Literatura

  1. El ejército de un hombre solo

    COP $ 37.000
    El protagonista de esta historia, y sus amigos todos inmigrantes judíos-rusos en Brasil, amantes de Walt Whitmean y Rosa Luxemburgo, emprenden la formación de una colonia socialista, a semejanza de la región judía autónoma que el gobierno soviético estableció en 1982 en Birobidján, Siberia Oriental. Para Meyer la misión era clara: habrá un mástil en el que flameará la bandera de la Nueva Birobidján. Sembrarían porotos y maíz. Tratarían a los vegetales como amigos, como aliados de la gran empresa. Criarían un cerdo, el Compañero cerdo; una cabra, la Compañera cabra; una gallina, la Compañera gallina. Tendrían que esforzarse por simpatizar con los compañeros animales, y el que no, debería hacerse al autocrítica. Vivirían en chozas, instalarían el Palacio de Cultura, y también la colonia tendría un diario, iniciándose así la constricción de la nueva sociedad. Con aliento quijotesco y una atmósfera mesiánica esta narración va desarrollando la saga del Capitán Birobidján, el solitario predicador de un mundo mejor; su loco humor, sus sueños mágicos, su delirante y contradictoria obsesión redentora, hacen de este libro una grata invitación a una lectura divertida, conmovedora y apasionante. Más información
  2. Pisagua. La semilla en la arena

    COP $ 83.000
    En esta novela el autor lleva a la literatura a dar cuenta de uno de sus hitos de vergüenza y dolor de la historia de Chile. Bajo el gobierno de Gabriel González Videla se promulgó la Ley de defensa de la democracia, rebautizada por el pueblo como la ley maldita , que puso en la ilegalidad al Partido Comunista: así se persiguió a hombres y mujeres, y dos mil de ellos fueron regalados al primer campo de concentración en Chile: Pisagua.Se podría decir que esta es una crónica pública y secreta de una experiencia que se convirtió en una epopeya, protagonizada por la humildad de trabajadores de las minas y las fábricas, de dirigentes sindicales, de profesores primarios, de dueñas de casa, de jóvenes y viejos, que en las duras condiciones climáticas, físicas y morales tuvieron también que enfrentarse a la mezquindad, el temor, las flaquezas de lo humano y con ello a través de los principios, los valores y el sentirse parte de un cuerpo que está más alla del propio, supieron hacer de esta una experiencia y ejemplo que potenciaba la fraternidad y el compromiso con la vida, con una sociedad más justa y humana.Para Neruda esta obra era inicial y augural de lo que se le pide al novelista y al poeta, que no solo sea un hombre de nuestro tiempo sino para todos los tiempos , pero en ese momento el gran vate no sabía que esta obra, iba a ser también augural en cuanto al destino que para otros hombres tenía reservado Pisagua, con su reinauguración como campo de concentración con posterioridad al golpe militar de 1973 que enterró por muchos años a la democracia.Se podría decir que esta es una crónica pública y secreta de una experiencia que se convirtió en una epopeya, protagonizada por la humildad de trabajadores de las minas y las fábricas, de dirigentes sindicales, de profesores primarios, de dueñas de casa, de jóvenes y viejos, que en las duras condiciones climáticas, físicas y morales tuvieron también que enfrentarse a la mezquindad, el temor, las flaquezas de lo humano y con ello a través de los principios, los valores y el sentirse parte de un cuerpo que está más alla del propio, supieron hacer de esta una experiencia y ejemplo que potenciaba la fraternidad y el compromiso con la vida, con una sociedad más justa y humana.Para Neruda esta obra era inicial y augural de lo que se le pide al novelista y al poeta, que no solo sea un hombre de nuestro tiempo sino para todos los tiempos , pero en ese momento el gran vate no sabía que esta obra, iba a ser también augural en cuanto al destino que para otros hombres tenía reservado Pisagua, con su reinauguración como campo de concentración con posterioridad al golpe militar de 1973 que enterró por muchos años a la democracia.Para Neruda esta obra era inicial y augural de lo que se le pide al novelista y al poeta, que no solo sea un hombre de nuestro tiempo sino para todos los tiempos , pero en ese momento el gran vate no sabía que esta obra, iba a ser también augural en cuanto al destino que para otros hombres tenía reservado Pisagua, con su reinauguración como campo de concentración con posterioridad al golpe militar de 1973 que enterró por muchos años a la democracia. Más información
  3. Un episodio en la vida del pintor viajero

    COP $ 83.000
    Johan Moritz Rugendas (1802-1858), descendiente de una ilustre familia de grabadores de Augsburgo, en la primera mitad del siglo XXI visitó el continente americano desde México a Cabo de Hornos. Durante veinte años de viaje recorrió Brasil, Haití, México, Chile Uruguay, Argentina y Perú.Su obra marcha a caballo entre la ciencia y el arte. Fue un buen pintor y un buen dibujante. Su proyecto consistía en dar a conocer el mundo americano a Europa. Así se empeñó y logro mirar desde dentro la vida de las sociedades. Sin duda la inmensidad de la obra de Rugendas, alrededor de seis mil piezas entre dibujos (aproximadamente cinco mil), óleos y acuarelas, está dada no solo por la cantidad, sino también por el valor como documento histórico, rico en información de detalles, y por el amplio horizonte trazado, no se agota en la información puntual y anecdótica.En este libro electrizante, César Aira relata desde dentro una etapa de la estancia de Rugendas en Chile y Argentina, un episodio del viaje en que, acompañado por otro pintor amigo, atraviesa Los Andes, se detiene unos días en Mendoza y continúa su camino a través de la Pampa con la intención de llegar a Buenos Aires: un episodio que modificará por completo su vida, su cuerpo, su visión del mundo y su estética.Esta obra se distingue por su vocación propiamente narrativa, de acción incesante a ritmo de golpe, y por la belleza convulsiva que alcanza aquí el paisaje, como los rápidos dibujos y esbozos con que Rugendas trataba de captar la velocidad de un ataque de los indios de la Pampa, Aira traza precisa e intesamente el periplo de su pintor viajero, resultando una vez más un escritor magistral.Su obra marcha a caballo entre la ciencia y el arte. Fue un buen pintor y un buen dibujante. Su proyecto consistía en dar a conocer el mundo americano a Europa. Así se empeñó y logro mirar desde dentro la vida de las sociedades. Sin duda la inmensidad de la obra de Rugendas, alrededor de seis mil piezas entre dibujos (aproximadamente cinco mil), óleos y acuarelas, está dada no solo por la cantidad, sino también por el valor como documento histórico, rico en información de detalles, y por el amplio horizonte trazado, no se agota en la información puntual y anecdótica.En este libro electrizante, César Aira relata desde dentro una etapa de la estancia de Rugendas en Chile y Argentina, un episodio del viaje en que, acompañado por otro pintor amigo, atraviesa Los Andes, se detiene unos días en Mendoza y continúa su camino a través de la Pampa con la intención de llegar a Buenos Aires: un episodio que modificará por completo su vida, su cuerpo, su visión del mundo y su estética.Esta obra se distingue por su vocación propiamente narrativa, de acción incesante a ritmo de golpe, y por la belleza convulsiva que alcanza aquí el paisaje, como los rápidos dibujos y esbozos con que Rugendas trataba de captar la velocidad de un ataque de los indios de la Pampa, Aira traza precisa e intesamente el periplo de su pintor viajero, resultando una vez más un escritor magistral.En este libro electrizante, César Aira relata desde dentro una etapa de la estancia de Rugendas en Chile y Argentina, un episodio del viaje en que, acompañado por otro pintor amigo, atraviesa Los Andes, se detiene unos días en Mendoza y continúa su camino a través de la Pampa con la intención de llegar a Buenos Aires: un episodio que modificará por completo su vida, su cuerpo, su visión del mundo y su estética.Esta obra se distingue por su vocación propiamente narrativa, de acción incesante a ritmo de golpe, y por la belleza convulsiva que alcanza aquí el paisaje, como los rápidos dibujos y esbozos con que Rugendas trataba de captar la velocidad de un ataque de los indios de la Pampa, Aira traza precisa e intesamente el periplo de su pintor viajero, resultando una vez más un escritor magistral.Esta obra se distingue por su vocación propiamente narrativa, de acción incesante a ritmo de golpe, y por la belleza convulsiva que alcanza aquí el paisaje, como los rápidos dibujos y esbozos con que Rugendas trataba de captar la velocidad de un ataque de los indios de la Pampa, Aira traza precisa e intesamente el periplo de su pintor viajero, resultando una vez más un escritor magistral. Más información