Profesionales y Técnicos

  1. Identidad, subjetividad y lengua de origen

    COP $ 68.000
    Este libro toma algunos puntos ya esbozados en su libro anterior para profundizar en ellos. Como bien lo nota José Milmaniene, su interés principal reside en descubrir la filiación del discurso freudiano imbuido del discurso judío. La autora descubre similitudes entre ambos a partir de sus estudios de psicoanálisis y se dispone a analizarlas, investigarlas y relacionarlas. Hay puntos de contacto cabalísticos, bíblicos y talmúdicos.Este libro intenta mostrar hasta que punto el hombre es influenciado por su medio, por el horizonte cultural del lugar en que se educó y por la trasmisión en acto que abrevó en la tradición de sus ancestros.En su recorrido, el objetivo más importante reside en marcar la importancia de reconocer y aceptar aquello que forma parte de la identidad propia, de la construcción de la subjetividad. Y la idea que subyace en el texto es que no solo es innecesario, sino inútil y hasta imposible tratar de negar la procedencia: la misma que es impuesta.Con pacientes investigaciones y consultas en numerosas fuentes fidedignas, la autora recurre al libro fundante de la cultura occidental, la Biblia, como un soporte, que domina, para tomar distintos relatos que grafican claramente su decir, como cuando se refiere al mito de Caín y Abel se requería un largo trabajo de elaboración para lograr superar esta etapa de odio, fundado en un mecanismo forclusivo del Otro para luego arribar a una identidad basada en el respeto y el amor semejante.Poder-Curar para profundizar en ellos. Como bien lo nota José Milmaniene, su interés principal reside en descubrir la filiación del discurso freudiano imbuido del discurso judío. La autora descubre similitudes entre ambos a partir de sus estudios de psicoanálisis y se dispone a analizarlas, investigarlas y relacionarlas. Hay puntos de contacto cabalísticos, bíblicos y talmúdicos.Este libro intenta mostrar hasta que punto el hombre es influenciado por su medio, por el horizonte cultural del lugar en que se educó y por la trasmisión en acto que abrevó en la tradición de sus ancestros.En su recorrido, el objetivo más importante reside en marcar la importancia de reconocer y aceptar aquello que forma parte de la identidad propia, de la construcción de la subjetividad. Y la idea que subyace en el texto es que no solo es innecesario, sino inútil y hasta imposible tratar de negar la procedencia: la misma que es impuesta.Con pacientes investigaciones y consultas en numerosas fuentes fidedignas, la autora recurre al libro fundante de la cultura occidental, la Biblia, como un soporte, que domina, para tomar distintos relatos que grafican claramente su decir, como cuando se refiere al mito de Caín y Abel se requería un largo trabajo de elaboración para lograr superar esta etapa de odio, fundado en un mecanismo forclusivo del Otro para luego arribar a una identidad basada en el respeto y el amor semejante.Este libro intenta mostrar hasta que punto el hombre es influenciado por su medio, por el horizonte cultural del lugar en que se educó y por la trasmisión en acto que abrevó en la tradición de sus ancestros.En su recorrido, el objetivo más importante reside en marcar la importancia de reconocer y aceptar aquello que forma parte de la identidad propia, de la construcción de la subjetividad. Y la idea que subyace en el texto es que no solo es innecesario, sino inútil y hasta imposible tratar de negar la procedencia: la misma que es impuesta.Con pacientes investigaciones y consultas en numerosas fuentes fidedignas, la autora recurre al libro fundante de la cultura occidental, la Biblia, como un soporte, que domina, para tomar distintos relatos que grafican claramente su decir, como cuando se refiere al mito de Caín y Abel se requería un largo trabajo de elaboración para lograr superar esta etapa de odio, fundado en un mecanismo forclusivo del Otro para luego arribar a una identidad basada en el respeto y el amor semejante.En su recorrido, el objetivo más importante reside en marcar la importancia de reconocer y aceptar aquello que forma parte de la identidad propia, de la construcción de la subjetividad. Y la idea que subyace en el texto es que no solo es innecesario, sino inútil y hasta imposible tratar de negar la procedencia: la misma que es impuesta.Con pacientes investigaciones y consultas en numerosas fuentes fidedignas, la autora recurre al libro fundante de la cultura occidental, la Biblia, como un soporte, que domina, para tomar distintos relatos que grafican claramente su decir, como cuando se refiere al mito de Caín y Abel se requería un largo trabajo de elaboración para lograr superar esta etapa de odio, fundado en un mecanismo forclusivo del Otro para luego arribar a una identidad basada en el respeto y el amor semejante.Con pacientes investigaciones y consultas en numerosas fuentes fidedignas, la autora recurre al libro fundante de la cultura occidental, la Biblia, como un soporte, que domina, para tomar distintos relatos que grafican claramente su decir, como cuando se refiere al mito de Caín y Abel se requería un largo trabajo de elaboración para lograr superar esta etapa de odio, fundado en un mecanismo forclusivo del Otro para luego arribar a una identidad basada en el respeto y el amor semejante. 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  2. Política de la ilusión

    COP $ 66.000
    Como lo cotidiano, este libro no es prolijo. Está lleno de líneas de fuga. Confunde. A la vez, es un diálogo del autor con InternetNautas y lectores. Exige más de una lectura, pues no tiene un sentido. Incluso, quizás carezca de claridad. ¿Qué hay detrás del telón negro de una escena del lenguajeEste libro no sólo habla para adentro y se contradice, sino que recrea e indaga tanto sus postulados como la realidad que lo gestó. Por sobre las formas, este libro presenta un contenido polémico, que atraviesa tanto los lugares comunes del pensar la política, como los paradigmas establecidos, avanzando cuestionamientos sobre dobles discursos y supuestas certezas. Escena en la que es desarrollada una temática que dice por sí misma.Este libro no sólo habla para adentro y se contradice, sino que recrea e indaga tanto sus postulados como la realidad que lo gestó. Por sobre las formas, este libro presenta un contenido polémico, que atraviesa tanto los lugares comunes del pensar la política, como los paradigmas establecidos, avanzando cuestionamientos sobre dobles discursos y supuestas certezas. Escena en la que es desarrollada una temática que dice por sí misma.Por sobre las formas, este libro presenta un contenido polémico, que atraviesa tanto los lugares comunes del pensar la política, como los paradigmas establecidos, avanzando cuestionamientos sobre dobles discursos y supuestas certezas. Escena en la que es desarrollada una temática que dice por sí misma. Más información
  3. Solicitar

    Capitalismo (disciplinario) de redes y cultura (global) del miedo

    Capitalismo (disciplinario) de redes y cultur...

    Sin existencias

    COP $ 66.000
    La incitación mediática del miedo al otro como enemigo potencial entraña hoy el núcleo principal desde el que se están reestructurando los resortes de poder de una democracia reducida, en el fondo y también en la forma, a los residuos inoperantes de su propia simulación engañosa. El medio, como poder , en la medida en que se generaliza como argumento central de esa cultura crecientemente globalizada en los adentros-afueras del Capitalismo (Disciplinario) de Redes, es descrito aquí como elemento regulador del nuevo juego de interracciones predominante en un nuevo esquema social transmoderno, transterritorial y potestatal. Enclavado en un paradigma social sistémico-relacional, el miedo refuerza su poder disciplinante en su dinámicas comunicacionales de los medios globales; y, en segundo lugar, con los efectos opresivos de la fantasía consumista.En síntesis, el Miedo al Otro y lo Otro es el conformador mismo de una sociedad (global) abocada a su infinita autoreproducción normalizadora. Lo cual da vida a unos sujetos atrapados en un imposible esencialismo, que encuentran su antidialógica razón de ser en la desconfianza, y en el violento rechazo de todo lo que no encaja en esa identidad replegada sobre sí misma en la ignorancia (atroz) de su propia rareza extrametafísica y extramoral: las propias víctimas del fenómeno de la globalización neoliberal.emplazante, en la medida en que se generaliza como argumento central de esa cultura crecientemente globalizada en los adentros-afueras del Capitalismo (Disciplinario) de Redes, es descrito aquí como elemento regulador del nuevo juego de interracciones predominante en un nuevo esquema social transmoderno, transterritorial y potestatal. Enclavado en un paradigma social sistémico-relacional, el miedo refuerza su poder disciplinante en su dinámicas comunicacionales de los medios globales; y, en segundo lugar, con los efectos opresivos de la fantasía consumista.En síntesis, el Miedo al Otro y lo Otro es el conformador mismo de una sociedad (global) abocada a su infinita autoreproducción normalizadora. Lo cual da vida a unos sujetos atrapados en un imposible esencialismo, que encuentran su antidialógica razón de ser en la desconfianza, y en el violento rechazo de todo lo que no encaja en esa identidad replegada sobre sí misma en la ignorancia (atroz) de su propia rareza extrametafísica y extramoral: las propias víctimas del fenómeno de la globalización neoliberal.Enclavado en un paradigma social sistémico-relacional, el miedo refuerza su poder disciplinante en su dinámicas comunicacionales de los medios globales; y, en segundo lugar, con los efectos opresivos de la fantasía consumista.En síntesis, el Miedo al Otro y lo Otro es el conformador mismo de una sociedad (global) abocada a su infinita autoreproducción normalizadora. Lo cual da vida a unos sujetos atrapados en un imposible esencialismo, que encuentran su antidialógica razón de ser en la desconfianza, y en el violento rechazo de todo lo que no encaja en esa identidad replegada sobre sí misma en la ignorancia (atroz) de su propia rareza extrametafísica y extramoral: las propias víctimas del fenómeno de la globalización neoliberal.En síntesis, el Miedo al Otro y lo Otro es el conformador mismo de una sociedad (global) abocada a su infinita autoreproducción normalizadora. Lo cual da vida a unos sujetos atrapados en un imposible esencialismo, que encuentran su antidialógica razón de ser en la desconfianza, y en el violento rechazo de todo lo que no encaja en esa identidad replegada sobre sí misma en la ignorancia (atroz) de su propia rareza extrametafísica y extramoral: las propias víctimas del fenómeno de la globalización neoliberal. Más información

  4. Condorcet. Instituir al ciudadano

    COP $ 61.000
    El autor analiza la urgencia, provocada por la Revolución Francesa (1789) y por la Declaración de los Derechos Humanos, de instituir la ciudadanía. Lo que al autor se le presentó no solo como tarea, sino como una exigencia del pensamiento y de la acción que encierra una contradicción: para instituir al ciudadano es necesaria la educación para la ciudadanía, y para que la educación cívica sea posible, educador y educado deben ser ya ciudadanos. Este libro muestra cómo esta dificultad fue pensada a través de distintos conceptos de filosofía política (un espacio público condorcetiano, un espacio público rousseauista, dos concepciones diferentes de la nación) en los proyectos de instrucción pública y de educación nacional presentados en la Asamblea.Condorcet, dice el autor logra salir de esta dificultad e inscribe esta institución (que compromete a todos los ciudadanos, pero sin instrucción son incapaces de darse cuenta de ello) en una historia general de las luces y de la libertad: en su teoría del progreso. Es el régimen político republicano (que orientará los destinos de la Revolución) el que al garantiza la libertad y la igualdad hace posible proyectar en toda su potencia la expresión instituir al ciudadano.Con un mismo gesto, Condorcet funda dos ideas. La idea de la República y la de la escuela republicana. Toma el concepto de ciudadano de la distinción que hace Rousseau entre súbdito y ciudadano, pero define su institución de manera novedosa. Instituir significa instruir a los niños, con lo cual los significados de fundar e instruir se unen. Propone una responsabilidad compartida de quienes instituyen (los revolucionarios) y de los sucesores: la idea de institución, es entonces, un llamado a ser fiel a los valores que sustentan a la instrucción pública y a la República. Instituir al ciudadano (mediante la instrucción pública) es condición de posibilidad de la República y también dirigirse a las generaciones siguientes, pensar en la República que viene.Condorcet se sumerge en el mundo político de la Revolución como un intelectual: con las exigencias de la acción pero pensando teóricamente el mundo en que vive: ¿cómo ligar la libertad y la igualdad, ¿qué escuela para la Revolución Sus respuestas se prolongan en proposiciones institucionales: su esfuerzo teórico se vuelca al plano pedagógico, y la institución del ciudadano será instrucción pública, que inscribe la preocupación por el futuro en el corazón del proyecto republicano. La ciudadanía así instituida debe ser crítica, los futuros ciudadanos no deben ser rehenes de los prejuicios de las generaciones precedentes. La educación cívica no debe constituirse en un catecismo republicano: a las leyes hay que amarlas, pero no se debe poder criticarlas y revisarlas, aunque la decisión de enseñar las leyes, las instituciones y la declaración de derechos es un acto de ciudadanía. Los saberes de cada época deben contribuir a formar el juicio crítico de los ciudadanos. La fraternidad para este autor es el respeto mutuo que se tienen los ciudadanos ilustrados, a quienes su pasaje por los saberes ha ayudado a instituir su propia autonomía. Son las Luces las que permiten adquirir el hábito de ponerse de acuerdo sobre sus intereses comunes , no ser meros militantes (propagar opiniones) ni ofrecerse a un partido. El autor permite revisar esta versión democrática de la relación entre moral y política, ejemplo republicano del humanismos de las Luces, del filósofo que creyó deber de la Razón pensar la libertad para que la Razón no se convierta en terror, que enseña que el futuro del régimen republicano está en la escuela, que nos pone juntos y permite unir la virtud política, la búsqueda de la verdad y la libertad.Este libro muestra cómo esta dificultad fue pensada a través de distintos conceptos de filosofía política (un espacio público condorcetiano, un espacio público rousseauista, dos concepciones diferentes de la nación) en los proyectos de instrucción pública y de educación nacional presentados en la Asamblea.Condorcet, dice el autor logra salir de esta dificultad e inscribe esta institución (que compromete a todos los ciudadanos, pero sin instrucción son incapaces de darse cuenta de ello) en una historia general de las luces y de la libertad: en su teoría del progreso. Es el régimen político republicano (que orientará los destinos de la Revolución) el que al garantiza la libertad y la igualdad hace posible proyectar en toda su potencia la expresión instituir al ciudadano.Con un mismo gesto, Condorcet funda dos ideas. La idea de la República y la de la escuela republicana. Toma el concepto de ciudadano de la distinción que hace Rousseau entre súbdito y ciudadano, pero define su institución de manera novedosa. Instituir significa instruir a los niños, con lo cual los significados de fundar e instruir se unen. Propone una responsabilidad compartida de quienes instituyen (los revolucionarios) y de los sucesores: la idea de institución, es entonces, un llamado a ser fiel a los valores que sustentan a la instrucción pública y a la República. Instituir al ciudadano (mediante la instrucción pública) es condición de posibilidad de la República y también dirigirse a las generaciones siguientes, pensar en la República que viene.Condorcet se sumerge en el mundo político de la Revolución como un intelectual: con las exigencias de la acción pero pensando teóricamente el mundo en que vive: ¿cómo ligar la libertad y la igualdad, ¿qué escuela para la Revolución Sus respuestas se prolongan en proposiciones institucionales: su esfuerzo teórico se vuelca al plano pedagógico, y la institución del ciudadano será instrucción pública, que inscribe la preocupación por el futuro en el corazón del proyecto republicano. La ciudadanía así instituida debe ser crítica, los futuros ciudadanos no deben ser rehenes de los prejuicios de las generaciones precedentes. La educación cívica no debe constituirse en un catecismo republicano: a las leyes hay que amarlas, pero no se debe poder criticarlas y revisarlas, aunque la decisión de enseñar las leyes, las instituciones y la declaración de derechos es un acto de ciudadanía. Los saberes de cada época deben contribuir a formar el juicio crítico de los ciudadanos. La fraternidad para este autor es el respeto mutuo que se tienen los ciudadanos ilustrados, a quienes su pasaje por los saberes ha ayudado a instituir su propia autonomía. Son las Luces las que permiten adquirir el hábito de ponerse de acuerdo sobre sus intereses comunes , no ser meros militantes (propagar opiniones) ni ofrecerse a un partido. El autor permite revisar esta versión democrática de la relación entre moral y política, ejemplo republicano del humanismos de las Luces, del filósofo que creyó deber de la Razón pensar la libertad para que la Razón no se convierta en terror, que enseña que el futuro del régimen republicano está en la escuela, que nos pone juntos y permite unir la virtud política, la búsqueda de la verdad y la libertad.Condorcet, dice el autor logra salir de esta dificultad e inscribe esta institución (que compromete a todos los ciudadanos, pero sin instrucción son incapaces de darse cuenta de ello) en una historia general de las luces y de la libertad: en su teoría del progreso. Es el régimen político republicano (que orientará los destinos de la Revolución) el que al garantiza la libertad y la igualdad hace posible proyectar en toda su potencia la expresión instituir al ciudadano.Con un mismo gesto, Condorcet funda dos ideas. La idea de la República y la de la escuela republicana. Toma el concepto de ciudadano de la distinción que hace Rousseau entre súbdito y ciudadano, pero define su institución de manera novedosa. Instituir significa instruir a los niños, con lo cual los significados de fundar e instruir se unen. Propone una responsabilidad compartida de quienes instituyen (los revolucionarios) y de los sucesores: la idea de institución, es entonces, un llamado a ser fiel a los valores que sustentan a la instrucción pública y a la República. Instituir al ciudadano (mediante la instrucción pública) es condición de posibilidad de la República y también dirigirse a las generaciones siguientes, pensar en la República que viene.Condorcet se sumerge en el mundo político de la Revolución como un intelectual: con las exigencias de la acción pero pensando teóricamente el mundo en que vive: ¿cómo ligar la libertad y la igualdad, ¿qué escuela para la Revolución Sus respuestas se prolongan en proposiciones institucionales: su esfuerzo teórico se vuelca al plano pedagógico, y la institución del ciudadano será instrucción pública, que inscribe la preocupación por el futuro en el corazón del proyecto republicano. La ciudadanía así instituida debe ser crítica, los futuros ciudadanos no deben ser rehenes de los prejuicios de las generaciones precedentes. La educación cívica no debe constituirse en un catecismo republicano: a las leyes hay que amarlas, pero no se debe poder criticarlas y revisarlas, aunque la decisión de enseñar las leyes, las instituciones y la declaración de derechos es un acto de ciudadanía. Los saberes de cada época deben contribuir a formar el juicio crítico de los ciudadanos. La fraternidad para este autor es el respeto mutuo que se tienen los ciudadanos ilustrados, a quienes su pasaje por los saberes ha ayudado a instituir su propia autonomía. Son las Luces las que permiten adquirir el hábito de ponerse de acuerdo sobre sus intereses comunes , no ser meros militantes (propagar opiniones) ni ofrecerse a un partido. El autor permite revisar esta versión democrática de la relación entre moral y política, ejemplo republicano del humanismos de las Luces, del filósofo que creyó deber de la Razón pensar la libertad para que la Razón no se convierta en terror, que enseña que el futuro del régimen republicano está en la escuela, que nos pone juntos y permite unir la virtud política, la búsqueda de la verdad y la libertad.Con un mismo gesto, Condorcet funda dos ideas. La idea de la República y la de la escuela republicana. Toma el concepto de ciudadano de la distinción que hace Rousseau entre súbdito y ciudadano, pero define su institución de manera novedosa. Instituir significa instruir a los niños, con lo cual los significados de fundar e instruir se unen. Propone una responsabilidad compartida de quienes instituyen (los revolucionarios) y de los sucesores: la idea de institución, es entonces, un llamado a ser fiel a los valores que sustentan a la instrucción pública y a la República. Instituir al ciudadano (mediante la instrucción pública) es condición de posibilidad de la República y también dirigirse a las generaciones siguientes, pensar en la República que viene.Condorcet se sumerge en el mundo político de la Revolución como un intelectual: con las exigencias de la acción pero pensando teóricamente el mundo en que vive: ¿cómo ligar la libertad y la igualdad, ¿qué escuela para la Revolución Sus respuestas se prolongan en proposiciones institucionales: su esfuerzo teórico se vuelca al plano pedagógico, y la institución del ciudadano será instrucción pública, que inscribe la preocupación por el futuro en el corazón del proyecto republicano. La ciudadanía así instituida debe ser crítica, los futuros ciudadanos no deben ser rehenes de los prejuicios de las generaciones precedentes. La educación cívica no debe constituirse en un catecismo republicano: a las leyes hay que amarlas, pero no se debe poder criticarlas y revisarlas, aunque la decisión de enseñar las leyes, las instituciones y la declaración de derechos es un acto de ciudadanía. Los saberes de cada época deben contribuir a formar el juicio crítico de los ciudadanos. La fraternidad para este autor es el respeto mutuo que se tienen los ciudadanos ilustrados, a quienes su pasaje por los saberes ha ayudado a instituir su propia autonomía. Son las Luces las que permiten adquirir el hábito de ponerse de acuerdo sobre sus intereses comunes , no ser meros militantes (propagar opiniones) ni ofrecerse a un partido. El autor permite revisar esta versión democrática de la relación entre moral y política, ejemplo republicano del humanismos de las Luces, del filósofo que creyó deber de la Razón pensar la libertad para que la Razón no se convierta en terror, que enseña que el futuro del régimen republicano está en la escuela, que nos pone juntos y permite unir la virtud política, la búsqueda de la verdad y la libertad.Condorcet se sumerge en el mundo político de la Revolución como un intelectual: con las exigencias de la acción pero pensando teóricamente el mundo en que vive: ¿cómo ligar la libertad y la igualdad, ¿qué escuela para la Revolución Sus respuestas se prolongan en proposiciones institucionales: su esfuerzo teórico se vuelca al plano pedagógico, y la institución del ciudadano será instrucción pública, que inscribe la preocupación por el futuro en el corazón del proyecto republicano. La ciudadanía así instituida debe ser crítica, los futuros ciudadanos no deben ser rehenes de los prejuicios de las generaciones precedentes. La educación cívica no debe constituirse en un catecismo republicano: a las leyes hay que amarlas, pero no se debe poder criticarlas y revisarlas, aunque la decisión de enseñar las leyes, las instituciones y la declaración de derechos es un acto de ciudadanía. Los saberes de cada época deben contribuir a formar el juicio crítico de los ciudadanos. La fraternidad para este autor es el respeto mutuo que se tienen los ciudadanos ilustrados, a quienes su pasaje por los saberes ha ayudado a instituir su propia autonomía. Son las Luces las que permiten adquirir el hábito de ponerse de acuerdo sobre sus intereses comunes , no ser meros militantes (propagar opiniones) ni ofrecerse a un partido. El autor permite revisar esta versión democrática de la relación entre moral y política, ejemplo republicano del humanismos de las Luces, del filósofo que creyó deber de la Razón pensar la libertad para que la Razón no se convierta en terror, que enseña que el futuro del régimen republicano está en la escuela, que nos pone juntos y permite unir la virtud política, la búsqueda de la verdad y la libertad. La ciudadanía así instituida debe ser crítica, los futuros ciudadanos no deben ser rehenes de los prejuicios de las generaciones precedentes. La educación cívica no debe constituirse en un catecismo republicano: a las leyes hay que amarlas, pero no se debe poder criticarlas y revisarlas, aunque la decisión de enseñar las leyes, las instituciones y la declaración de derechos es un acto de ciudadanía. Los saberes de cada época deben contribuir a formar el juicio crítico de los ciudadanos. La fraternidad para este autor es el respeto mutuo que se tienen los ciudadanos ilustrados, a quienes su pasaje por los saberes ha ayudado a instituir su propia autonomía. Son las Luces las que permiten adquirir el hábito de ponerse de acuerdo sobre sus intereses comunes , no ser meros militantes (propagar opiniones) ni ofrecerse a un partido. El autor permite revisar esta versión democrática de la relación entre moral y política, ejemplo republicano del humanismos de las Luces, del filósofo que creyó deber de la Razón pensar la libertad para que la Razón no se convierta en terror, que enseña que el futuro del régimen republicano está en la escuela, que nos pone juntos y permite unir la virtud política, la búsqueda de la verdad y la libertad.Son las Luces las que permiten adquirir el hábito de ponerse de acuerdo sobre sus intereses comunes , no ser meros militantes (propagar opiniones) ni ofrecerse a un partido. El autor permite revisar esta versión democrática de la relación entre moral y política, ejemplo republicano del humanismos de las Luces, del filósofo que creyó deber de la Razón pensar la libertad para que la Razón no se convierta en terror, que enseña que el futuro del régimen republicano está en la escuela, que nos pone juntos y permite unir la virtud política, la búsqueda de la verdad y la libertad. Más información
  5. Culturas juveniles y rock. Una forma de abord...

    COP $ 61.000
    ¿Cuál es el alcance de las letras de las canciones de rock para avanzar en la conciencia de la Historia y de su estudio Aquí, las autoras trabajan una forma de abordaje de las ciencias sociales a través de la enunciación de las letras del rock en un texto que se completa con guías de trabajo, letras de las canciones y la apuesta teórica de una experiencia de trabajo compartida.Nota: para mayor información, porfavor consulte la taba de contenido.Nota: para mayor información, porfavor consulte la taba de contenido. Más información
  6. Filosofía educación, y sociedad global

    COP $ 71.000
    La UNESCO fiel a su tradición, promueve la filosofía, el filosofar, el aprendizaje y la enseñanza de esta disciplina especialmente en diálogo con las ciencias sociales y humanas, a través de temas clave para la humanidad, así como para regiones, países y grupos sociales.La realización de este libro tiene un carácter regional, lo que conduce a repensar una conciencia histórica, un modelo cultural y su problematicidad anclada en América del Sur.Desde registros simbólicos que caracterizan a la sociedad global, se trata de metabolizar los procesos y el impacto producido en las subjetividades a través de la educación filosófica.Intentado humanizar las prácticas a través de las mediaciones simbólicas de los procesos históricos-sociales y señalando en las consecuencias y en los efectos no deseados, la filosofía como disciplina de síntesis aparece articulando las representaciones sociales, la construcción social de los conocimientos y las actividades portadoras de valores.La proliferación de productos de identidades reactivas que sumergen a la comunidad en incertidumbre, riesgo y fragmentación, plantea perplejidades ante las que la educación está convocada a procurar sujetos problematizadores, críticos y autónomos.El lector puede acceder a reflexiones agudas y variadas a cargo de prestigios intelectuales de primer nivel y de repercusión regional e internacional convocados para postular otros lugares desde donde puede ser pensada la sociedad global.La realización de este libro tiene un carácter regional, lo que conduce a repensar una conciencia histórica, un modelo cultural y su problematicidad anclada en América del Sur.Desde registros simbólicos que caracterizan a la sociedad global, se trata de metabolizar los procesos y el impacto producido en las subjetividades a través de la educación filosófica.Intentado humanizar las prácticas a través de las mediaciones simbólicas de los procesos históricos-sociales y señalando en las consecuencias y en los efectos no deseados, la filosofía como disciplina de síntesis aparece articulando las representaciones sociales, la construcción social de los conocimientos y las actividades portadoras de valores.La proliferación de productos de identidades reactivas que sumergen a la comunidad en incertidumbre, riesgo y fragmentación, plantea perplejidades ante las que la educación está convocada a procurar sujetos problematizadores, críticos y autónomos.El lector puede acceder a reflexiones agudas y variadas a cargo de prestigios intelectuales de primer nivel y de repercusión regional e internacional convocados para postular otros lugares desde donde puede ser pensada la sociedad global.Desde registros simbólicos que caracterizan a la sociedad global, se trata de metabolizar los procesos y el impacto producido en las subjetividades a través de la educación filosófica.Intentado humanizar las prácticas a través de las mediaciones simbólicas de los procesos históricos-sociales y señalando en las consecuencias y en los efectos no deseados, la filosofía como disciplina de síntesis aparece articulando las representaciones sociales, la construcción social de los conocimientos y las actividades portadoras de valores.La proliferación de productos de identidades reactivas que sumergen a la comunidad en incertidumbre, riesgo y fragmentación, plantea perplejidades ante las que la educación está convocada a procurar sujetos problematizadores, críticos y autónomos.El lector puede acceder a reflexiones agudas y variadas a cargo de prestigios intelectuales de primer nivel y de repercusión regional e internacional convocados para postular otros lugares desde donde puede ser pensada la sociedad global.Intentado humanizar las prácticas a través de las mediaciones simbólicas de los procesos históricos-sociales y señalando en las consecuencias y en los efectos no deseados, la filosofía como disciplina de síntesis aparece articulando las representaciones sociales, la construcción social de los conocimientos y las actividades portadoras de valores.La proliferación de productos de identidades reactivas que sumergen a la comunidad en incertidumbre, riesgo y fragmentación, plantea perplejidades ante las que la educación está convocada a procurar sujetos problematizadores, críticos y autónomos.El lector puede acceder a reflexiones agudas y variadas a cargo de prestigios intelectuales de primer nivel y de repercusión regional e internacional convocados para postular otros lugares desde donde puede ser pensada la sociedad global.La proliferación de productos de identidades reactivas que sumergen a la comunidad en incertidumbre, riesgo y fragmentación, plantea perplejidades ante las que la educación está convocada a procurar sujetos problematizadores, críticos y autónomos.El lector puede acceder a reflexiones agudas y variadas a cargo de prestigios intelectuales de primer nivel y de repercusión regional e internacional convocados para postular otros lugares desde donde puede ser pensada la sociedad global.El lector puede acceder a reflexiones agudas y variadas a cargo de prestigios intelectuales de primer nivel y de repercusión regional e internacional convocados para postular otros lugares desde donde puede ser pensada la sociedad global. 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