Profesionales y Técnicos

  1. Brian De Palma por Brian De Palma

    COP $ 160.000
    Miembro de la generación de Scorsese, Spielberg, Lucas y Coppola, y amigo de todos ellos, Brian de Palma ha desarrollado su carrera en la época del taquillazo y de los directores multimillonarios; pero a diferencia de sus compañeros nunca ha creado su propio estudio y su status en la industria del cine ha sido siempre dramáticamente variable. Tampoco para la crítica ha sido una figura indiscutible y en Estados Unidos apenas ha logrado quitarse el sambenito de simple imitador de Hitchcok. Samuel Blumenfeld y Laurent Vachaud han entrevistado por fin a este cineasta esquivo a los periodistas que, pese a haber dado a Hollywood algunos de sus últimos grandes éxitos como «Los intocables de Eliot Ness» o «Misión Imposible», también le ha dado algunos de sus más sonados fiascos como «La hoguera de las vanidades».Desde sus orígenes en el underground hasta Misión a Marte, pasando por Carrie o Vestida para matar, Brian De Palma muestra en este libro los entresijos de su personalidad y las razones del virtuosismo de su oficio.Nota: contiene fotografías en blanco y negro.Desde sus orígenes en el underground hasta Misión a Marte, pasando por Carrie o Vestida para matar, Brian De Palma muestra en este libro los entresijos de su personalidad y las razones del virtuosismo de su oficio.Nota: contiene fotografías en blanco y negro.Nota: contiene fotografías en blanco y negro. Más información
  2. Solicitar

    Colocados. Una historia cultural de la intoxicación

    Colocados. Una historia cultural de la intoxi...

    Sin existencias

    COP $ 108.000
    Alcohol, café, tabaco, entre las permitidas; cannabis, cocaína, éxtasis, entre las prohibidas: es difícil imaginar sustancias más ubicuas, y más ligadas al carácter de las culturas. De un modo u otro, los «intoxicantes» siempre han estado aquí, y desde que el hombre es hombre han intervenido en ritos y ceremonias religiosas, han fijado vínculos de cohesión social, han aliviado periodos de penuria, han abierto puertas a la percepción y, por supuesto, han animado los fines de semana. Sin embargo, como señala Stuart Walton, para quien el consumo de de intoxicantes es un rasgo de herencia biológica y, por tanto, un derecho humano inalienable, el estudio de la intoxicación como fenómeno cultural es aún una disciplina incipiente.Este libro lúcido y audaz, que no contemporiza ni con el lado luminosos de las drogas ni mucho menos con su lado oscuro, es una invitación a conocer qué son y cómo actúan esas sustancias, cómo las ven quienes las consumen y quienes no, y en qué momento y de qué manera el «cuarto impulso» que hace buscarlas ha ido quedando históricamente bajo la tutela de la religión, la moral, el arte, la medicina y, finalmente, la ley.De un modo u otro, los «intoxicantes» siempre han estado aquí, y desde que el hombre es hombre han intervenido en ritos y ceremonias religiosas, han fijado vínculos de cohesión social, han aliviado periodos de penuria, han abierto puertas a la percepción y, por supuesto, han animado los fines de semana. Sin embargo, como señala Stuart Walton, para quien el consumo de de intoxicantes es un rasgo de herencia biológica y, por tanto, un derecho humano inalienable, el estudio de la intoxicación como fenómeno cultural es aún una disciplina incipiente.Este libro lúcido y audaz, que no contemporiza ni con el lado luminosos de las drogas ni mucho menos con su lado oscuro, es una invitación a conocer qué son y cómo actúan esas sustancias, cómo las ven quienes las consumen y quienes no, y en qué momento y de qué manera el «cuarto impulso» que hace buscarlas ha ido quedando históricamente bajo la tutela de la religión, la moral, el arte, la medicina y, finalmente, la ley.Este libro lúcido y audaz, que no contemporiza ni con el lado luminosos de las drogas ni mucho menos con su lado oscuro, es una invitación a conocer qué son y cómo actúan esas sustancias, cómo las ven quienes las consumen y quienes no, y en qué momento y de qué manera el «cuarto impulso» que hace buscarlas ha ido quedando históricamente bajo la tutela de la religión, la moral, el arte, la medicina y, finalmente, la ley. Más información