Profesionales y Técnicos

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    Estudios sobre el síntoma

    Estudios sobre el síntoma

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    COP $ 61.000
    "Este libro habla sobre el psicoanálisis. Se trata de la transcripción de un curso, de una conferencia y de la presentación de un caso clínico comentado en ese mismo curso () Una enseñanza puede llegar a ser verdadera si logra despertar en los que la escuchan (o la leen) una insistencia, un deseo de conocer qué puede brotar cuando ellos mismos se han atrevido a enfrentar la ignorancia como talUna enseñanza puede llegar a ser verdadera si logra despertar en los que la escuchan (o la leen) una insistencia, un deseo de conocer qué puede brotar cuando ellos mismos se han atrevido a enfrentar la ignorancia como tal Más información

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    Campesinos en la ciudad. Bases agrarias de la pólis griega y la infantería hoplita

    Campesinos en la ciudad. Bases agrarias de la...

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    COP $ 76.000
    Hablar de campesinos en la ciudad puede parecer una paradoja, no sólo por que la ubicación obligada de los agricultores debería ser en el campo, sino porque un modelo muy difundido ha postulado la subordinación del campesinado al sistema urbano. Este libro discute esta percepción a partir del análisis de las bases agrarias de la en la Grecia antigua. En la mayoría de las comunidades griegas, los campesinos participaron del proceso gubernamental, decidiendo políticamente y sirviendo militarmente. La idea de campesinos en la ciudad remite entonces a la dimensión estatal e institucional alcanzada por aquellos que se definían con arreglo a su modo de vida vinculada sobre todo al hecho de que lograran convertirse en ciudadanos de una comunidad política que incluía por igual lo urbano y lo rural. En este sentido, no interesa tanto la posible residencia de los labradores en el centro urbano, sino la facultad que detentaban de poder ser parte del proceso político que se desarrollaba en la ciudad. Es este aspecto vital de la conexión de los campesinos con la ciudad, lo que organiza el eje central de reflexión que este libro propone.Este libro discute esta percepción a partir del análisis de las bases agrarias de la en la Grecia antigua. En la mayoría de las comunidades griegas, los campesinos participaron del proceso gubernamental, decidiendo políticamente y sirviendo militarmente. La idea de campesinos en la ciudad remite entonces a la dimensión estatal e institucional alcanzada por aquellos que se definían con arreglo a su modo de vida vinculada sobre todo al hecho de que lograran convertirse en ciudadanos de una comunidad política que incluía por igual lo urbano y lo rural. En este sentido, no interesa tanto la posible residencia de los labradores en el centro urbano, sino la facultad que detentaban de poder ser parte del proceso político que se desarrollaba en la ciudad. Es este aspecto vital de la conexión de los campesinos con la ciudad, lo que organiza el eje central de reflexión que este libro propone.polís en la Grecia antigua. En la mayoría de las comunidades griegas, los campesinos participaron del proceso gubernamental, decidiendo políticamente y sirviendo militarmente. La idea de campesinos en la ciudad remite entonces a la dimensión estatal e institucional alcanzada por aquellos que se definían con arreglo a su modo de vida vinculada sobre todo al hecho de que lograran convertirse en ciudadanos de una comunidad política que incluía por igual lo urbano y lo rural. En este sentido, no interesa tanto la posible residencia de los labradores en el centro urbano, sino la facultad que detentaban de poder ser parte del proceso político que se desarrollaba en la ciudad. Es este aspecto vital de la conexión de los campesinos con la ciudad, lo que organiza el eje central de reflexión que este libro propone.En este sentido, no interesa tanto la posible residencia de los labradores en el centro urbano, sino la facultad que detentaban de poder ser parte del proceso político que se desarrollaba en la ciudad. Es este aspecto vital de la conexión de los campesinos con la ciudad, lo que organiza el eje central de reflexión que este libro propone. Más información

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    Capitalismo (disciplinario) de redes y cultura (global) del miedo

    Capitalismo (disciplinario) de redes y cultur...

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    COP $ 66.000
    La incitación mediática del miedo al otro como enemigo potencial entraña hoy el núcleo principal desde el que se están reestructurando los resortes de poder de una democracia reducida, en el fondo y también en la forma, a los residuos inoperantes de su propia simulación engañosa. El medio, como poder , en la medida en que se generaliza como argumento central de esa cultura crecientemente globalizada en los adentros-afueras del Capitalismo (Disciplinario) de Redes, es descrito aquí como elemento regulador del nuevo juego de interracciones predominante en un nuevo esquema social transmoderno, transterritorial y potestatal. Enclavado en un paradigma social sistémico-relacional, el miedo refuerza su poder disciplinante en su dinámicas comunicacionales de los medios globales; y, en segundo lugar, con los efectos opresivos de la fantasía consumista.En síntesis, el Miedo al Otro y lo Otro es el conformador mismo de una sociedad (global) abocada a su infinita autoreproducción normalizadora. Lo cual da vida a unos sujetos atrapados en un imposible esencialismo, que encuentran su antidialógica razón de ser en la desconfianza, y en el violento rechazo de todo lo que no encaja en esa identidad replegada sobre sí misma en la ignorancia (atroz) de su propia rareza extrametafísica y extramoral: las propias víctimas del fenómeno de la globalización neoliberal.emplazante, en la medida en que se generaliza como argumento central de esa cultura crecientemente globalizada en los adentros-afueras del Capitalismo (Disciplinario) de Redes, es descrito aquí como elemento regulador del nuevo juego de interracciones predominante en un nuevo esquema social transmoderno, transterritorial y potestatal. Enclavado en un paradigma social sistémico-relacional, el miedo refuerza su poder disciplinante en su dinámicas comunicacionales de los medios globales; y, en segundo lugar, con los efectos opresivos de la fantasía consumista.En síntesis, el Miedo al Otro y lo Otro es el conformador mismo de una sociedad (global) abocada a su infinita autoreproducción normalizadora. Lo cual da vida a unos sujetos atrapados en un imposible esencialismo, que encuentran su antidialógica razón de ser en la desconfianza, y en el violento rechazo de todo lo que no encaja en esa identidad replegada sobre sí misma en la ignorancia (atroz) de su propia rareza extrametafísica y extramoral: las propias víctimas del fenómeno de la globalización neoliberal.Enclavado en un paradigma social sistémico-relacional, el miedo refuerza su poder disciplinante en su dinámicas comunicacionales de los medios globales; y, en segundo lugar, con los efectos opresivos de la fantasía consumista.En síntesis, el Miedo al Otro y lo Otro es el conformador mismo de una sociedad (global) abocada a su infinita autoreproducción normalizadora. Lo cual da vida a unos sujetos atrapados en un imposible esencialismo, que encuentran su antidialógica razón de ser en la desconfianza, y en el violento rechazo de todo lo que no encaja en esa identidad replegada sobre sí misma en la ignorancia (atroz) de su propia rareza extrametafísica y extramoral: las propias víctimas del fenómeno de la globalización neoliberal.En síntesis, el Miedo al Otro y lo Otro es el conformador mismo de una sociedad (global) abocada a su infinita autoreproducción normalizadora. Lo cual da vida a unos sujetos atrapados en un imposible esencialismo, que encuentran su antidialógica razón de ser en la desconfianza, y en el violento rechazo de todo lo que no encaja en esa identidad replegada sobre sí misma en la ignorancia (atroz) de su propia rareza extrametafísica y extramoral: las propias víctimas del fenómeno de la globalización neoliberal. Más información

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    La Sociedad Civil en Hegel. Crítica y reconstrucción conceptual

    La Sociedad Civil en Hegel. Crítica y recons...

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    COP $ 61.000
    El proyecto ético que Hegel desplegara en sus contemplaba recuperar la bella totalidad de la polis griega idea juvenil a la que nunca renunció sin por ellos negar al particular y aquí la novedad de su concepción ética madura el legítimo derecho a una existencia libre y autónoma. Pero al desplegar el principio de la particularidad, núcleo del concepto de sociedad civil, su movimiento inmanente y necesario desembocó en crisis económicas estructurales, cuyos conflictos civiles amenazaban con infiltrase en el campo político, tornando ilusoria esa reconciliación ética sustancial que Hegel esperaba del Estado. Fue entones que, para salvar su proyecto político, incompatible con el antagonismo social que las crisis generan, las relegó a un segundo plano conceptual y expositivo a contramano de sus propios principios metodológicos.En el presente trabajo, el autor propone llevar adelante una reconstrucción conceptual y expositiva de la sociedad civil, rescatando, por un lado, a las crisis económicas como su contradicción dialéctica inmanente y desechando, por otro, las determinaciones ajenas y extrañas a su racionalidad, determinaciones espurias sobre las que Hegel construyó la utopía de un Estado que reconcilia sus fisuras los intereses particulares con los fines universales de la comunidad. Principios de la Filosofía del Derecho contemplaba recuperar la bella totalidad de la polis griega idea juvenil a la que nunca renunció sin por ellos negar al particular y aquí la novedad de su concepción ética madura el legítimo derecho a una existencia libre y autónoma. Pero al desplegar el principio de la particularidad, núcleo del concepto de sociedad civil, su movimiento inmanente y necesario desembocó en crisis económicas estructurales, cuyos conflictos civiles amenazaban con infiltrase en el campo político, tornando ilusoria esa reconciliación ética sustancial que Hegel esperaba del Estado. Fue entones que, para salvar su proyecto político, incompatible con el antagonismo social que las crisis generan, las relegó a un segundo plano conceptual y expositivo a contramano de sus propios principios metodológicos.En el presente trabajo, el autor propone llevar adelante una reconstrucción conceptual y expositiva de la sociedad civil, rescatando, por un lado, a las crisis económicas como su contradicción dialéctica inmanente y desechando, por otro, las determinaciones ajenas y extrañas a su racionalidad, determinaciones espurias sobre las que Hegel construyó la utopía de un Estado que reconcilia sus fisuras los intereses particulares con los fines universales de la comunidad. En el presente trabajo, el autor propone llevar adelante una reconstrucción conceptual y expositiva de la sociedad civil, rescatando, por un lado, a las crisis económicas como su contradicción dialéctica inmanente y desechando, por otro, las determinaciones ajenas y extrañas a su racionalidad, determinaciones espurias sobre las que Hegel construyó la utopía de un Estado que reconcilia sus fisuras los intereses particulares con los fines universales de la comunidad. Más información

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    De poetas, niños y criminalidades. A propósito de Jean Genet

    De poetas, niños y criminalidades. A propós...

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    COP $ 56.000
    Este libro gira en torno a un texto inédito en castellano de Jean Genet, . Un texto pensado originalmente para ser oído por la radiofonía y que luego Genet pone es sus escritos cuando su palabra es rechazada.Sus artículos tejen una trama en la cual desde diferentes ángulos de visión, los autores intentan cercar la cosa criminal y el problema de la imputación de ese adjetivo o propiedad a los niños. Tarea impulsada por la escritura genetiana, interpelante y convocante induce, desde el exterior, a pensar en la condición actual de los niños y la infancia, y guiada por el trazo singular del poeta y escritor que desde ese lugar lee las fisuras del buen ordenamiento social.El niño criminal. Un texto pensado originalmente para ser oído por la radiofonía y que luego Genet pone es sus escritos cuando su palabra es rechazada.Sus artículos tejen una trama en la cual desde diferentes ángulos de visión, los autores intentan cercar la cosa criminal y el problema de la imputación de ese adjetivo o propiedad a los niños. Tarea impulsada por la escritura genetiana, interpelante y convocante induce, desde el exterior, a pensar en la condición actual de los niños y la infancia, y guiada por el trazo singular del poeta y escritor que desde ese lugar lee las fisuras del buen ordenamiento social.Sus artículos tejen una trama en la cual desde diferentes ángulos de visión, los autores intentan cercar la cosa criminal y el problema de la imputación de ese adjetivo o propiedad a los niños. Tarea impulsada por la escritura genetiana, interpelante y convocante induce, desde el exterior, a pensar en la condición actual de los niños y la infancia, y guiada por el trazo singular del poeta y escritor que desde ese lugar lee las fisuras del buen ordenamiento social.Tarea impulsada por la escritura genetiana, interpelante y convocante induce, desde el exterior, a pensar en la condición actual de los niños y la infancia, y guiada por el trazo singular del poeta y escritor que desde ese lugar lee las fisuras del buen ordenamiento social. Más información

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    Finitud y mediación. La cualidad en la Lógica de Hegel

    Finitud y mediación. La cualidad en la Lógi...

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    COP $ 95.000
    El título refiereal concepto de cualidad según Hegel lo desarrolla en su . La finitud del ser-ahí y la mediación infinita de la autoconciencia son concebidas a través del desarrollo de la cualidad. Mediante el despliegue de sus tres capítulos, ser, ser-ahí y ser-para-sí, Hegel medita el devenir de la idea con el poder de autodeterminación de la autoconciencia.La Doctrina del ser empieza con la sección dedicada a la cualidad. De este modo se da inicio a la transformación de la metafísica moderna y se abre el curso de la filosofía del siglo veinte. En este sentido cabe ubicar a la no detrás de lo que llamamos filosofía contemporánea, sino en ella o más allá de ella. Parafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucciónFinitud y mediación refiereal concepto de cualidad según Hegel lo desarrolla en su . La finitud del ser-ahí y la mediación infinita de la autoconciencia son concebidas a través del desarrollo de la cualidad. Mediante el despliegue de sus tres capítulos, ser, ser-ahí y ser-para-sí, Hegel medita el devenir de la idea con el poder de autodeterminación de la autoconciencia.La Doctrina del ser empieza con la sección dedicada a la cualidad. De este modo se da inicio a la transformación de la metafísica moderna y se abre el curso de la filosofía del siglo veinte. En este sentido cabe ubicar a la no detrás de lo que llamamos filosofía contemporánea, sino en ella o más allá de ella. Parafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucción al concepto de cualidad según Hegel lo desarrolla en su . La finitud del ser-ahí y la mediación infinita de la autoconciencia son concebidas a través del desarrollo de la cualidad. Mediante el despliegue de sus tres capítulos, ser, ser-ahí y ser-para-sí, Hegel medita el devenir de la idea con el poder de autodeterminación de la autoconciencia.La Doctrina del ser empieza con la sección dedicada a la cualidad. De este modo se da inicio a la transformación de la metafísica moderna y se abre el curso de la filosofía del siglo veinte. En este sentido cabe ubicar a la no detrás de lo que llamamos filosofía contemporánea, sino en ella o más allá de ella. Parafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucciónCiencia de la Lógica. La finitud del ser-ahí y la mediación infinita de la autoconciencia son concebidas a través del desarrollo de la cualidad. Mediante el despliegue de sus tres capítulos, ser, ser-ahí y ser-para-sí, Hegel medita el devenir de la idea con el poder de autodeterminación de la autoconciencia.La Doctrina del ser empieza con la sección dedicada a la cualidad. De este modo se da inicio a la transformación de la metafísica moderna y se abre el curso de la filosofía del siglo veinte. En este sentido cabe ubicar a la no detrás de lo que llamamos filosofía contemporánea, sino en ella o más allá de ella. Parafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucciónLa Doctrina del ser empieza con la sección dedicada a la cualidad. De este modo se da inicio a la transformación de la metafísica moderna y se abre el curso de la filosofía del siglo veinte. En este sentido cabe ubicar a la no detrás de lo que llamamos filosofía contemporánea, sino en ella o más allá de ella. Parafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucciónLógica no detrás de lo que llamamos filosofía contemporánea, sino en ella o más allá de ella. Parafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucciónParafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucción, es posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucción Ciencia de la Lógica, por contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucción inactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucciónCon este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucción Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucción Más información