Arte, Arquitectura, Diseño

  1. Terror tras la postmodernidad

    COP $ 74.000
    Los atentados artesanales y los bombardeos sofisticadamente electrónicos han sido mucho más eficaces y persuasivos que las consejas intelectuales para acabar de despertar de su sueño dogmático a la gente de la filosofía y del arte. Era el sueño (para algunos, un mal sueño) de la postmodernidad: esa extraña época que pretendía haber puesto punto final a todas las épocas, entre la arrogancia y las pietas, a base de acoger en su vasto seno estilos heteróclitos, construcciones sociales de la realidad o alegres proclamas de : apogeo planetario del , mientras buena parte del arte (o de sus restos) se dedicaba apaciguar una mala conciencia acumulativa transformando en horror listo para el consumo (que también y hoteles de diseño pertenece a su manera a la hinchada burbuja) el terror ante lo brotado de la tierra y a ella apegado. La banalidad chillona del arte posthistórico, postindustrial y postrimero de sí mismo. Ahora, el retorno del terror (del cual el terrorismo es sólo uno el más agresivo de los fenómenos que ascienden del Fondo-Fundamental) coloca al arte ante la difícil situación de intentar de nuevo la representación de lo irrepresentable. Pero ya no por sublime, sino por siniestro: por inhóspito. Volvemos a estar a la interperie (salvo los atentos a la Pantalla) We won: apogeo planetario del , mientras buena parte del arte (o de sus restos) se dedicaba apaciguar una mala conciencia acumulativa transformando en horror listo para el consumo (que también y hoteles de diseño pertenece a su manera a la hinchada burbuja) el terror ante lo brotado de la tierra y a ella apegado. La banalidad chillona del arte posthistórico, postindustrial y postrimero de sí mismo. Ahora, el retorno del terror (del cual el terrorismo es sólo uno el más agresivo de los fenómenos que ascienden del Fondo-Fundamental) coloca al arte ante la difícil situación de intentar de nuevo la representación de lo irrepresentable. Pero ya no por sublime, sino por siniestro: por inhóspito. Volvemos a estar a la interperie (salvo los atentos a la Pantalla) american way of life, mientras buena parte del arte (o de sus restos) se dedicaba apaciguar una mala conciencia acumulativa transformando en horror listo para el consumo (que también y hoteles de diseño pertenece a su manera a la hinchada burbuja) el terror ante lo brotado de la tierra y a ella apegado. La banalidad chillona del arte posthistórico, postindustrial y postrimero de sí mismo. Ahora, el retorno del terror (del cual el terrorismo es sólo uno el más agresivo de los fenómenos que ascienden del Fondo-Fundamental) coloca al arte ante la difícil situación de intentar de nuevo la representación de lo irrepresentable. Pero ya no por sublime, sino por siniestro: por inhóspito. Volvemos a estar a la interperie (salvo los atentos a la Pantalla) puppies, malls y hoteles de diseño pertenece a su manera a la hinchada burbuja) el terror ante lo brotado de la tierra y a ella apegado. La banalidad chillona del arte posthistórico, postindustrial y postrimero de sí mismo. Ahora, el retorno del terror (del cual el terrorismo es sólo uno el más agresivo de los fenómenos que ascienden del Fondo-Fundamental) coloca al arte ante la difícil situación de intentar de nuevo la representación de lo irrepresentable. Pero ya no por sublime, sino por siniestro: por inhóspito. Volvemos a estar a la interperie (salvo los atentos a la Pantalla) Más información