Ciencias Sociales

  1. La razón ¿enemiga del misterio?

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    «Se puede suponer que en la historia de la cultura y el pensamiento occidentales han existido motivos por los que la razón ha llegado a ser enemiga del Misterio, pero esta hipótesis no se quiere tomar como definitiva; lo que se quiere es ponerla a prueba. La pregunta de nuestro título está justificada y cada uno de nosotros está obligado a preguntarse sobre la relación entre su razón y el Misterio, en un contexto cultural occidental que ha hecho de ella un problema desde hace mucho tiempo». Más información
  2. Sobre el peligro de una petitio principii en ...

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    Desde antiguo un peligro acecha a la teoría del conocimiento. Si el problema fundamental de esta disciplina filosófica es el «conocimiento» del conocimiento, ¿cómo llevar a cabo esta tarea sin suponer o utilizar aquello cuya esencia se pretende esclarecer ¿No cae el mismo conocimiento que llevamos a cabo en el desarrollo de esta disciplina dentro del ámbito de lo que hemos de investigarEste libro constituye un ejemplo de reflexión filosófica genuina, animada por el espíritu de vuelta a las cosas mismas que caracterizó a la fenomenología y que inspiró la obra toda de este autor.Este libro constituye un ejemplo de reflexión filosófica genuina, animada por el espíritu de vuelta a las cosas mismas que caracterizó a la fenomenología y que inspiró la obra toda de este autor. Más información
  3. Observaciones sobre la esencia, la esencialid...

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    El tratado de este autor constituye el primer desarrollo fenomenológico de la doctrina sobre la especie o la esencia (según la diversa terminología) presentada por el autor principalmente en la segunda de sus investigaciones lógicas, y en al primera sección del libro primero de si ideas relativas a una fenomenología.Tratando acaso de remediar algunas imprecisiones de la enseñanza de su maestro y de completarla con nuevas clarificaciones, el autor propone en su escrito distinguir nítidamente la esencia (Wesen) que, según afirma, cada objeto individual, tanto real como ideal, posee, de la esencialidad (Wesenheit), esto es, del carácter eidético que determina, por participación en él, la esencia de un objeto; y ambos datos, a su vez, de esa curiosidad llamada la ida (Idee).Las aclaraciones obtenidas le permiten además a su autor arrojar luz sobre asuntos conexos de extraordinaria importancia, tales como la ley de la diferencia especifica, los problemas de lo a priori, la índole de los llamados «objetos ideales» o la cuestión de la subordinación de lo singular bajo lo universal.Tratando acaso de remediar algunas imprecisiones de la enseñanza de su maestro y de completarla con nuevas clarificaciones, el autor propone en su escrito distinguir nítidamente la esencia (Wesen) que, según afirma, cada objeto individual, tanto real como ideal, posee, de la esencialidad (Wesenheit), esto es, del carácter eidético que determina, por participación en él, la esencia de un objeto; y ambos datos, a su vez, de esa curiosidad llamada la ida (Idee).Las aclaraciones obtenidas le permiten además a su autor arrojar luz sobre asuntos conexos de extraordinaria importancia, tales como la ley de la diferencia especifica, los problemas de lo a priori, la índole de los llamados «objetos ideales» o la cuestión de la subordinación de lo singular bajo lo universal.Las aclaraciones obtenidas le permiten además a su autor arrojar luz sobre asuntos conexos de extraordinaria importancia, tales como la ley de la diferencia especifica, los problemas de lo a priori, la índole de los llamados «objetos ideales» o la cuestión de la subordinación de lo singular bajo lo universal. Más información