Detalles
Los atentados artesanales y los bombardeos sofisticadamente electrónicos han sido mucho más eficaces y persuasivos que las consejas intelectuales para acabar de despertar de su sueño dogmático a la gente de la filosofía y del arte. Era el sueño (para algunos, un mal sueño) de la postmodernidad: esa extraña época que pretendía haber puesto punto final a todas las épocas, entre la arrogancia y las pietas, a base de acoger en su vasto seno estilos heteróclitos, construcciones sociales de la realidad o alegres proclamas de : apogeo planetario del , mientras buena parte del arte (o de sus restos) se dedicaba apaciguar una mala conciencia acumulativa transformando en horror listo para el consumo (que también y hoteles de diseño pertenece a su manera a la hinchada burbuja) el terror ante lo brotado de la tierra y a ella apegado. La banalidad chillona del arte posthistórico, postindustrial y postrimero de sí mismo. Ahora, el retorno del terror (del cual el terrorismo es sólo uno el más agresivo de los fenómenos que ascienden del Fondo-Fundamental) coloca al arte ante la difícil situación de intentar de nuevo la representación de lo irrepresentable. Pero ya no por sublime, sino por siniestro: por inhóspito. Volvemos a estar a la interperie (salvo los atentos a la Pantalla) We won: apogeo planetario del , mientras buena parte del arte (o de sus restos) se dedicaba apaciguar una mala conciencia acumulativa transformando en horror listo para el consumo (que también y hoteles de diseño pertenece a su manera a la hinchada burbuja) el terror ante lo brotado de la tierra y a ella apegado. La banalidad chillona del arte posthistórico, postindustrial y postrimero de sí mismo. Ahora, el retorno del terror (del cual el terrorismo es sólo uno el más agresivo de los fenómenos que ascienden del Fondo-Fundamental) coloca al arte ante la difícil situación de intentar de nuevo la representación de lo irrepresentable. Pero ya no por sublime, sino por siniestro: por inhóspito. Volvemos a estar a la interperie (salvo los atentos a la Pantalla) american way of life, mientras buena parte del arte (o de sus restos) se dedicaba apaciguar una mala conciencia acumulativa transformando en horror listo para el consumo (que también y hoteles de diseño pertenece a su manera a la hinchada burbuja) el terror ante lo brotado de la tierra y a ella apegado. La banalidad chillona del arte posthistórico, postindustrial y postrimero de sí mismo. Ahora, el retorno del terror (del cual el terrorismo es sólo uno el más agresivo de los fenómenos que ascienden del Fondo-Fundamental) coloca al arte ante la difícil situación de intentar de nuevo la representación de lo irrepresentable. Pero ya no por sublime, sino por siniestro: por inhóspito. Volvemos a estar a la interperie (salvo los atentos a la Pantalla) puppies, malls y hoteles de diseño pertenece a su manera a la hinchada burbuja) el terror ante lo brotado de la tierra y a ella apegado. La banalidad chillona del arte posthistórico, postindustrial y postrimero de sí mismo. Ahora, el retorno del terror (del cual el terrorismo es sólo uno el más agresivo de los fenómenos que ascienden del Fondo-Fundamental) coloca al arte ante la difícil situación de intentar de nuevo la representación de lo irrepresentable. Pero ya no por sublime, sino por siniestro: por inhóspito. Volvemos a estar a la interperie (salvo los atentos a la Pantalla)
Información adicional
Distribuidor | Promolibro |
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Casa editorial | Abada Editores |
Año de Edición | 2008 |
Número de Páginas | 109 |
Idioma(s) | Español |
Alto y ancho | 12 x 16.5 |
Peso | 0.1200 |
Tipo Producto | libro |
Félix Duque
información no disponible.
Elaboración de la cuestión
Del terror frío al horro edificante
De la vanguardia terrorista al «comic» incendiario
Del peligro de disolución del arte en el chapoteo postmoderno
Buscando un modo de convivir en Nueva babel
Reseñas
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