Ciencias Sociales

  1. La razón ¿enemiga del misterio?

    COP $ 68.000
    «Se puede suponer que en la historia de la cultura y el pensamiento occidentales han existido motivos por los que la razón ha llegado a ser enemiga del Misterio, pero esta hipótesis no se quiere tomar como definitiva; lo que se quiere es ponerla a prueba. La pregunta de nuestro título está justificada y cada uno de nosotros está obligado a preguntarse sobre la relación entre su razón y el Misterio, en un contexto cultural occidental que ha hecho de ella un problema desde hace mucho tiempo». Más información
  2. Los orígenes históricos del cristianismo

    COP $ 104.000
    ¿Es el cristianismo un hecho histórico ¿Podemos alcanzar alguna certeza sobre la figura de Jesús de Nazaret Todo el que quiera tomar posición razonada sobre el cristianismo debe antes responder a esta pregunta. Partiendo de las fuentes cristianas, judías y paganas, con un estilo riguroso y a la vez sencillo. Este libro pone a los lectores en contacto con el cristianismo real del siglo primero: el hombre Jesús de Nazaret, la primera difusión del cristianismo en Palestina y su posterior propagación en Asia Menor y Europa, las relaciones con el Imperio romano... Una aproximación novedosa a una de las cuestiones más debatidas de la historia de la humanidad, verdadera piedra de toque para la razonabilidad actual del cristianismo. Más información
  3. Padres e hijos. La relación que nos constitu...

    COP $ 135.000
    No hay nada más antiguo ni nada más desconocido que esta relación. ¿Qué significa ser padres Este libro no da consejos, no prescribe normas ni comportamientos. Describe una identidad. No se «hace» de padre o madre, se «es» padre o madre. El problema de ser personas, de ser hombres y mujeres verdaderos. «Todo lo que yo soy y por tanto cómo me trato a mí mismo, cómo trato los sentimientos, cómo trato a mi hijo, cómo trato mi trabajo, a mis amigos, el mundo, la realidad y la vidalo irradio sobre mi hijo, que absorbiendo mi imagen, por así decir, aprende quién es, aprende su propia identidad».Lejos de ceder a la tentación de afrontar el problema desde el intelectualismo o el psicologismo, y menos aún desde el tecnicismo, este libro revela una experiencia, describe la vida de los padres y los hijos, sus problemas, sus inquietudes, sus esperanzas.Lejos de ceder a la tentación de afrontar el problema desde el intelectualismo o el psicologismo, y menos aún desde el tecnicismo, este libro revela una experiencia, describe la vida de los padres y los hijos, sus problemas, sus inquietudes, sus esperanzas. Más información
  4. Sobre el peligro de una petitio principii en ...

    COP $ 68.000
    Desde antiguo un peligro acecha a la teoría del conocimiento. Si el problema fundamental de esta disciplina filosófica es el «conocimiento» del conocimiento, ¿cómo llevar a cabo esta tarea sin suponer o utilizar aquello cuya esencia se pretende esclarecer ¿No cae el mismo conocimiento que llevamos a cabo en el desarrollo de esta disciplina dentro del ámbito de lo que hemos de investigarEste libro constituye un ejemplo de reflexión filosófica genuina, animada por el espíritu de vuelta a las cosas mismas que caracterizó a la fenomenología y que inspiró la obra toda de este autor.Este libro constituye un ejemplo de reflexión filosófica genuina, animada por el espíritu de vuelta a las cosas mismas que caracterizó a la fenomenología y que inspiró la obra toda de este autor. Más información
  5. La existencia temporal

    COP $ 129.000
    -Al principio me hice tomista. A lo largo de mi cautividad y después de la guerra acaricié el sueño de renovar el aristotelismo. Salió entonces mi libro . Mi mejor libro. Se puede decir que tuve una chispa de genialidad. [...] Vea usted la injusticia del mundo. Gané millones y conseguí la fama con un opúsculo de segunda categoría, . Sin embargo, escribí un gran libro, Nadie lo leyó cuando fue editado y acaban de renunciar a reeditarlo. Es increíble.(Jean Guitton, Mi testamento filosófico)Nota: Para mayor información, por favor consulte la tabla de contenido.La existencia temporal. Mi mejor libro. Se puede decir que tuve una chispa de genialidad. [...] Vea usted la injusticia del mundo. Gané millones y conseguí la fama con un opúsculo de segunda categoría, . Sin embargo, escribí un gran libro, Nadie lo leyó cuando fue editado y acaban de renunciar a reeditarlo. Es increíble.(Jean Guitton, Mi testamento filosófico)Nota: Para mayor información, por favor consulte la tabla de contenido.Dios y la ciencia. Sin embargo, escribí un gran libro, Nadie lo leyó cuando fue editado y acaban de renunciar a reeditarlo. Es increíble.(Jean Guitton, Mi testamento filosófico)Nota: Para mayor información, por favor consulte la tabla de contenido.La existencia temporal. Nadie lo leyó cuando fue editado y acaban de renunciar a reeditarlo. Es increíble.(Jean Guitton, Mi testamento filosófico)Nota: Para mayor información, por favor consulte la tabla de contenido.(Jean Guitton, Mi testamento filosófico)Nota: Para mayor información, por favor consulte la tabla de contenido.Nota: Para mayor información, por favor consulte la tabla de contenido. Más información
  6. Aclaración sobre el ocasionalismo

    COP $ 44.000
    El autor retoma la polémica de la libertad intrínsica de la libertad humana, poniéndola en conexión con otro problema, suscitado por la filosofía cartesiana: el de la comunicación de las sustancias. El autor concibe esta aclaración como siéndolo del cap. III de la segunda parte del sexto libre de la , donde, a propósito del choque entre los cuerpos, se establece al primer autor como causa universal del movimiento. Esta vinculación entre el problema de raigambre escolástica de las causas segundas y aquel, propiamente moderno, de las relaciones mecánico-cinéticas entre los cuerpos, es original del planteamiento de Malebranche, pero encuentra su explicación en los orígenes del ocasionalismo, en la primera generación de filósofos cartesianos.El ocasionalismo establece, que nada de lo que en la naturaleza y en la vida psíquica percibimos como relaciones de causa y efecto está vinculado realmente por tales conexiones, sino que las así llamadas causas no son sino la ocasión para que Dios produzca determinados hechos que desde nuestra perspectiva son llamados efectos. Veamos cómo se articula tal explicación de la casualidad en los textos de Malebranche.Recherche, donde, a propósito del choque entre los cuerpos, se establece al primer autor como causa universal del movimiento. Esta vinculación entre el problema de raigambre escolástica de las causas segundas y aquel, propiamente moderno, de las relaciones mecánico-cinéticas entre los cuerpos, es original del planteamiento de Malebranche, pero encuentra su explicación en los orígenes del ocasionalismo, en la primera generación de filósofos cartesianos.El ocasionalismo establece, que nada de lo que en la naturaleza y en la vida psíquica percibimos como relaciones de causa y efecto está vinculado realmente por tales conexiones, sino que las así llamadas causas no son sino la ocasión para que Dios produzca determinados hechos que desde nuestra perspectiva son llamados efectos. Veamos cómo se articula tal explicación de la casualidad en los textos de Malebranche.El ocasionalismo establece, que nada de lo que en la naturaleza y en la vida psíquica percibimos como relaciones de causa y efecto está vinculado realmente por tales conexiones, sino que las así llamadas causas no son sino la ocasión para que Dios produzca determinados hechos que desde nuestra perspectiva son llamados efectos. Veamos cómo se articula tal explicación de la casualidad en los textos de Malebranche. Más información
  7. La razón y las razones. De la racionalidad c...

    COP $ 104.000
    «Aunque leyendo este libro haya presentimientos, regueras y huellas de lo por venirse al pensamiento, no puede adivinarse lo que resta hasta ese hacerse realidad. El quicio nuclear de lo que creo es la novedad y entrada en un pensamiento queda reflejado en la dinámica del entretejerse empastado de tres tríadas cada una con sus componentes correspondientes: deseo, imaginación y razón; mundo, cuerpo de hombre y realidad; carne enmemoriada, carne maranatizada, y carne hablante, para, en el proceso del amejoramiento, que en definitiva tiene que ver con la belleza, terminar desembocando en el ser en plenitud; plenitud que, en su descubrimiento de realidad, le viene donada por el ser en completud. El ir pensando del pausado rumiar del filósofo, por pequeño que sea, descubre caminos nuevos, si es necesario los crea, y plenifica el horizonte de sus pensamientos, siempre buscando realidad, recreándola, y llegando así a ver, mejor, a vislumbrar `más allá` lo que me gusta llamar el punto Omega». Más información
  8. Vulnerables. Pensar la fragilidad humana

    COP $ 104.000
    La vida de los hombres es vulnerable y con frecuencia debe su supervivencia a otras personas, sociedades y marcos morales y jurídicos.La infancia, la vejez y los estados de enfermedad, por los que todos los hombres pasamos necesariamente, ponen en evidencia este carácter de fragilidad. A lo largo de la «tradición de Occidente», la defensa ética y la protección legal de los estados humanos de mayor debilidad han sido constantes, pero en nuestros días tal defensa se comienza a cuestionar.La infancia, la vejez y los estados de enfermedad, por los que todos los hombres pasamos necesariamente, ponen en evidencia este carácter de fragilidad. A lo largo de la «tradición de Occidente», la defensa ética y la protección legal de los estados humanos de mayor debilidad han sido constantes, pero en nuestros días tal defensa se comienza a cuestionar. Más información
  9. Del agradecimiento

    COP $ 34.000
    La orientación filosófica fundamental de Schwarz se inscribe sin reserva en lo que actualmente da en llamarse el realismo fenomenológico. Quienes se adhieren a esta filosofía no comparten tan sólo su decisiva tesis capital sobre la trascendencia del conocimiento humano, fundándola en una interpretación realista de la primera edición de las investigaciones lógicas de Husserl, sino también un exigente método nuevamente socrático de filosofar, que ha sido practicado genialmente por pensadores de la estatura de Alexander Pfänder, Max Scheler, Adolf Reinach, Edith Stein, Hedwig Conrad-Martius o Dietrich von Hildebrand. Hoy el más conocido definidor y tenaz promotor de este modo de hacer filosofía es indudablemente Josef Seifert.Pues bien, en este opúsculo Balduin Schwarz, para desentrañar el logos inmanente al complejo fenómeno del agradecimiento, usa magistralmente los recursos metódicos de la fenomenología realista, mas se vale asimismo con toda libertad de otros procedimientos compatibles con ella. Y, a nuestro parecer, la presente investigación constituye en verdad, además de un esclaramiento realmente clásico y aún no superado de dicho fenómeno, una muestra ejemplar de ese acendrado modo de filosofar que pretende ante todo ir al grano esencial de las cosas mismas. Pero será el lector ganoso de verdad en cuyas manos caigan estas páginas el que habrá de juzgar por sí mismo, en un mundo tan lleno de falsificaciones, si el fruto lógico que Schwarz cosecha en ellas le parece tener el genuino sabor de la filosofía y es capaz de ofrecer verdadero alimento a las necesidades de su espíritu.Pues bien, en este opúsculo Balduin Schwarz, para desentrañar el logos inmanente al complejo fenómeno del agradecimiento, usa magistralmente los recursos metódicos de la fenomenología realista, mas se vale asimismo con toda libertad de otros procedimientos compatibles con ella. Y, a nuestro parecer, la presente investigación constituye en verdad, además de un esclaramiento realmente clásico y aún no superado de dicho fenómeno, una muestra ejemplar de ese acendrado modo de filosofar que pretende ante todo ir al grano esencial de las cosas mismas. Pero será el lector ganoso de verdad en cuyas manos caigan estas páginas el que habrá de juzgar por sí mismo, en un mundo tan lleno de falsificaciones, si el fruto lógico que Schwarz cosecha en ellas le parece tener el genuino sabor de la filosofía y es capaz de ofrecer verdadero alimento a las necesidades de su espíritu. Más información
  10. Diálogos sobre el problema del conocimiento

    COP $ 44.000
    Para quien esté interesado en profundizar en la filosofía rosminiana del conocimiento nada hay más recomendable que el mismo . Sin embargo, para los lectores de habla castellana que no conozcan el italiano existe una traducción de un resumen hecho por Rosmini, precedido de un breve análisis de las posiciones de otros filósofos modernos y de una crítica de las mismas. se colocan por tanto al comienzo de la producción literaria del autor, dedicada a aclarar cuestiones epistemológicas, pero teniendo ya en mente un complejo sistema ontológico, que iría elaborando con el tiempo, sobre todo en sus últimas obras. También hay que colocarlos al comienzo en sentido teorético, ya que la solución del problema ideológico da para el autor la clave de toda filosofía, entendida como el sistema de la verdad.El primero de ellos se ocupa de la naturaleza de las ideas. La idea es lo común a varias cosas que poseen una misma naturaleza. Pero eso común no puede estar en cada cosa particular, ya que para ser común es preciso abstraer de la subsistencia. Dice Rosmini contestando a Mauricio: Cuando se dice que la naturaleza humana es igual en muchos individuos, se pronuncia un juicio verdadero. La interpretación que se suele dar es falsa () la igualdad de varios individuos consiste en esta igual relación con la idea. Del mismo modo, la idea por la que algo es conocido es única en todos los hombres. Al considerar una naturaleza común se ha abstraído toda subsistencia, de manera que no queda ya nada particular en ella. Si tuviera una subsistencia particular en cada individuo que posee en cada una de las mentes, y así al infinito.El segundo diálogo, más extenso, abarca una serie de temas clásicos en la gnosología moderna: el escepticismo, el problema del puente, el principio de inmanencia. Es central la tesis, defendida con una fuerte lógica, de que el espíritu no da su forma al objeto ni lo altera. Aun cuando nuestro conocimiento de las cosas es limitado, ya que se apoya en la experiencia sensible, no es sin embargo falaz. Tanto el escepticismo como la pretensión de un conocimiento exhaustivo quedan excluidos. Pregunta Rosmini a Mauricio: ¿reconoces alguna diferencia entre saber todo y saber algo () ¿Te parece que, cuando se trata de refutar el escepticismo y de asegurar al hombre la posesión de la verdad, se pretende demostrar que el hombre sabe todas las cosas y que no ignora ninguna. Interesante y digna de atención es la manera en que Rosmini defiende y justifica esta tesis clásica.Quien lea estas pocas páginas se maravillará de que el nombre de Rosmini no aparezca más seguido en la literatura filosófica y mucho mayor será el asombro si el lector emprende la lectura de sus obras. Aunque no es el lugar para ahondar en las causas de tan sorprendente omisión, sí lo es para expresar el deseo de que el pensamiento rosminiano reciba la atención que merece.Juan Francisco FranckNuovo Saggio. Sin embargo, para los lectores de habla castellana que no conozcan el italiano existe una traducción de un resumen hecho por Rosmini, precedido de un breve análisis de las posiciones de otros filósofos modernos y de una crítica de las mismas. se colocan por tanto al comienzo de la producción literaria del autor, dedicada a aclarar cuestiones epistemológicas, pero teniendo ya en mente un complejo sistema ontológico, que iría elaborando con el tiempo, sobre todo en sus últimas obras. También hay que colocarlos al comienzo en sentido teorético, ya que la solución del problema ideológico da para el autor la clave de toda filosofía, entendida como el sistema de la verdad.El primero de ellos se ocupa de la naturaleza de las ideas. La idea es lo común a varias cosas que poseen una misma naturaleza. Pero eso común no puede estar en cada cosa particular, ya que para ser común es preciso abstraer de la subsistencia. Dice Rosmini contestando a Mauricio: Cuando se dice que la naturaleza humana es igual en muchos individuos, se pronuncia un juicio verdadero. La interpretación que se suele dar es falsa () la igualdad de varios individuos consiste en esta igual relación con la idea. Del mismo modo, la idea por la que algo es conocido es única en todos los hombres. Al considerar una naturaleza común se ha abstraído toda subsistencia, de manera que no queda ya nada particular en ella. Si tuviera una subsistencia particular en cada individuo que posee en cada una de las mentes, y así al infinito.El segundo diálogo, más extenso, abarca una serie de temas clásicos en la gnosología moderna: el escepticismo, el problema del puente, el principio de inmanencia. Es central la tesis, defendida con una fuerte lógica, de que el espíritu no da su forma al objeto ni lo altera. Aun cuando nuestro conocimiento de las cosas es limitado, ya que se apoya en la experiencia sensible, no es sin embargo falaz. Tanto el escepticismo como la pretensión de un conocimiento exhaustivo quedan excluidos. Pregunta Rosmini a Mauricio: ¿reconoces alguna diferencia entre saber todo y saber algo () ¿Te parece que, cuando se trata de refutar el escepticismo y de asegurar al hombre la posesión de la verdad, se pretende demostrar que el hombre sabe todas las cosas y que no ignora ninguna. Interesante y digna de atención es la manera en que Rosmini defiende y justifica esta tesis clásica.Quien lea estas pocas páginas se maravillará de que el nombre de Rosmini no aparezca más seguido en la literatura filosófica y mucho mayor será el asombro si el lector emprende la lectura de sus obras. Aunque no es el lugar para ahondar en las causas de tan sorprendente omisión, sí lo es para expresar el deseo de que el pensamiento rosminiano reciba la atención que merece.Juan Francisco FranckLos diálogos se colocan por tanto al comienzo de la producción literaria del autor, dedicada a aclarar cuestiones epistemológicas, pero teniendo ya en mente un complejo sistema ontológico, que iría elaborando con el tiempo, sobre todo en sus últimas obras. También hay que colocarlos al comienzo en sentido teorético, ya que la solución del problema ideológico da para el autor la clave de toda filosofía, entendida como el sistema de la verdad.El primero de ellos se ocupa de la naturaleza de las ideas. La idea es lo común a varias cosas que poseen una misma naturaleza. Pero eso común no puede estar en cada cosa particular, ya que para ser común es preciso abstraer de la subsistencia. Dice Rosmini contestando a Mauricio: Cuando se dice que la naturaleza humana es igual en muchos individuos, se pronuncia un juicio verdadero. La interpretación que se suele dar es falsa () la igualdad de varios individuos consiste en esta igual relación con la idea. Del mismo modo, la idea por la que algo es conocido es única en todos los hombres. Al considerar una naturaleza común se ha abstraído toda subsistencia, de manera que no queda ya nada particular en ella. Si tuviera una subsistencia particular en cada individuo que posee en cada una de las mentes, y así al infinito.El segundo diálogo, más extenso, abarca una serie de temas clásicos en la gnosología moderna: el escepticismo, el problema del puente, el principio de inmanencia. Es central la tesis, defendida con una fuerte lógica, de que el espíritu no da su forma al objeto ni lo altera. Aun cuando nuestro conocimiento de las cosas es limitado, ya que se apoya en la experiencia sensible, no es sin embargo falaz. Tanto el escepticismo como la pretensión de un conocimiento exhaustivo quedan excluidos. Pregunta Rosmini a Mauricio: ¿reconoces alguna diferencia entre saber todo y saber algo () ¿Te parece que, cuando se trata de refutar el escepticismo y de asegurar al hombre la posesión de la verdad, se pretende demostrar que el hombre sabe todas las cosas y que no ignora ninguna. Interesante y digna de atención es la manera en que Rosmini defiende y justifica esta tesis clásica.Quien lea estas pocas páginas se maravillará de que el nombre de Rosmini no aparezca más seguido en la literatura filosófica y mucho mayor será el asombro si el lector emprende la lectura de sus obras. Aunque no es el lugar para ahondar en las causas de tan sorprendente omisión, sí lo es para expresar el deseo de que el pensamiento rosminiano reciba la atención que merece.Juan Francisco FranckEl primero de ellos se ocupa de la naturaleza de las ideas. La idea es lo común a varias cosas que poseen una misma naturaleza. Pero eso común no puede estar en cada cosa particular, ya que para ser común es preciso abstraer de la subsistencia. Dice Rosmini contestando a Mauricio: Cuando se dice que la naturaleza humana es igual en muchos individuos, se pronuncia un juicio verdadero. La interpretación que se suele dar es falsa () la igualdad de varios individuos consiste en esta igual relación con la idea. Del mismo modo, la idea por la que algo es conocido es única en todos los hombres. Al considerar una naturaleza común se ha abstraído toda subsistencia, de manera que no queda ya nada particular en ella. Si tuviera una subsistencia particular en cada individuo que posee en cada una de las mentes, y así al infinito.El segundo diálogo, más extenso, abarca una serie de temas clásicos en la gnosología moderna: el escepticismo, el problema del puente, el principio de inmanencia. Es central la tesis, defendida con una fuerte lógica, de que el espíritu no da su forma al objeto ni lo altera. Aun cuando nuestro conocimiento de las cosas es limitado, ya que se apoya en la experiencia sensible, no es sin embargo falaz. Tanto el escepticismo como la pretensión de un conocimiento exhaustivo quedan excluidos. Pregunta Rosmini a Mauricio: ¿reconoces alguna diferencia entre saber todo y saber algo () ¿Te parece que, cuando se trata de refutar el escepticismo y de asegurar al hombre la posesión de la verdad, se pretende demostrar que el hombre sabe todas las cosas y que no ignora ninguna. Interesante y digna de atención es la manera en que Rosmini defiende y justifica esta tesis clásica.Quien lea estas pocas páginas se maravillará de que el nombre de Rosmini no aparezca más seguido en la literatura filosófica y mucho mayor será el asombro si el lector emprende la lectura de sus obras. Aunque no es el lugar para ahondar en las causas de tan sorprendente omisión, sí lo es para expresar el deseo de que el pensamiento rosminiano reciba la atención que merece.Juan Francisco FranckEl segundo diálogo, más extenso, abarca una serie de temas clásicos en la gnosología moderna: el escepticismo, el problema del puente, el principio de inmanencia. Es central la tesis, defendida con una fuerte lógica, de que el espíritu no da su forma al objeto ni lo altera. Aun cuando nuestro conocimiento de las cosas es limitado, ya que se apoya en la experiencia sensible, no es sin embargo falaz. Tanto el escepticismo como la pretensión de un conocimiento exhaustivo quedan excluidos. Pregunta Rosmini a Mauricio: ¿reconoces alguna diferencia entre saber todo y saber algo () ¿Te parece que, cuando se trata de refutar el escepticismo y de asegurar al hombre la posesión de la verdad, se pretende demostrar que el hombre sabe todas las cosas y que no ignora ninguna. Interesante y digna de atención es la manera en que Rosmini defiende y justifica esta tesis clásica.Quien lea estas pocas páginas se maravillará de que el nombre de Rosmini no aparezca más seguido en la literatura filosófica y mucho mayor será el asombro si el lector emprende la lectura de sus obras. Aunque no es el lugar para ahondar en las causas de tan sorprendente omisión, sí lo es para expresar el deseo de que el pensamiento rosminiano reciba la atención que merece.Juan Francisco FranckQuien lea estas pocas páginas se maravillará de que el nombre de Rosmini no aparezca más seguido en la literatura filosófica y mucho mayor será el asombro si el lector emprende la lectura de sus obras. Aunque no es el lugar para ahondar en las causas de tan sorprendente omisión, sí lo es para expresar el deseo de que el pensamiento rosminiano reciba la atención que merece.Juan Francisco FranckJuan Francisco Franck Más información