Ciencias Sociales

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    Aristóteles. Protréptico. Una exhortación a la filosofía

    Aristóteles. Protréptico. Una exhortación ...

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    COP $ 90.000
    Entre las obras de Aristóteles (384322 a. C.) publicadas en vida y que, por el azar de los siglos, no han llegado íntegras hasta este tiempo, esta obra ocupa un lugar destacado, no sólo por su valor como propagador de los ideales filosóficos y morales de un Aristóteles académico en polémica con la escuela de Isócrates, o por su gran influencia en la literatura protréptica posterior, como testimonian, por ejemplo, el Hortensio de Cicerón o el Protréptico de Jámblico, sino también por haber sido la más extensamente citada, lo que ha permitido llevar a cabo intentos de reconstrucción que ofrecen una idea bastante aproximada de su contenido. Esta es una obra de exhortación a la filosofía, entendida como el cultivo de un conocimiento teorético de la realidad de las cosas, que es el que proporciona las pautas necesarias para la vida feliz. Es, pues, una invitación a la vida contemplativa, al ejercicio y uso del entendimiento y la sabiduría que, como fin natural del hombre, es el mejor bien al que éste puede aspirar y lo único que, realmente, hace la vida digna de ser vida.Esta es una obra de exhortación a la filosofía, entendida como el cultivo de un conocimiento teorético de la realidad de las cosas, que es el que proporciona las pautas necesarias para la vida feliz. Es, pues, una invitación a la vida contemplativa, al ejercicio y uso del entendimiento y la sabiduría que, como fin natural del hombre, es el mejor bien al que éste puede aspirar y lo único que, realmente, hace la vida digna de ser vida. Más información

  2. El cofre de la nada. Deriva del nihilismo en ...

    COP $ 105.000
    No es verdad que, como auguraba Baudrillard, nada halla tras la obscenidad de la banda sin fin mediática en la que se consume y consuma nuestra postmodernidad tardio capitalista (e.d., consistente en tardar en desaparecer). No es verdad tampoco, por el otro lado, que tras esa banda, como en negativo, lo revelado sea la profundidad de un occidente rebelado al fin contra esa superficialidad, según algunos alucinados pretenden, en busca de fundamentos más sólidos y divinos que los del inventado enemigo, ese que cree en el uno mientras se disemina mortífero por los nódulos plurales de las arterias y otras redes. Si es verdad que, cansados y desmoralizados, apenas se sabe qué hacer, cortadas las alas del futuro-ficción tras la estruendosa revuelta en el siglo XXI del otro mundo, sojuzgado y mantenido a distancia como material de elaboración para medro del espíritu depredador. Pero una ronca voz nunca del todo acallada sigue avisando de que algo resta atrás.Por ello, tras tanto hinchado humanismo-prietas-las-filas y tanto espectacular horror-visco-porno-moral, empeñados ambos en obturar el terror que viene del fondo (si tras el velo de la belleza se ocultaba antes lo terrible, bien podría agazaparse ahora el terro tras la banalidad kitsch), quizá no esté de más intentar una segunda navegación en torno a esa isla de los muertos que muchos se empeñan en haber dejado para siempre atrás, y preguntarse por la deriva del nihilismo en otra de las muchas tardanzas: la tardomodernidad (otra manera que se resiste a desaparecer, a fuerza de tardar a base de científicas largas). Conjurados son pues aquí los espectros de Hegel, de Jünger y de Heidegger para desmantelar pompas y andamiajes, a fin de empezar a entrever en sus oscuras admoniciones el vínculo en que se anudan de antiguo la nada y la muerte.Por ello, tras tanto hinchado humanismo-prietas-las-filas y tanto espectacular horror-visco-porno-moral, empeñados ambos en obturar el terror que viene del fondo (si tras el velo de la belleza se ocultaba antes lo terrible, bien podría agazaparse ahora el terro tras la banalidad kitsch), quizá no esté de más intentar una segunda navegación en torno a esa isla de los muertos que muchos se empeñan en haber dejado para siempre atrás, y preguntarse por la deriva del nihilismo en otra de las muchas tardanzas: la tardomodernidad (otra manera que se resiste a desaparecer, a fuerza de tardar a base de científicas largas). Conjurados son pues aquí los espectros de Hegel, de Jünger y de Heidegger para desmantelar pompas y andamiajes, a fin de empezar a entrever en sus oscuras admoniciones el vínculo en que se anudan de antiguo la nada y la muerte. Más información
  3. El futuro de lo clásico

    COP $ 98.000
    Para encontrar identidad y fuerza, cada época ha inventado una idea distinta de "clásico". Así lo"clásico" concierne siempre no solo al pasado, sino también al presente y a una visión del futuro. Para darle forma al mundo de mañana es necesario plantear de nuevo los múltiples orígenes que compartimos.¿Por qué la heroína de un famoso manga japonés se llama Nausícaa ¿Por qué tras el once de septiembre de 2001 el mulá Omar comparó a América con Polifemo, «un gigante cegado por el enemigo al que no sabe nombrar», por un Nadie ¿Debemos quedarnos desconcertados por estas citas si se cree que Homero es más "nuestro" que de los japoneses o los musulmanes o vale más que se reflexione sobre la intensidad y la eficacia de unas citas que vienen de tan lejos El autor recorre los senderos de la historia del arte, desde los rascacielos americanos posmodernos hasta los romanos y los griegos, para demostrar cómo ha cambiado la idea de lo "clásico" a lo largo de los siglos, en una estrecha comparación entre antiguos y "modernos" llevada a cabo siempre en función del presente, como un duelo entre interpretaciones opuestas del pasado y del futuro. Ninguna civilización puede pensarse a sí misma si no dispone de otras sociedades que le sirvan de término de comparación de otro lugar en el tiempo (griegos y romanos) y de otro lugar en el espacio (las civilizaciones extraeuropeas). Cuanto mejor se sepa mirar lo "clásico" no como una herencia muerta que pertenece sin merecerla sino como algo sorprendente, que se tiene que reconquistar todos los días, como un potente estímulo para entender lo "diverso", se tendrán más herramientas para formar a las nuevas generaciones.¿Por qué la heroína de un famoso manga japonés se llama Nausícaa ¿Por qué tras el once de septiembre de 2001 el mulá Omar comparó a América con Polifemo, «un gigante cegado por el enemigo al que no sabe nombrar», por un Nadie ¿Debemos quedarnos desconcertados por estas citas si se cree que Homero es más "nuestro" que de los japoneses o los musulmanes o vale más que se reflexione sobre la intensidad y la eficacia de unas citas que vienen de tan lejos El autor recorre los senderos de la historia del arte, desde los rascacielos americanos posmodernos hasta los romanos y los griegos, para demostrar cómo ha cambiado la idea de lo "clásico" a lo largo de los siglos, en una estrecha comparación entre antiguos y "modernos" llevada a cabo siempre en función del presente, como un duelo entre interpretaciones opuestas del pasado y del futuro. Ninguna civilización puede pensarse a sí misma si no dispone de otras sociedades que le sirvan de término de comparación de otro lugar en el tiempo (griegos y romanos) y de otro lugar en el espacio (las civilizaciones extraeuropeas). Cuanto mejor se sepa mirar lo "clásico" no como una herencia muerta que pertenece sin merecerla sino como algo sorprendente, que se tiene que reconquistar todos los días, como un potente estímulo para entender lo "diverso", se tendrán más herramientas para formar a las nuevas generaciones. Más información
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    Filosofía del arte o estética

    Filosofía del arte o estética

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    COP $ 233.000
    El presente volumen reproduce uno de los juegos de apuntes correspondientes a las lecciones de Hegel sobre estética o filosofía del arte, impartidas en el semestre de verano de 1826. Se trata del tercero de los cuatro cursos sobre estética (1820/21, 1823, 1826 y 1828/29) que ocurrieron en Berlín. Del primer curso se conoce solamente un juego de apuntes, publicado por Helmut Schneider en 1995. Así mismo la única fuente que se tiene del curso del primer semestre de verano de 1823, los apuntes de Heinrich Gustav Hotho, tomados directamente en clase ha sido editada por Annemaire Gethmann Siefert en 1998. Sin embargo, para poder conocer plenamente el desarrollo de la estética hegeliana en los cursos de Berlín es imprescindible la documentación sobre las fuentes de la lección del semestre de verano de 1826. Con la publicación de estos apuntes, el lector adquiere un testimonio directo del discurrir de ese desarrollo, el cual llevó a Hegel, un año después de este curso, a publicar la primera parte de la filosofía del espíritu absoluto, dedicada también al arte, en una versión considerablemente ampliada y modificada. Más información

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    Gran historia de la ciudad de Mesopotamia a Estados Unidos

    Gran historia de la ciudad de Mesopotamia a E...

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    COP $ 265.000
    Esta obra, ilustrada con más de 170 planos y croquis propone un recorrido arquitectónico por las ciudades más representativas de las principales civilizaciones, desde la antigüedad hasta estos días. De Tebas a Siena, de Zenobia a Pekín, el autor presenta a los constructores de ciudades en su lucha contra las dificultades del clima y los emplazamientos a fin de sacarles el mayor partido y crear verdaderos enclaves de civilización y, por añadidura, de arte y paisaje. A través de la descripción de los monumentos, las plazas, las calles y sus diferentes etapas de concepción y realización, se despliega ante los ojos de todos, en toda su variedad, un arte milenario, basado en el simbolismo de los lugares pero sometido a la voluntad de los príncipes.Escrito en un lenguaje claro y preciso, este libro es a la vez una historia y una guía de las grandes ciudades que facilitará, tanto al investigador como al viajero, el acceso a una rica documentación y le permitirá servirse de las lecciones del pasado para comprender mejor el debate actual sobre el destino de la ciudad.Escrito en un lenguaje claro y preciso, este libro es a la vez una historia y una guía de las grandes ciudades que facilitará, tanto al investigador como al viajero, el acceso a una rica documentación y le permitirá servirse de las lecciones del pasado para comprender mejor el debate actual sobre el destino de la ciudad. Más información

  6. Lo sano y lo malsano. Historia de las prácti...

    COP $ 201.000
    Elixires, pociones o regímenes alimenticios, el arte de prolongar la vida hunde sus raíces en la tradición. Por mucho que la higiene contemporánea haya revolucionado sus principios, cada época concibió su propia forma de entender el cuidado del cuerpo. Este libro explora las formas de esa vigilancia, su presencia en los actos más anodinos, su interferencia con la ciencia y las creencias, sus lazos con la imagen del cuerpo, la resistencia a las epidemias, la defensa de la comunidad y la siempre lenta orquestación de las iniciativas públicas. La historia de las prácticas de la salud subraya cómo la frontera entre lo sano y lo malsano se desplaza con el tiempo. Los umbrales de lo que es tolerado físicamente, la aparición de lo enfermizo o lo peligroso cambia con la civilización. Por otra parte, la ciencia y la técnica sitúan al ser humano ante la paradoja de superar las antiguas amenazas al tiempo que crean otras nuevas. El mismo proyecto de mantenimiento de la salud ha cambiado: tradicionalmente se entendía que se trataba de conservar un bien amenazado; la modernidad introdujo la posibilidad de mejorar ese bien y, ya a finales del siglo XVIII, la ciencia médica prometía un futuro capaz de cambiar el cuerpo; en nuestros días una búsqueda incesante de bienestar físico, reforzada por las prácticas consumistas, prolonga esa imagen de una salud indefinidamente perfectible, instalado, sin que seamos conscientes de transformaciones sin fin. En este contexto, el autor afirma: "es nuestro deber profundizar en el concepto de salud y no sólo en la lucha contra la enfermedad". La historia de las prácticas de la salud subraya cómo la frontera entre lo sano y lo malsano se desplaza con el tiempo. Los umbrales de lo que es tolerado físicamente, la aparición de lo enfermizo o lo peligroso cambia con la civilización. Por otra parte, la ciencia y la técnica sitúan al ser humano ante la paradoja de superar las antiguas amenazas al tiempo que crean otras nuevas. El mismo proyecto de mantenimiento de la salud ha cambiado: tradicionalmente se entendía que se trataba de conservar un bien amenazado; la modernidad introdujo la posibilidad de mejorar ese bien y, ya a finales del siglo XVIII, la ciencia médica prometía un futuro capaz de cambiar el cuerpo; en nuestros días una búsqueda incesante de bienestar físico, reforzada por las prácticas consumistas, prolonga esa imagen de una salud indefinidamente perfectible, instalado, sin que seamos conscientes de transformaciones sin fin. En este contexto, el autor afirma: "es nuestro deber profundizar en el concepto de salud y no sólo en la lucha contra la enfermedad". Más información
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    Platón las palabras y los mitos ¿Cómo y por qué Platón dio el nombre al mito?

    Platón las palabras y los mitos ¿Cómo y po...

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    COP $ 91.000
    Platón es el primer autor que utilizó el término con el sentido que todavía hoy continúan otorgándole. Al darle uso no metafórico, Platón está describiendo un discurso de cierto tipo, construido por los poetas de su sociedad, que élpretende sustituir por otro, lógos, un discurso propio de los filósofos. Aunque se muestra muy crítico con respecto a los mitos, Platón debe reconocer que tampoco los filósofos pueden prescindir de ellos, y él mismo no dejará de inspirarse en los poetas para desarrollar ciertos puntos de su doctrina, llegando incluso a fabricar algunos de sus mitos, reconociendo con ellos su eficacia y la gran influencia que ejercen en el campo de la ética y de la política.La oposición que Platón establece entre y la especialización del sentido de mýthos, cuya transliteración iba a dar en español, no se debe al azar. Para el autor, se trata de una consecuencia de la definitiva sustitución, que iba a tener lugar entonces en Grecia, de la oralidad por la escritura como modo de transmisión de los mensajes. No es por tanto casual que sea Platón el primero en hablar de «mito», al que considera un discurso del otro, cuya autoridad fundada en la tradición es discutida, y un discurso para el otro, sobre el que se pretende ejercer autoridad por medio de la persuasión y no de la argumentación.En su origen, este trabajo debía abordar una investigación lexicográfica sobre mýthos, sus derivados y los compuestos del que constituyen el primer término. Progresivamente adquiere un tono más etnológico y filosófico. La primera parte del libro describe el testimonio de Platón sobre la comunicación de lo memorable en la colectividad dada. La segunda analiza la crítica de Platón a ese tipo de discurso que designa el vocablo, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes.mýthos con el sentido que todavía hoy continúan otorgándole. Al darle uso no metafórico, Platón está describiendo un discurso de cierto tipo, construido por los poetas de su sociedad, que élpretende sustituir por otro, lógos, un discurso propio de los filósofos. Aunque se muestra muy crítico con respecto a los mitos, Platón debe reconocer que tampoco los filósofos pueden prescindir de ellos, y él mismo no dejará de inspirarse en los poetas para desarrollar ciertos puntos de su doctrina, llegando incluso a fabricar algunos de sus mitos, reconociendo con ellos su eficacia y la gran influencia que ejercen en el campo de la ética y de la política.La oposición que Platón establece entre y la especialización del sentido de mýthos, cuya transliteración iba a dar en español, no se debe al azar. Para el autor, se trata de una consecuencia de la definitiva sustitución, que iba a tener lugar entonces en Grecia, de la oralidad por la escritura como modo de transmisión de los mensajes. No es por tanto casual que sea Platón el primero en hablar de «mito», al que considera un discurso del otro, cuya autoridad fundada en la tradición es discutida, y un discurso para el otro, sobre el que se pretende ejercer autoridad por medio de la persuasión y no de la argumentación.En su origen, este trabajo debía abordar una investigación lexicográfica sobre mýthos, sus derivados y los compuestos del que constituyen el primer término. Progresivamente adquiere un tono más etnológico y filosófico. La primera parte del libro describe el testimonio de Platón sobre la comunicación de lo memorable en la colectividad dada. La segunda analiza la crítica de Platón a ese tipo de discurso que designa el vocablo, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes.La oposición que Platón establece entre y la especialización del sentido de mýthos, cuya transliteración iba a dar en español, no se debe al azar. Para el autor, se trata de una consecuencia de la definitiva sustitución, que iba a tener lugar entonces en Grecia, de la oralidad por la escritura como modo de transmisión de los mensajes. No es por tanto casual que sea Platón el primero en hablar de «mito», al que considera un discurso del otro, cuya autoridad fundada en la tradición es discutida, y un discurso para el otro, sobre el que se pretende ejercer autoridad por medio de la persuasión y no de la argumentación.En su origen, este trabajo debía abordar una investigación lexicográfica sobre mýthos, sus derivados y los compuestos del que constituyen el primer término. Progresivamente adquiere un tono más etnológico y filosófico. La primera parte del libro describe el testimonio de Platón sobre la comunicación de lo memorable en la colectividad dada. La segunda analiza la crítica de Platón a ese tipo de discurso que designa el vocablo, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes.mýthos y lógos y la especialización del sentido de mýthos, cuya transliteración iba a dar en español, no se debe al azar. Para el autor, se trata de una consecuencia de la definitiva sustitución, que iba a tener lugar entonces en Grecia, de la oralidad por la escritura como modo de transmisión de los mensajes. No es por tanto casual que sea Platón el primero en hablar de «mito», al que considera un discurso del otro, cuya autoridad fundada en la tradición es discutida, y un discurso para el otro, sobre el que se pretende ejercer autoridad por medio de la persuasión y no de la argumentación.En su origen, este trabajo debía abordar una investigación lexicográfica sobre mýthos, sus derivados y los compuestos del que constituyen el primer término. Progresivamente adquiere un tono más etnológico y filosófico. La primera parte del libro describe el testimonio de Platón sobre la comunicación de lo memorable en la colectividad dada. La segunda analiza la crítica de Platón a ese tipo de discurso que designa el vocablo, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes.mito en español, no se debe al azar. Para el autor, se trata de una consecuencia de la definitiva sustitución, que iba a tener lugar entonces en Grecia, de la oralidad por la escritura como modo de transmisión de los mensajes. No es por tanto casual que sea Platón el primero en hablar de «mito», al que considera un discurso del otro, cuya autoridad fundada en la tradición es discutida, y un discurso para el otro, sobre el que se pretende ejercer autoridad por medio de la persuasión y no de la argumentación.En su origen, este trabajo debía abordar una investigación lexicográfica sobre mýthos, sus derivados y los compuestos del que constituyen el primer término. Progresivamente adquiere un tono más etnológico y filosófico. La primera parte del libro describe el testimonio de Platón sobre la comunicación de lo memorable en la colectividad dada. La segunda analiza la crítica de Platón a ese tipo de discurso que designa el vocablo, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes.En su origen, este trabajo debía abordar una investigación lexicográfica sobre mýthos, sus derivados y los compuestos del que constituyen el primer término. Progresivamente adquiere un tono más etnológico y filosófico. La primera parte del libro describe el testimonio de Platón sobre la comunicación de lo memorable en la colectividad dada. La segunda analiza la crítica de Platón a ese tipo de discurso que designa el vocablo, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes. mýthos, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes.lógos, entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». 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    Aristóteles. Constitución de los atenienses

    Aristóteles. Constitución de los atenienses

    Sin existencias

    COP $ 108.000
    Frente a las utópicas construcciones sobre la política realizadas por Platón, su maestro, Aristóteles (384322 a. C.) sitúa su estudio en el ámbito de lo que la política es en realidad, si bien desde un planteamiento amplio, el de la filosofía de la vida humana asociada, que comprendía, además de la política propiamente dicha, el análisis del comportamiento, es decir, la ética. Fiel a su máxima de que los principios teóricos deben basarse en un conocimiento profundo de los datos, y para asentar la grandiosa creación teórica de la política, Aristóteles y sus alumnos reunieron una colección de constituciones con objeto de ver las causas por las que unas ciudades eran bien gobernadas y otras no. En la primera de ellas, la , de la que se ocupó el propio maestro y que se data entre 329/8 y 322 a. C., se presenta un panorama de la creación y evolución de las instituciones políticas de la ciudad.Es, pues, una obra fundamental para la historia de Grecia (en tanto que presenta un fresco de grandes personajes y relata un coherente juego de causas y efectos, acontecimientos decisivos para cada una de las reformas), para la teoría política (en cuanto que es una reflexión sobre los diversos sistemas experimentados en la ciudad, con sus virtudes y sus deficiencias) y para la filosofía, ya que todo el estudio está presidido por una perspectiva ética.Constitución de los atenienses, de la que se ocupó el propio maestro y que se data entre 329/8 y 322 a. C., se presenta un panorama de la creación y evolución de las instituciones políticas de la ciudad.Es, pues, una obra fundamental para la historia de Grecia (en tanto que presenta un fresco de grandes personajes y relata un coherente juego de causas y efectos, acontecimientos decisivos para cada una de las reformas), para la teoría política (en cuanto que es una reflexión sobre los diversos sistemas experimentados en la ciudad, con sus virtudes y sus deficiencias) y para la filosofía, ya que todo el estudio está presidido por una perspectiva ética.Es, pues, una obra fundamental para la historia de Grecia (en tanto que presenta un fresco de grandes personajes y relata un coherente juego de causas y efectos, acontecimientos decisivos para cada una de las reformas), para la teoría política (en cuanto que es una reflexión sobre los diversos sistemas experimentados en la ciudad, con sus virtudes y sus deficiencias) y para la filosofía, ya que todo el estudio está presidido por una perspectiva ética. Más información

  9. Dioniso y la diosa tierra

    COP $ 111.000
    Los filósofos nos han transmitido la razón griega; pero ha sido un dios, quien ha transmitido el pensamiento salvaje de Grecia.Este estudio de antropología histórica establece, a través de métodos minuciosos, que la materia prima del dionisismo es un sistema religioso muy antiguo que se sitúa bajo la tutela de la diosa Tierra. También otras divinidades, Dementer en primer lugar, conservan el mismo fondo bajo una apariencia de rituales secretos exclusivamente femeninos. Pero bajo esta forma, la religión de Tierra es a la vez salvada y marginada: se ve relegada al ámbito de las mujeres.Dioniso, en cambio, se da a todos. Es el dios a la vez trasgresor y central. Se rodea gustoso de mujeres, pero es también benéfico para los hombres, a los que permite encontrar al otro en si mismos. Gracias a él, Grecia dispondrá de su pasado lejano no sólo como de un rescoldo bajo las cenizas, sino como de una llama viva que se levanta, maravillosa y paradójica, en el presente positivo de la razón.Este estudio de antropología histórica establece, a través de métodos minuciosos, que la materia prima del dionisismo es un sistema religioso muy antiguo que se sitúa bajo la tutela de la diosa Tierra. También otras divinidades, Dementer en primer lugar, conservan el mismo fondo bajo una apariencia de rituales secretos exclusivamente femeninos. Pero bajo esta forma, la religión de Tierra es a la vez salvada y marginada: se ve relegada al ámbito de las mujeres.Dioniso, en cambio, se da a todos. Es el dios a la vez trasgresor y central. Se rodea gustoso de mujeres, pero es también benéfico para los hombres, a los que permite encontrar al otro en si mismos. Gracias a él, Grecia dispondrá de su pasado lejano no sólo como de un rescoldo bajo las cenizas, sino como de una llama viva que se levanta, maravillosa y paradójica, en el presente positivo de la razón.Dioniso, en cambio, se da a todos. Es el dios a la vez trasgresor y central. Se rodea gustoso de mujeres, pero es también benéfico para los hombres, a los que permite encontrar al otro en si mismos. Gracias a él, Grecia dispondrá de su pasado lejano no sólo como de un rescoldo bajo las cenizas, sino como de una llama viva que se levanta, maravillosa y paradójica, en el presente positivo de la razón. Más información
  10. Mujeres para la Historia. Figuras destacadas ...

    COP $ 64.000
    Próximo a cumplirse el primer lustro del siglo XXI, nadie debería atreverse hoy a negar el derecho, e incluso el deber, que las mujeres tienen a estar presentes en todos y cada uno de los ámbitos del vivir comunitario y hacerlo en igualdad con los hombres. Sin embargo, conviene recordar que no sólo son aún muchos los países que no aceptan tal axioma, sino que, en aquellos que sí lo hacen, su reconocimiento constituye un hecho cuya historia apenas se remonta, en el mejor de los casos, a la pasada centuria. La conmemoración en 2003 de los setenta años de la primera vez que las españolas participaron en unas elecciones generales 19 de noviembre de 1933 pareció ocasión adecuada para recordar, sobre todo a las generaciones más jóvenes, los acontecimientos que jalonan la conquista de sus derechos por parte de las mujeres y lanzar una mirada esperanzadora sobre el futuro. Con este fin de se organizó el Seminario Internacional «Mujer y espacio público en Europa. Siglos XVII-XXI», dirigido por Rosa Mª Capel, del que es trasunto este libro. A nadie escapa que la conquista de los derechos femeninos ha sido una empresa colectiva de mucha gente, pero no es menos cierto que a lo largo de su desarrollo ha habido ciertas figuras que han descollado por su fuerza, por su liderazgo, por la trascendencia de sus acciones y escritos, etc. Figuras cuya vida es un compendio de las dificultades de la empresa y de los apoyos recibidos. Es en esas personalidades en las que se detiene el presenta libro con el fin de llevar a los lectores la visión de los acontecimientos más importantes y, sobre todo, de algunas de sus principales protagonistas: Mary Wollstonecraft, Inés Joyes y Blake, Flora Trsitán, Emily Davies y Emilia Pardo Bazán.A nadie escapa que la conquista de los derechos femeninos ha sido una empresa colectiva de mucha gente, pero no es menos cierto que a lo largo de su desarrollo ha habido ciertas figuras que han descollado por su fuerza, por su liderazgo, por la trascendencia de sus acciones y escritos, etc. Figuras cuya vida es un compendio de las dificultades de la empresa y de los apoyos recibidos. Es en esas personalidades en las que se detiene el presenta libro con el fin de llevar a los lectores la visión de los acontecimientos más importantes y, sobre todo, de algunas de sus principales protagonistas: Mary Wollstonecraft, Inés Joyes y Blake, Flora Trsitán, Emily Davies y Emilia Pardo Bazán. Más información