Detalles
Alcohol, café, tabaco, entre las permitidas; cannabis, cocaína, éxtasis, entre las prohibidas: es difícil imaginar sustancias más ubicuas, y más ligadas al carácter de las culturas. De un modo u otro, los «intoxicantes» siempre han estado aquí, y desde que el hombre es hombre han intervenido en ritos y ceremonias religiosas, han fijado vínculos de cohesión social, han aliviado periodos de penuria, han abierto puertas a la percepción y, por supuesto, han animado los fines de semana. Sin embargo, como señala Stuart Walton, para quien el consumo de de intoxicantes es un rasgo de herencia biológica y, por tanto, un derecho humano inalienable, el estudio de la intoxicación como fenómeno cultural es aún una disciplina incipiente.Este libro lúcido y audaz, que no contemporiza ni con el lado luminosos de las drogas ni mucho menos con su lado oscuro, es una invitación a conocer qué son y cómo actúan esas sustancias, cómo las ven quienes las consumen y quienes no, y en qué momento y de qué manera el «cuarto impulso» que hace buscarlas ha ido quedando históricamente bajo la tutela de la religión, la moral, el arte, la medicina y, finalmente, la ley.De un modo u otro, los «intoxicantes» siempre han estado aquí, y desde que el hombre es hombre han intervenido en ritos y ceremonias religiosas, han fijado vínculos de cohesión social, han aliviado periodos de penuria, han abierto puertas a la percepción y, por supuesto, han animado los fines de semana. Sin embargo, como señala Stuart Walton, para quien el consumo de de intoxicantes es un rasgo de herencia biológica y, por tanto, un derecho humano inalienable, el estudio de la intoxicación como fenómeno cultural es aún una disciplina incipiente.Este libro lúcido y audaz, que no contemporiza ni con el lado luminosos de las drogas ni mucho menos con su lado oscuro, es una invitación a conocer qué son y cómo actúan esas sustancias, cómo las ven quienes las consumen y quienes no, y en qué momento y de qué manera el «cuarto impulso» que hace buscarlas ha ido quedando históricamente bajo la tutela de la religión, la moral, el arte, la medicina y, finalmente, la ley.Este libro lúcido y audaz, que no contemporiza ni con el lado luminosos de las drogas ni mucho menos con su lado oscuro, es una invitación a conocer qué son y cómo actúan esas sustancias, cómo las ven quienes las consumen y quienes no, y en qué momento y de qué manera el «cuarto impulso» que hace buscarlas ha ido quedando históricamente bajo la tutela de la religión, la moral, el arte, la medicina y, finalmente, la ley.
Información adicional
Distribuidor | Promolibro |
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Casa editorial | Alba Editorial |
Año de Edición | 2003 |
Número de Páginas | 423 |
Idioma(s) | Español |
Alto y ancho | 15 x 21.5 |
Peso | 0.6000 |
Tipo Producto | libro |
Stuart Walton
información no disponible.
Prólogo y agradecimientos
Introducción
La «subida»
1. Intoxicología
2. Lo ridículo y lo sublime
3. El cuarto pecado capital
4. De Gin Lane a Crack City
5. Vivir al margen de la ley
6. Colocados
7. Inspiración en el fondo de una botella
Conclusión: volver así
Notas
Bibliografía
Índice analítico
Reseñas
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