Ciencias Sociales
La cultura. Versiones y definiciones
COP $ 39.000La cultura es un objeto de reflexión único y diverso que enfrenta a quines lo interrogan con la complejidad de lo evidente. Es decir, la de aquello que por estar permanentemente frente a los ojos termina volviéndose invisible. Este libro es un pequeño manual introductorio surgido de la necesidad de desplegar el concepto de cultura y de brindar ejemplos claros de sus muchas interpretaciones y resonancias. Tal objetivo supone, sin embargo, aventurarse en muchos de los difíciles y a veces desconocidos territorios por lo que las ciencias sociales avanzan a menudo tumultuosamente, lo cual dificulta los ordenamientos posibles. Porque el concepto de cultura abre una dimensión transdisciplinaria que pone en contacto, tensión y conflicto la sociología y la historia la semiótica y la antropología, la filosofía y el psicoanálisis. Más informaciónFoucault y la fenomenología. Kant, Husserl, ...
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COP $ 54.000Dos grandes líneas recorren este trabajo. Estos hilos conductores presentan arduos problemas, y en su preocupación por aclararlos Cristina Micieli exhibe su condición de sólida estudiosa. Según la primera línea, la autora se ha propuesto explorar las oposiciones conceptuales entre las visiones fenomenológica y foucaultiana. Los puntos de referencia que ha elegido son la totalidad frente a las series temporales, la continuidad frente a la discontinuidad, el interior que se despliega frente al exterior que se pliega y el origen frente al espacio de dispersión. Ha logrado mostrar el modo en que la noción de una experiencia originaria o complicidad inicial con el mundo según la fenomenología contrasta con la inexistencia para Foucault de una instancia previa en razón de que el saber es siempre una combinación específica del visible y lo enunciable en cada formación histórica.De acuerdo con el segundo hilo conductor, Micieli ha sabido reparar en algunas llamativas semejanzas entre ambos proyectos. Uno de los méritos del libro reside en que examina con detenimiento temas husserlianos que implican una anticipación de posiciones de Foucault y cuestiones foucaultinanas que se sustraen al antagonismo explícito con Husserl.De acuerdo con el segundo hilo conductor, Micieli ha sabido reparar en algunas llamativas semejanzas entre ambos proyectos. Uno de los méritos del libro reside en que examina con detenimiento temas husserlianos que implican una anticipación de posiciones de Foucault y cuestiones foucaultinanas que se sustraen al antagonismo explícito con Husserl. Más informaciónAristóteles. Física. Libros VII-VIII
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COP $ 62.000Los libros VII-VIII de la de Aristóteles frecuentemente han sido considerados como la culminación de su teoría de la naturaleza. En efecto, la discusión parece desplazarse del examen y explicación de los movimientos o cambios particulares en el mundo y dirigirse hacia la causa última de todo movimiento. Este tema es tratado especialmente en el último libro donde el objetivo es mostrar que el movimiento o cambio que siempre existió y siempre existirá, y explicar la naturaleza de la causa de la que depende este hecho: el Primer Motor Inmóvil. En el libro VII, en cambio, el propósito es demostrar que el movimiento físico o natural implica el mover siendo movido. Ya en esta sección de la obra Aristóteles intenta mostrar la dificultad que supone la existencia de una serie infinita de motores y movidas pues, si ése fuera el caso, no habría explicación posible. Tras retomar los resultados de sus investigaciones sobre el movimiento, el infinito, el continuo y el tiempo Aristóteles que se propone probar que hay una única causa de todo cambio, que tal causa no está sujeta a cambio, que el poder de esa causa es infinito y que no tiene magnitud o extensión. Este texto ha sido objeto de estudio e interés no solo de filósofos sino también de historiadores de la ciencia, quienes han creído ver aquí la primera presentación de las leyes básicas del movimiento formuladas cuantitativamente. Aunque no es muy claro que tales leyes se encuentren formuladas en esta obra, la forma parte de la historia del paso de una concepción cuantitativa de la ciencia física de la modernidad.Física de Aristóteles frecuentemente han sido considerados como la culminación de su teoría de la naturaleza. En efecto, la discusión parece desplazarse del examen y explicación de los movimientos o cambios particulares en el mundo y dirigirse hacia la causa última de todo movimiento. Este tema es tratado especialmente en el último libro donde el objetivo es mostrar que el movimiento o cambio que siempre existió y siempre existirá, y explicar la naturaleza de la causa de la que depende este hecho: el Primer Motor Inmóvil. En el libro VII, en cambio, el propósito es demostrar que el movimiento físico o natural implica el mover siendo movido. Ya en esta sección de la obra Aristóteles intenta mostrar la dificultad que supone la existencia de una serie infinita de motores y movidas pues, si ése fuera el caso, no habría explicación posible. Tras retomar los resultados de sus investigaciones sobre el movimiento, el infinito, el continuo y el tiempo Aristóteles que se propone probar que hay una única causa de todo cambio, que tal causa no está sujeta a cambio, que el poder de esa causa es infinito y que no tiene magnitud o extensión. Este texto ha sido objeto de estudio e interés no solo de filósofos sino también de historiadores de la ciencia, quienes han creído ver aquí la primera presentación de las leyes básicas del movimiento formuladas cuantitativamente. Aunque no es muy claro que tales leyes se encuentren formuladas en esta obra, la forma parte de la historia del paso de una concepción cuantitativa de la ciencia física de la modernidad.Física forma parte de la historia del paso de una concepción cuantitativa de la ciencia física de la modernidad. Más informaciónEl empirismo coherente de Hume
COP $ 89.000En esta obra trataremos de mostrar la coherencia del pensamiento de Hume, aun sabiendo que nunca podremos alcanzar, en los aspectos más relevantes de su teoría, la certeza perfecta que el filósofo sólo atribuye a lo que llama conocimiento en sentido estricto, el cual consiste en una relación entre puras ideas, o a lo que llama prueba, que es un casi límite en los razonamientos probables, cuando éstos están prácticamente libres de duda e incertidumbre. Sería antihumeano, contrataría todas las reglas para filosofar que él nos prescribe, el querer llegar a una certeza y una coherencia que, en nuestra opinión, no ha alcanzado ni alcanzará.En cuanto a la política, sin recurrir a hipótesis como un contrato original o una pasión dominante que lleve a los hombres a someterse a un gobierno despótico o a convenir, en un acto puntual, la instauración de una república para preservar su vida y propiedades, Hume muestra cómo, sin renunciar a esos beneficios, los hombres han ido gradualmente adaptándose a un gobierno mixto que no es sino el de la Inglaterra de su época que les permite superar la escasez natural de bienes y les proporciona justicia, la virtud social por excelencia, que los propios hombres inventan.En cuanto a la política, sin recurrir a hipótesis como un contrato original o una pasión dominante que lleve a los hombres a someterse a un gobierno despótico o a convenir, en un acto puntual, la instauración de una república para preservar su vida y propiedades, Hume muestra cómo, sin renunciar a esos beneficios, los hombres han ido gradualmente adaptándose a un gobierno mixto que no es sino el de la Inglaterra de su época que les permite superar la escasez natural de bienes y les proporciona justicia, la virtud social por excelencia, que los propios hombres inventan. Más informaciónEl deber y la ignorancia de los hechos
COP $ 34.000En este texto se defienden dos tesis paradójicas. La primera es que nuestras obligaciones morales no dependen de la situación en que nos encontremos, sino más bien de lo que nosotros pensamos acerca de esa situación. La razón principal alegada por el autor a favor de esta tesis tan sorprendente es que si fuera verdad la tesis contraria, si nuestros deberes dependieran de la situación en que de hecho nos encontramos, se seguiría la paradoja aún mayor de que en realidad nunca sabemos cuál es nuestro deber, pues nuestro conocimiento de la situación en que nos hallamos es siempre imperfecto, de suerte que nunca sabemos que no estemos pasando por alto circunstancias relevantes que acaso modifiquen nuestra responsabilidad.La segunda paradoja dice que, sea cual sea nuestro deber en una situación concreta, es seguro que no cabe entenderlo como el deber de realizar una acción determinada (por ejemplo, la acción de ayudar a unos familiares necesitados), sino de ponernos a realizar esa acción. La razón en este caso es que realizar una acción es introducir intencionadamente un cambio en el mundo externo (por ejemplo, hacer que ciertas personas necesitadas reciban una suma de dinero) y eso es algo que, a juicio de Prichard, nunca está del todo en mis manos ni puede, por tanto, constituir un deber mío.es una lectura aconsejable no sólo por el interés objetivo de los argumentos de Prichard, sino también porque constituye una espléndida muestra de la forma mentis, genuinamente filosófica, del autor. Es característica la tenacidad con la que, a lo largo de estas páginas, Prichard hace avanzar la investigación, la paciencia infinita con que va examinando las dificultades que le salen al paso, la renuncia a todo adorno del lenguaje en beneficio de la precisión. Todo esto tiene, desde luego, un precio: su estilo es seco, en ocasiones enrevesado a fuerza de plegarse al perfil de la cosa misma, y la lectura se hace por momentos fatigosa. Pero quien haga el esfuerzo de seguir a Prichard por los vericuetos de su argumentación no se arrepentirá.La segunda paradoja dice que, sea cual sea nuestro deber en una situación concreta, es seguro que no cabe entenderlo como el deber de realizar una acción determinada (por ejemplo, la acción de ayudar a unos familiares necesitados), sino de ponernos a realizar esa acción. La razón en este caso es que realizar una acción es introducir intencionadamente un cambio en el mundo externo (por ejemplo, hacer que ciertas personas necesitadas reciban una suma de dinero) y eso es algo que, a juicio de Prichard, nunca está del todo en mis manos ni puede, por tanto, constituir un deber mío.es una lectura aconsejable no sólo por el interés objetivo de los argumentos de Prichard, sino también porque constituye una espléndida muestra de la forma mentis, genuinamente filosófica, del autor. Es característica la tenacidad con la que, a lo largo de estas páginas, Prichard hace avanzar la investigación, la paciencia infinita con que va examinando las dificultades que le salen al paso, la renuncia a todo adorno del lenguaje en beneficio de la precisión. Todo esto tiene, desde luego, un precio: su estilo es seco, en ocasiones enrevesado a fuerza de plegarse al perfil de la cosa misma, y la lectura se hace por momentos fatigosa. Pero quien haga el esfuerzo de seguir a Prichard por los vericuetos de su argumentación no se arrepentirá.El deber y la ignorancia de los hechos es una lectura aconsejable no sólo por el interés objetivo de los argumentos de Prichard, sino también porque constituye una espléndida muestra de la forma mentis, genuinamente filosófica, del autor. Es característica la tenacidad con la que, a lo largo de estas páginas, Prichard hace avanzar la investigación, la paciencia infinita con que va examinando las dificultades que le salen al paso, la renuncia a todo adorno del lenguaje en beneficio de la precisión. Todo esto tiene, desde luego, un precio: su estilo es seco, en ocasiones enrevesado a fuerza de plegarse al perfil de la cosa misma, y la lectura se hace por momentos fatigosa. Pero quien haga el esfuerzo de seguir a Prichard por los vericuetos de su argumentación no se arrepentirá. Más informaciónMundo griego I. La polis, la ciudadanía y la...
COP $ 31.000...Una colección diferente donde encontrará respuesta a sus preguntas, elementos para profundizar en viejas y nuevas temáticas, teorías y métodos para elaborar proyectos en el aula y en sus propias investigaciones.Una introducción a la filosofía, que incluye trabajos prácticos, textos complementarios, muy versátil para trabajar en el aula y de fácil lectura para los alumnos. Incluye una visión del origen de la filosofía emparentada a lo político y una distinción con respecto a la tradición judeocristiana del pensamiento.Adquiera también el Una introducción a la filosofía, que incluye trabajos prácticos, textos complementarios, muy versátil para trabajar en el aula y de fácil lectura para los alumnos. Incluye una visión del origen de la filosofía emparentada a lo político y una distinción con respecto a la tradición judeocristiana del pensamiento.Adquiera también el Adquiera también el Volumen II Más informaciónMundo griego II. La universalidad griega y la...
COP $ 36.000... Una colección diferente donde encontrará respuesta a sus preguntas, elementos para profundizar en viejas y nuevas temáticas, teorías y métodos para elaborar proyectos en el aula y en sus propias investigaciones.El origen de la filosofía esta vez propuesto a partir de dos tradiciones: la griega (pagana) y la bíblica (monoteísta en sus dos vertientes judía y cristiana). Contiene cuestionarios y ejercicios. Una guía y ayuda para la organización del trabajo en el aula y de fácil lectura para los alumnos.Adquiera también el El origen de la filosofía esta vez propuesto a partir de dos tradiciones: la griega (pagana) y la bíblica (monoteísta en sus dos vertientes judía y cristiana). Contiene cuestionarios y ejercicios. Una guía y ayuda para la organización del trabajo en el aula y de fácil lectura para los alumnos.Adquiera también el Adquiera también el Volumen I Más informaciónDe poetas, niños y criminalidades. A propós...
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COP $ 56.000Este libro gira en torno a un texto inédito en castellano de Jean Genet, . Un texto pensado originalmente para ser oído por la radiofonía y que luego Genet pone es sus escritos cuando su palabra es rechazada.Sus artículos tejen una trama en la cual desde diferentes ángulos de visión, los autores intentan cercar la cosa criminal y el problema de la imputación de ese adjetivo o propiedad a los niños. Tarea impulsada por la escritura genetiana, interpelante y convocante induce, desde el exterior, a pensar en la condición actual de los niños y la infancia, y guiada por el trazo singular del poeta y escritor que desde ese lugar lee las fisuras del buen ordenamiento social.El niño criminal. Un texto pensado originalmente para ser oído por la radiofonía y que luego Genet pone es sus escritos cuando su palabra es rechazada.Sus artículos tejen una trama en la cual desde diferentes ángulos de visión, los autores intentan cercar la cosa criminal y el problema de la imputación de ese adjetivo o propiedad a los niños. Tarea impulsada por la escritura genetiana, interpelante y convocante induce, desde el exterior, a pensar en la condición actual de los niños y la infancia, y guiada por el trazo singular del poeta y escritor que desde ese lugar lee las fisuras del buen ordenamiento social.Sus artículos tejen una trama en la cual desde diferentes ángulos de visión, los autores intentan cercar la cosa criminal y el problema de la imputación de ese adjetivo o propiedad a los niños. Tarea impulsada por la escritura genetiana, interpelante y convocante induce, desde el exterior, a pensar en la condición actual de los niños y la infancia, y guiada por el trazo singular del poeta y escritor que desde ese lugar lee las fisuras del buen ordenamiento social.Tarea impulsada por la escritura genetiana, interpelante y convocante induce, desde el exterior, a pensar en la condición actual de los niños y la infancia, y guiada por el trazo singular del poeta y escritor que desde ese lugar lee las fisuras del buen ordenamiento social. Más informaciónFinitud y mediación. La cualidad en la Lógi...
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COP $ 95.000El título refiereal concepto de cualidad según Hegel lo desarrolla en su . La finitud del ser-ahí y la mediación infinita de la autoconciencia son concebidas a través del desarrollo de la cualidad. Mediante el despliegue de sus tres capítulos, ser, ser-ahí y ser-para-sí, Hegel medita el devenir de la idea con el poder de autodeterminación de la autoconciencia.La Doctrina del ser empieza con la sección dedicada a la cualidad. De este modo se da inicio a la transformación de la metafísica moderna y se abre el curso de la filosofía del siglo veinte. En este sentido cabe ubicar a la no detrás de lo que llamamos filosofía contemporánea, sino en ella o más allá de ella. Parafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucciónFinitud y mediación refiereal concepto de cualidad según Hegel lo desarrolla en su . La finitud del ser-ahí y la mediación infinita de la autoconciencia son concebidas a través del desarrollo de la cualidad. Mediante el despliegue de sus tres capítulos, ser, ser-ahí y ser-para-sí, Hegel medita el devenir de la idea con el poder de autodeterminación de la autoconciencia.La Doctrina del ser empieza con la sección dedicada a la cualidad. De este modo se da inicio a la transformación de la metafísica moderna y se abre el curso de la filosofía del siglo veinte. En este sentido cabe ubicar a la no detrás de lo que llamamos filosofía contemporánea, sino en ella o más allá de ella. Parafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucción al concepto de cualidad según Hegel lo desarrolla en su . La finitud del ser-ahí y la mediación infinita de la autoconciencia son concebidas a través del desarrollo de la cualidad. Mediante el despliegue de sus tres capítulos, ser, ser-ahí y ser-para-sí, Hegel medita el devenir de la idea con el poder de autodeterminación de la autoconciencia.La Doctrina del ser empieza con la sección dedicada a la cualidad. De este modo se da inicio a la transformación de la metafísica moderna y se abre el curso de la filosofía del siglo veinte. En este sentido cabe ubicar a la no detrás de lo que llamamos filosofía contemporánea, sino en ella o más allá de ella. Parafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucciónCiencia de la Lógica. La finitud del ser-ahí y la mediación infinita de la autoconciencia son concebidas a través del desarrollo de la cualidad. Mediante el despliegue de sus tres capítulos, ser, ser-ahí y ser-para-sí, Hegel medita el devenir de la idea con el poder de autodeterminación de la autoconciencia.La Doctrina del ser empieza con la sección dedicada a la cualidad. De este modo se da inicio a la transformación de la metafísica moderna y se abre el curso de la filosofía del siglo veinte. En este sentido cabe ubicar a la no detrás de lo que llamamos filosofía contemporánea, sino en ella o más allá de ella. Parafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucciónLa Doctrina del ser empieza con la sección dedicada a la cualidad. De este modo se da inicio a la transformación de la metafísica moderna y se abre el curso de la filosofía del siglo veinte. En este sentido cabe ubicar a la no detrás de lo que llamamos filosofía contemporánea, sino en ella o más allá de ella. Parafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucciónLógica no detrás de lo que llamamos filosofía contemporánea, sino en ella o más allá de ella. Parafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucciónParafraseando a Rilke, quien ha dicho que las obras de arte gozan de una infinita soledades posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucción, es posible decir que lapor contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucción Ciencia de la Lógica, por contener cuestiones de las llamadasinactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucción inactuales, goza en este tiempo de una asombrosa actualidad. Con este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucciónCon este libro, el autor deja sentado que al pensamiento de Hegel le es tan caro el concepto de sistema como a éste la necesidad de desistir de sus principios. De este modo, despliegue y disolución, cierre y apertura, método y comienzo, son términos que indican los extremos del pensamiento especulativo. Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucción Por ello no es extraño que junto a la pintura gris de aquellos que hoy en día superpongan fines sobre fines, resurja la necesidad de retornar a Hegel a la hora de pensar un nuevo comienzo. Todo esto parece quedar expresado en la frase que Hegel supo acuñar en los primeros años de Jena: El comienzo de toda filosofía es su destrucción Más informaciónLas profecías de Nostradamus
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COP $ 29.000La clarividencia es un sueño paralelo donde aunque aparentemente despierto el visionario se sumerge por un segundo en el inconsciente colectivo y puede sacar fragmentos del pasado o futuro.No es coincidencia que los Cuatro Jinetes del Apocalipsis aparezcan constantemente a lo largo de las profecías de . El Profeta es un hombre cuya conciencia abarcaba la comunidad entera. Su preocupación por el destino del ser humano lo conduce a pintar verbalmente cuadros desgarradores. Su misión es confrontar a sus oyentes para lograr que se cuestionen, de ahí su marcado fatalismo.Más allá de considerarla verídica o no, esta obra debe leerse por su valor histórico. El verdadero misterio, el de qué motivo a Michel de Nostredame a escribirla, qué fue lo que quiso ocultar y a quién, es muy posible que jamás pueda ser aclarado del todo.No es coincidencia que los Cuatro Jinetes del Apocalipsis aparezcan constantemente a lo largo de las profecías de . El Profeta es un hombre cuya conciencia abarcaba la comunidad entera. Su preocupación por el destino del ser humano lo conduce a pintar verbalmente cuadros desgarradores. Su misión es confrontar a sus oyentes para lograr que se cuestionen, de ahí su marcado fatalismo.Más allá de considerarla verídica o no, esta obra debe leerse por su valor histórico. El verdadero misterio, el de qué motivo a Michel de Nostredame a escribirla, qué fue lo que quiso ocultar y a quién, es muy posible que jamás pueda ser aclarado del todo.Nostradamus. El Profeta es un hombre cuya conciencia abarcaba la comunidad entera. Su preocupación por el destino del ser humano lo conduce a pintar verbalmente cuadros desgarradores. Su misión es confrontar a sus oyentes para lograr que se cuestionen, de ahí su marcado fatalismo.Más allá de considerarla verídica o no, esta obra debe leerse por su valor histórico. El verdadero misterio, el de qué motivo a Michel de Nostredame a escribirla, qué fue lo que quiso ocultar y a quién, es muy posible que jamás pueda ser aclarado del todo.Más allá de considerarla verídica o no, esta obra debe leerse por su valor histórico. El verdadero misterio, el de qué motivo a Michel de Nostredame a escribirla, qué fue lo que quiso ocultar y a quién, es muy posible que jamás pueda ser aclarado del todo. Más información

