Profesionales y Técnicos

  1. Política y Sociedad: pensamiento clásico

    COP $ 58.100
    Desde tiempos inmemorables los seres humanos se han agrupado en sociedades, como respuesta a la imposibilidad individual de garantizar la satisfacción de sus necesidades más elementales. Esta urgencia exigió superar la satisfacción de sus necesidades más elementales. Esta urgencia exigió superar el aislamiento característico de aquella situación inicial que ha sido calificada habitualmente como Estado de naturaleza, y comenzar a gestar un marco societario común. Los filósofos políticos han imaginado este tránsito de diversa forma. Por una parte, se ha sostenido que los individuos habrían conseguido organizarse a partir de un acuerdo común, expresado en un pacto originario de fundación de la nueva sociedad, para luego construir una autoridad política mediante la celebración de un segundo contrato entre la sociedad y el designado para ejercer el gobierno, fijándose derechos y obligaciones para las partes.Por otra, se ha afirmado que el origen de la sociedad habría sido producto del sometimiento de los individuos por parte del más fuere entre todos ellos, quien les habría impuesto una rendición incondicional a cambio de garantizarles su vida y las propiedades que, en el futuro, fueran capaces de obtener. En cualquiera de estas dos alternativas, a partir de entonces, el esfuerzo asociado habría permitido morigerar su hambre, construir viviendas, ampararse de las inclemencias geográficas y defenderse frente al ataque de animales o de otros hombres, que como ellos bregaban por apropiarse de los bienes elementales para la vida.En esta publicación se han seleccionado algunas contribuciones fundamentales del pensamiento político occidental, producidas entre los tiempos de la Antigüedad clásica y el auge del Absolutismo Monárquico, en los albores de los tiempos modernos. En ellas se analizan cuestiones fundamentales respecto de las formas de ejercicio del poder político, sus fuentes de legitimación, las características y atribuciones del Estado a lo largo del tiempo; las discusiones sobre la naturaleza del poder, las formas de ejercerlo y de conservarlo, y, asimismo, la apuesta o la prescripción de alguna solución política concreta, con el fin de garantizar la paz y el bien común de los hombres.Por otra, se ha afirmado que el origen de la sociedad habría sido producto del sometimiento de los individuos por parte del más fuere entre todos ellos, quien les habría impuesto una rendición incondicional a cambio de garantizarles su vida y las propiedades que, en el futuro, fueran capaces de obtener. En cualquiera de estas dos alternativas, a partir de entonces, el esfuerzo asociado habría permitido morigerar su hambre, construir viviendas, ampararse de las inclemencias geográficas y defenderse frente al ataque de animales o de otros hombres, que como ellos bregaban por apropiarse de los bienes elementales para la vida.En esta publicación se han seleccionado algunas contribuciones fundamentales del pensamiento político occidental, producidas entre los tiempos de la Antigüedad clásica y el auge del Absolutismo Monárquico, en los albores de los tiempos modernos. En ellas se analizan cuestiones fundamentales respecto de las formas de ejercicio del poder político, sus fuentes de legitimación, las características y atribuciones del Estado a lo largo del tiempo; las discusiones sobre la naturaleza del poder, las formas de ejercerlo y de conservarlo, y, asimismo, la apuesta o la prescripción de alguna solución política concreta, con el fin de garantizar la paz y el bien común de los hombres.En esta publicación se han seleccionado algunas contribuciones fundamentales del pensamiento político occidental, producidas entre los tiempos de la Antigüedad clásica y el auge del Absolutismo Monárquico, en los albores de los tiempos modernos. En ellas se analizan cuestiones fundamentales respecto de las formas de ejercicio del poder político, sus fuentes de legitimación, las características y atribuciones del Estado a lo largo del tiempo; las discusiones sobre la naturaleza del poder, las formas de ejercerlo y de conservarlo, y, asimismo, la apuesta o la prescripción de alguna solución política concreta, con el fin de garantizar la paz y el bien común de los hombres. Más información
  2. Sartre contra Sartre

    COP $ 66.000
    La figura de Sartre nunca ha dejado de suscitar polémicas y su muerte tampoco sirvió para volver a la calma ya que es el intelectual francés más estudiado del siglo XX. El pensamiento de Sartre se propone como un proyecto que, sin renunciar a la universalidad, permanece fuertemente anclado a lo singular. Esta peculiaridad, presente en todos sus escritos, señala un itinerario que va de la filosofía a la narrativa pasando por la política, el teatro, la crítica literaria, el cine, el arte. En cada ocasión, la particularidad específica del trabajo está cargada de una pluralidad de indicios.Este conjunto de artículos trabaja en esa brecha. Piensa contra la estela de lo pensado y reconoce su estilo que mediante la rebelión atenta contra la integridad del pensamiento totalizador. No es un texto sobre Sartre. No aclara, explica, ni divulga. Aquí la filosofía se instituye como tarea crítica. Se lo demuestra en forma de ensayos alrededor de los modos en que Sartre apuntó, por ejemplo, a la conciencia y su modo intencional, esa proyección hacia el futuro que desemboca en la consideración de que el ser tiene como único fundamento la libertad. O ese deseo que implica el movimiento de la mala fe y la dimensión de responsabilidad que implica el ser para otros de la conciencia.Pero también se trata de hoy en la Argentina, luego de entrados en el tercer milenio, cuando retomar la palabra sartreana es antes que nada no temer a alguien que provoca escribiendo sobre un marginal a quien llama Mártir Jean Genet y proclamando que la verdad del mundo sólo es vista por los excluidos de él. Precisamente eso es lo que el texto produce como efecto. Lo que lo hace. Un conjunto de interrogaciones no complacientes, no exegéticas sino indagatorias de lo que puede significar hoy para todos el que Sartre haya propuesto una identidad ontológica entre el individuo y la historia. Lecturas que reorganizan las imágenes de Sartre, por ejemplo, aquella de la prevaloración de la conciencia que condujo a discutir con LeviStrauss, y que marcaron a Foucault y a toda una generación que, reivindicándolo como maestro o amo, trajeron a el medio la urgencia de salir de la conciencia y de su supuesto principio de realidad. El esfuerzo de olvidar a Sartre, dejó muy en carne viva la conciencia sartreana y su denuncia de la capacidad nihilizadora del ser.Por esta razón, cada texto de este libro que toma un hilo y se deja conducir por él, alude no sólo a la actualidad de Sartre, sino a lo actual de la realidad política, a la biografía de este tiempo, en el que subjetividad no se puede construir en exterioridades, a la manera del en si, por una sucesión de economías sino que reclama un espacio.Este conjunto de artículos trabaja en esa brecha. Piensa contra la estela de lo pensado y reconoce su estilo que mediante la rebelión atenta contra la integridad del pensamiento totalizador. No es un texto sobre Sartre. No aclara, explica, ni divulga. Aquí la filosofía se instituye como tarea crítica. Se lo demuestra en forma de ensayos alrededor de los modos en que Sartre apuntó, por ejemplo, a la conciencia y su modo intencional, esa proyección hacia el futuro que desemboca en la consideración de que el ser tiene como único fundamento la libertad. O ese deseo que implica el movimiento de la mala fe y la dimensión de responsabilidad que implica el ser para otros de la conciencia.Pero también se trata de hoy en la Argentina, luego de entrados en el tercer milenio, cuando retomar la palabra sartreana es antes que nada no temer a alguien que provoca escribiendo sobre un marginal a quien llama Mártir Jean Genet y proclamando que la verdad del mundo sólo es vista por los excluidos de él. Precisamente eso es lo que el texto produce como efecto. Lo que lo hace. Un conjunto de interrogaciones no complacientes, no exegéticas sino indagatorias de lo que puede significar hoy para todos el que Sartre haya propuesto una identidad ontológica entre el individuo y la historia. Lecturas que reorganizan las imágenes de Sartre, por ejemplo, aquella de la prevaloración de la conciencia que condujo a discutir con LeviStrauss, y que marcaron a Foucault y a toda una generación que, reivindicándolo como maestro o amo, trajeron a el medio la urgencia de salir de la conciencia y de su supuesto principio de realidad. El esfuerzo de olvidar a Sartre, dejó muy en carne viva la conciencia sartreana y su denuncia de la capacidad nihilizadora del ser.Por esta razón, cada texto de este libro que toma un hilo y se deja conducir por él, alude no sólo a la actualidad de Sartre, sino a lo actual de la realidad política, a la biografía de este tiempo, en el que subjetividad no se puede construir en exterioridades, a la manera del en si, por una sucesión de economías sino que reclama un espacio.Pero también se trata de hoy en la Argentina, luego de entrados en el tercer milenio, cuando retomar la palabra sartreana es antes que nada no temer a alguien que provoca escribiendo sobre un marginal a quien llama Mártir Jean Genet y proclamando que la verdad del mundo sólo es vista por los excluidos de él. Precisamente eso es lo que el texto produce como efecto. Lo que lo hace. Un conjunto de interrogaciones no complacientes, no exegéticas sino indagatorias de lo que puede significar hoy para todos el que Sartre haya propuesto una identidad ontológica entre el individuo y la historia. Lecturas que reorganizan las imágenes de Sartre, por ejemplo, aquella de la prevaloración de la conciencia que condujo a discutir con LeviStrauss, y que marcaron a Foucault y a toda una generación que, reivindicándolo como maestro o amo, trajeron a el medio la urgencia de salir de la conciencia y de su supuesto principio de realidad. El esfuerzo de olvidar a Sartre, dejó muy en carne viva la conciencia sartreana y su denuncia de la capacidad nihilizadora del ser.Por esta razón, cada texto de este libro que toma un hilo y se deja conducir por él, alude no sólo a la actualidad de Sartre, sino a lo actual de la realidad política, a la biografía de este tiempo, en el que subjetividad no se puede construir en exterioridades, a la manera del en si, por una sucesión de economías sino que reclama un espacio. Un conjunto de interrogaciones no complacientes, no exegéticas sino indagatorias de lo que puede significar hoy para todos el que Sartre haya propuesto una identidad ontológica entre el individuo y la historia. Lecturas que reorganizan las imágenes de Sartre, por ejemplo, aquella de la prevaloración de la conciencia que condujo a discutir con LeviStrauss, y que marcaron a Foucault y a toda una generación que, reivindicándolo como maestro o amo, trajeron a el medio la urgencia de salir de la conciencia y de su supuesto principio de realidad. El esfuerzo de olvidar a Sartre, dejó muy en carne viva la conciencia sartreana y su denuncia de la capacidad nihilizadora del ser.Por esta razón, cada texto de este libro que toma un hilo y se deja conducir por él, alude no sólo a la actualidad de Sartre, sino a lo actual de la realidad política, a la biografía de este tiempo, en el que subjetividad no se puede construir en exterioridades, a la manera del en si, por una sucesión de economías sino que reclama un espacio.Por esta razón, cada texto de este libro que toma un hilo y se deja conducir por él, alude no sólo a la actualidad de Sartre, sino a lo actual de la realidad política, a la biografía de este tiempo, en el que subjetividad no se puede construir en exterioridades, a la manera del en si, por una sucesión de economías sino que reclama un espacio. Más información
  3. Cambios y continuidades. Una mirada a los mú...

    COP $ 85.000
    La mirada que articula este texto se detiene en los múltiples procesos sociales, políticos, ideológicos y económicos de la historia contemporánea. Haciendo especial hincapié en los hitos jurídicos e institucionales que se cristalizaron en la Revolución Francesa y aún continúan. El texto aquí presente no concentra su interés únicamente en los acontecimientos europeos sino en el análisis sincrónico de los procesos mundiales, incluidos los latinoamericanos.Se propone así, construir una red que permite entender a los actores políticos, las ideas motoras, los proyectos que cada época se constituyeron como hegemónicos y que fomentaron la estabilidad o promovieron una revolución.Haciendo especial hincapié en los hitos jurídicos e institucionales que se cristalizaron en la Revolución Francesa y aún continúan. El texto aquí presente no concentra su interés únicamente en los acontecimientos europeos sino en el análisis sincrónico de los procesos mundiales, incluidos los latinoamericanos.Se propone así, construir una red que permite entender a los actores políticos, las ideas motoras, los proyectos que cada época se constituyeron como hegemónicos y que fomentaron la estabilidad o promovieron una revolución.Se propone así, construir una red que permite entender a los actores políticos, las ideas motoras, los proyectos que cada época se constituyeron como hegemónicos y que fomentaron la estabilidad o promovieron una revolución. Más información
  4. Los tiempos Modernos. Del capitalismo a la gl...

    COP $ 99.800
    A mediados del siglo XIX, la Argentina emprendió su proceso definitivo de organización nacional. En la definición de las características de la nueva sociedad existieron ganadores y perdedores, sectores que se beneficiaron de las nuevas condiciones existentes para enriquecerse y obtener enorme poder y grupos que fueron condenados al exterminio o a una lenta marcha hacia la desaparición. Producto de ese crudo pragmatismo, los proyectos más exitosos entre los que intentaron imaginar el nacimiento de una nación, forjada por la síntesis entre el estéril vientre del desierto con la barbarie y las promisorias expectativas que abría el progreso, se limitaron a definir un modelo de país dependiente de los grandes centros económicos y políticos internacionales, en el que una dirigencia decidida a jugar el papel de socio minoritario de la burguesía inglesa apostaba sus fichas a enriquecerse rápidamente, apropiándose de las riquezas que sus socios mayores estuvieran dispuestos a concederle.A partir de la década de 1930, el modelo deseable de nación fue puesto en cuestión, sin que resultará posible definir un firme consenso básico para ninguna alternativa precisa. Sin embargo, los argumentos aplicados al debate, y los cursos de acción adoptados tanto para bien como para mal, jamás rehusaron buscar una legitimación en las enseñazas de la historia nacional y universal.Por el contrario, desde hace bastante tiempo esta sociedad marcha a la deriva: las recetas abstractas de los garúes económicos y los organismos de crédito internacional sólo han conseguido provocar inéditos índices de miseria, desigualdad, concentración de la riqueza, desempleo y una evidente desvirtuación de la matriz democrática de la comunidad.Habitualmente, el camino para salir del fango es mucho más doloroso y laberíntico que el que conduce hacia él. Los tiempos modernos traen consigo la necesidad de afrontar un complejo desafío, del que dependerá el futuro como sociedad integrada y democrática. El conocimiento de los procesos históricos universales constituye una herramienta esencial para emprender este desafío. En el presente libro se apunta a difundir algunos elementos de juicio fundamentales para alimentar tan indispensable debate.Producto de ese crudo pragmatismo, los proyectos más exitosos entre los que intentaron imaginar el nacimiento de una nación, forjada por la síntesis entre el estéril vientre del desierto con la barbarie y las promisorias expectativas que abría el progreso, se limitaron a definir un modelo de país dependiente de los grandes centros económicos y políticos internacionales, en el que una dirigencia decidida a jugar el papel de socio minoritario de la burguesía inglesa apostaba sus fichas a enriquecerse rápidamente, apropiándose de las riquezas que sus socios mayores estuvieran dispuestos a concederle.A partir de la década de 1930, el modelo deseable de nación fue puesto en cuestión, sin que resultará posible definir un firme consenso básico para ninguna alternativa precisa. Sin embargo, los argumentos aplicados al debate, y los cursos de acción adoptados tanto para bien como para mal, jamás rehusaron buscar una legitimación en las enseñazas de la historia nacional y universal.Por el contrario, desde hace bastante tiempo esta sociedad marcha a la deriva: las recetas abstractas de los garúes económicos y los organismos de crédito internacional sólo han conseguido provocar inéditos índices de miseria, desigualdad, concentración de la riqueza, desempleo y una evidente desvirtuación de la matriz democrática de la comunidad.Habitualmente, el camino para salir del fango es mucho más doloroso y laberíntico que el que conduce hacia él. Los tiempos modernos traen consigo la necesidad de afrontar un complejo desafío, del que dependerá el futuro como sociedad integrada y democrática. El conocimiento de los procesos históricos universales constituye una herramienta esencial para emprender este desafío. En el presente libro se apunta a difundir algunos elementos de juicio fundamentales para alimentar tan indispensable debate.A partir de la década de 1930, el modelo deseable de nación fue puesto en cuestión, sin que resultará posible definir un firme consenso básico para ninguna alternativa precisa. Sin embargo, los argumentos aplicados al debate, y los cursos de acción adoptados tanto para bien como para mal, jamás rehusaron buscar una legitimación en las enseñazas de la historia nacional y universal.Por el contrario, desde hace bastante tiempo esta sociedad marcha a la deriva: las recetas abstractas de los garúes económicos y los organismos de crédito internacional sólo han conseguido provocar inéditos índices de miseria, desigualdad, concentración de la riqueza, desempleo y una evidente desvirtuación de la matriz democrática de la comunidad.Habitualmente, el camino para salir del fango es mucho más doloroso y laberíntico que el que conduce hacia él. Los tiempos modernos traen consigo la necesidad de afrontar un complejo desafío, del que dependerá el futuro como sociedad integrada y democrática. El conocimiento de los procesos históricos universales constituye una herramienta esencial para emprender este desafío. En el presente libro se apunta a difundir algunos elementos de juicio fundamentales para alimentar tan indispensable debate.Por el contrario, desde hace bastante tiempo esta sociedad marcha a la deriva: las recetas abstractas de los garúes económicos y los organismos de crédito internacional sólo han conseguido provocar inéditos índices de miseria, desigualdad, concentración de la riqueza, desempleo y una evidente desvirtuación de la matriz democrática de la comunidad.Habitualmente, el camino para salir del fango es mucho más doloroso y laberíntico que el que conduce hacia él. Los tiempos modernos traen consigo la necesidad de afrontar un complejo desafío, del que dependerá el futuro como sociedad integrada y democrática. El conocimiento de los procesos históricos universales constituye una herramienta esencial para emprender este desafío. En el presente libro se apunta a difundir algunos elementos de juicio fundamentales para alimentar tan indispensable debate.Habitualmente, el camino para salir del fango es mucho más doloroso y laberíntico que el que conduce hacia él. Los tiempos modernos traen consigo la necesidad de afrontar un complejo desafío, del que dependerá el futuro como sociedad integrada y democrática. El conocimiento de los procesos históricos universales constituye una herramienta esencial para emprender este desafío. En el presente libro se apunta a difundir algunos elementos de juicio fundamentales para alimentar tan indispensable debate.En el presente libro se apunta a difundir algunos elementos de juicio fundamentales para alimentar tan indispensable debate. Más información
  5. Cuerpos, géneros, identidades. Estudio de Hi...

    COP $ 85.000
    Una historia de las mujeres desde la perspectiva de género consistente supone la historización de la diferencia sexual. Implica por ello lo político, lo social, lo económico, lo cultural. Todas estas distinciones, que denotan zonas de eficacia de la realidad no pueden separarse de aspectos de la acción social como de los referidos críticamente por la teoría de género. Por esto, una limitación al terreno discursivo es, sin duda, un recorte parcial de esta problemática, y no incide adecuadamente en la abigarrada complejidad de las prácticas. Estas discusiones poseen un interés teórico e historiográfico directo, pero también una implicancia política. La autora pretende intervenir en un debate cuyos marcos no se han consolidado.Por esto, una limitación al terreno discursivo es, sin duda, un recorte parcial de esta problemática, y no incide adecuadamente en la abigarrada complejidad de las prácticas. Estas discusiones poseen un interés teórico e historiográfico directo, pero también una implicancia política. La autora pretende intervenir en un debate cuyos marcos no se han consolidado. Más información
  6. Ensayos sobre la verdad

    COP $ 66.000
    El enigma de la verdad atraviesa todos los tiempos y todas las culturas. La historia nos ha mostrado sobradamente que la confrontación entre distintas creencias sobre la verdad pone en juego la identidad de los individuos y los pueblos, la guerra y la paz, la vida y la muerte, la libertad o la opresión, la igualdad o la injusticia.La Grecia antigua dio origen a la filosofía como un saber destinado a resolver los enigmas de la realidad. De ella nacieron las ciencias como las ramas de un árbol. Ahora que las ciencias y las tecnologías parecen haber recreado el mundo a través del conocimiento, los grandes interrogantes sobre el destino humano siguen vigentes. La tarea filosófica no ha terminado.Los ensayos que aquí se presentan, además de tratar las teorías de la verdad de distintos autores, ponen en evidencia que no hay modelos de pensamiento únicos, que la humanidad busca resolver sus problemas por distintos caminos. Pese a que la ambición suprema de las ciencias es descubrir conceptos y teorías con validez absoluta, la epistemología contemporánea revela también que el ser humano está condenado a buscar permanentemente la verdad, pues las teorías son refutables.Los pensadores seleccionados representan distintos intentos por brindar interpretaciones convincentes sobre la verdad, la realidad, la libertad, la vida y otros temas cruciales. Ellos han abierto caminos para que las sociedades sean participes de la más profunda aventura de la humanidad: el desciframiento de sus propios enigmas.La Grecia antigua dio origen a la filosofía como un saber destinado a resolver los enigmas de la realidad. De ella nacieron las ciencias como las ramas de un árbol. Ahora que las ciencias y las tecnologías parecen haber recreado el mundo a través del conocimiento, los grandes interrogantes sobre el destino humano siguen vigentes. La tarea filosófica no ha terminado.Los ensayos que aquí se presentan, además de tratar las teorías de la verdad de distintos autores, ponen en evidencia que no hay modelos de pensamiento únicos, que la humanidad busca resolver sus problemas por distintos caminos. Pese a que la ambición suprema de las ciencias es descubrir conceptos y teorías con validez absoluta, la epistemología contemporánea revela también que el ser humano está condenado a buscar permanentemente la verdad, pues las teorías son refutables.Los pensadores seleccionados representan distintos intentos por brindar interpretaciones convincentes sobre la verdad, la realidad, la libertad, la vida y otros temas cruciales. Ellos han abierto caminos para que las sociedades sean participes de la más profunda aventura de la humanidad: el desciframiento de sus propios enigmas.Los ensayos que aquí se presentan, además de tratar las teorías de la verdad de distintos autores, ponen en evidencia que no hay modelos de pensamiento únicos, que la humanidad busca resolver sus problemas por distintos caminos. Pese a que la ambición suprema de las ciencias es descubrir conceptos y teorías con validez absoluta, la epistemología contemporánea revela también que el ser humano está condenado a buscar permanentemente la verdad, pues las teorías son refutables.Los pensadores seleccionados representan distintos intentos por brindar interpretaciones convincentes sobre la verdad, la realidad, la libertad, la vida y otros temas cruciales. Ellos han abierto caminos para que las sociedades sean participes de la más profunda aventura de la humanidad: el desciframiento de sus propios enigmas. Pese a que la ambición suprema de las ciencias es descubrir conceptos y teorías con validez absoluta, la epistemología contemporánea revela también que el ser humano está condenado a buscar permanentemente la verdad, pues las teorías son refutables.Los pensadores seleccionados representan distintos intentos por brindar interpretaciones convincentes sobre la verdad, la realidad, la libertad, la vida y otros temas cruciales. Ellos han abierto caminos para que las sociedades sean participes de la más profunda aventura de la humanidad: el desciframiento de sus propios enigmas.Los pensadores seleccionados representan distintos intentos por brindar interpretaciones convincentes sobre la verdad, la realidad, la libertad, la vida y otros temas cruciales. Ellos han abierto caminos para que las sociedades sean participes de la más profunda aventura de la humanidad: el desciframiento de sus propios enigmas. Más información
  7. Fragmentación social y desprotección de las...

    COP $ 85.000
    En un mundo cuestionador de los centros fijos, se desmoronan los discursos totalizante. No es difícil asociar estas ideas con el proceso de separación con que Max Weber distinguió a la época moderna, que es ese en donde para él la razón sustantiva pierde su anterior significación al separarse la religión y la metafísica, otrora aglutinantes, en diversas esferas autónomas del conocimiento. Si la aspiración de los filósofos de la Ilustración era que esos segmentos autonomizados fueran de algún modo direccionados por las ciencias y las artes, el desarrollo de la época mostró otros caminos más desilusionantes. Porque la racionalidad creciente no cumplió la función vacante de unificar y otorgar sentido a los diversos territorios dispersos. El resultado terminó siendo la pura y simple fragmentación de la realidad. Si la aspiración de los filósofos de la Ilustración era que esos segmentos autonomizados fueran de algún modo direccionados por las ciencias y las artes, el desarrollo de la época mostró otros caminos más desilusionantes. Porque la racionalidad creciente no cumplió la función vacante de unificar y otorgar sentido a los diversos territorios dispersos. El resultado terminó siendo la pura y simple fragmentación de la realidad. Más información
  8. El desafío de la democracia. Un balance de l...

    COP $ 51.000
    El presente trabajo pretende aportar algunos elementos mediante la sistematización de los grandes ejes alrededor de los cuales se mueven los dos primeros gobiernos constitucionales que se suceden desde 1983 que contribuyan al análisis y la reflexión sobre esta reciente etapa de la historia de la Argentina. El período considerado aquí, es el que transcurre desde el final de la Dictadura Militar hasta la reelección de Carlos Saúl Menem.La vuelta a la vida constitucional era sólo el punto de partida para generar un nuevo orden y una nueva cultura política. Por eso, cuando se menciona la reinstauración institucional en la Argentina, en realidad se hace referencia a dos procesos: el de transición y el de consolidación de la democracia.La transición comprendería el pasaje de un régimen político autoritario a un sistema democrático y, supone la reinstauración de normas y procedimientos representativos a partir del andamiaje institucional de regímenes autoritarios. Esta etapa se iniciaría en este país con el proceso de disolución de la Dictadura Militar y culminaría con el traspaso del poder de una autoridad elegida constitucionalmente a otra elegida de la misma forma.Este último suceso, se podría decir que es un elemento institucional clave necesario pero no suficiente para comenzar a hablar del proceso de consolidación.Es decir el que comprende, además, el arraigo de las prácticas participativas en la cultura política de la ciudadanía, la construcción de una red institucional fuerte que regule la vida política, y la constitución de un espacio por excelencia para la toma de decisiones.La vuelta a la vida constitucional era sólo el punto de partida para generar un nuevo orden y una nueva cultura política. Por eso, cuando se menciona la reinstauración institucional en la Argentina, en realidad se hace referencia a dos procesos: el de transición y el de consolidación de la democracia.La transición comprendería el pasaje de un régimen político autoritario a un sistema democrático y, supone la reinstauración de normas y procedimientos representativos a partir del andamiaje institucional de regímenes autoritarios. Esta etapa se iniciaría en este país con el proceso de disolución de la Dictadura Militar y culminaría con el traspaso del poder de una autoridad elegida constitucionalmente a otra elegida de la misma forma.Este último suceso, se podría decir que es un elemento institucional clave necesario pero no suficiente para comenzar a hablar del proceso de consolidación.Es decir el que comprende, además, el arraigo de las prácticas participativas en la cultura política de la ciudadanía, la construcción de una red institucional fuerte que regule la vida política, y la constitución de un espacio por excelencia para la toma de decisiones.La transición comprendería el pasaje de un régimen político autoritario a un sistema democrático y, supone la reinstauración de normas y procedimientos representativos a partir del andamiaje institucional de regímenes autoritarios. Esta etapa se iniciaría en este país con el proceso de disolución de la Dictadura Militar y culminaría con el traspaso del poder de una autoridad elegida constitucionalmente a otra elegida de la misma forma.Este último suceso, se podría decir que es un elemento institucional clave necesario pero no suficiente para comenzar a hablar del proceso de consolidación.Es decir el que comprende, además, el arraigo de las prácticas participativas en la cultura política de la ciudadanía, la construcción de una red institucional fuerte que regule la vida política, y la constitución de un espacio por excelencia para la toma de decisiones.Esta etapa se iniciaría en este país con el proceso de disolución de la Dictadura Militar y culminaría con el traspaso del poder de una autoridad elegida constitucionalmente a otra elegida de la misma forma.Este último suceso, se podría decir que es un elemento institucional clave necesario pero no suficiente para comenzar a hablar del proceso de consolidación.Es decir el que comprende, además, el arraigo de las prácticas participativas en la cultura política de la ciudadanía, la construcción de una red institucional fuerte que regule la vida política, y la constitución de un espacio por excelencia para la toma de decisiones.Este último suceso, se podría decir que es un elemento institucional clave necesario pero no suficiente para comenzar a hablar del proceso de consolidación.Es decir el que comprende, además, el arraigo de las prácticas participativas en la cultura política de la ciudadanía, la construcción de una red institucional fuerte que regule la vida política, y la constitución de un espacio por excelencia para la toma de decisiones.Es decir el que comprende, además, el arraigo de las prácticas participativas en la cultura política de la ciudadanía, la construcción de una red institucional fuerte que regule la vida política, y la constitución de un espacio por excelencia para la toma de decisiones. Más información
  9. Globalización. La frontera de lo político

    COP $ 45.300
    ¿Tiene hoy vigencia replantear la crítica al pensamiento finalista de Fukuyama Sí, en la medida en que el neoliberalismo preconizado por él sigue mostrándose como la ideología triunfante.La despolitización avanza en el desierto de alternativas al mercado canonizando. Así el conjunto de fuerzas del mercado aparece como el campo donde se desarrollan las mismas tendencias que configuran la subjetividad. También el problema político por excelencia la gobernabilidad se inscribe en este contexto como la forma en que el mercado piensa el problema de las sociedades donde el capitalismo salvaje crea conflictos. Bajo una categoría aparentemente política, se erige un de esta fase del capitalismo, donde nuevamente la cuestión de las políticas sociales ha retomado vigencia. La mera represión y las demandas sociales de seguridad no bastan hoy para resolver el peligro de las masas excluidas. Ahora se anuncia la necesidad de generar políticas públicas que contemplen las demandas de la sociedad como un agregado tardío el nuevo modelo de Estado. El discurso está impuesto desde los mismos organismos internacionales que buscan un reaseguro para garantizar la rentabilidad del capital internacionalizado.¿Se podrá plantear en lugar de esta ética de la confianza y neoliberal, una política que reconozca y celebre la apertura de los espacios de aparición que son la esperanza contemporánea de nuevas formas de subjetividadLa despolitización avanza en el desierto de alternativas al mercado canonizando. Así el conjunto de fuerzas del mercado aparece como el campo donde se desarrollan las mismas tendencias que configuran la subjetividad. También el problema político por excelencia la gobernabilidad se inscribe en este contexto como la forma en que el mercado piensa el problema de las sociedades donde el capitalismo salvaje crea conflictos. Bajo una categoría aparentemente política, se erige un de esta fase del capitalismo, donde nuevamente la cuestión de las políticas sociales ha retomado vigencia. La mera represión y las demandas sociales de seguridad no bastan hoy para resolver el peligro de las masas excluidas. Ahora se anuncia la necesidad de generar políticas públicas que contemplen las demandas de la sociedad como un agregado tardío el nuevo modelo de Estado. El discurso está impuesto desde los mismos organismos internacionales que buscan un reaseguro para garantizar la rentabilidad del capital internacionalizado.¿Se podrá plantear en lugar de esta ética de la confianza y neoliberal, una política que reconozca y celebre la apertura de los espacios de aparición que son la esperanza contemporánea de nuevas formas de subjetividad También el problema político por excelencia la gobernabilidad se inscribe en este contexto como la forma en que el mercado piensa el problema de las sociedades donde el capitalismo salvaje crea conflictos. Bajo una categoría aparentemente política, se erige un de esta fase del capitalismo, donde nuevamente la cuestión de las políticas sociales ha retomado vigencia. La mera represión y las demandas sociales de seguridad no bastan hoy para resolver el peligro de las masas excluidas. Ahora se anuncia la necesidad de generar políticas públicas que contemplen las demandas de la sociedad como un agregado tardío el nuevo modelo de Estado. El discurso está impuesto desde los mismos organismos internacionales que buscan un reaseguro para garantizar la rentabilidad del capital internacionalizado.¿Se podrá plantear en lugar de esta ética de la confianza y neoliberal, una política que reconozca y celebre la apertura de los espacios de aparición que son la esperanza contemporánea de nuevas formas de subjetividadconstructo de esta fase del capitalismo, donde nuevamente la cuestión de las políticas sociales ha retomado vigencia. La mera represión y las demandas sociales de seguridad no bastan hoy para resolver el peligro de las masas excluidas. Ahora se anuncia la necesidad de generar políticas públicas que contemplen las demandas de la sociedad como un agregado tardío el nuevo modelo de Estado. El discurso está impuesto desde los mismos organismos internacionales que buscan un reaseguro para garantizar la rentabilidad del capital internacionalizado.¿Se podrá plantear en lugar de esta ética de la confianza y neoliberal, una política que reconozca y celebre la apertura de los espacios de aparición que son la esperanza contemporánea de nuevas formas de subjetividadLa mera represión y las demandas sociales de seguridad no bastan hoy para resolver el peligro de las masas excluidas. Ahora se anuncia la necesidad de generar políticas públicas que contemplen las demandas de la sociedad como un agregado tardío el nuevo modelo de Estado. El discurso está impuesto desde los mismos organismos internacionales que buscan un reaseguro para garantizar la rentabilidad del capital internacionalizado.¿Se podrá plantear en lugar de esta ética de la confianza y neoliberal, una política que reconozca y celebre la apertura de los espacios de aparición que son la esperanza contemporánea de nuevas formas de subjetividad¿Se podrá plantear en lugar de esta ética de la confianza y neoliberal, una política que reconozca y celebre la apertura de los espacios de aparición que son la esperanza contemporánea de nuevas formas de subjetividadmassmediática y neoliberal, una política que reconozca y celebre la apertura de los espacios de aparición que son la esperanza contemporánea de nuevas formas de subjetividad Más información