Profesionales y Técnicos

  1. Desde la experiencia del pensar

    COP $ 88.000
    El autor presenta en una seria de poemas y aforismos escritos en 1947, en una época de recogimiento personal en la que el filósofo se refugió en su cabaña de Todtnauberg, en la selva negra, dos años después de que las autoridades francesas de ocupación le hubiesen reiterado la (hasta 1951) y tuviera que dejar su cátedra de filosofía. A pesar de su brevedad, estos textos recogen la mayor parte de los conceptos fundamentales del pensamiento heideggeriano, con toda su profundidad aparentemente liviana, con la fuerza y la tensión de la sencillez rotunda. El texto se acompaña de once fotografías de la cabaña de Todtnauberg y alrededores, así como de un interesante y clarificador glosario de términos de Félix Duque. Desde la experiencia del pensar una seria de poemas y aforismos escritos en 1947, en una época de recogimiento personal en la que el filósofo se refugió en su cabaña de Todtnauberg, en la selva negra, dos años después de que las autoridades francesas de ocupación le hubiesen reiterado la (hasta 1951) y tuviera que dejar su cátedra de filosofía. A pesar de su brevedad, estos textos recogen la mayor parte de los conceptos fundamentales del pensamiento heideggeriano, con toda su profundidad aparentemente liviana, con la fuerza y la tensión de la sencillez rotunda. El texto se acompaña de once fotografías de la cabaña de Todtnauberg y alrededores, así como de un interesante y clarificador glosario de términos de Félix Duque.venia docendi (hasta 1951) y tuviera que dejar su cátedra de filosofía. A pesar de su brevedad, estos textos recogen la mayor parte de los conceptos fundamentales del pensamiento heideggeriano, con toda su profundidad aparentemente liviana, con la fuerza y la tensión de la sencillez rotunda. El texto se acompaña de once fotografías de la cabaña de Todtnauberg y alrededores, así como de un interesante y clarificador glosario de términos de Félix Duque. Más información
  2. Solicitar

    Sobre la estupidez

    Sobre la estupidez

    Sin existencias

    COP $ 76.000
    Los sabios normalmente prefieren hablar sobre la sabiduría en lugar de sobre la estupidez. En consecuencia, cuando el «discípulo de Hegel y profesor en la Universidad de Halle» Joh. Ed. Erdmann anuncia en 1866 su tema, éste es recibido con carcajadas. ¿Por qué Una de las razones, tal como el propio Erdmann reconoce, podría ser que el tema de la estupidez recuerda los propios defectos. Volverse «sensato» es un largo proceso: en la estupidez se percibe un poco «los sonidos de la antigua patria, que agradan como el dialecto patrimonio largamente no escuchado». De esta manera, la persona se ríe con cierta melancolía: así ha sido cada uno, o «esto pudo haber pasado de niños». Y al mismo tiempo se encuentra placer en las estupideces, porque ellas son la prueba directa de que se ha abandonado ese estadio.Pero la estupidez también puede enfadar. Al ser precisamente la expresión de la ignorancia y la inmadurez, despierta impaciencia en aquellos que tienen una completa y libre disposición sobre su capacidad de juicio. De hecho, determinadas formas de estupidez, en tanto que no están al servicio de la superioridad y del juicio de los «poderosos» (Musil), ya no se experimentan como divertidas, sino como expresión de insolencia, impertinencia, grosería, etc. Los propios estúpidos se encuentran indefensos, y a menudo son objeto de todo tipo de groserías. El autor escribe que «su evidente falta de resistencia excita ferozmente la imaginación como el olor de la sangre el deseo de caza».¿De dónde proviene esa irritación, esa impaciencia y esa «crueldad enfermiza» ¿Es quizá que el «poderoso» ya no está tan seguro de su superioridad ¿No se sentirá el «poderoso», ese que está segurp de la verdad y de su capacidad para encontrarla en todas las circunstancias, amenazado por la estupidez No puede ser casualidad que toda la gran literatura haya sentido siempre una fascinación especial por lo grotesco, lo idiota o lo estúpido en el sentido más extremo de la palabra. Pero la estupidez también puede enfadar. Al ser precisamente la expresión de la ignorancia y la inmadurez, despierta impaciencia en aquellos que tienen una completa y libre disposición sobre su capacidad de juicio. De hecho, determinadas formas de estupidez, en tanto que no están al servicio de la superioridad y del juicio de los «poderosos» (Musil), ya no se experimentan como divertidas, sino como expresión de insolencia, impertinencia, grosería, etc. Los propios estúpidos se encuentran indefensos, y a menudo son objeto de todo tipo de groserías. El autor escribe que «su evidente falta de resistencia excita ferozmente la imaginación como el olor de la sangre el deseo de caza».¿De dónde proviene esa irritación, esa impaciencia y esa «crueldad enfermiza» ¿Es quizá que el «poderoso» ya no está tan seguro de su superioridad ¿No se sentirá el «poderoso», ese que está segurp de la verdad y de su capacidad para encontrarla en todas las circunstancias, amenazado por la estupidez No puede ser casualidad que toda la gran literatura haya sentido siempre una fascinación especial por lo grotesco, lo idiota o lo estúpido en el sentido más extremo de la palabra. ¿De dónde proviene esa irritación, esa impaciencia y esa «crueldad enfermiza» ¿Es quizá que el «poderoso» ya no está tan seguro de su superioridad ¿No se sentirá el «poderoso», ese que está segurp de la verdad y de su capacidad para encontrarla en todas las circunstancias, amenazado por la estupidez No puede ser casualidad que toda la gran literatura haya sentido siempre una fascinación especial por lo grotesco, lo idiota o lo estúpido en el sentido más extremo de la palabra. Más información