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Marcel Proust. A la busca del tiempo perdido....
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COP $ 637.000Tomo IPor la parte de Swann. A la sombra de las muchachas en florPor la parte de Swann. A la sombra de las muchachas en florAl introducir la conciencia de su Narrador en este libro, el autor realizaba una revolución copernicana en la literatura del siglo XX y se convertía, junto con James Joyce y Franz Kafka, en el escritor más importante de los cien últimos años. Esta obra no es novela de una sola faceta, sino de muchas: sobre unos puntos de partida parcialmente autobiográficos, Proust consigue una narración iniciática, la pintura crítica de toda una sociedad, una novela psicológica, una obra simbólica, el análisis de inclinaciones sexuales hasta entonces prohibidas, una reflexión sobre la literatura y la creación artística. Hecha a partir de las recientes ediciones francesas que suponen una revolución respecto de las anteriores, esta nueva traducción es la primera realizada por un sólo traductor, Mauro Armiño; acompañan a la edición tres diccionarios que permiten al lector un contacto inmediato con el mundo de Proust, con los lugares de la trama y los personajes de las siete partes que, en tres volúmenes, constituyen esta edición de esta gran obra. Una nutrida anotación y resúmenes que sirven de guía para la localización de escenas, episodios y pasajes completan esta edición que por primera vez pone al lector español un texto coherente y unitario.****Prosiguiendo su viaje iniciático, el narrador de este libro, se adentra en la parte de Guermantes por los ambientes de la aristocracia, que habían sido míticos para sus sueños de adolescente. La visión en la iglesia de Combray de la duquesa de Guermantes le había embriagado con la sonoridad del nombre, con la elegancia, que su mente convierte en belleza, de Oriane de Guermantes. Cuando en París descubre los prestigios del faubourg Saint-Germain, especie de ciudad prohibida para los simples mortales, el sueño del narrador se derrumba: son criaturas dominadas por la frivolidad, el orgullo y la petulancia; algunas además son turbias; y, merodeando a su alrededor, un rico ambiente burgués, cómico por sus pretensiones intelectuales, como el cogotillo de los Verdurin, que maniobran en la sombra para ascender en la escala Social.Sodoma y Gomorra retrocede para centrarse en el barón de Charlus: a través de esta exquisita y soberbia criatura novelesca, el narrador descubrirá las terribles «ciudades de la llanura» bíblica, condenadas al castigo del azufre y el fuego por sus vicios: es el envés del decorado en el que se pavonea una aristocracia inútil, en cuya crítica nadie, ni los mayores nombres de la narrativa realista, ha puesto tanta acidez e ironía. La brillantez y la belleza que parecían presidir, para el narrador adolescente, la vida de la aristocracia, son una ilusión que se desvanece mientras el héroe va viviendo a tientas la pasion amorosa que en él habían despertado las muchachas en flor.****Con , y concluye la empresa novelística más ambiciosa del siglo XX: A la busca del tiempo perdido. Marcel Proust siguió corrigiendo hasta la víspera del día de su muerte los numerosos cuadernos en que fue relatado la continuación de Sodoma y Gomorra: La vida de Albertine en casa del narrador, los celos de éste, la hiuda de la joven, para concluir con la crítica de toda una sociedad aristocrática que el desenlace de La Primera Guerra mundial convirtió en un adorno obsoleto. La mirada del narrador, incapaz de reconocer a sus antiguos amigos, se vuelve hacia adentro para reflexionar sobre el misterio de la creación artística y conminarle a la escritura de su libro, de su obra: A la busca del tiempo perdido.A los tres diccionarios que abrían el primer tomo de esta edición de las personas del entorno de Proust que tiene su reflejo en la novela, de los personajes y, por último, de los lugares de la trama, Mauro Armiño ha sumado de este tercer volumen amplios índices de persona y personajes, de lugares, de obras artísticas y literarias que permiten al lector navegar por y encontrar episodios, anécdotas o citas contenidos en la novela.Hecha a partir de las recientes ediciones francesas que suponen una revolución respecto de las anteriores, esta nueva traducción es la primera realizada por un sólo traductor, Mauro Armiño; acompañan a la edición tres diccionarios que permiten al lector un contacto inmediato con el mundo de Proust, con los lugares de la trama y los personajes de las siete partes que, en tres volúmenes, constituyen esta edición de esta gran obra. Una nutrida anotación y resúmenes que sirven de guía para la localización de escenas, episodios y pasajes completan esta edición que por primera vez pone al lector español un texto coherente y unitario.****Prosiguiendo su viaje iniciático, el narrador de este libro, se adentra en la parte de Guermantes por los ambientes de la aristocracia, que habían sido míticos para sus sueños de adolescente. La visión en la iglesia de Combray de la duquesa de Guermantes le había embriagado con la sonoridad del nombre, con la elegancia, que su mente convierte en belleza, de Oriane de Guermantes. Cuando en París descubre los prestigios del faubourg Saint-Germain, especie de ciudad prohibida para los simples mortales, el sueño del narrador se derrumba: son criaturas dominadas por la frivolidad, el orgullo y la petulancia; algunas además son turbias; y, merodeando a su alrededor, un rico ambiente burgués, cómico por sus pretensiones intelectuales, como el cogotillo de los Verdurin, que maniobran en la sombra para ascender en la escala Social.Sodoma y Gomorra retrocede para centrarse en el barón de Charlus: a través de esta exquisita y soberbia criatura novelesca, el narrador descubrirá las terribles «ciudades de la llanura» bíblica, condenadas al castigo del azufre y el fuego por sus vicios: es el envés del decorado en el que se pavonea una aristocracia inútil, en cuya crítica nadie, ni los mayores nombres de la narrativa realista, ha puesto tanta acidez e ironía. La brillantez y la belleza que parecían presidir, para el narrador adolescente, la vida de la aristocracia, son una ilusión que se desvanece mientras el héroe va viviendo a tientas la pasion amorosa que en él habían despertado las muchachas en flor.****Con , y concluye la empresa novelística más ambiciosa del siglo XX: A la busca del tiempo perdido. Marcel Proust siguió corrigiendo hasta la víspera del día de su muerte los numerosos cuadernos en que fue relatado la continuación de Sodoma y Gomorra: La vida de Albertine en casa del narrador, los celos de éste, la hiuda de la joven, para concluir con la crítica de toda una sociedad aristocrática que el desenlace de La Primera Guerra mundial convirtió en un adorno obsoleto. La mirada del narrador, incapaz de reconocer a sus antiguos amigos, se vuelve hacia adentro para reflexionar sobre el misterio de la creación artística y conminarle a la escritura de su libro, de su obra: A la busca del tiempo perdido.A los tres diccionarios que abrían el primer tomo de esta edición de las personas del entorno de Proust que tiene su reflejo en la novela, de los personajes y, por último, de los lugares de la trama, Mauro Armiño ha sumado de este tercer volumen amplios índices de persona y personajes, de lugares, de obras artísticas y literarias que permiten al lector navegar por y encontrar episodios, anécdotas o citas contenidos en la novela.****Prosiguiendo su viaje iniciático, el narrador de este libro, se adentra en la parte de Guermantes por los ambientes de la aristocracia, que habían sido míticos para sus sueños de adolescente. La visión en la iglesia de Combray de la duquesa de Guermantes le había embriagado con la sonoridad del nombre, con la elegancia, que su mente convierte en belleza, de Oriane de Guermantes. Cuando en París descubre los prestigios del faubourg Saint-Germain, especie de ciudad prohibida para los simples mortales, el sueño del narrador se derrumba: son criaturas dominadas por la frivolidad, el orgullo y la petulancia; algunas además son turbias; y, merodeando a su alrededor, un rico ambiente burgués, cómico por sus pretensiones intelectuales, como el cogotillo de los Verdurin, que maniobran en la sombra para ascender en la escala Social.Sodoma y Gomorra retrocede para centrarse en el barón de Charlus: a través de esta exquisita y soberbia criatura novelesca, el narrador descubrirá las terribles «ciudades de la llanura» bíblica, condenadas al castigo del azufre y el fuego por sus vicios: es el envés del decorado en el que se pavonea una aristocracia inútil, en cuya crítica nadie, ni los mayores nombres de la narrativa realista, ha puesto tanta acidez e ironía. La brillantez y la belleza que parecían presidir, para el narrador adolescente, la vida de la aristocracia, son una ilusión que se desvanece mientras el héroe va viviendo a tientas la pasion amorosa que en él habían despertado las muchachas en flor.****Con , y concluye la empresa novelística más ambiciosa del siglo XX: A la busca del tiempo perdido. Marcel Proust siguió corrigiendo hasta la víspera del día de su muerte los numerosos cuadernos en que fue relatado la continuación de Sodoma y Gomorra: La vida de Albertine en casa del narrador, los celos de éste, la hiuda de la joven, para concluir con la crítica de toda una sociedad aristocrática que el desenlace de La Primera Guerra mundial convirtió en un adorno obsoleto. La mirada del narrador, incapaz de reconocer a sus antiguos amigos, se vuelve hacia adentro para reflexionar sobre el misterio de la creación artística y conminarle a la escritura de su libro, de su obra: A la busca del tiempo perdido.A los tres diccionarios que abrían el primer tomo de esta edición de las personas del entorno de Proust que tiene su reflejo en la novela, de los personajes y, por último, de los lugares de la trama, Mauro Armiño ha sumado de este tercer volumen amplios índices de persona y personajes, de lugares, de obras artísticas y literarias que permiten al lector navegar por y encontrar episodios, anécdotas o citas contenidos en la novela.Tomo IILa parte de Guermantes, Sodoma y GomorraLa parte de Guermantes, Sodoma y GomorraProsiguiendo su viaje iniciático, el narrador de este libro, se adentra en la parte de Guermantes por los ambientes de la aristocracia, que habían sido míticos para sus sueños de adolescente. La visión en la iglesia de Combray de la duquesa de Guermantes le había embriagado con la sonoridad del nombre, con la elegancia, que su mente convierte en belleza, de Oriane de Guermantes. Cuando en París descubre los prestigios del faubourg Saint-Germain, especie de ciudad prohibida para los simples mortales, el sueño del narrador se derrumba: son criaturas dominadas por la frivolidad, el orgullo y la petulancia; algunas además son turbias; y, merodeando a su alrededor, un rico ambiente burgués, cómico por sus pretensiones intelectuales, como el cogotillo de los Verdurin, que maniobran en la sombra para ascender en la escala Social.Sodoma y Gomorra retrocede para centrarse en el barón de Charlus: a través de esta exquisita y soberbia criatura novelesca, el narrador descubrirá las terribles «ciudades de la llanura» bíblica, condenadas al castigo del azufre y el fuego por sus vicios: es el envés del decorado en el que se pavonea una aristocracia inútil, en cuya crítica nadie, ni los mayores nombres de la narrativa realista, ha puesto tanta acidez e ironía. La brillantez y la belleza que parecían presidir, para el narrador adolescente, la vida de la aristocracia, son una ilusión que se desvanece mientras el héroe va viviendo a tientas la pasion amorosa que en él habían despertado las muchachas en flor.****Con , y concluye la empresa novelística más ambiciosa del siglo XX: A la busca del tiempo perdido. Marcel Proust siguió corrigiendo hasta la víspera del día de su muerte los numerosos cuadernos en que fue relatado la continuación de Sodoma y Gomorra: La vida de Albertine en casa del narrador, los celos de éste, la hiuda de la joven, para concluir con la crítica de toda una sociedad aristocrática que el desenlace de La Primera Guerra mundial convirtió en un adorno obsoleto. La mirada del narrador, incapaz de reconocer a sus antiguos amigos, se vuelve hacia adentro para reflexionar sobre el misterio de la creación artística y conminarle a la escritura de su libro, de su obra: A la busca del tiempo perdido.A los tres diccionarios que abrían el primer tomo de esta edición de las personas del entorno de Proust que tiene su reflejo en la novela, de los personajes y, por último, de los lugares de la trama, Mauro Armiño ha sumado de este tercer volumen amplios índices de persona y personajes, de lugares, de obras artísticas y literarias que permiten al lector navegar por y encontrar episodios, anécdotas o citas contenidos en la novela.Sodoma y Gomorra retrocede para centrarse en el barón de Charlus: a través de esta exquisita y soberbia criatura novelesca, el narrador descubrirá las terribles «ciudades de la llanura» bíblica, condenadas al castigo del azufre y el fuego por sus vicios: es el envés del decorado en el que se pavonea una aristocracia inútil, en cuya crítica nadie, ni los mayores nombres de la narrativa realista, ha puesto tanta acidez e ironía. La brillantez y la belleza que parecían presidir, para el narrador adolescente, la vida de la aristocracia, son una ilusión que se desvanece mientras el héroe va viviendo a tientas la pasion amorosa que en él habían despertado las muchachas en flor.****Con , y concluye la empresa novelística más ambiciosa del siglo XX: A la busca del tiempo perdido. Marcel Proust siguió corrigiendo hasta la víspera del día de su muerte los numerosos cuadernos en que fue relatado la continuación de Sodoma y Gomorra: La vida de Albertine en casa del narrador, los celos de éste, la hiuda de la joven, para concluir con la crítica de toda una sociedad aristocrática que el desenlace de La Primera Guerra mundial convirtió en un adorno obsoleto. La mirada del narrador, incapaz de reconocer a sus antiguos amigos, se vuelve hacia adentro para reflexionar sobre el misterio de la creación artística y conminarle a la escritura de su libro, de su obra: A la busca del tiempo perdido.A los tres diccionarios que abrían el primer tomo de esta edición de las personas del entorno de Proust que tiene su reflejo en la novela, de los personajes y, por último, de los lugares de la trama, Mauro Armiño ha sumado de este tercer volumen amplios índices de persona y personajes, de lugares, de obras artísticas y literarias que permiten al lector navegar por y encontrar episodios, anécdotas o citas contenidos en la novela.****Con , y concluye la empresa novelística más ambiciosa del siglo XX: A la busca del tiempo perdido. Marcel Proust siguió corrigiendo hasta la víspera del día de su muerte los numerosos cuadernos en que fue relatado la continuación de Sodoma y Gomorra: La vida de Albertine en casa del narrador, los celos de éste, la hiuda de la joven, para concluir con la crítica de toda una sociedad aristocrática que el desenlace de La Primera Guerra mundial convirtió en un adorno obsoleto. La mirada del narrador, incapaz de reconocer a sus antiguos amigos, se vuelve hacia adentro para reflexionar sobre el misterio de la creación artística y conminarle a la escritura de su libro, de su obra: A la busca del tiempo perdido.A los tres diccionarios que abrían el primer tomo de esta edición de las personas del entorno de Proust que tiene su reflejo en la novela, de los personajes y, por último, de los lugares de la trama, Mauro Armiño ha sumado de este tercer volumen amplios índices de persona y personajes, de lugares, de obras artísticas y literarias que permiten al lector navegar por y encontrar episodios, anécdotas o citas contenidos en la novela.Tomo IIILa prionera, La fugitiva, El tiempo recobradoLa prionera, La fugitiva, El tiempo recobradoCon , y concluye la empresa novelística más ambiciosa del siglo XX: A la busca del tiempo perdido. Marcel Proust siguió corrigiendo hasta la víspera del día de su muerte los numerosos cuadernos en que fue relatado la continuación de Sodoma y Gomorra: La vida de Albertine en casa del narrador, los celos de éste, la hiuda de la joven, para concluir con la crítica de toda una sociedad aristocrática que el desenlace de La Primera Guerra mundial convirtió en un adorno obsoleto. La mirada del narrador, incapaz de reconocer a sus antiguos amigos, se vuelve hacia adentro para reflexionar sobre el misterio de la creación artística y conminarle a la escritura de su libro, de su obra: A la busca del tiempo perdido.A los tres diccionarios que abrían el primer tomo de esta edición de las personas del entorno de Proust que tiene su reflejo en la novela, de los personajes y, por último, de los lugares de la trama, Mauro Armiño ha sumado de este tercer volumen amplios índices de persona y personajes, de lugares, de obras artísticas y literarias que permiten al lector navegar por y encontrar episodios, anécdotas o citas contenidos en la novela.La Prisionera, y concluye la empresa novelística más ambiciosa del siglo XX: A la busca del tiempo perdido. Marcel Proust siguió corrigiendo hasta la víspera del día de su muerte los numerosos cuadernos en que fue relatado la continuación de Sodoma y Gomorra: La vida de Albertine en casa del narrador, los celos de éste, la hiuda de la joven, para concluir con la crítica de toda una sociedad aristocrática que el desenlace de La Primera Guerra mundial convirtió en un adorno obsoleto. La mirada del narrador, incapaz de reconocer a sus antiguos amigos, se vuelve hacia adentro para reflexionar sobre el misterio de la creación artística y conminarle a la escritura de su libro, de su obra: A la busca del tiempo perdido.A los tres diccionarios que abrían el primer tomo de esta edición de las personas del entorno de Proust que tiene su reflejo en la novela, de los personajes y, por último, de los lugares de la trama, Mauro Armiño ha sumado de este tercer volumen amplios índices de persona y personajes, de lugares, de obras artísticas y literarias que permiten al lector navegar por y encontrar episodios, anécdotas o citas contenidos en la novela.La fugitiva y concluye la empresa novelística más ambiciosa del siglo XX: A la busca del tiempo perdido. Marcel Proust siguió corrigiendo hasta la víspera del día de su muerte los numerosos cuadernos en que fue relatado la continuación de Sodoma y Gomorra: La vida de Albertine en casa del narrador, los celos de éste, la hiuda de la joven, para concluir con la crítica de toda una sociedad aristocrática que el desenlace de La Primera Guerra mundial convirtió en un adorno obsoleto. La mirada del narrador, incapaz de reconocer a sus antiguos amigos, se vuelve hacia adentro para reflexionar sobre el misterio de la creación artística y conminarle a la escritura de su libro, de su obra: A la busca del tiempo perdido.A los tres diccionarios que abrían el primer tomo de esta edición de las personas del entorno de Proust que tiene su reflejo en la novela, de los personajes y, por último, de los lugares de la trama, Mauro Armiño ha sumado de este tercer volumen amplios índices de persona y personajes, de lugares, de obras artísticas y literarias que permiten al lector navegar por y encontrar episodios, anécdotas o citas contenidos en la novela.Le tiempo recobrado concluye la empresa novelística más ambiciosa del siglo XX: A la busca del tiempo perdido. Marcel Proust siguió corrigiendo hasta la víspera del día de su muerte los numerosos cuadernos en que fue relatado la continuación de Sodoma y Gomorra: La vida de Albertine en casa del narrador, los celos de éste, la hiuda de la joven, para concluir con la crítica de toda una sociedad aristocrática que el desenlace de La Primera Guerra mundial convirtió en un adorno obsoleto. La mirada del narrador, incapaz de reconocer a sus antiguos amigos, se vuelve hacia adentro para reflexionar sobre el misterio de la creación artística y conminarle a la escritura de su libro, de su obra: A la busca del tiempo perdido.A los tres diccionarios que abrían el primer tomo de esta edición de las personas del entorno de Proust que tiene su reflejo en la novela, de los personajes y, por último, de los lugares de la trama, Mauro Armiño ha sumado de este tercer volumen amplios índices de persona y personajes, de lugares, de obras artísticas y literarias que permiten al lector navegar por y encontrar episodios, anécdotas o citas contenidos en la novela.A los tres diccionarios que abrían el primer tomo de esta edición de las personas del entorno de Proust que tiene su reflejo en la novela, de los personajes y, por último, de los lugares de la trama, Mauro Armiño ha sumado de este tercer volumen amplios índices de persona y personajes, de lugares, de obras artísticas y literarias que permiten al lector navegar por y encontrar episodios, anécdotas o citas contenidos en la novela.A la busca del tiempo perdido y encontrar episodios, anécdotas o citas contenidos en la novela. Más informaciónCuentos completos (Wilde)
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COP $ 86.000Antes de alcanzar fama universal como autor de teatro y brillante conversador, Oscar Wilde ganó su prestigio inicial con la publicación de sus primeros cuentos: la aparición de El crimen de lord Arthur Saville y El fantasma de Canterville en 1887 le granjeó cierta notoriedad por su irónica manera de abordar dos géneros puramente británicos: la novela de detectives y la novela gótica. Crítico con la aristocracia y las clases altas de la sociedad inglesa o norteamericana, Wilde envolvía sus relatos en una distancia, en un humanitarismo irónico que poco tenían que ver con el naturalismo que en ese momento dominaba el panorama literario europeo. Esta edición de los Cuentos completos de Oscar Wilde, a cargo de Mauro Armiño, presenta los textos ordenados cronológicamente y los acompaña de breves notas que aclaran referencias a acontecimientos o personajes de la época. En ellos puede apreciarse el germen de los temas que más tarde dominarán el teatro de Oscar Wilde: la novela negra y la narración detectivesca, las preocupaciones artísticas de la época, la delicadeza imaginativa, el romanticismo de sentimientos, la afirmación de valores tales como la generosidad, la lealtad o la amistad, el desprecio por el pragmatismo y la burla de la vanidad y del orgullo, o la descripción de la belleza despiadada y cruel en un relato como El cumpleaños de la infanta, que tendrá su expresión más acabada en su novela El retrato de Dorian Gray y en su tragedia más conocida, Salomé.Esta edición de los Cuentos completos de Oscar Wilde, a cargo de Mauro Armiño, presenta los textos ordenados cronológicamente y los acompaña de breves notas que aclaran referencias a acontecimientos o personajes de la época. En ellos puede apreciarse el germen de los temas que más tarde dominarán el teatro de Oscar Wilde: la novela negra y la narración detectivesca, las preocupaciones artísticas de la época, la delicadeza imaginativa, el romanticismo de sentimientos, la afirmación de valores tales como la generosidad, la lealtad o la amistad, el desprecio por el pragmatismo y la burla de la vanidad y del orgullo, o la descripción de la belleza despiadada y cruel en un relato como El cumpleaños de la infanta, que tendrá su expresión más acabada en su novela El retrato de Dorian Gray y en su tragedia más conocida, Salomé.En ellos puede apreciarse el germen de los temas que más tarde dominarán el teatro de Oscar Wilde: la novela negra y la narración detectivesca, las preocupaciones artísticas de la época, la delicadeza imaginativa, el romanticismo de sentimientos, la afirmación de valores tales como la generosidad, la lealtad o la amistad, el desprecio por el pragmatismo y la burla de la vanidad y del orgullo, o la descripción de la belleza despiadada y cruel en un relato como El cumpleaños de la infanta, que tendrá su expresión más acabada en su novela El retrato de Dorian Gray y en su tragedia más conocida, Salomé. Más informaciónEl hombre de la arena y otras historias sinie...
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COP $ 64.000El presente volumen, El hombre de la arena y otras historias siniestras, reúne siete narraciones inquietantes y extraordinarias, en una línea que hoy se calificaría de «realismo mágico»: Un personaje recurrente de muchos de estos relatos es el ((genio del mal», un trasunto amargo y desmitificado del «artista genial», aislado de sus semejantes, trágico, incomprendido y abocado fatalmente a la locura, como en El hombre de la arena o La iglesia de los jesuitas de los jesuitas de G. Más informaciónLa ciudad vampiro. Una peripecia gótica de A...
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COP $ 47.000Este texto es una obra maestra del humor negro, hasta un grado tan exacerbado que hace pensar en los cuentos de Apollinaire o los delirios de bande dessiné propios de Jean-Pierre Jeunet o Marc Caro, y que a pesar de su tono paródico funciona como una alucinada narración fantástica, como novela de horrores grotescos y estrambóticos, como una pesadilla surreal y gozosamente absurda. Ya desde los orígenes de la novela gótica, cuando , y sobre todo las obras de Ann Radcliffe gozaban de un amplio público, surgieron réplicas irónicas y salaces como de Thomas Love Peacock, o de Jane Austen. Pero nada más lejos de estas amables sátiras que el espíritu delirante y surrealista de , de Paul Féval, autor de folletines y novelas de gran éxito en su tiempo, como .El Monje, Vatheck, Melmoth el errabundo, y sobre todo las obras de Ann Radcliffe gozaban de un amplio público, surgieron réplicas irónicas y salaces como de Thomas Love Peacock, o de Jane Austen. Pero nada más lejos de estas amables sátiras que el espíritu delirante y surrealista de , de Paul Féval, autor de folletines y novelas de gran éxito en su tiempo, como .La mansión de las pesadillas de Thomas Love Peacock, o de Jane Austen. Pero nada más lejos de estas amables sátiras que el espíritu delirante y surrealista de , de Paul Féval, autor de folletines y novelas de gran éxito en su tiempo, como .La abadía de Northanger de Jane Austen. Pero nada más lejos de estas amables sátiras que el espíritu delirante y surrealista de , de Paul Féval, autor de folletines y novelas de gran éxito en su tiempo, como .La Ciudad Vampiro, de Paul Féval, autor de folletines y novelas de gran éxito en su tiempo, como .Los misterios de Londres, o El jorobado de Lagardere. Más información