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    ¿Cómo leer El Capital de Marx? Indicaciones de lectura y comentario del comienzo de El Capital

    ¿Cómo leer El Capital de Marx? Indicaciones...

    Sin existencias

    COP $ 101.000
    La edición de ¿Cómo leer El Capital de Marx refuerza y le da fuste a la notable dosis de aire fresco que para los estudios marxianos en español supuso la presentación, en esta misma serie, de la obra de Michael Heinrich. Si con la Crítica de la economía política ya se puso de manifiesto que es posible adentrarse en la obra de Marx sin anteojos ideológicos, desde el ninguneado plano de la sola teoría al revés de los patrones marxistas al uso, que corroboran todo lo que ya se sabía o más bien se presuponía sobre los mercados financieros o la maldad planetaria que cada década se lleve la palma, en el comentario que ahora ofrecemos el análisis teórico, desencarnado, que pregunta antes de dar nada por sentado, es si cabe más desnudo. Y así nos encontramos con que el modesto pero laborioso trabajo de leer El Capital palabra por palabra, en el cuerpo a cuerpo, se revela como camino fructuoso para desentrañar y esclarecer las profundas estructuras conceptuales que reverberan en el texto. Y solo después será día de postular revoluciones, predecir apocalipsis, o tal vez de contemplar entre lúcidos y desencantados cómo la araña devora a sus presas.Y así nos encontramos con que el modesto pero laborioso trabajo de leer El Capital palabra por palabra, en el cuerpo a cuerpo, se revela como camino fructuoso para desentrañar y esclarecer las profundas estructuras conceptuales que reverberan en el texto. Y solo después será día de postular revoluciones, predecir apocalipsis, o tal vez de contemplar entre lúcidos y desencantados cómo la araña devora a sus presas. Más información

  2. Logoterapia centrada en la persona

    COP $ 83.000
    Carlos Díaz, en Logoterapia centrada en la persona vuelve a militar en el bando, no por exiguo menos persuasivo, de un lógos que no es angosto ni solo cálculo, que no es el envanecimiento reflejo y reflejo del reflejo, jerga indescifrable que tanto deleite suscita en las escuelas, impermeables no sólo, y no es poco, a la vida que se juega en sus afueras, sino también a que sus pesares y desdichas, como sus gracejos y donaires, los enjuague y unifique esa potencia de la que no se ha vuelto, a la que no se ha ido capaz de darle sentido y sanar al enfermo que tarde o temprano somos.«La tecnociencia contemporánea lucha denodadamente contra el dolor con resultados paradójicos, pues cuanto más farmaterapia suministra, tanto menor es el umbral algésico y tanta menor la fortaleza antropológica que se apercibe en la vida cotidiana; por abuso de esa falsa farmacopea, de ese falso hacer farmacéutico, en el límite podemos estar promoviendo un homo indolorus (necio tópico de las ciencias de la salud), el cual puede convertirse en personaje de tragedia griega cuando, sin convicciones antropológicas, a la vez que indoloro deviene inodorus et insipidus, por todo lo cual nos parece verdaderamente urgente la reivindicación por el ser humano del dolor, sin masoquismo ni dolorismo, la reivindicación del dolor humano: ubi homo, ibi dolor, me duele luego existo (dolet ergo sum), decía Kierkegaard parodiando a Descartes, afirmación todavía demasiado abstracta que hubiera debido concretarse en esta otra: me dueles, luego existo, doles ergo sum, eres tú quien me duele, porque sólo el dolor concreto duele concretamente».«La tecnociencia contemporánea lucha denodadamente contra el dolor con resultados paradójicos, pues cuanto más farmaterapia suministra, tanto menor es el umbral algésico y tanta menor la fortaleza antropológica que se apercibe en la vida cotidiana; por abuso de esa falsa farmacopea, de ese falso hacer farmacéutico, en el límite podemos estar promoviendo un homo indolorus (necio tópico de las ciencias de la salud), el cual puede convertirse en personaje de tragedia griega cuando, sin convicciones antropológicas, a la vez que indoloro deviene inodorus et insipidus, por todo lo cual nos parece verdaderamente urgente la reivindicación por el ser humano del dolor, sin masoquismo ni dolorismo, la reivindicación del dolor humano: ubi homo, ibi dolor, me duele luego existo (dolet ergo sum), decía Kierkegaard parodiando a Descartes, afirmación todavía demasiado abstracta que hubiera debido concretarse en esta otra: me dueles, luego existo, doles ergo sum, eres tú quien me duele, porque sólo el dolor concreto duele concretamente». Más información
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    Autocensura y compromiso en el pensamiento político de Kant

    Autocensura y compromiso en el pensamiento po...

    Sin existencias

    COP $ 101.000
    Los que provocan sufrimientos, los que provocan la perpetuación de sufrimiento sin nombre para la humanidad, son precisamente los pragmáticos, los políticos e ideólogos sin principios. No es necesario dejarse engañar por la terminología abstracta en el debate que estamos examinando: en apariencia se trata de elegir entre el imperativo dictado por la razón, por una parte, y las reglas de la prudencia, por la otra.Pero en realidad se trata de elegir entre revolución y contrarrevolución. Seguir el imperativo de la razón significa darle la vuelta a las relaciones políticas que no se corresponden con la dignidad del hombre y el derecho natural; seguir las reglas de la prudencia significa comprender las razones del statu quo, o por lo menos tolerarlo, y evitar los sacrificios y victimas que inevitablemente trae consigo todo cambio radical.Pero en realidad se trata de elegir entre revolución y contrarrevolución. Seguir el imperativo de la razón significa darle la vuelta a las relaciones políticas que no se corresponden con la dignidad del hombre y el derecho natural; seguir las reglas de la prudencia significa comprender las razones del statu quo, o por lo menos tolerarlo, y evitar los sacrificios y victimas que inevitablemente trae consigo todo cambio radical. Más información

  4. Habanera de Alberto García

    COP $ 115.000
    Anunciada desde el título mismo al evocar la composición musical (compás de dos por cuatro) cuyos orígenes se pierden en la península para reaparecer con personal originalidad en nuestras tierras, la Habanera de Alberto García es la historia de un nuevo encuentro entre culturas, pero signada esta vez, no por posiciones de fuerza o por imperativos de poderes, sino por un regreso de conquistadores dispuestos a dejarse ganar ahora ante el "capítulo pendiente o el paréntesis abierto" que dejara en aquellos hombres el noventa y ocho y el desgarramiento que contribuyó, paradójicamente, a establecer un vínculo aún más estrecho entre quienes hasta muy poco antes se habían mirado como enemigos. Justo en ese momento, la historia sufre un viraje que sitúa al antiguo conquistador frente a una suerte de encantamiento que decide su retorno al útero sediento de nuestra bahía y con ello su segundo nacimiento y su otra mayoría de edad. Después del noventa y ocho, la historia se abrió a una etapa de inversión de los procesos culturales, en la que las relaciones entre España y la mayor de las Antillas cobraron un nuevo sentido, que expresa el personaje de Alberto García con un carácter simbólico.Justo en ese momento, la historia sufre un viraje que sitúa al antiguo conquistador frente a una suerte de encantamiento que decide su retorno al útero sediento de nuestra bahía y con ello su segundo nacimiento y su otra mayoría de edad. Después del noventa y ocho, la historia se abrió a una etapa de inversión de los procesos culturales, en la que las relaciones entre España y la mayor de las Antillas cobraron un nuevo sentido, que expresa el personaje de Alberto García con un carácter simbólico. Más información
  5. Lento presente. Sintomatología del nuevo tie...

    COP $ 97.000
    En Lento presente Hans Ulrich Gumbrecht pincela con su prosa sin par que huye por igual de la afectación como de la pesantez, muy manidas formas de oscurantismo filosófico, cuando no de mera superficialidad los trazos de un tiempo, el nuestro, expurgado de ciertas notas modernas, entre ellas: la satisfecha percepción de que todo está cambiando en un proceso que se acelera en cada paso hacia delante. Desguarnecidos del futuro, en cierto modo desesperanzado (otra vez), tampoco su reverso resiste el embate, y no hay nostalgia ni duelo, no hay acedia que exprese la percepción contraria de que se ha perdido un origen por definición irrecuperable. Y sin embargo hay, claro que hay, en nuestro tiempo retratado: un presente que se dilata y que se extiende para no ser ya vicario de otros, un presente en el que tal vez quepa el cuerpo a cuerpo con materialidades que en su cercanía alejen de una vez esas expectativas, muy rigurosamente definidas, que luego resultaron tan dañinas.Desguarnecidos del futuro, en cierto modo desesperanzado (otra vez), tampoco su reverso resiste el embate, y no hay nostalgia ni duelo, no hay acedia que exprese la percepción contraria de que se ha perdido un origen por definición irrecuperable. Y sin embargo hay, claro que hay, en nuestro tiempo retratado: un presente que se dilata y que se extiende para no ser ya vicario de otros, un presente en el que tal vez quepa el cuerpo a cuerpo con materialidades que en su cercanía alejen de una vez esas expectativas, muy rigurosamente definidas, que luego resultaron tan dañinas. Más información
  6. La razón de las naciones. Reflexiones sobre ...

    COP $ 59.000
    Tras la estela de Raymond Aron, Pierre Manent se ha significado en las últimas décadas, y así es reconocido en toda Europa, por su meticuloso y afinado estudio de la tradición liberal francesa, inseparable de nombres como los de Benjamin Constant, François Guizot y, sobre todo, Alexis de Tocqueville, a quien ha dedicado trabajos de la importancia de Tocqueville et la nature de la démocratie (Gallimard, 1982). Desde su cátedra en el Centre de recherches politiques, Pierre Manent ha estado en condiciones de rastrear e interpretar, bajo una óptica singularmente atractiva la que en parte acuñan los clásicos liberales tantas veces desoídos, cuando no reprobados in toto desde culposas ignorancias, la génesis de la filosofía política moderna, expuesta al público en obras como Curso de filosofía política (Fondo de Cultura Económica, 2005) o Historia del pensamiento liberal (Emecé, 1990).Desde su cátedra en el Centre de recherches politiques, Pierre Manent ha estado en condiciones de rastrear e interpretar, bajo una óptica singularmente atractiva la que en parte acuñan los clásicos liberales tantas veces desoídos, cuando no reprobados in toto desde culposas ignorancias, la génesis de la filosofía política moderna, expuesta al público en obras como Curso de filosofía política (Fondo de Cultura Económica, 2005) o Historia del pensamiento liberal (Emecé, 1990). Más información
  7. Teoría de la federación

    COP $ 115.000
    En su Teoría de la Federación, convertida ya en referente indispensable de la teoría contemporánea del derecho, Olivier Beaud (Annecy, 1958) sortea los lugares comunes con que se asocia el estudio de los fundamentos jurídico-políticos de las Federaciones históricas, tales como la pregunta por la soberanía de los cuerpos jurídicos federados, o el análisis de la brecha que las separa de las meras Confederaciones, en la justa medida en que son también callejones sin salida, caminos mal elegidos, que traban la justa vocación del teórico: pensar la Federación en los términos -y a la altura- de su propia positividad, en el mejor y menos positivista de los sentidos. Sólo entonces es la Federación comprensible, también para el profano, en la libre asociación que la constituye, en los diferentes matices y problemas que la separan del Estado. Y sólo entonces acaso sea transitable, además, como construcción de futuro, como Unión Europea, sabedora de sus virtudes y potencias, no menos que de sus infranqueables límites.Federación en los términos -y a la altura- de su propia positividad, en el mejor y menos positivista de los sentidos. Sólo entonces es la Federación comprensible, también para el profano, en la libre asociación que la constituye, en los diferentes matices y problemas que la separan del Estado. Y sólo entonces acaso sea transitable, además, como construcción de futuro, como Unión Europea, sabedora de sus virtudes y potencias, no menos que de sus infranqueables límites.Sólo entonces es la Federación comprensible, también para el profano, en la libre asociación que la constituye, en los diferentes matices y problemas que la separan del Estado. Y sólo entonces acaso sea transitable, además, como construcción de futuro, como Unión Europea, sabedora de sus virtudes y potencias, no menos que de sus infranqueables límites. Más información
  8. Difícil tolerancia

    COP $ 85.000
    En Difícil tolerancia se muestra, con mayor vigor que nunca, la veta polémica con que a menudo nos sacude Yves-Charles Zarka: el prestigioso intelectual francés trata de justificar aquí, sin parar mientes en lo políticamente correcto, que la islamización de Europa es uno de los más graves peligros a los que se enfrentan nuestras democracias, ya que amenaza con segar de raíz -de no ponerle coto la estructura-tolerancia, bien entendida: sabedora del límite en el que se anuncia lo intolerable (o más bien la defección)- los principios jurídicos y morales sobre los que descansa el Estado de derecho.En este sentido, el ensayo de Zarka constituye una apasionada crítica de las tentativas islámicas de invadir las escuelas y, en general, la esfera de lo público, con dogmas y signos religiosos que conculcan la laicidad del Estado, así como de todas aquellas prácticas e instituciones religiosas que discriminan a las mujeres o, sin más, las denigran como sujetos de derecho; y es también, por las mismas razones -por la misma defensa de los derechos individuales-, una severa censura de las minorías religiosas y los nacionalismos políticos que, al amparo de impostados sujetos colectivos, vienen a parar en lo mismo: tiranizar individuos.En este sentido, el ensayo de Zarka constituye una apasionada crítica de las tentativas islámicas de invadir las escuelas y, en general, la esfera de lo público, con dogmas y signos religiosos que conculcan la laicidad del Estado, así como de todas aquellas prácticas e instituciones religiosas que discriminan a las mujeres o, sin más, las denigran como sujetos de derecho; y es también, por las mismas razones -por la misma defensa de los derechos individuales-, una severa censura de las minorías religiosas y los nacionalismos políticos que, al amparo de impostados sujetos colectivos, vienen a parar en lo mismo: tiranizar individuos. Más información
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    Kant y el final de la metafísica. Ensayo sobre la Crítica del Juicio

    Kant y el final de la metafísica. Ensayo sob...

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    COP $ 162.000
    Esta obra, considerada como un auténtico clásico tanto en Francia como en Brasil -donde Lebrun enseñó durante muchos años-, es quizás el más iluminador de cuantos ensayos se han escrito en la segunda mitad del siglo XX sobre el entero proyecto crítico kantiano, pero también sobre su genealogía pre-crítica -en permanente discusión con la modernidad filosófica que representan Leibniz, Descartes, Hume o Spinoza-, sobre la relación del Juicio con las bellas artes y, en último pero no menos importante lugar, sobre el lugar de la Crítica en la génesis de las ciencias biológicas que van a parar en el evolucionismo darwinista. Más información

  10. Problemas Kantianos

    COP $ 83.000
    En los cuatro ensayos de que se compone Problemas kantianos, Éric Weil (Parchim 1904-Niza 1977) no sintetiza o expone el pensamiento de Kant, no resume su sistema o introduce al profano en la materia, sino que aviva y reanuda, en odres nuevos, la original discusión con el filósofo, y para ello -para que la verdadera discusión resplandezca frente a la más rigurosa doxografía- Weil escribe con maestría lo que la sola erudición, la pericia del lector mejor informado, siempre deja sin decir: el propio pensar de Kant, en sus problemas y en aquello que los origina. O, en otras palabras, en aquello que los anuda, ya se trate de la cosa en sí, de la unidad del sistema, del juicio moral o del mal radical: la permanente pregunta por el sentido, por el desarme -tantas veces falaz, toda vez incoado- de los hechos y su implacable anterioridad.O, en otras palabras, en aquello que los anuda, ya se trate de la cosa en sí, de la unidad del sistema, del juicio moral o del mal radical: la permanente pregunta por el sentido, por el desarme -tantas veces falaz, toda vez incoado- de los hechos y su implacable anterioridad. Más información