inicio a la transformación de la metafísica moderna y se abre el curso de la filosofía del siglo veinte. En este sentido cabe ubicar a la no detrás de lo que llamamos filosofía contemporánea, sino en ella o más allá de ella. Parafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucciónCiencia de la Lógica. La finitud del ser-ahí y la mediación infinita de la autoconciencia son concebidas a través del desarrollo de la cualidad. Mediante el despliegue de sus tres capítulos, ser, ser-ahí y ser-para-sí, Hegel medita el devenir de la idea con el poder de autodeterminación de la autoconciencia.La Doctrina del ser empieza con la sección dedicada a la cualidad. De este modo se da inicio a la transformación de la metafísica moderna y se abre el curso de la filosofía del siglo veinte. En este sentido cabe ubicar a la no detrás de lo que llamamos filosofía contemporánea, sino en ella o más allá de ella. Parafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucciónLa Doctrina del ser empieza con la sección dedicada a la cualidad. De este modo se da inicio a la transformación de la metafísica moderna y se abre el curso de la filosofía del siglo veinte. En este sentido cabe ubicar a la no detrás de lo que llamamos filosofía contemporánea, sino en ella o más allá de ella. Parafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucciónLógica no detrás de lo que llamamos filosofía contemporánea, sino en ella o más allá de ella. Parafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucciónParafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucción, es posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucción Ciencia de la Lógica, por contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucción inactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucciónCon este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucción Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucción Más informaciónFragmentación social y desprotección de las...
COP $ 85.000En un mundo cuestionador de los centros fijos, se desmoronan los discursos totalizante. No es difícil asociar estas ideas con el proceso de separación con que Max Weber distinguió a la época moderna, que es ese en donde para él la razón sustantiva pierde su anterior significación al separarse la religión y la metafísica, otrora aglutinantes, en diversas esferas autónomas del conocimiento. Si la aspiración de los filósofos de la Ilustración era que esos segmentos autonomizados fueran de algún modo direccionados por las ciencias y las artes, el desarrollo de la época mostró otros caminos más desilusionantes. Porque la racionalidad creciente no cumplió la función vacante de unificar y otorgar sentido a los diversos territorios dispersos. El resultado terminó siendo la pura y simple fragmentación de la realidad. Si la aspiración de los filósofos de la Ilustración era que esos segmentos autonomizados fueran de algún modo direccionados por las ciencias y las artes, el desarrollo de la época mostró otros caminos más desilusionantes. Porque la racionalidad creciente no cumplió la función vacante de unificar y otorgar sentido a los diversos territorios dispersos. El resultado terminó siendo la pura y simple fragmentación de la realidad. Más informaciónGlobalización. La frontera de lo político
COP $ 45.300¿Tiene hoy vigencia replantear la crítica al pensamiento finalista de Fukuyama Sí, en la medida en que el neoliberalismo preconizado por él sigue mostrándose como la ideología triunfante.La despolitización avanza en el desierto de alternativas al mercado canonizando. Así el conjunto de fuerzas del mercado aparece como el campo donde se desarrollan las mismas tendencias que configuran la subjetividad. También el problema político por excelencia la gobernabilidad se inscribe en este contexto como la forma en que el mercado piensa el problema de las sociedades donde el capitalismo salvaje crea conflictos. Bajo una categoría aparentemente política, se erige un de esta fase del capitalismo, donde nuevamente la cuestión de las políticas sociales ha retomado vigencia. La mera represión y las demandas sociales de seguridad no bastan hoy para resolver el peligro de las masas excluidas. Ahora se anuncia la necesidad de generar políticas públicas que contemplen las demandas de la sociedad como un agregado tardío el nuevo modelo de Estado. El discurso está impuesto desde los mismos organismos internacionales que buscan un reaseguro para garantizar la rentabilidad del capital internacionalizado.¿Se podrá plantear en lugar de esta ética de la confianza y neoliberal, una política que reconozca y celebre la apertura de los espacios de aparición que son la esperanza contemporánea de nuevas formas de subjetividadLa despolitización avanza en el desierto de alternativas al mercado canonizando. Así el conjunto de fuerzas del mercado aparece como el campo donde se desarrollan las mismas tendencias que configuran la subjetividad. También el problema político por excelencia la gobernabilidad se inscribe en este contexto como la forma en que el mercado piensa el problema de las sociedades donde el capitalismo salvaje crea conflictos. Bajo una categoría aparentemente política, se erige un de esta fase del capitalismo, donde nuevamente la cuestión de las políticas sociales ha retomado vigencia. La mera represión y las demandas sociales de seguridad no bastan hoy para resolver el peligro de las masas excluidas. Ahora se anuncia la necesidad de generar políticas públicas que contemplen las demandas de la sociedad como un agregado tardío el nuevo modelo de Estado. El discurso está impuesto desde los mismos organismos internacionales que buscan un reaseguro para garantizar la rentabilidad del capital internacionalizado.¿Se podrá plantear en lugar de esta ética de la confianza y neoliberal, una política que reconozca y celebre la apertura de los espacios de aparición que son la esperanza contemporánea de nuevas formas de subjetividad También el problema político por excelencia la gobernabilidad se inscribe en este contexto como la forma en que el mercado piensa el problema de las sociedades donde el capitalismo salvaje crea conflictos. Bajo una categoría aparentemente política, se erige un de esta fase del capitalismo, donde nuevamente la cuestión de las políticas sociales ha retomado vigencia. La mera represión y las demandas sociales de seguridad no bastan hoy para resolver el peligro de las masas excluidas. Ahora se anuncia la necesidad de generar políticas públicas que contemplen las demandas de la sociedad como un agregado tardío el nuevo modelo de Estado. El discurso está impuesto desde los mismos organismos internacionales que buscan un reaseguro para garantizar la rentabilidad del capital internacionalizado.¿Se podrá plantear en lugar de esta ética de la confianza y neoliberal, una política que reconozca y celebre la apertura de los espacios de aparición que son la esperanza contemporánea de nuevas formas de subjetividadconstructo de esta fase del capitalismo, donde nuevamente la cuestión de las políticas sociales ha retomado vigencia. La mera represión y las demandas sociales de seguridad no bastan hoy para resolver el peligro de las masas excluidas. Ahora se anuncia la necesidad de generar políticas públicas que contemplen las demandas de la sociedad como un agregado tardío el nuevo modelo de Estado. El discurso está impuesto desde los mismos organismos internacionales que buscan un reaseguro para garantizar la rentabilidad del capital internacionalizado.¿Se podrá plantear en lugar de esta ética de la confianza y neoliberal, una política que reconozca y celebre la apertura de los espacios de aparición que son la esperanza contemporánea de nuevas formas de subjetividadLa mera represión y las demandas sociales de seguridad no bastan hoy para resolver el peligro de las masas excluidas. Ahora se anuncia la necesidad de generar políticas públicas que contemplen las demandas de la sociedad como un agregado tardío el nuevo modelo de Estado. El discurso está impuesto desde los mismos organismos internacionales que buscan un reaseguro para garantizar la rentabilidad del capital internacionalizado.¿Se podrá plantear en lugar de esta ética de la confianza y neoliberal, una política que reconozca y celebre la apertura de los espacios de aparición que son la esperanza contemporánea de nuevas formas de subjetividad¿Se podrá plantear en lugar de esta ética de la confianza y neoliberal, una política que reconozca y celebre la apertura de los espacios de aparición que son la esperanza contemporánea de nuevas formas de subjetividadmassmediática y neoliberal, una política que reconozca y celebre la apertura de los espacios de aparición que son la esperanza contemporánea de nuevas formas de subjetividad Más informaciónHölderlin. La tragedia
COP $ 68.000Hörderlin traza su propuesta teórica de la tragedia en el proyecto del y en las , conforme a un doble movimiento de desmesura y caída, de entusiasmo y sobriedad, el cual aborda a partir de la confrontación armoniosa de arte y naturaleza, de lo orgánico y lo aórgico, en cuya interacción descubre lo hespérico y lo instaura entre el mundo antiguo y el moderno. El presente escrito busca un diálogo con el pensamiento poético de Holderlin a partir de su concepción de la tragedia. Él la comprende como el todo viviente de un movimiento dialéctico que se lleva a cabo en el encuentro y desencuentro de dios y hombre. Su filosofía poética, presente en el proceso trágico, no conforma ningún sistema filosófico, aunque en sus ensayos fragmentarios se aprecia no sólo un ensamblaje entre sus ideas dominantes, sino, además, el trazado de nuevas alternativas de pensamiento, propuestas para ser pensadas. Dar cuenta de la naturaleza filosófica de la tragedia exige una reconstrucción reflexiva de los textos teóricos que la abordan, cuyo período se extiende desde 1797, año en que Hölderlin diseña su primer plan, hasta 1804, año en que publica sus traducciones de Edipto y Antígona con sus respectivas . Esta última fase de la interpretación de la tragedia sigue al proyecto del , integrado por la y por el Empédocles y en las , conforme a un doble movimiento de desmesura y caída, de entusiasmo y sobriedad, el cual aborda a partir de la confrontación armoniosa de arte y naturaleza, de lo orgánico y lo aórgico, en cuya interacción descubre lo hespérico y lo instaura entre el mundo antiguo y el moderno. El presente escrito busca un diálogo con el pensamiento poético de Holderlin a partir de su concepción de la tragedia. Él la comprende como el todo viviente de un movimiento dialéctico que se lleva a cabo en el encuentro y desencuentro de dios y hombre. Su filosofía poética, presente en el proceso trágico, no conforma ningún sistema filosófico, aunque en sus ensayos fragmentarios se aprecia no sólo un ensamblaje entre sus ideas dominantes, sino, además, el trazado de nuevas alternativas de pensamiento, propuestas para ser pensadas. Dar cuenta de la naturaleza filosófica de la tragedia exige una reconstrucción reflexiva de los textos teóricos que la abordan, cuyo período se extiende desde 1797, año en que Hölderlin diseña su primer plan, hasta 1804, año en que publica sus traducciones de Edipto y Antígona con sus respectivas . Esta última fase de la interpretación de la tragedia sigue al proyecto del , integrado por la y por el Anotaciones sobre Edipo y Antígona, conforme a un doble movimiento de desmesura y caída, de entusiasmo y sobriedad, el cual aborda a partir de la confrontación armoniosa de arte y naturaleza, de lo orgánico y lo aórgico, en cuya interacción descubre lo hespérico y lo instaura entre el mundo antiguo y el moderno. El presente escrito busca un diálogo con el pensamiento poético de Holderlin a partir de su concepción de la tragedia. Él la comprende como el todo viviente de un movimiento dialéctico que se lleva a cabo en el encuentro y desencuentro de dios y hombre. Su filosofía poética, presente en el proceso trágico, no conforma ningún sistema filosófico, aunque en sus ensayos fragmentarios se aprecia no sólo un ensamblaje entre sus ideas dominantes, sino, además, el trazado de nuevas alternativas de pensamiento, propuestas para ser pensadas. Dar cuenta de la naturaleza filosófica de la tragedia exige una reconstrucción reflexiva de los textos teóricos que la abordan, cuyo período se extiende desde 1797, año en que Hölderlin diseña su primer plan, hasta 1804, año en que publica sus traducciones de Edipto y Antígona con sus respectivas . Esta última fase de la interpretación de la tragedia sigue al proyecto del , integrado por la y por el El presente escrito busca un diálogo con el pensamiento poético de Holderlin a partir de su concepción de la tragedia. Él la comprende como el todo viviente de un movimiento dialéctico que se lleva a cabo en el encuentro y desencuentro de dios y hombre. Su filosofía poética, presente en el proceso trágico, no conforma ningún sistema filosófico, aunque en sus ensayos fragmentarios se aprecia no sólo un ensamblaje entre sus ideas dominantes, sino, además, el trazado de nuevas alternativas de pensamiento, propuestas para ser pensadas. Dar cuenta de la naturaleza filosófica de la tragedia exige una reconstrucción reflexiva de los textos teóricos que la abordan, cuyo período se extiende desde 1797, año en que Hölderlin diseña su primer plan, hasta 1804, año en que publica sus traducciones de Edipto y Antígona con sus respectivas . Esta última fase de la interpretación de la tragedia sigue al proyecto del , integrado por la y por el Dar cuenta de la naturaleza filosófica de la tragedia exige una reconstrucción reflexiva de los textos teóricos que la abordan, cuyo período se extiende desde 1797, año en que Hölderlin diseña su primer plan, hasta 1804, año en que publica sus traducciones de Edipto y Antígona con sus respectivas . Esta última fase de la interpretación de la tragedia sigue al proyecto del , integrado por la y por el Anotaciones. Esta última fase de la interpretación de la tragedia sigue al proyecto del , integrado por la y por el Esta última fase de la interpretación de la tragedia sigue al proyecto del , integrado por la y por el Empédocles, integrado por la y por el Muerte de Empédocles y por el Fundamento para el Empédocles Más informaciónLa preparación de la novela
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COP $ 120.000Este libro encierra manuscritos, apuntes, anotaciones, citas, fotografías: en suma, todo lo que Roland Barthes colocó sobre la mesa de su seminario en el . Pero no sólo eso, sino también deslumbrantes fragmentos de prosa barthesiana, que muestran el modo en que su voz pasaba de lo escrito a lo dicho. Voy a hacer como si fuera a escribir una novela, dice Barthes, y organiza sus notas de clase como instrucciones dirigidas, en primer lugar, a sí mismo. En efecto, sus seminarios de 1978-1980 son un juego serio de simulación. La escritura de una novela implica, para un ensayista que, como él, ama el fragmento, el pasaje de la forma corta a la forma larga.El territorio elegido para materializar el pasaje es el del , ese poema japonés brevísimo que debe despertar en sus lectores la convicción de lo que se describe así fue. Un clic, dice Barthes, una iluminación, un . En la preparación de la novela, el toma el lugar de las anotaciones del novelista futuro, de aquello que se capta del instante y se lo registra en la libreta de apuntes a la espera de su oportunidad. El es la aparición brusca del referente, una rasgadura insignificante sobre una gran superficie vacía, una especie de maravillosa contranovela. Entonces, la gran pregunta es: ¿qué hacer para que prenda como gajo de un relato largoUna respuesta se encuentra en lo que, sin ironía, Barthes llama el método: la disciplina estética y social en la vida del novelista. Proust, Kafka, Flaubert, Mallarmé supieron mucho de eso, y Barthes los lee con la curiosidad y la indiscreción de un etnógrafo que estudia las costumbres que hacen posible una escritura literaria. En medio también están, junto a las de otros, sus manías de escritor, sus supersticiones respecto de lugares, de papeles, de objetos, la disposición del espacio material donde la forma larga podrá finalmente prender. Así, la novela futura es pensada como una forma de vida, en una escena donde se despliegan los modos de ser Barthes.Collège de France. Pero no sólo eso, sino también deslumbrantes fragmentos de prosa barthesiana, que muestran el modo en que su voz pasaba de lo escrito a lo dicho. Voy a hacer como si fuera a escribir una novela, dice Barthes, y organiza sus notas de clase como instrucciones dirigidas, en primer lugar, a sí mismo. En efecto, sus seminarios de 1978-1980 son un juego serio de simulación. La escritura de una novela implica, para un ensayista que, como él, ama el fragmento, el pasaje de la forma corta a la forma larga.El territorio elegido para materializar el pasaje es el del , ese poema japonés brevísimo que debe despertar en sus lectores la convicción de lo que se describe así fue. Un clic, dice Barthes, una iluminación, un . En la preparación de la novela, el toma el lugar de las anotaciones del novelista futuro, de aquello que se capta del instante y se lo registra en la libreta de apuntes a la espera de su oportunidad. El es la aparición brusca del referente, una rasgadura insignificante sobre una gran superficie vacía, una especie de maravillosa contranovela. Entonces, la gran pregunta es: ¿qué hacer para que prenda como gajo de un relato largoUna respuesta se encuentra en lo que, sin ironía, Barthes llama el método: la disciplina estética y social en la vida del novelista. Proust, Kafka, Flaubert, Mallarmé supieron mucho de eso, y Barthes los lee con la curiosidad y la indiscreción de un etnógrafo que estudia las costumbres que hacen posible una escritura literaria. En medio también están, junto a las de otros, sus manías de escritor, sus supersticiones respecto de lugares, de papeles, de objetos, la disposición del espacio material donde la forma larga podrá finalmente prender. Así, la novela futura es pensada como una forma de vida, en una escena donde se despliegan los modos de ser Barthes.El territorio elegido para materializar el pasaje es el del , ese poema japonés brevísimo que debe despertar en sus lectores la convicción de lo que se describe así fue. Un clic, dice Barthes, una iluminación, un . En la preparación de la novela, el toma el lugar de las anotaciones del novelista futuro, de aquello que se capta del instante y se lo registra en la libreta de apuntes a la espera de su oportunidad. El es la aparición brusca del referente, una rasgadura insignificante sobre una gran superficie vacía, una especie de maravillosa contranovela. Entonces, la gran pregunta es: ¿qué hacer para que prenda como gajo de un relato largoUna respuesta se encuentra en lo que, sin ironía, Barthes llama el método: la disciplina estética y social en la vida del novelista. Proust, Kafka, Flaubert, Mallarmé supieron mucho de eso, y Barthes los lee con la curiosidad y la indiscreción de un etnógrafo que estudia las costumbres que hacen posible una escritura literaria. En medio también están, junto a las de otros, sus manías de escritor, sus supersticiones respecto de lugares, de papeles, de objetos, la disposición del espacio material donde la forma larga podrá finalmente prender. Así, la novela futura es pensada como una forma de vida, en una escena donde se despliegan los modos de ser Barthes.haiku, ese poema japonés brevísimo que debe despertar en sus lectores la convicción de lo que se describe así fue. Un clic, dice Barthes, una iluminación, un . En la preparación de la novela, el toma el lugar de las anotaciones del novelista futuro, de aquello que se capta del instante y se lo registra en la libreta de apuntes a la espera de su oportunidad. El es la aparición brusca del referente, una rasgadura insignificante sobre una gran superficie vacía, una especie de maravillosa contranovela. Entonces, la gran pregunta es: ¿qué hacer para que prenda como gajo de un relato largoUna respuesta se encuentra en lo que, sin ironía, Barthes llama el método: la disciplina estética y social en la vida del novelista. Proust, Kafka, Flaubert, Mallarmé supieron mucho de eso, y Barthes los lee con la curiosidad y la indiscreción de un etnógrafo que estudia las costumbres que hacen posible una escritura literaria. En medio también están, junto a las de otros, sus manías de escritor, sus supersticiones respecto de lugares, de papeles, de objetos, la disposición del espacio material donde la forma larga podrá finalmente prender. Así, la novela futura es pensada como una forma de vida, en una escena donde se despliegan los modos de ser Barthes.satori. En la preparación de la novela, el toma el lugar de las anotaciones del novelista futuro, de aquello que se capta del instante y se lo registra en la libreta de apuntes a la espera de su oportunidad. El es la aparición brusca del referente, una rasgadura insignificante sobre una gran superficie vacía, una especie de maravillosa contranovela. Entonces, la gran pregunta es: ¿qué hacer para que prenda como gajo de un relato largoUna respuesta se encuentra en lo que, sin ironía, Barthes llama el método: la disciplina estética y social en la vida del novelista. Proust, Kafka, Flaubert, Mallarmé supieron mucho de eso, y Barthes los lee con la curiosidad y la indiscreción de un etnógrafo que estudia las costumbres que hacen posible una escritura literaria. En medio también están, junto a las de otros, sus manías de escritor, sus supersticiones respecto de lugares, de papeles, de objetos, la disposición del espacio material donde la forma larga podrá finalmente prender. Así, la novela futura es pensada como una forma de vida, en una escena donde se despliegan los modos de ser Barthes.haiku toma el lugar de las anotaciones del novelista futuro, de aquello que se capta del instante y se lo registra en la libreta de apuntes a la espera de su oportunidad. El es la aparición brusca del referente, una rasgadura insignificante sobre una gran superficie vacía, una especie de maravillosa contranovela. Entonces, la gran pregunta es: ¿qué hacer para que prenda como gajo de un relato largoUna respuesta se encuentra en lo que, sin ironía, Barthes llama el método: la disciplina estética y social en la vida del novelista. Proust, Kafka, Flaubert, Mallarmé supieron mucho de eso, y Barthes los lee con la curiosidad y la indiscreción de un etnógrafo que estudia las costumbres que hacen posible una escritura literaria. En medio también están, junto a las de otros, sus manías de escritor, sus supersticiones respecto de lugares, de papeles, de objetos, la disposición del espacio material donde la forma larga podrá finalmente prender. Así, la novela futura es pensada como una forma de vida, en una escena donde se despliegan los modos de ser Barthes.haiku es la aparición brusca del referente, una rasgadura insignificante sobre una gran superficie vacía, una especie de maravillosa contranovela. Entonces, la gran pregunta es: ¿qué hacer para que prenda como gajo de un relato largoUna respuesta se encuentra en lo que, sin ironía, Barthes llama el método: la disciplina estética y social en la vida del novelista. Proust, Kafka, Flaubert, Mallarmé supieron mucho de eso, y Barthes los lee con la curiosidad y la indiscreción de un etnógrafo que estudia las costumbres que hacen posible una escritura literaria. En medio también están, junto a las de otros, sus manías de escritor, sus supersticiones respecto de lugares, de papeles, de objetos, la disposición del espacio material donde la forma larga podrá finalmente prender. Así, la novela futura es pensada como una forma de vida, en una escena donde se despliegan los modos de ser Barthes.Una respuesta se encuentra en lo que, sin ironía, Barthes llama el método: la disciplina estética y social en la vida del novelista. Proust, Kafka, Flaubert, Mallarmé supieron mucho de eso, y Barthes los lee con la curiosidad y la indiscreción de un etnógrafo que estudia las costumbres que hacen posible una escritura literaria. En medio también están, junto a las de otros, sus manías de escritor, sus supersticiones respecto de lugares, de papeles, de objetos, la disposición del espacio material donde la forma larga podrá finalmente prender. Así, la novela futura es pensada como una forma de vida, en una escena donde se despliegan los modos de ser Barthes. Más informaciónMemoria del fuego III. El siglo del viento
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COP $ 76.000Este libro es el volumen final de la trilogía . No se trata de una antología, sino de una creación literaria, que se apoya en bases documentales pero se mueve con entera libertad. El autor ignora a qué género pertenece esta obra: narrativa, ensayo, poesía épica, crónica, testimonioQuizás pertenece a todos y a ninguno. El autor cuenta lo que ha ocurrido, la historia de América y sobre todo la historia de América Latina; y lo hacde de tal manera que el lector puede sentir que lo ocurrido vuelve a ocurrir cuando el autor lo cuenta. A la cabeza de los capítulos se indica el año y el lugar de cada acontecimiento, salvo en ciertos textos que no se sitúan en determinado momento o lugar. Al pie, los números señalan las principales obras que el autor ha consultado en busca de información y marcos de referencia. La ausencia de números revela que en ese caso el autor no ha consultado ninguna fuente escrita, o que obtuvo su materia prima de la información general de periódicos o de boca de protagonistas o testigos. La lista de las fuentes consultadas se ofrece al final. Memoria del fuego. No se trata de una antología, sino de una creación literaria, que se apoya en bases documentales pero se mueve con entera libertad. El autor ignora a qué género pertenece esta obra: narrativa, ensayo, poesía épica, crónica, testimonioQuizás pertenece a todos y a ninguno. El autor cuenta lo que ha ocurrido, la historia de América y sobre todo la historia de América Latina; y lo hacde de tal manera que el lector puede sentir que lo ocurrido vuelve a ocurrir cuando el autor lo cuenta. A la cabeza de los capítulos se indica el año y el lugar de cada acontecimiento, salvo en ciertos textos que no se sitúan en determinado momento o lugar. Al pie, los números señalan las principales obras que el autor ha consultado en busca de información y marcos de referencia. La ausencia de números revela que en ese caso el autor no ha consultado ninguna fuente escrita, o que obtuvo su materia prima de la información general de periódicos o de boca de protagonistas o testigos. La lista de las fuentes consultadas se ofrece al final. A la cabeza de los capítulos se indica el año y el lugar de cada acontecimiento, salvo en ciertos textos que no se sitúan en determinado momento o lugar. Al pie, los números señalan las principales obras que el autor ha consultado en busca de información y marcos de referencia. La ausencia de números revela que en ese caso el autor no ha consultado ninguna fuente escrita, o que obtuvo su materia prima de la información general de periódicos o de boca de protagonistas o testigos. La lista de las fuentes consultadas se ofrece al final. Más informaciónMendel y la invasión de los OGM
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COP $ 54.000Este libro presenta y hace un recorrido por la vida de Mendel, quien descubrió cómo se trasmiten de padres a hijos las características de las especies.Más concretamente, Gregorio Mendel consiguió explicar los mecanismos de la herencia; es decir, porqué hemos heredado de nuestra madre, de nuestro padre o de nuestros abuelos los ojos negros o el pelo rubio, la piel oscura o llena de pecas. En este libro Gregorio, o mejor dicho, Johann Mendel en persona, nos cuenta su descubrimiento, pero sobre todo, nos habla de sí mismo, de sus intenciones y preocupaciones personales Más concretamente, Gregorio Mendel consiguió explicar los mecanismos de la herencia; es decir, porqué hemos heredado de nuestra madre, de nuestro padre o de nuestros abuelos los ojos negros o el pelo rubio, la piel oscura o llena de pecas. En este libro Gregorio, o mejor dicho, Johann Mendel en persona, nos cuenta su descubrimiento, pero sobre todo, nos habla de sí mismo, de sus intenciones y preocupaciones personales En este libro Gregorio, o mejor dicho, Johann Mendel en persona, nos cuenta su descubrimiento, pero sobre todo, nos habla de sí mismo, de sus intenciones y preocupaciones personales Más informaciónSerie derecho penal, teoría del delito y der...
COP $ 200.000Introducción al derecho penal. Tomo IEste texto es vigente y varias facultades y escuelas de derecho, de la mayoría de los países hispanoamericanos, lo han seguido como guía académica para el diseño de sus programas curriculares de la materia de introducción al derecho penal. En la edición de esta importante obra se seleccionaron todos los temas que son obligatorios en los diferentes planes de estudio, tanto de la licenciatura como de la maestría, de las facultades de derecho de Latinoamérica.En este excelente libro se incluyen los siguientes tópicos: concepto y contenido del derecho penal; las ciencias penales; evolución histórica del derecho penal; teoría de la norma penal; ámbitos de validez e interpretación, siendo éstos algunos de los títulos más importantes que integran esta edición que ayudará a todo jurista a tener una visión universal del derecho penal vigente.Todos los códigos penales en su parte inicial contienen reglas generales de derecho penal, que resulta indispensable aplicar cuando se estudia cada delito en particular. Para conocer y comprender estas reglas, vigentes en Hispanoamérica, es imprescindible el estudio de Introducción al derecho penal. Este texto es vigente y varias facultades y escuelas de derecho, de la mayoría de los países hispanoamericanos, lo han seguido como guía académica para el diseño de sus programas curriculares de la materia de introducción al derecho penal. En la edición de esta importante obra se seleccionaron todos los temas que son obligatorios en los diferentes planes de estudio, tanto de la licenciatura como de la maestría, de las facultades de derecho de Latinoamérica.En este excelente libro se incluyen los siguientes tópicos: concepto y contenido del derecho penal; las ciencias penales; evolución histórica del derecho penal; teoría de la norma penal; ámbitos de validez e interpretación, siendo éstos algunos de los títulos más importantes que integran esta edición que ayudará a todo jurista a tener una visión universal del derecho penal vigente.Todos los códigos penales en su parte inicial contienen reglas generales de derecho penal, que resulta indispensable aplicar cuando se estudia cada delito en particular. Para conocer y comprender estas reglas, vigentes en Hispanoamérica, es imprescindible el estudio de Introducción al derecho penal. En este excelente libro se incluyen los siguientes tópicos: concepto y contenido del derecho penal; las ciencias penales; evolución histórica del derecho penal; teoría de la norma penal; ámbitos de validez e interpretación, siendo éstos algunos de los títulos más importantes que integran esta edición que ayudará a todo jurista a tener una visión universal del derecho penal vigente.Todos los códigos penales en su parte inicial contienen reglas generales de derecho penal, que resulta indispensable aplicar cuando se estudia cada delito en particular. Para conocer y comprender estas reglas, vigentes en Hispanoamérica, es imprescindible el estudio de Introducción al derecho penal. Todos los códigos penales en su parte inicial contienen reglas generales de derecho penal, que resulta indispensable aplicar cuando se estudia cada delito en particular. Para conocer y comprender estas reglas, vigentes en Hispanoamérica, es imprescindible el estudio de Introducción al derecho penal. *** Teoría del delito. Tomo IILa vigencia de los estudios plasmados en sus obras se demuestra con la lectura de las magistrales exposiciones acerca de los elementos del delito que incluyen una explicación amplia de la teoría casualista expuesta por el autor; así como el detallado estudio de cada uno de los elementos que integran el delito y un análisis de las causas que lo excluyen; de las formas imperfectas de ejecución, de la participación del delincuente y de los concursos de delitos y de normas.Independientemente de que los escritos del autor son clásicos, el mérito de esta editorial consiste en adecuar la obra seleccionando cuidadosamente todos los temas que son obligatorios en los diferentes planes de estudio de la licenciatura, maestría y doctorado en derecho en Hispanoamérica, en cuanto a la materia de derecho penal en general y de la teoría del delito en particular, lo que tiende a enriquecer la biblioteca del estudioso y practicante del derecho.La vigencia de los estudios plasmados en sus obras se demuestra con la lectura de las magistrales exposiciones acerca de los elementos del delito que incluyen una explicación amplia de la teoría casualista expuesta por el autor; así como el detallado estudio de cada uno de los elementos que integran el delito y un análisis de las causas que lo excluyen; de las formas imperfectas de ejecución, de la participación del delincuente y de los concursos de delitos y de normas.Independientemente de que los escritos del autor son clásicos, el mérito de esta editorial consiste en adecuar la obra seleccionando cuidadosamente todos los temas que son obligatorios en los diferentes planes de estudio de la licenciatura, maestría y doctorado en derecho en Hispanoamérica, en cuanto a la materia de derecho penal en general y de la teoría del delito en particular, lo que tiende a enriquecer la biblioteca del estudioso y practicante del derecho.Independientemente de que los escritos del autor son clásicos, el mérito de esta editorial consiste en adecuar la obra seleccionando cuidadosamente todos los temas que son obligatorios en los diferentes planes de estudio de la licenciatura, maestría y doctorado en derecho en Hispanoamérica, en cuanto a la materia de derecho penal en general y de la teoría del delito en particular, lo que tiende a enriquecer la biblioteca del estudioso y practicante del derecho.***Derecho romano II. Tomo IIIEl estudio y ejercicio del derecho exige actualizar permanentemente los conocimientos, porque ambas actividades son dinámicas y ponen en juego diversas capacidades, como estudiar, pensar, trabajar, tolerar, ser paciente, tener fe en la justicia y olvidar tanto los triunfos como las derrotas, en pocas palabras, amar la profesión, conceptos perennes en los códigos de ética de los abogados.En ocasiones, los estudiantes tienen algunos prejuicios, entre ellos cierta indiferencia a las asignaturas de carácter histórico-jurídico, en cuyo caso surge de inmediato la pregunta: ¿para qué estudiar derecho romano A esto se agrega que no siempre se cuenta con las técnicas adecuadas para estudiar e internalizar el contenido de las asignaturas y sufren de amnesia a corto plazo al concluir el semestre, lo cual parece sugerir que lo aprendido sólo fue aparente y superficial.Los profesores cumplen formalmente su labor, pero no garantizan la real comprensión del contenido porque, contrario a lo que sucede en otras áreas del saber, en el derecho se tiene una gran información y formación de tipo teórico, pero pocas posibilidades de aplicar y comprobar los conocimientos.En este sentido, el primer curso de derecho romano sienta las bases para entender las similitudes y diferencias entre nuestro derecho y el de otros sistemas jurídicos.Este texto, apegado al programa UNAM, está dirigido a los estudiantes del segundo curso de derecho romano y su objetivo básico es proporcionar los medios elementales para entender las raíces jurídicas, cuyo manejo es imprescindible para el que hacer cotidiano de los abogados, como las obligaciones, los contratos y las sucesiones.Como estudiosos del derecho, se debe reflexionar acerca del origen de algunas instituciones y tratar de establecer la procedencia de ciertas reglas jurídicas. Así, el derecho romano es un instrumento que facilita el estudio del derecho propio y ajeno, pues nos permite familiarizarnos con la historia jurídica universal y la doctrina, además de aguzar la percepción de los fines que debe perseguir el derecho. Proporciona conceptos jurídicos de carácter cuasiuniversal, pues el latín es una lengua precisa y breve; por eso es un lenguaje técnico y científico propio de los juristas, debido a que no sufre los fenómenos de transformación de las lenguas vivas. Da las bases para percibir la evolución de la sociedad y los valores que han sobrevivido a lo largo de los siglos. Asimismo, facilita la comprensión de las líneas de influencia del derecho romano en el campo del derecho privado.Los estudiantes de la licenciatura en derecho deben refrendar la obligación que libremente adquieren al ingresar a la universidad: convertirse en activos participantes del aprendizaje y dejar a un lado la actitud pasiva que a veces asumen frente al cúmulo de información que les trasmiten, es decir, formarse como profesionales comprometidos consigo mismos para servir al país.El estudio y ejercicio del derecho exige actualizar permanentemente los conocimientos, porque ambas actividades son dinámicas y ponen en juego diversas capacidades, como estudiar, pensar, trabajar, tolerar, ser paciente, tener fe en la justicia y olvidar tanto los triunfos como las derrotas, en pocas palabras, amar la profesión, conceptos perennes en los códigos de ética de los abogados.En ocasiones, los estudiantes tienen algunos prejuicios, entre ellos cierta indiferencia a las asignaturas de carácter histórico-jurídico, en cuyo caso surge de inmediato la pregunta: ¿para qué estudiar derecho romano A esto se agrega que no siempre se cuenta con las técnicas adecuadas para estudiar e internalizar el contenido de las asignaturas y sufren de amnesia a corto plazo al concluir el semestre, lo cual parece sugerir que lo aprendido sólo fue aparente y superficial.Los profesores cumplen formalmente su labor, pero no garantizan la real comprensión del contenido porque, contrario a lo que sucede en otras áreas del saber, en el derecho se tiene una gran información y formación de tipo teórico, pero pocas posibilidades de aplicar y comprobar los conocimientos.En este sentido, el primer curso de derecho romano sienta las bases para entender las similitudes y diferencias entre nuestro derecho y el de otros sistemas jurídicos.Este texto, apegado al programa UNAM, está dirigido a los estudiantes del segundo curso de derecho romano y su objetivo básico es proporcionar los medios elementales para entender las raíces jurídicas, cuyo manejo es imprescindible para el que hacer cotidiano de los abogados, como las obligaciones, los contratos y las sucesiones.Como estudiosos del derecho, se debe reflexionar acerca del origen de algunas instituciones y tratar de establecer la procedencia de ciertas reglas jurídicas. Así, el derecho romano es un instrumento que facilita el estudio del derecho propio y ajeno, pues nos permite familiarizarnos con la historia jurídica universal y la doctrina, además de aguzar la percepción de los fines que debe perseguir el derecho. Proporciona conceptos jurídicos de carácter cuasiuniversal, pues el latín es una lengua precisa y breve; por eso es un lenguaje técnico y científico propio de los juristas, debido a que no sufre los fenómenos de transformación de las lenguas vivas. Da las bases para percibir la evolución de la sociedad y los valores que han sobrevivido a lo largo de los siglos. Asimismo, facilita la comprensión de las líneas de influencia del derecho romano en el campo del derecho privado.Los estudiantes de la licenciatura en derecho deben refrendar la obligación que libremente adquieren al ingresar a la universidad: convertirse en activos participantes del aprendizaje y dejar a un lado la actitud pasiva que a veces asumen frente al cúmulo de información que les trasmiten, es decir, formarse como profesionales comprometidos consigo mismos para servir al país.En ocasiones, los estudiantes tienen algunos prejuicios, entre ellos cierta indiferencia a las asignaturas de carácter histórico-jurídico, en cuyo caso surge de inmediato la pregunta: ¿para qué estudiar derecho romano A esto se agrega que no siempre se cuenta con las técnicas adecuadas para estudiar e internalizar el contenido de las asignaturas y sufren de amnesia a corto plazo al concluir el semestre, lo cual parece sugerir que lo aprendido sólo fue aparente y superficial.Los profesores cumplen formalmente su labor, pero no garantizan la real comprensión del contenido porque, contrario a lo que sucede en otras áreas del saber, en el derecho se tiene una gran información y formación de tipo teórico, pero pocas posibilidades de aplicar y comprobar los conocimientos.En este sentido, el primer curso de derecho romano sienta las bases para entender las similitudes y diferencias entre nuestro derecho y el de otros sistemas jurídicos.Este texto, apegado al programa UNAM, está dirigido a los estudiantes del segundo curso de derecho romano y su objetivo básico es proporcionar los medios elementales para entender las raíces jurídicas, cuyo manejo es imprescindible para el que hacer cotidiano de los abogados, como las obligaciones, los contratos y las sucesiones.Como estudiosos del derecho, se debe reflexionar acerca del origen de algunas instituciones y tratar de establecer la procedencia de ciertas reglas jurídicas. Así, el derecho romano es un instrumento que facilita el estudio del derecho propio y ajeno, pues nos permite familiarizarnos con la historia jurídica universal y la doctrina, además de aguzar la percepción de los fines que debe perseguir el derecho. Proporciona conceptos jurídicos de carácter cuasiuniversal, pues el latín es una lengua precisa y breve; por eso es un lenguaje técnico y científico propio de los juristas, debido a que no sufre los fenómenos de transformación de las lenguas vivas. Da las bases para percibir la evolución de la sociedad y los valores que han sobrevivido a lo largo de los siglos. Asimismo, facilita la comprensión de las líneas de influencia del derecho romano en el campo del derecho privado.Los estudiantes de la licenciatura en derecho deben refrendar la obligación que libremente adquieren al ingresar a la universidad: convertirse en activos participantes del aprendizaje y dejar a un lado la actitud pasiva que a veces asumen frente al cúmulo de información que les trasmiten, es decir, formarse como profesionales comprometidos consigo mismos para servir al país.Los profesores cumplen formalmente su labor, pero no garantizan la real comprensión del contenido porque, contrario a lo que sucede en otras áreas del saber, en el derecho se tiene una gran información y formación de tipo teórico, pero pocas posibilidades de aplicar y comprobar los conocimientos.En este sentido, el primer curso de derecho romano sienta las bases para entender las similitudes y diferencias entre nuestro derecho y el de otros sistemas jurídicos.Este texto, apegado al programa UNAM, está dirigido a los estudiantes del segundo curso de derecho romano y su objetivo básico es proporcionar los medios elementales para entender las raíces jurídicas, cuyo manejo es imprescindible para el que hacer cotidiano de los abogados, como las obligaciones, los contratos y las sucesiones.Como estudiosos del derecho, se debe reflexionar acerca del origen de algunas instituciones y tratar de establecer la procedencia de ciertas reglas jurídicas. Así, el derecho romano es un instrumento que facilita el estudio del derecho propio y ajeno, pues nos permite familiarizarnos con la historia jurídica universal y la doctrina, además de aguzar la percepción de los fines que debe perseguir el derecho. Proporciona conceptos jurídicos de carácter cuasiuniversal, pues el latín es una lengua precisa y breve; por eso es un lenguaje técnico y científico propio de los juristas, debido a que no sufre los fenómenos de transformación de las lenguas vivas. Da las bases para percibir la evolución de la sociedad y los valores que han sobrevivido a lo largo de los siglos. Asimismo, facilita la comprensión de las líneas de influencia del derecho romano en el campo del derecho privado.Los estudiantes de la licenciatura en derecho deben refrendar la obligación que libremente adquieren al ingresar a la universidad: convertirse en activos participantes del aprendizaje y dejar a un lado la actitud pasiva que a veces asumen frente al cúmulo de información que les trasmiten, es decir, formarse como profesionales comprometidos consigo mismos para servir al país.En este sentido, el primer curso de derecho romano sienta las bases para entender las similitudes y diferencias entre nuestro derecho y el de otros sistemas jurídicos.Este texto, apegado al programa UNAM, está dirigido a los estudiantes del segundo curso de derecho romano y su objetivo básico es proporcionar los medios elementales para entender las raíces jurídicas, cuyo manejo es imprescindible para el que hacer cotidiano de los abogados, como las obligaciones, los contratos y las sucesiones.Como estudiosos del derecho, se debe reflexionar acerca del origen de algunas instituciones y tratar de establecer la procedencia de ciertas reglas jurídicas. Así, el derecho romano es un instrumento que facilita el estudio del derecho propio y ajeno, pues nos permite familiarizarnos con la historia jurídica universal y la doctrina, además de aguzar la percepción de los fines que debe perseguir el derecho. Proporciona conceptos jurídicos de carácter cuasiuniversal, pues el latín es una lengua precisa y breve; por eso es un lenguaje técnico y científico propio de los juristas, debido a que no sufre los fenómenos de transformación de las lenguas vivas. Da las bases para percibir la evolución de la sociedad y los valores que han sobrevivido a lo largo de los siglos. Asimismo, facilita la comprensión de las líneas de influencia del derecho romano en el campo del derecho privado.Los estudiantes de la licenciatura en derecho deben refrendar la obligación que libremente adquieren al ingresar a la universidad: convertirse en activos participantes del aprendizaje y dejar a un lado la actitud pasiva que a veces asumen frente al cúmulo de información que les trasmiten, es decir, formarse como profesionales comprometidos consigo mismos para servir al país.Este texto, apegado al programa UNAM, está dirigido a los estudiantes del segundo curso de derecho romano y su objetivo básico es proporcionar los medios elementales para entender las raíces jurídicas, cuyo manejo es imprescindible para el que hacer cotidiano de los abogados, como las obligaciones, los contratos y las sucesiones.Como estudiosos del derecho, se debe reflexionar acerca del origen de algunas instituciones y tratar de establecer la procedencia de ciertas reglas jurídicas. Así, el derecho romano es un instrumento que facilita el estudio del derecho propio y ajeno, pues nos permite familiarizarnos con la historia jurídica universal y la doctrina, además de aguzar la percepción de los fines que debe perseguir el derecho. Proporciona conceptos jurídicos de carácter cuasiuniversal, pues el latín es una lengua precisa y breve; por eso es un lenguaje técnico y científico propio de los juristas, debido a que no sufre los fenómenos de transformación de las lenguas vivas. Da las bases para percibir la evolución de la sociedad y los valores que han sobrevivido a lo largo de los siglos. Asimismo, facilita la comprensión de las líneas de influencia del derecho romano en el campo del derecho privado.Los estudiantes de la licenciatura en derecho deben refrendar la obligación que libremente adquieren al ingresar a la universidad: convertirse en activos participantes del aprendizaje y dejar a un lado la actitud pasiva que a veces asumen frente al cúmulo de información que les trasmiten, es decir, formarse como profesionales comprometidos consigo mismos para servir al país.Como estudiosos del derecho, se debe reflexionar acerca del origen de algunas instituciones y tratar de establecer la procedencia de ciertas reglas jurídicas. Así, el derecho romano es un instrumento que facilita el estudio del derecho propio y ajeno, pues nos permite familiarizarnos con la historia jurídica universal y la doctrina, además de aguzar la percepción de los fines que debe perseguir el derecho. Proporciona conceptos jurídicos de carácter cuasiuniversal, pues el latín es una lengua precisa y breve; por eso es un lenguaje técnico y científico propio de los juristas, debido a que no sufre los fenómenos de transformación de las lenguas vivas. Da las bases para percibir la evolución de la sociedad y los valores que han sobrevivido a lo largo de los siglos. Asimismo, facilita la comprensión de las líneas de influencia del derecho romano en el campo del derecho privado.Los estudiantes de la licenciatura en derecho deben refrendar la obligación que libremente adquieren al ingresar a la universidad: convertirse en activos participantes del aprendizaje y dejar a un lado la actitud pasiva que a veces asumen frente al cúmulo de información que les trasmiten, es decir, formarse como profesionales comprometidos consigo mismos para servir al país.Los estudiantes de la licenciatura en derecho deben refrendar la obligación que libremente adquieren al ingresar a la universidad: convertirse en activos participantes del aprendizaje y dejar a un lado la actitud pasiva que a veces asumen frente al cúmulo de información que les trasmiten, es decir, formarse como profesionales comprometidos consigo mismos para servir al país. Más información