Detalles
L. Frank Baum, el autor norteamericano que se hizo inmortal con su obra , era hijo de un magnate del petróleo que, tras la ruina de su padre, se dedicó al periodismo y a su auténtica vocación de escribir narraciones para niños. Baum se plantea, y así lo afirma sin ambigüedades, escribir «cuentos de hadas modernos» cuyo objetivo fundamental sea algo tan fácil y tan difícil como hacer felices a los niños. Y ese mundo mágico y a la vez moderno se encuentra en esta . Claus, un bebé humano, es acogido y criado por la ninfa Necile, pariente de las hadas y de buen número de seres inmortales que habitan en el bosque de Burzee: los Knooks, los Ryls, los gnomos, los demonios del viento y otros muchos. Todo lo que de la vida de Santa Claus ha llegado hasta ustedes por el acarreo temporal de la tradición está en la narración de Baum: los renos, el árbol de Navidad, la invención del juguete, su casa y taller, el motivo de poner los calcetines para recibir los regalos ... Todo está aquí, y no elaborado como un erudito estudio histórico, sino con el encanto de un relato fantástico que a veces remonta el vuelo a la esfera de la Alta Fantasía, y les recuerda a Tolkien, a quien evoca anticipadamente en algún destello de estas páginas.El mago de Oz, era hijo de un magnate del petróleo que, tras la ruina de su padre, se dedicó al periodismo y a su auténtica vocación de escribir narraciones para niños. Baum se plantea, y así lo afirma sin ambigüedades, escribir «cuentos de hadas modernos» cuyo objetivo fundamental sea algo tan fácil y tan difícil como hacer felices a los niños. Y ese mundo mágico y a la vez moderno se encuentra en esta . Claus, un bebé humano, es acogido y criado por la ninfa Necile, pariente de las hadas y de buen número de seres inmortales que habitan en el bosque de Burzee: los Knooks, los Ryls, los gnomos, los demonios del viento y otros muchos. Todo lo que de la vida de Santa Claus ha llegado hasta ustedes por el acarreo temporal de la tradición está en la narración de Baum: los renos, el árbol de Navidad, la invención del juguete, su casa y taller, el motivo de poner los calcetines para recibir los regalos ... Todo está aquí, y no elaborado como un erudito estudio histórico, sino con el encanto de un relato fantástico que a veces remonta el vuelo a la esfera de la Alta Fantasía, y les recuerda a Tolkien, a quien evoca anticipadamente en algún destello de estas páginas.Vida y Aventuras de Santa Claus. Claus, un bebé humano, es acogido y criado por la ninfa Necile, pariente de las hadas y de buen número de seres inmortales que habitan en el bosque de Burzee: los Knooks, los Ryls, los gnomos, los demonios del viento y otros muchos. Todo lo que de la vida de Santa Claus ha llegado hasta ustedes por el acarreo temporal de la tradición está en la narración de Baum: los renos, el árbol de Navidad, la invención del juguete, su casa y taller, el motivo de poner los calcetines para recibir los regalos ... Todo está aquí, y no elaborado como un erudito estudio histórico, sino con el encanto de un relato fantástico que a veces remonta el vuelo a la esfera de la Alta Fantasía, y les recuerda a Tolkien, a quien evoca anticipadamente en algún destello de estas páginas.
L. Frank Baum
información no disponible.
Presentación
Juventud
Capítulo 1
Burzee
Capítulo 2
El Niño del Bosque
Capítulo 3
La adopción
Capítulo 4
Claus
Capítulo 5
El señor del Bosque
Capítulo 6
Claus descubre la humanidad
Capítulo 7
Claus abandona el bosque
Madurez
Capítulo 1
El Valle de la Risa
Capítulo 2
Cómo fabricó Claus el primer juguete
Capítulo 3
Cómo los Ryls colorearon los juguetes
Capítulo 4
Cómo se asustó la pequeña Mayrie
Capítulo 5
Cómo Bessie Blithsome llegó al Valle de la Risa
Capítulo 6
La perversidad de los Awgwas
Capítulo7
La Gran Batalla entre el Bien y el Mal
Capítulo 8
El primer viaje con los renos
Capítulo 9
« ¡Santa Claus!»
Capítulo 10
Nochebuena
Capítulo 11
Cómo se colgaron los primeros calcetines de las chimeneas
Capítulo l2
El primer árbol de Navidad
Senectud
Capítulo 1
El Manto de la inmortalidad
Capítulo 2
Cuando el mundo envejeció
Capítulo 3
Los ayudantes de Santa Claus