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- Casa editorial: Ediciones Encuentro
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La voluntad de creer
Sin existencias
COP $ 34.000«To believe or not believe» es la cuestión que palpita en el escrito que presenta esta edición como Y es que la reflexión de este autor sobre la religión se cifra en aquella pregunta frente a la que nadie puede permanecer indiferente: ¿Merece la pena creer, esperar, no sólo por lo que vendrá si es que viene, sino para poder ser más feliz incluso en esta vida La respuesta afirmativa a esta pregunta por parte de este célebre pensador norteamericano es una de las tesis que sostiene sobre la cuestión religiosa: «así la religión vuelve fácil y agradable lo que en cualquier caso es necesario»La voluntad de creer. Y es que la reflexión de este autor sobre la religión se cifra en aquella pregunta frente a la que nadie puede permanecer indiferente: ¿Merece la pena creer, esperar, no sólo por lo que vendrá si es que viene, sino para poder ser más feliz incluso en esta vida La respuesta afirmativa a esta pregunta por parte de este célebre pensador norteamericano es una de las tesis que sostiene sobre la cuestión religiosa: «así la religión vuelve fácil y agradable lo que en cualquier caso es necesario» Más informaciónLo que no sabemos de los valores
COP $ 34.000No es otra cosa la que aquí se propone al autor de estas páginas por lo que se refiere a este tan evidente y a la vez tan confuso y cuestionable mundo de los valores, del que hoy ha hacho su objeto de la axiología. Como otros pensadores compatriotas suyos, Roman Ingarden, mentor indiscutible de la filosofía fenomenológica en el medio polaco, no sólo ha querido rehuir la consideración del problema axiológico, sino que incluso ha escrito acerca de él algunas de las mejores páginas de la filosofía de los valores del siglo XX. Más informaciónLos mitos de la nueva izquierda
COP $ 104.000Este autor, uno de los grandes especialistas italianos en África, demuestra de manera contundente que la globalización no sólo no es la enemiga de los pueblos del Tercer Mundo, sino una de sus esperanzas. Y es que la antiglobalización es tan falsa en sus apreciaciones como el ecologismo magníficas páginas las que le dedica este autor en este libro que ha demostrado una capacidad para no acertar en ninguna de sus profecías que rivaliza con la de algunas sectas adventistas.Eso es lo que debería ver Europa y especialmente los que creen de corazón en la necesidad de ayudar a los pobres de la Tierra. También es de lo que no se entera gracias a la dictadura de lo políticamente correcto y a la necedad prolongada aunque no desinteresada de las izquierdas. En ese sentido, el libro de este autor no puede ser más directo y claro.Eso es lo que debería ver Europa y especialmente los que creen de corazón en la necesidad de ayudar a los pobres de la Tierra. También es de lo que no se entera gracias a la dictadura de lo políticamente correcto y a la necedad prolongada aunque no desinteresada de las izquierdas. En ese sentido, el libro de este autor no puede ser más directo y claro. Más informaciónLos orígenes históricos del cristianismo
COP $ 104.000¿Es el cristianismo un hecho histórico ¿Podemos alcanzar alguna certeza sobre la figura de Jesús de Nazaret Todo el que quiera tomar posición razonada sobre el cristianismo debe antes responder a esta pregunta. Partiendo de las fuentes cristianas, judías y paganas, con un estilo riguroso y a la vez sencillo. Este libro pone a los lectores en contacto con el cristianismo real del siglo primero: el hombre Jesús de Nazaret, la primera difusión del cristianismo en Palestina y su posterior propagación en Asia Menor y Europa, las relaciones con el Imperio romano... Una aproximación novedosa a una de las cuestiones más debatidas de la historia de la humanidad, verdadera piedra de toque para la razonabilidad actual del cristianismo. Más informaciónLos supuestos relatos. Ficción y leyendas en...
COP $ 117.000En cada uno de los doce capítulos de este libro, sus autores hacen un estudio filológico meticuloso de un relato evangélico como resultado del cual reconstruyen un original arameo en que no sólo no hay nada que se oponga a la historicidad de lo narrado, sino muchos y claros argumentos en su favor. Pero a la vez que se arroja luz sobre un relato particular de uno de los cuatro evangelistas, en el arameo van apareciendo luces preciosas sobre otros relatos; y esto sucede a veces donde apenas se esperaba. El lector aprende en primer lugar a identificar las estridencias del texto griego, abundantes en los evangelios. El paso siguiente consiste en verificar que tras estas estridencias se esconde un texto arameo, del cual es traducción defectuosa el griego estridente. Nunca se pueden predecir los resultados que, al final de cada capítulo, presentan los autores como fruto de su no siempre fácil análisis filológico. Pero siempre estos resultados causarán en el lector amante de los evangelios una innegable alegría, especialmente cuando se trata de textos evangélicos fuertemente discutidos hoy no sólo por parte de los estudiosos sino más aún por la de atrevidos divulgadores. Con la lectura del prólogo, el lector hará un excelente entrenamiento para emprender la del libro entero. Más informaciónMuerte y supervivencia
Sin existencias
COP $ 34.000En este ensayo se ponen bien a prueba las posibilidades y límites del método fenomenológico en el campo de la metafísica. Como es sabido, una de las fundamentales reglas del método es la de no aceptar como base legítima de una teoría otra que la que ofrece la experiencia, entendiendo esta última de manera a la vez a la vez muy estricta y muy amplia. Como base de una teoría de la muerte, la experiencia exigida no podrá ser, ciertamente, la de la muerte misma del que teoriza, sino la que éste tiene mientras vive «contando con su muerte», por mucho que esta experiencia se encuentre siempre un tanto reprimida natural o culturalmente. Y ella es la que suscita en la menta del hombre la insoslayable y ardua pregunta metafísica por su supervivencia.El lector no ha de buscar, con todo, en estas páginas una demostración propiamente dicha de la inmortalidad del alma humana, ni tampoco una investigación psicológica de las razones subjetivas que pueden mover al hombre a desear y hasta a afirmas aquélla. Encontrará tan sólo la genial determinación y leal descripción de la experiencia humana que da algún fundamento a la creencia en la supervivencia de la persona, con la aclaración muy vigente del preciso sentido de lo que ella en verdad da lugar a creer. Igual que los discípulos de Sócrates en el Fedón platónico, el lector de este ensayo oirá decir en él honradamente a Scheler tanto lo que, como filósofo, sabe, cuanto lo que no sabe acerca del arcano de la muerte del hombre, ten decisivo para la vida.El lector no ha de buscar, con todo, en estas páginas una demostración propiamente dicha de la inmortalidad del alma humana, ni tampoco una investigación psicológica de las razones subjetivas que pueden mover al hombre a desear y hasta a afirmas aquélla. Encontrará tan sólo la genial determinación y leal descripción de la experiencia humana que da algún fundamento a la creencia en la supervivencia de la persona, con la aclaración muy vigente del preciso sentido de lo que ella en verdad da lugar a creer. Igual que los discípulos de Sócrates en el Fedón platónico, el lector de este ensayo oirá decir en él honradamente a Scheler tanto lo que, como filósofo, sabe, cuanto lo que no sabe acerca del arcano de la muerte del hombre, ten decisivo para la vida. Más informaciónObservaciones sobre la esencia, la esencialid...
COP $ 62.000El tratado de este autor constituye el primer desarrollo fenomenológico de la doctrina sobre la especie o la esencia (según la diversa terminología) presentada por el autor principalmente en la segunda de sus investigaciones lógicas, y en al primera sección del libro primero de si ideas relativas a una fenomenología.Tratando acaso de remediar algunas imprecisiones de la enseñanza de su maestro y de completarla con nuevas clarificaciones, el autor propone en su escrito distinguir nítidamente la esencia (Wesen) que, según afirma, cada objeto individual, tanto real como ideal, posee, de la esencialidad (Wesenheit), esto es, del carácter eidético que determina, por participación en él, la esencia de un objeto; y ambos datos, a su vez, de esa curiosidad llamada la ida (Idee).Las aclaraciones obtenidas le permiten además a su autor arrojar luz sobre asuntos conexos de extraordinaria importancia, tales como la ley de la diferencia especifica, los problemas de lo a priori, la índole de los llamados «objetos ideales» o la cuestión de la subordinación de lo singular bajo lo universal.Tratando acaso de remediar algunas imprecisiones de la enseñanza de su maestro y de completarla con nuevas clarificaciones, el autor propone en su escrito distinguir nítidamente la esencia (Wesen) que, según afirma, cada objeto individual, tanto real como ideal, posee, de la esencialidad (Wesenheit), esto es, del carácter eidético que determina, por participación en él, la esencia de un objeto; y ambos datos, a su vez, de esa curiosidad llamada la ida (Idee).Las aclaraciones obtenidas le permiten además a su autor arrojar luz sobre asuntos conexos de extraordinaria importancia, tales como la ley de la diferencia especifica, los problemas de lo a priori, la índole de los llamados «objetos ideales» o la cuestión de la subordinación de lo singular bajo lo universal.Las aclaraciones obtenidas le permiten además a su autor arrojar luz sobre asuntos conexos de extraordinaria importancia, tales como la ley de la diferencia especifica, los problemas de lo a priori, la índole de los llamados «objetos ideales» o la cuestión de la subordinación de lo singular bajo lo universal. Más informaciónPadres e hijos. La relación que nos constitu...
COP $ 135.000No hay nada más antiguo ni nada más desconocido que esta relación. ¿Qué significa ser padres Este libro no da consejos, no prescribe normas ni comportamientos. Describe una identidad. No se «hace» de padre o madre, se «es» padre o madre. El problema de ser personas, de ser hombres y mujeres verdaderos. «Todo lo que yo soy y por tanto cómo me trato a mí mismo, cómo trato los sentimientos, cómo trato a mi hijo, cómo trato mi trabajo, a mis amigos, el mundo, la realidad y la vidalo irradio sobre mi hijo, que absorbiendo mi imagen, por así decir, aprende quién es, aprende su propia identidad».Lejos de ceder a la tentación de afrontar el problema desde el intelectualismo o el psicologismo, y menos aún desde el tecnicismo, este libro revela una experiencia, describe la vida de los padres y los hijos, sus problemas, sus inquietudes, sus esperanzas.Lejos de ceder a la tentación de afrontar el problema desde el intelectualismo o el psicologismo, y menos aún desde el tecnicismo, este libro revela una experiencia, describe la vida de los padres y los hijos, sus problemas, sus inquietudes, sus esperanzas. Más informaciónPara vivir la liturgia: un testimonio. Apunte...
COP $ 80.000El misterio de la vida litúrgica es paradigma de la vida, ocasión de encuentro con la Presencia que salva al mundo y, si se acepta como tal, no puede relegarse a momentos de asueto espiritual, quizá reconfortantes, pero que no inciden en la vida ni en la personalidad. La liturgia es la verdadera «raíz» de la vida cristiana de cualquier realidad eclesial, una raíz capaz de dar vida al árbol, a las flores y a los frutos.Este libro contiene los elementos fundamentales para comprender qué puesto ocupa en la vida del movimiento de Comunión y Liberación el compromiso de vivir la dimensión litúrgica.«Lo que nos une a todos como pueblo de Dios es la pertenencia al misterio de la Iglesia. Es la fuente de la personalidad y el determinante último y pleno de su vocación. Por eso, para mantener la vigilancia adecuada en el camino que se ha asignado a cada uno, basta con que nuestra meditación siga ese momento típico de la vida de la Iglesia que es la palabra litúrgica.»Este libro contiene los elementos fundamentales para comprender qué puesto ocupa en la vida del movimiento de Comunión y Liberación el compromiso de vivir la dimensión litúrgica.«Lo que nos une a todos como pueblo de Dios es la pertenencia al misterio de la Iglesia. Es la fuente de la personalidad y el determinante último y pleno de su vocación. Por eso, para mantener la vigilancia adecuada en el camino que se ha asignado a cada uno, basta con que nuestra meditación siga ese momento típico de la vida de la Iglesia que es la palabra litúrgica.»«Lo que nos une a todos como pueblo de Dios es la pertenencia al misterio de la Iglesia. Es la fuente de la personalidad y el determinante último y pleno de su vocación. Por eso, para mantener la vigilancia adecuada en el camino que se ha asignado a cada uno, basta con que nuestra meditación siga ese momento típico de la vida de la Iglesia que es la palabra litúrgica.» Más informaciónPasión por el hombre. Pasos de la misión cr...
COP $ 98.000Los apóstoles tuvieron el valor de ir a la India, a África y a otros lugares lejanos afrontando infinidad de peligros y dificultades. Pudieron alcanzar realmente los «extremos confines del mundo» según la expresión bíblica (cf. Sal 19,5), porque sabían que no perderían la totalidad que habían encontrado. Estaban seguros de que la relación con Jesús no se acabaría y de que tampoco se extraviarían.La misma experiencia vive aún, de forma conmovedora, con siglos de diferencia, en la vida misionera de muchos cristianos. Me estoy acordando de san Francisco Javier, el primero que llevó el anuncio de Cristo a muchas poblaciones del extremo oriente. Sus cartas testimonian una pasión sin límites, una inmensa capacidad de entrega. Pero se podrían poner otros muchos ejemplos, quizás menos famosos, pero igualmente significativos, porque la misión no es exclusiva de quien viaja, sino tarea y exigencia de cada uno de nosotros.A los seminaristas de la Fraternidad de san Carlos, a menudo impacientes por que se les mande a algún sitio lejano, muchas veces les repito que su misión ha empezado ya: no se puede dejar para el futuro imaginando otras situaciones, circunstancias cambiadas, personas diferentes. La misión comienza ya, en el lugar en el que se está, con las personas con las que estás llamado a vivir. ¿Cómo vamos a comunicar nuestra fe a hombres de otra nación o cultura si no la compartimos desde ahora con quien está cerca ¿Cómo vamos a reconocer las necesidades de la gente con la que nos encontremos en otros sitios si no aprendemos a ver las de quien vive a nuestro ladoLa misma experiencia vive aún, de forma conmovedora, con siglos de diferencia, en la vida misionera de muchos cristianos. Me estoy acordando de san Francisco Javier, el primero que llevó el anuncio de Cristo a muchas poblaciones del extremo oriente. Sus cartas testimonian una pasión sin límites, una inmensa capacidad de entrega. Pero se podrían poner otros muchos ejemplos, quizás menos famosos, pero igualmente significativos, porque la misión no es exclusiva de quien viaja, sino tarea y exigencia de cada uno de nosotros.A los seminaristas de la Fraternidad de san Carlos, a menudo impacientes por que se les mande a algún sitio lejano, muchas veces les repito que su misión ha empezado ya: no se puede dejar para el futuro imaginando otras situaciones, circunstancias cambiadas, personas diferentes. La misión comienza ya, en el lugar en el que se está, con las personas con las que estás llamado a vivir. ¿Cómo vamos a comunicar nuestra fe a hombres de otra nación o cultura si no la compartimos desde ahora con quien está cerca ¿Cómo vamos a reconocer las necesidades de la gente con la que nos encontremos en otros sitios si no aprendemos a ver las de quien vive a nuestro ladoA los seminaristas de la Fraternidad de san Carlos, a menudo impacientes por que se les mande a algún sitio lejano, muchas veces les repito que su misión ha empezado ya: no se puede dejar para el futuro imaginando otras situaciones, circunstancias cambiadas, personas diferentes. La misión comienza ya, en el lugar en el que se está, con las personas con las que estás llamado a vivir. ¿Cómo vamos a comunicar nuestra fe a hombres de otra nación o cultura si no la compartimos desde ahora con quien está cerca ¿Cómo vamos a reconocer las necesidades de la gente con la que nos encontremos en otros sitios si no aprendemos a ver las de quien vive a nuestro lado Más información