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    Panorama general de la literatura filosófica más reciente

    Panorama general de la literatura filosófica...

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    COP $ 84.000
    Las relaciones entre teoría y praxis, la noción de filosofía de la naturaleza, la posibilidad misma de una filosofía de la historia o el concepto de espíritu, que tanta importancia tendrá muy poco tiempo después en Hegel, constituyen, entre otros, algunos de los temas centrales de esta obra.El panorama es además la crónica de un período apasionante de la cultura filosófica alemana y occidental, y como tal puede considerarse una magnífica introducción a ese vertiginoso final del siglo XVIII en el joven Schelling hace su particular lectura de Spinoza, Leibniz, Kant, Jacobi y Fitch, entre otros.Por lo demás, el lector esta ante un texto decisivo para comprender la propia evolución de la filosofía de el autor. Por la escritura fácil y brillante características del autor, se puede ver emerger la noción de espíritu como pieza teórica que, presente en el contexto de la época, le llevó a resolver «técnicamente» el conflicto en el que se había debatido desde sus primeras lecturas de Fichte abriendo así la puerta hacia su propio sistema, más allá del «Yo» y de la conciencia.El panorama es además la crónica de un período apasionante de la cultura filosófica alemana y occidental, y como tal puede considerarse una magnífica introducción a ese vertiginoso final del siglo XVIII en el joven Schelling hace su particular lectura de Spinoza, Leibniz, Kant, Jacobi y Fitch, entre otros.Por lo demás, el lector esta ante un texto decisivo para comprender la propia evolución de la filosofía de el autor. Por la escritura fácil y brillante características del autor, se puede ver emerger la noción de espíritu como pieza teórica que, presente en el contexto de la época, le llevó a resolver «técnicamente» el conflicto en el que se había debatido desde sus primeras lecturas de Fichte abriendo así la puerta hacia su propio sistema, más allá del «Yo» y de la conciencia.Por lo demás, el lector esta ante un texto decisivo para comprender la propia evolución de la filosofía de el autor. Por la escritura fácil y brillante características del autor, se puede ver emerger la noción de espíritu como pieza teórica que, presente en el contexto de la época, le llevó a resolver «técnicamente» el conflicto en el que se había debatido desde sus primeras lecturas de Fichte abriendo así la puerta hacia su propio sistema, más allá del «Yo» y de la conciencia. Más información

  2. Platón las palabras y los mitos ¿Cómo y po...

    COP $ 91.000
    Platón es el primer autor que utilizó el término con el sentido que todavía hoy continúan otorgándole. Al darle uso no metafórico, Platón está describiendo un discurso de cierto tipo, construido por los poetas de su sociedad, que élpretende sustituir por otro, lógos, un discurso propio de los filósofos. Aunque se muestra muy crítico con respecto a los mitos, Platón debe reconocer que tampoco los filósofos pueden prescindir de ellos, y él mismo no dejará de inspirarse en los poetas para desarrollar ciertos puntos de su doctrina, llegando incluso a fabricar algunos de sus mitos, reconociendo con ellos su eficacia y la gran influencia que ejercen en el campo de la ética y de la política.La oposición que Platón establece entre y la especialización del sentido de mýthos, cuya transliteración iba a dar en español, no se debe al azar. Para el autor, se trata de una consecuencia de la definitiva sustitución, que iba a tener lugar entonces en Grecia, de la oralidad por la escritura como modo de transmisión de los mensajes. No es por tanto casual que sea Platón el primero en hablar de «mito», al que considera un discurso del otro, cuya autoridad fundada en la tradición es discutida, y un discurso para el otro, sobre el que se pretende ejercer autoridad por medio de la persuasión y no de la argumentación.En su origen, este trabajo debía abordar una investigación lexicográfica sobre mýthos, sus derivados y los compuestos del que constituyen el primer término. Progresivamente adquiere un tono más etnológico y filosófico. La primera parte del libro describe el testimonio de Platón sobre la comunicación de lo memorable en la colectividad dada. La segunda analiza la crítica de Platón a ese tipo de discurso que designa el vocablo, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes.mýthos con el sentido que todavía hoy continúan otorgándole. Al darle uso no metafórico, Platón está describiendo un discurso de cierto tipo, construido por los poetas de su sociedad, que élpretende sustituir por otro, lógos, un discurso propio de los filósofos. Aunque se muestra muy crítico con respecto a los mitos, Platón debe reconocer que tampoco los filósofos pueden prescindir de ellos, y él mismo no dejará de inspirarse en los poetas para desarrollar ciertos puntos de su doctrina, llegando incluso a fabricar algunos de sus mitos, reconociendo con ellos su eficacia y la gran influencia que ejercen en el campo de la ética y de la política.La oposición que Platón establece entre y la especialización del sentido de mýthos, cuya transliteración iba a dar en español, no se debe al azar. Para el autor, se trata de una consecuencia de la definitiva sustitución, que iba a tener lugar entonces en Grecia, de la oralidad por la escritura como modo de transmisión de los mensajes. No es por tanto casual que sea Platón el primero en hablar de «mito», al que considera un discurso del otro, cuya autoridad fundada en la tradición es discutida, y un discurso para el otro, sobre el que se pretende ejercer autoridad por medio de la persuasión y no de la argumentación.En su origen, este trabajo debía abordar una investigación lexicográfica sobre mýthos, sus derivados y los compuestos del que constituyen el primer término. Progresivamente adquiere un tono más etnológico y filosófico. La primera parte del libro describe el testimonio de Platón sobre la comunicación de lo memorable en la colectividad dada. La segunda analiza la crítica de Platón a ese tipo de discurso que designa el vocablo, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes.La oposición que Platón establece entre y la especialización del sentido de mýthos, cuya transliteración iba a dar en español, no se debe al azar. Para el autor, se trata de una consecuencia de la definitiva sustitución, que iba a tener lugar entonces en Grecia, de la oralidad por la escritura como modo de transmisión de los mensajes. No es por tanto casual que sea Platón el primero en hablar de «mito», al que considera un discurso del otro, cuya autoridad fundada en la tradición es discutida, y un discurso para el otro, sobre el que se pretende ejercer autoridad por medio de la persuasión y no de la argumentación.En su origen, este trabajo debía abordar una investigación lexicográfica sobre mýthos, sus derivados y los compuestos del que constituyen el primer término. Progresivamente adquiere un tono más etnológico y filosófico. La primera parte del libro describe el testimonio de Platón sobre la comunicación de lo memorable en la colectividad dada. La segunda analiza la crítica de Platón a ese tipo de discurso que designa el vocablo, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes.mýthos y lógos y la especialización del sentido de mýthos, cuya transliteración iba a dar en español, no se debe al azar. Para el autor, se trata de una consecuencia de la definitiva sustitución, que iba a tener lugar entonces en Grecia, de la oralidad por la escritura como modo de transmisión de los mensajes. No es por tanto casual que sea Platón el primero en hablar de «mito», al que considera un discurso del otro, cuya autoridad fundada en la tradición es discutida, y un discurso para el otro, sobre el que se pretende ejercer autoridad por medio de la persuasión y no de la argumentación.En su origen, este trabajo debía abordar una investigación lexicográfica sobre mýthos, sus derivados y los compuestos del que constituyen el primer término. Progresivamente adquiere un tono más etnológico y filosófico. La primera parte del libro describe el testimonio de Platón sobre la comunicación de lo memorable en la colectividad dada. La segunda analiza la crítica de Platón a ese tipo de discurso que designa el vocablo, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes.mito en español, no se debe al azar. Para el autor, se trata de una consecuencia de la definitiva sustitución, que iba a tener lugar entonces en Grecia, de la oralidad por la escritura como modo de transmisión de los mensajes. No es por tanto casual que sea Platón el primero en hablar de «mito», al que considera un discurso del otro, cuya autoridad fundada en la tradición es discutida, y un discurso para el otro, sobre el que se pretende ejercer autoridad por medio de la persuasión y no de la argumentación.En su origen, este trabajo debía abordar una investigación lexicográfica sobre mýthos, sus derivados y los compuestos del que constituyen el primer término. Progresivamente adquiere un tono más etnológico y filosófico. La primera parte del libro describe el testimonio de Platón sobre la comunicación de lo memorable en la colectividad dada. La segunda analiza la crítica de Platón a ese tipo de discurso que designa el vocablo, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes.En su origen, este trabajo debía abordar una investigación lexicográfica sobre mýthos, sus derivados y los compuestos del que constituyen el primer término. Progresivamente adquiere un tono más etnológico y filosófico. La primera parte del libro describe el testimonio de Platón sobre la comunicación de lo memorable en la colectividad dada. La segunda analiza la crítica de Platón a ese tipo de discurso que designa el vocablo, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes. mýthos, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes.lógos, entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». 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    Sobre la estupidez

    Sobre la estupidez

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    COP $ 76.000
    Los sabios normalmente prefieren hablar sobre la sabiduría en lugar de sobre la estupidez. En consecuencia, cuando el «discípulo de Hegel y profesor en la Universidad de Halle» Joh. Ed. Erdmann anuncia en 1866 su tema, éste es recibido con carcajadas. ¿Por qué Una de las razones, tal como el propio Erdmann reconoce, podría ser que el tema de la estupidez recuerda los propios defectos. Volverse «sensato» es un largo proceso: en la estupidez se percibe un poco «los sonidos de la antigua patria, que agradan como el dialecto patrimonio largamente no escuchado». De esta manera, la persona se ríe con cierta melancolía: así ha sido cada uno, o «esto pudo haber pasado de niños». Y al mismo tiempo se encuentra placer en las estupideces, porque ellas son la prueba directa de que se ha abandonado ese estadio.Pero la estupidez también puede enfadar. Al ser precisamente la expresión de la ignorancia y la inmadurez, despierta impaciencia en aquellos que tienen una completa y libre disposición sobre su capacidad de juicio. De hecho, determinadas formas de estupidez, en tanto que no están al servicio de la superioridad y del juicio de los «poderosos» (Musil), ya no se experimentan como divertidas, sino como expresión de insolencia, impertinencia, grosería, etc. Los propios estúpidos se encuentran indefensos, y a menudo son objeto de todo tipo de groserías. El autor escribe que «su evidente falta de resistencia excita ferozmente la imaginación como el olor de la sangre el deseo de caza».¿De dónde proviene esa irritación, esa impaciencia y esa «crueldad enfermiza» ¿Es quizá que el «poderoso» ya no está tan seguro de su superioridad ¿No se sentirá el «poderoso», ese que está segurp de la verdad y de su capacidad para encontrarla en todas las circunstancias, amenazado por la estupidez No puede ser casualidad que toda la gran literatura haya sentido siempre una fascinación especial por lo grotesco, lo idiota o lo estúpido en el sentido más extremo de la palabra. Pero la estupidez también puede enfadar. Al ser precisamente la expresión de la ignorancia y la inmadurez, despierta impaciencia en aquellos que tienen una completa y libre disposición sobre su capacidad de juicio. De hecho, determinadas formas de estupidez, en tanto que no están al servicio de la superioridad y del juicio de los «poderosos» (Musil), ya no se experimentan como divertidas, sino como expresión de insolencia, impertinencia, grosería, etc. Los propios estúpidos se encuentran indefensos, y a menudo son objeto de todo tipo de groserías. El autor escribe que «su evidente falta de resistencia excita ferozmente la imaginación como el olor de la sangre el deseo de caza».¿De dónde proviene esa irritación, esa impaciencia y esa «crueldad enfermiza» ¿Es quizá que el «poderoso» ya no está tan seguro de su superioridad ¿No se sentirá el «poderoso», ese que está segurp de la verdad y de su capacidad para encontrarla en todas las circunstancias, amenazado por la estupidez No puede ser casualidad que toda la gran literatura haya sentido siempre una fascinación especial por lo grotesco, lo idiota o lo estúpido en el sentido más extremo de la palabra. ¿De dónde proviene esa irritación, esa impaciencia y esa «crueldad enfermiza» ¿Es quizá que el «poderoso» ya no está tan seguro de su superioridad ¿No se sentirá el «poderoso», ese que está segurp de la verdad y de su capacidad para encontrarla en todas las circunstancias, amenazado por la estupidez No puede ser casualidad que toda la gran literatura haya sentido siempre una fascinación especial por lo grotesco, lo idiota o lo estúpido en el sentido más extremo de la palabra. Más información

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    Soledad acogedora. De Leopardi a Celan

    Soledad acogedora. De Leopardi a Celan

    Sin existencias

    COP $ 60.000
    Este libro rastrea las huellas de la ausencia a través de autores como Leopardi o Cela, Petrarca o Musil, Hölderlin, Blanchot y Beckett, entre otros. Toda una sinfonía de «rayos de tiniebla» sobre el silencio general de lo nocturno, sobre la soledad sin refugio, sobre el momento de espanto que se torna en inquietud vivificadora: pues la soledad es la chispa que enciende la memoria, energía imaginativa, morada de ilusiones. Estar solo equivale a estar lleno de recuerdos, y equivale por tanto, a no poder olvidar. Sólo que el saber de estas ilusiones produce dolor. Por ello sólo la desmemoria, el olvido del mundo, proporciona un latigazo de placer, un goce autentico, como afirma el autor. Claro que, recordar esto, recordar el olvido, es no olvidar. Ninguna soledad olvida, ninguna soledad es ajena al recuerdo: el solitario es incapaz de olvidar. Más de nuevo: no se olvida sino aquello ausente. Más información

  5. Terror tras la postmodernidad

    COP $ 74.000
    Los atentados artesanales y los bombardeos sofisticadamente electrónicos han sido mucho más eficaces y persuasivos que las consejas intelectuales para acabar de despertar de su sueño dogmático a la gente de la filosofía y del arte. Era el sueño (para algunos, un mal sueño) de la postmodernidad: esa extraña época que pretendía haber puesto punto final a todas las épocas, entre la arrogancia y las pietas, a base de acoger en su vasto seno estilos heteróclitos, construcciones sociales de la realidad o alegres proclamas de : apogeo planetario del , mientras buena parte del arte (o de sus restos) se dedicaba apaciguar una mala conciencia acumulativa transformando en horror listo para el consumo (que también y hoteles de diseño pertenece a su manera a la hinchada burbuja) el terror ante lo brotado de la tierra y a ella apegado. La banalidad chillona del arte posthistórico, postindustrial y postrimero de sí mismo. Ahora, el retorno del terror (del cual el terrorismo es sólo uno el más agresivo de los fenómenos que ascienden del Fondo-Fundamental) coloca al arte ante la difícil situación de intentar de nuevo la representación de lo irrepresentable. Pero ya no por sublime, sino por siniestro: por inhóspito. Volvemos a estar a la interperie (salvo los atentos a la Pantalla) We won: apogeo planetario del , mientras buena parte del arte (o de sus restos) se dedicaba apaciguar una mala conciencia acumulativa transformando en horror listo para el consumo (que también y hoteles de diseño pertenece a su manera a la hinchada burbuja) el terror ante lo brotado de la tierra y a ella apegado. La banalidad chillona del arte posthistórico, postindustrial y postrimero de sí mismo. Ahora, el retorno del terror (del cual el terrorismo es sólo uno el más agresivo de los fenómenos que ascienden del Fondo-Fundamental) coloca al arte ante la difícil situación de intentar de nuevo la representación de lo irrepresentable. Pero ya no por sublime, sino por siniestro: por inhóspito. Volvemos a estar a la interperie (salvo los atentos a la Pantalla) american way of life, mientras buena parte del arte (o de sus restos) se dedicaba apaciguar una mala conciencia acumulativa transformando en horror listo para el consumo (que también y hoteles de diseño pertenece a su manera a la hinchada burbuja) el terror ante lo brotado de la tierra y a ella apegado. La banalidad chillona del arte posthistórico, postindustrial y postrimero de sí mismo. Ahora, el retorno del terror (del cual el terrorismo es sólo uno el más agresivo de los fenómenos que ascienden del Fondo-Fundamental) coloca al arte ante la difícil situación de intentar de nuevo la representación de lo irrepresentable. Pero ya no por sublime, sino por siniestro: por inhóspito. Volvemos a estar a la interperie (salvo los atentos a la Pantalla) puppies, malls y hoteles de diseño pertenece a su manera a la hinchada burbuja) el terror ante lo brotado de la tierra y a ella apegado. La banalidad chillona del arte posthistórico, postindustrial y postrimero de sí mismo. Ahora, el retorno del terror (del cual el terrorismo es sólo uno el más agresivo de los fenómenos que ascienden del Fondo-Fundamental) coloca al arte ante la difícil situación de intentar de nuevo la representación de lo irrepresentable. Pero ya no por sublime, sino por siniestro: por inhóspito. Volvemos a estar a la interperie (salvo los atentos a la Pantalla) Más información
  6. Tres ensayos sobre la belleza pintoresca

    COP $ 137.000
    En este libro el autor pretende averiguar cuál es la cualidad que caracteriza como pintoresco a ciertos objetos. Pero no busca definir ese género de belleza como una categoría universal, sino que enuncia empíricamente los atributos de los objetos pintorescos en su condición de cualidades artísticas.El término «pintoresco», al emplearse como calificativo estético, pronto superará el lenguaje estrictamente pictórico para aplicarse a campos como el filosófico, el poético o el mundo de los comportamientos, tal como hace el autor cuando califica de pintorescos se aplica a aquellas escenas, situaciones y paisajes que no tienen cabida entre los temas de la pintura clásica, caracterizados por mostrar historias o momentos tomados de los grandes relatos del pasado que, según su temática, y atendiendo a su armonía o su heroísmo, pueden calificarse de bellos o sublimes.El término «pintoresco», al emplearse como calificativo estético, pronto superará el lenguaje estrictamente pictórico para aplicarse a campos como el filosófico, el poético o el mundo de los comportamientos, tal como hace el autor cuando califica de pintorescos se aplica a aquellas escenas, situaciones y paisajes que no tienen cabida entre los temas de la pintura clásica, caracterizados por mostrar historias o momentos tomados de los grandes relatos del pasado que, según su temática, y atendiendo a su armonía o su heroísmo, pueden calificarse de bellos o sublimes. Más información
  7. Una mañana entre libros

    COP $ 75.000
    Quizá no sea del todo casual haber encontrado este relato (en su edición de Múnich en 1945, publicado con licencia del Control de Información del gobierno Militar de la zona de ocupación americana en Alemania) en una librería de viejo puesto que su mínima acción transcurre en una de ellas ni que aparezca ahora en español, cuando se discute la idea de Europa, puesto que la conversación de que trata en un París pacífico entre dos guerras mundiales, es decir, en el centro de ese arte despierto y refinado, sagaz y ligero, de Luis XIII a Proust, que es la civil conversación gira en torno al poder mediador de la literatura más allá de su instalación nacional, así como sobre sus limitaciones. Salvo el librero monsieur Augustin, los interlocutores de este idilio urbano en la Arcadia de los libros no son franceses: el bohemio Rilke, al alsaciano Herr, el suizo Burckhardt. O mejor, como dice Rilke, vivazmente retratado es estas páginas: no solo franceses, sino plenamente europeos. Letrados de la supranacional República de las letras, igual que los poetas de quienes hablan: Ronsard, Racine, La Fontaine y Johann Peter Hebel, este último poeta dialectal. De hecho, la muestra de su poesía, no traducida hasta ahora aunque la tuvieron en gran estima Goethe, Benjamin, Heidegger y Sebald, es una de las sorpresas de este librillo singular. Más información
  8. Aristóteles. Constitución de los atenienses

    COP $ 108.000
    Frente a las utópicas construcciones sobre la política realizadas por Platón, su maestro, Aristóteles (384322 a. C.) sitúa su estudio en el ámbito de lo que la política es en realidad, si bien desde un planteamiento amplio, el de la filosofía de la vida humana asociada, que comprendía, además de la política propiamente dicha, el análisis del comportamiento, es decir, la ética. Fiel a su máxima de que los principios teóricos deben basarse en un conocimiento profundo de los datos, y para asentar la grandiosa creación teórica de la política, Aristóteles y sus alumnos reunieron una colección de constituciones con objeto de ver las causas por las que unas ciudades eran bien gobernadas y otras no. En la primera de ellas, la , de la que se ocupó el propio maestro y que se data entre 329/8 y 322 a. C., se presenta un panorama de la creación y evolución de las instituciones políticas de la ciudad.Es, pues, una obra fundamental para la historia de Grecia (en tanto que presenta un fresco de grandes personajes y relata un coherente juego de causas y efectos, acontecimientos decisivos para cada una de las reformas), para la teoría política (en cuanto que es una reflexión sobre los diversos sistemas experimentados en la ciudad, con sus virtudes y sus deficiencias) y para la filosofía, ya que todo el estudio está presidido por una perspectiva ética.Constitución de los atenienses, de la que se ocupó el propio maestro y que se data entre 329/8 y 322 a. C., se presenta un panorama de la creación y evolución de las instituciones políticas de la ciudad.Es, pues, una obra fundamental para la historia de Grecia (en tanto que presenta un fresco de grandes personajes y relata un coherente juego de causas y efectos, acontecimientos decisivos para cada una de las reformas), para la teoría política (en cuanto que es una reflexión sobre los diversos sistemas experimentados en la ciudad, con sus virtudes y sus deficiencias) y para la filosofía, ya que todo el estudio está presidido por una perspectiva ética.Es, pues, una obra fundamental para la historia de Grecia (en tanto que presenta un fresco de grandes personajes y relata un coherente juego de causas y efectos, acontecimientos decisivos para cada una de las reformas), para la teoría política (en cuanto que es una reflexión sobre los diversos sistemas experimentados en la ciudad, con sus virtudes y sus deficiencias) y para la filosofía, ya que todo el estudio está presidido por una perspectiva ética. Más información
  9. Aristóteles. Protréptico. Una exhortación ...

    COP $ 90.000
    Entre las obras de Aristóteles (384322 a. C.) publicadas en vida y que, por el azar de los siglos, no han llegado íntegras hasta este tiempo, esta obra ocupa un lugar destacado, no sólo por su valor como propagador de los ideales filosóficos y morales de un Aristóteles académico en polémica con la escuela de Isócrates, o por su gran influencia en la literatura protréptica posterior, como testimonian, por ejemplo, el Hortensio de Cicerón o el Protréptico de Jámblico, sino también por haber sido la más extensamente citada, lo que ha permitido llevar a cabo intentos de reconstrucción que ofrecen una idea bastante aproximada de su contenido. Esta es una obra de exhortación a la filosofía, entendida como el cultivo de un conocimiento teorético de la realidad de las cosas, que es el que proporciona las pautas necesarias para la vida feliz. Es, pues, una invitación a la vida contemplativa, al ejercicio y uso del entendimiento y la sabiduría que, como fin natural del hombre, es el mejor bien al que éste puede aspirar y lo único que, realmente, hace la vida digna de ser vida.Esta es una obra de exhortación a la filosofía, entendida como el cultivo de un conocimiento teorético de la realidad de las cosas, que es el que proporciona las pautas necesarias para la vida feliz. Es, pues, una invitación a la vida contemplativa, al ejercicio y uso del entendimiento y la sabiduría que, como fin natural del hombre, es el mejor bien al que éste puede aspirar y lo único que, realmente, hace la vida digna de ser vida. Más información
  10. Conjugar los vacíos. Ensayos de arquitectura

    COP $ 121.000
    Son estos artículos una forma de crítica arquitectónica que no pretende emitir juicios de valor sino participar del territorio de la misma arquitectura. Conjugar significa, en este sentido, utilizar la percepción de la arquitectura como origen de texto, pero también, pensar que el ensayo puede ser proyecto, práctica arquitectónica.Ensayos de arquitectura, por tanto, y no sobre arquitectura, en cuanto que el objeto referencial está disuelto en el lenguaje, que resulta implícitamente propositivo. La relación con el lugar, la fragmentación de la gran forma, o la normatividad de los nuevos lenguajes arquitectónicos, son algunos de los temas recurrentes y soterrados, más allá de la selección de obras y autores analizados, que son otra manera de declarar una teoría de la arquitectura.Nota: Incluye fotografías en blanco y negro, y fotografías de planos. Ensayos de arquitectura, por tanto, y no sobre arquitectura, en cuanto que el objeto referencial está disuelto en el lenguaje, que resulta implícitamente propositivo. La relación con el lugar, la fragmentación de la gran forma, o la normatividad de los nuevos lenguajes arquitectónicos, son algunos de los temas recurrentes y soterrados, más allá de la selección de obras y autores analizados, que son otra manera de declarar una teoría de la arquitectura.Nota: Incluye fotografías en blanco y negro, y fotografías de planos. Nota: Incluye fotografías en blanco y negro, y fotografías de planos. Más información