Interés General
Humo
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COP $ 99.000Después de varios años estudiando en Europa, Grigori M. Litvínov, un hombre «positivo», esforzado y discreto, descansa unos días en Baden-Baden, donde espera la llegada de su prometida. Baden-Baden es famosa por sus aguas y por su casino, y hasta ella «se arrastran [] como cucarachas» todos los sectores de la sociedad rusa, desde los más radicales eslavófilos, ruidosos y charlatanes, hasta los «muñecos muertos» de la milicia y la aristocracia, que se entretienen por ejemplo hipnotizando cangrejos. Litvínov se encuentra así, sin comprenderlo, en un bullicioso microcosmos del mundo al que se dispone a regresar y en el que de pronto reaparece, con la misma fuerza que en el pasado, la princesa Irina Osinin, su frustrado amor de juventud, ahora casada con un general y aburrida de todo. A partir de este doble reencuentro con la pasión perdida y la Rusia abandonada construyó Turguéniev en (1867), su penúltima novela, una intensa crónica de amor y decepción donde «la naturaleza no respeta la lógica», y un tremendo cuadro satírico que le valió la enemistad de sus compatriotas (especialmente la de Dostoievski) pero que no carece de una instigación convencida, aunque solitaria, al progreso y la civilización.Humo (1867), su penúltima novela, una intensa crónica de amor y decepción donde «la naturaleza no respeta la lógica», y un tremendo cuadro satírico que le valió la enemistad de sus compatriotas (especialmente la de Dostoievski) pero que no carece de una instigación convencida, aunque solitaria, al progreso y la civilización. Más informaciónPaludes
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COP $ 59.000El narrador de Paludes (1895) lleva un diario para consignar cuanto ha hecho y una agenda para someterse a la disciplina de lo que debe hacer; entre una cosa y otra escribe un libro, titulado Paludes, cuyo héroe, el Títiro de las Bucólicas, vive en una apartada y serena ociosidad. Paludes es el territorio del tiempo perdido, de la inactividad gozosa, pero también del paludismo, de la enfermedad; y su creador se debate, al contrario que su héroe, entre las incitaciones y las paradojas de una vida dirigida a lo imprevisto, o de otra definida por la monotonía y la repetición... que acaso puedan ser la misma. Frente a él, un círculo bullicioso de confidentes, padres de familia, literatos, cazadores de panteras y socios de cuatro compañías industriales forma el contrapunto de su soledad y sus desvelos. Vista en su día como un roman à clef sobre la sociedad literaria del momento, deliberadamente ajena a las corrientes del naturalismo y el simbolismo, esta temprana obra de André Gide ya fue saludada por J.-K. Huysmanns como un signo de crisis en la estética de la novela: a partir de ella, dijo, «está todo por hacer». El mismo Gide confesaría, al releerla en 1932, haberse sentido épaté. Hoy R. Barthes ha destacado su absoluta «modernidad», y en pleno fervor de la metaliteratura, tiene un valor de precedente sólido e innegable.Frente a él, un círculo bullicioso de confidentes, padres de familia, literatos, cazadores de panteras y socios de cuatro compañías industriales forma el contrapunto de su soledad y sus desvelos. Vista en su día como un roman à clef sobre la sociedad literaria del momento, deliberadamente ajena a las corrientes del naturalismo y el simbolismo, esta temprana obra de André Gide ya fue saludada por J.-K. Huysmanns como un signo de crisis en la estética de la novela: a partir de ella, dijo, «está todo por hacer». El mismo Gide confesaría, al releerla en 1932, haberse sentido épaté. Hoy R. Barthes ha destacado su absoluta «modernidad», y en pleno fervor de la metaliteratura, tiene un valor de precedente sólido e innegable. Más informaciónUna historia corriente
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COP $ 107.000Aleksandr, un joven idealista y cultivado, inclinado a las «efusiones sinceras» y a las «señales tangibles» del amor y la amistad, decide dejar su aldea y probar fortuna en San Petersburgo. Allí vive un tío suyo, Piotr, copropietario de una fábrica y funcionario de altos vuelos, un hombre pragmático con cierta tendencia al «análisis implacable» ya encontrarlo todo «ridículo», que se presta de mala gana a tutelar la «sed de actividades nobles» de su sobrino. Las dosis de «sangre fría, paciencia y habilidad» que intenta inculcarle caen en principio en saco roto; pero de la confrontación, tan desigual, entre los personajes acaba derivándose no sólo la lenta pero previsible destrucción de las ilusiones románticas, sino la revelación inesperada de los tristes efectos de un «método» confiado al cálculo y a la frialdad. Acaba imponiéndose, en fin, con todas sus imponderables marañas, la vida. Una historia corriente (1847) fue la primera novela de Goncharov, y fue saludada como la introducción del realismo en las letras rusas. Pero no hay sólo realismo en esta pieza maestra de vibrante y sonora dialéctica, sino una penetración, un humor y una sutileza que parecen abarcar lo inabarcable, y donde se reconoce sin esfuerzo el inefable talento del celebrado autor de Oblómov. Más informaciónLa otra casa
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COP $ 88.000Una esposa enferma, su más Íntima amiga y una joven vecina ocasional forman parte del círculo que rodea al banquero Tony Bream cuando, in extremis, se ve obligado a pronunciar un juramento difícil de aceptar y de cumplir. En virtud de éste, no sólo su futuro queda hipotecado, sino también el de otras personas que quizá desearían no verlo tan comprometido y cuyos actos desembocan, en medio de una densa atmósfera de culpabilidad colectiva, «en una serie de acontecimientos oscuros e infelices... en sufrimientos, peligro y muerte». Esta obra fue la primera novela que escribió Henry James después de sus infortunados años dedicados al teatro, y de hecho parte de un guión para una obra dramática. Es una de sus piezas menos conocidas, y en muchos sentidos extraordinaria, «un estallido de rabia primitiva que parece irracional e incontrolado», según su biógrafo Leon Edel, pero que el escritor consideraría hasta el fin de su carrera «un precedente, una lucecita divina que alumbra mi paso». En esta historia escalofriante de abismos abiertos bajo la delicadeza de las formas, se cumple una técnica que el mismo texto anuncia: Lo cierto es que los elementos del drama surgen cuando se comprimen con fuerza y, en algunas circunstancias, parecen invitar más al microscopio que a los gemelos del teatro».Esta obra fue la primera novela que escribió Henry James después de sus infortunados años dedicados al teatro, y de hecho parte de un guión para una obra dramática. Es una de sus piezas menos conocidas, y en muchos sentidos extraordinaria, «un estallido de rabia primitiva que parece irracional e incontrolado», según su biógrafo Leon Edel, pero que el escritor consideraría hasta el fin de su carrera «un precedente, una lucecita divina que alumbra mi paso». En esta historia escalofriante de abismos abiertos bajo la delicadeza de las formas, se cumple una técnica que el mismo texto anuncia: Lo cierto es que los elementos del drama surgen cuando se comprimen con fuerza y, en algunas circunstancias, parecen invitar más al microscopio que a los gemelos del teatro». Más informaciónMemorias de mi vida
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COP $ 85.000Conocido sobre todo por su monumental , Edward Gibbon escribió asimismo unas que verían la luz en 1795, un año después de su muerte, y que permiten seguir con detalle con un estilo y un humor característicos la formación de uno de los grandes historiadores de todas las épocas. Su mala salud en la infancia alimentó en él un «temprano e invencible», amor por la lectura que nunca se completaría con una educación formal. Catorce meses en Oxford «los más indolentes y desaprovechados de toda su vida», la lectura de Bossuet y otras influencias le llevaron a convertirse al catolicismo, por lo que su padre, alarmado, le envió de inmediato a Lausana, entonces feudo protestante, para que cambiase de idea. Allí aprendió francés, profundizó en el latín y el griego, devoró todos los grandes clásicos y empezaría a conocer las obras clave de la Ilustración. Allí, también, se iniciaría en la vida social y tendría su primer y único romance, frustrado. El proceso que le conduciría a la creación de su obra magna, después de un largo viaje por Europa, se reconstruye en estas páginas de un modo fascinante. La pasión intelectual y la fe en el pensamiento racional que manifiestan, así como la dignidad, tolerancia y sabiduría de que dan muestras, son un genuino ejemplo de los más civilizados valores del siglo XVIII.Historia de la decadencia y caída del Imperio Romano, Edward Gibbon escribió asimismo unas que verían la luz en 1795, un año después de su muerte, y que permiten seguir con detalle con un estilo y un humor característicos la formación de uno de los grandes historiadores de todas las épocas. Su mala salud en la infancia alimentó en él un «temprano e invencible», amor por la lectura que nunca se completaría con una educación formal. Catorce meses en Oxford «los más indolentes y desaprovechados de toda su vida», la lectura de Bossuet y otras influencias le llevaron a convertirse al catolicismo, por lo que su padre, alarmado, le envió de inmediato a Lausana, entonces feudo protestante, para que cambiase de idea. Allí aprendió francés, profundizó en el latín y el griego, devoró todos los grandes clásicos y empezaría a conocer las obras clave de la Ilustración. Allí, también, se iniciaría en la vida social y tendría su primer y único romance, frustrado. El proceso que le conduciría a la creación de su obra magna, después de un largo viaje por Europa, se reconstruye en estas páginas de un modo fascinante. La pasión intelectual y la fe en el pensamiento racional que manifiestan, así como la dignidad, tolerancia y sabiduría de que dan muestras, son un genuino ejemplo de los más civilizados valores del siglo XVIII.Memorias de mi vida que verían la luz en 1795, un año después de su muerte, y que permiten seguir con detalle con un estilo y un humor característicos la formación de uno de los grandes historiadores de todas las épocas. Su mala salud en la infancia alimentó en él un «temprano e invencible», amor por la lectura que nunca se completaría con una educación formal. Catorce meses en Oxford «los más indolentes y desaprovechados de toda su vida», la lectura de Bossuet y otras influencias le llevaron a convertirse al catolicismo, por lo que su padre, alarmado, le envió de inmediato a Lausana, entonces feudo protestante, para que cambiase de idea. Allí aprendió francés, profundizó en el latín y el griego, devoró todos los grandes clásicos y empezaría a conocer las obras clave de la Ilustración. Allí, también, se iniciaría en la vida social y tendría su primer y único romance, frustrado. El proceso que le conduciría a la creación de su obra magna, después de un largo viaje por Europa, se reconstruye en estas páginas de un modo fascinante. La pasión intelectual y la fe en el pensamiento racional que manifiestan, así como la dignidad, tolerancia y sabiduría de que dan muestras, son un genuino ejemplo de los más civilizados valores del siglo XVIII.Su mala salud en la infancia alimentó en él un «temprano e invencible», amor por la lectura que nunca se completaría con una educación formal. Catorce meses en Oxford «los más indolentes y desaprovechados de toda su vida», la lectura de Bossuet y otras influencias le llevaron a convertirse al catolicismo, por lo que su padre, alarmado, le envió de inmediato a Lausana, entonces feudo protestante, para que cambiase de idea. Allí aprendió francés, profundizó en el latín y el griego, devoró todos los grandes clásicos y empezaría a conocer las obras clave de la Ilustración. Allí, también, se iniciaría en la vida social y tendría su primer y único romance, frustrado. El proceso que le conduciría a la creación de su obra magna, después de un largo viaje por Europa, se reconstruye en estas páginas de un modo fascinante. La pasión intelectual y la fe en el pensamiento racional que manifiestan, así como la dignidad, tolerancia y sabiduría de que dan muestras, son un genuino ejemplo de los más civilizados valores del siglo XVIII. Más informaciónNuestro corazón
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COP $ 81.000«Soy demasiado moderna»: Michèle de Burne, viuda de un «varón brutal», ha tomado la «decisión de no volver a comprometer nunca su libertad». Ahora es una de «esas elegidas que París adula» y en su salón artistas y hombres de mundo se rinden ante ella, que «se conoce a sí misma de maravilla porque se gusta más que nada en el mundo; y nunca se equivoca en la forma de conquistar a un hombre». No se equivoca, en efecto, con André Mariolle, un diletante que nunca ha sido nada porque nada ha querido ser, y que, al conocerla, siente cómo se tambalean los principios de su vida aletargada y todas sus expectativas de lo que debe ser el amor y lo que debe sentir un corazón. Esta obra, la última y sin duda más moderna novela de Maupassant, más que una crónica de amores mundanos, es el sagaz análisis de una crisis de identidad masculina ante la revelación de una mujer que ya no responde a los patrones de la pasión y del placer, sino que parece encarnar «el comienzo de una generación» que deja atrás a los hombres. Sin renunciar a su lenguaje de posesiones, caricias y sentidos embriagados, ni a su prosa tan inspirada como inspiradora, Maupassant inicia un nuevo capítulo en la historia de la literatura íntima que prefigura, con todos los honores, los dilemas eróticos del siglo XX.Esta obra, la última y sin duda más moderna novela de Maupassant, más que una crónica de amores mundanos, es el sagaz análisis de una crisis de identidad masculina ante la revelación de una mujer que ya no responde a los patrones de la pasión y del placer, sino que parece encarnar «el comienzo de una generación» que deja atrás a los hombres. Sin renunciar a su lenguaje de posesiones, caricias y sentidos embriagados, ni a su prosa tan inspirada como inspiradora, Maupassant inicia un nuevo capítulo en la historia de la literatura íntima que prefigura, con todos los honores, los dilemas eróticos del siglo XX.Sin renunciar a su lenguaje de posesiones, caricias y sentidos embriagados, ni a su prosa tan inspirada como inspiradora, Maupassant inicia un nuevo capítulo en la historia de la literatura íntima que prefigura, con todos los honores, los dilemas eróticos del siglo XX. Más informaciónVida, poesía y locura de Friedrich Hölderli...
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COP $ 56.000Durante su estancia en la ciudad de Tübingen el estudiante Wilhelm Waiblinger (1804-1830) frecuentó a Friedrich Hólderlin, recluido en casa del carpintero Zimmer, con la intención de tomar apuntes con destino a una futura novela inspirada en la vida del escritor arrebatado por la locura. Fascinado por el personaje, durante los años 1822, 23 y 24 Waiblinger anotó en sus Diarios los encuentros con el poeta y sus relaciones, y algo después, en Roma, redactó en 1827-28 su texto Vida, poesía y locura de Friedrich Hölderlin, inapreciable para la posteridad por ser el primer testimonio directo y extenso sobre el poeta escrito por alguien que lo trató personalmente. Todos estos textos, más un poema que Hölderlin inspiró, se recogen en castellano en esta edición al cuidado de Txaro Santoro y Anacleto Ferrer, enriquecida con notas, grabados y fotografías que completan la visión del poeta y su mundo.Fascinado por el personaje, durante los años 1822, 23 y 24 Waiblinger anotó en sus Diarios los encuentros con el poeta y sus relaciones, y algo después, en Roma, redactó en 1827-28 su texto Vida, poesía y locura de Friedrich Hölderlin, inapreciable para la posteridad por ser el primer testimonio directo y extenso sobre el poeta escrito por alguien que lo trató personalmente. Todos estos textos, más un poema que Hölderlin inspiró, se recogen en castellano en esta edición al cuidado de Txaro Santoro y Anacleto Ferrer, enriquecida con notas, grabados y fotografías que completan la visión del poeta y su mundo.Todos estos textos, más un poema que Hölderlin inspiró, se recogen en castellano en esta edición al cuidado de Txaro Santoro y Anacleto Ferrer, enriquecida con notas, grabados y fotografías que completan la visión del poeta y su mundo. Más informaciónEl agujero del infierno
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COP $ 61.000Adrian Ross, se dedicó principalmente a escribir libretos de ópera y a producir espectáculos musicales y satíricos. A pesar de ser su única obra de ficción, , publicada en 1914, está considerada por los aficionados y especialistas como una de las obras cumbres de la literatura de «terror sobrenatural» (género que ha dado nombres tan destacados como Hodgson, Machen y Lovecraft), y es precisamente el hecho de ser autor de una sola obra de terror lo que explica que haya permanecido oculta para el gran público hasta que Ramsey Campbell la rescató del olvido. Aunque la obra está dedicada a su colega y amigo M.R. James, es más fácil asociarla con las atmósferas opresivas y angustiosas que acechan en las zonas oscuras de la realidad, tan características de Hodgson o H.P. Lovecraft, que con las eruditas excentricidades del gran maestro de la «ghost story». Ambientada en la Inglaterra dividida por las guerras religiosas del siglo XVII, la acción traslada a los lectores hasta el siniestro castillo del señor de Deeping Hold situado en una zona de marismas donde se abre un agujero que la superstición popular conecta con el infierno, en cuyo interior los protagonistas de este drama tenebroso quedan aislados por el avance de un «ente» indefinido y abominable.El agujero del infierno, publicada en 1914, está considerada por los aficionados y especialistas como una de las obras cumbres de la literatura de «terror sobrenatural» (género que ha dado nombres tan destacados como Hodgson, Machen y Lovecraft), y es precisamente el hecho de ser autor de una sola obra de terror lo que explica que haya permanecido oculta para el gran público hasta que Ramsey Campbell la rescató del olvido. Aunque la obra está dedicada a su colega y amigo M.R. James, es más fácil asociarla con las atmósferas opresivas y angustiosas que acechan en las zonas oscuras de la realidad, tan características de Hodgson o H.P. Lovecraft, que con las eruditas excentricidades del gran maestro de la «ghost story». Ambientada en la Inglaterra dividida por las guerras religiosas del siglo XVII, la acción traslada a los lectores hasta el siniestro castillo del señor de Deeping Hold situado en una zona de marismas donde se abre un agujero que la superstición popular conecta con el infierno, en cuyo interior los protagonistas de este drama tenebroso quedan aislados por el avance de un «ente» indefinido y abominable. Más informaciónEl pueblo del abismo
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COP $ 50.000En 1902 Jack London fue enviado a Inglaterra por el periódico para el que trabajaba para cubrir como reportero la Guerra de los Bóers. Finalmente, tuvo que permanecer siete semanas ocioso en Londres. Ansioso por conocer la vida en la gran metrópoli, recorre sus calles y barrios, y queda impresionado por la miseria en que sobrevivían los desheredados que se hacinaban en el East End londinense. Decidido a documentarse a fondo para escribir un libro denunciando aquella escandalosa situación, London se disfraza de humilde marinero sin trabajo, duerme en albergues públicos y comparte con los más pobres sus míseros alimentos. De esta experiencia impactante nace , todo un clásico del periodismo de investigación, una obra reivindicativa y polémica que cosechó un gran éxito en Estados Unidos, y posteriormente en la URSS, al tiempo que fue muy criticada en Inglaterra. Con una prosa tajante como un hacha, London va alternando historias de personajes reales con feroces y certeros análisis políticos, en los que vitupera no sólo al capitalismo despiadado sino al régimen que perpetuaba tal injusticia social: la monarquía británica. El hambre, la explotación infantil, las enfermedades ocasionadas por las condiciones de vida antihigiénicas, el trabajo inhumano sin derechos ni descanso, London no ahorra el menor detalle en este descarnado rosario de la miseria humana. En una ocasión confesó a propósito de El pueblo del abismo: «Es el único libro que escribí con el corazón encogido y los ojos llenos de lágrimas.El pueblo del abismo (1903), todo un clásico del periodismo de investigación, una obra reivindicativa y polémica que cosechó un gran éxito en Estados Unidos, y posteriormente en la URSS, al tiempo que fue muy criticada en Inglaterra. Con una prosa tajante como un hacha, London va alternando historias de personajes reales con feroces y certeros análisis políticos, en los que vitupera no sólo al capitalismo despiadado sino al régimen que perpetuaba tal injusticia social: la monarquía británica. El hambre, la explotación infantil, las enfermedades ocasionadas por las condiciones de vida antihigiénicas, el trabajo inhumano sin derechos ni descanso, London no ahorra el menor detalle en este descarnado rosario de la miseria humana. En una ocasión confesó a propósito de El pueblo del abismo: «Es el único libro que escribí con el corazón encogido y los ojos llenos de lágrimas.El hambre, la explotación infantil, las enfermedades ocasionadas por las condiciones de vida antihigiénicas, el trabajo inhumano sin derechos ni descanso, London no ahorra el menor detalle en este descarnado rosario de la miseria humana. En una ocasión confesó a propósito de El pueblo del abismo: «Es el único libro que escribí con el corazón encogido y los ojos llenos de lágrimas. Más informaciónGengis-Kan
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COP $ 83.000Los materiales que utiliza Yan en Gengis-Kan son los que dan sustancia narrativa a las Bilinas, el equivalente ruso a los romances o cantares de gesta de occidente, uno de cuyos temas principales es la lucha de los pueblos rusos contra los tártaros y nómadas de la estepa. Al inicio de la novela los lectores encontrarán una mención a un evento que sirve de referente histórico: la batalla en que los generales Subotai-Bagatur y Tokutchar-Noyon derrotaron a los merkitas a orillas del Djam en 1217.Para entonces Gengis-Kan ha unificado a todos los nómadas de la estepa y se dispone a someter al reino turco-mongol, de cultura china. La historia del conquistador mongol, el Gran Kan, es narrada por Yan con exactitud y fidelidad a lo conocido, pero sin renunciar a un elevado tono épico y un notable nivel literario.Para entonces Gengis-Kan ha unificado a todos los nómadas de la estepa y se dispone a someter al reino turco-mongol, de cultura china. La historia del conquistador mongol, el Gran Kan, es narrada por Yan con exactitud y fidelidad a lo conocido, pero sin renunciar a un elevado tono épico y un notable nivel literario. Más información