Detalles
Imaginemos que la historia occidental es un gran juego donde la Argentina ocupa una posición periférica en cuyo interior se desarrollan otras partidas paralelas, funcionales al juego mayor.En , la pampa húmeda de mediados del siglo XIX se nos presenta como un tablero donde los terratenientes, los comerciantes y los militares porteños son reyes, caballos y torres blancas que tienen que avanzar hacia el sur, mientras que algunos caciques y criollos hacen las veces de peones. Ni el país ni sus habitantes pudieron escoger la pieza o el color que querían sino que resultaron víctimas de los que organizaron el juego.Uniendo el rigor del historiador con la potencialidad de la ficción, en esta novela Marcelino Irianni diferencia entre los dos protagonistas que ha elegido para ver otra historia argentina, según el tiempo y el lugar, el cacique Juan Catriel puede ser considerado rey en el interior de su toldería, torre junto al gobernador Roas o peón en las estrategias de los terratenientes. Pero el criollo Eustaquio Verón, un trabajador rural levado, siempre se nos presentará como un peón, y de los negros, un peón de esos que avanza poco y come cuando puede de costado. Piezas útiles que marchan como escudo al frente de las otras pero que son totalmente vulnerables dentro de su individualidad.En , la pampa húmeda de mediados del siglo XIX se nos presenta como un tablero donde los terratenientes, los comerciantes y los militares porteños son reyes, caballos y torres blancas que tienen que avanzar hacia el sur, mientras que algunos caciques y criollos hacen las veces de peones. Ni el país ni sus habitantes pudieron escoger la pieza o el color que querían sino que resultaron víctimas de los que organizaron el juego.Uniendo el rigor del historiador con la potencialidad de la ficción, en esta novela Marcelino Irianni diferencia entre los dos protagonistas que ha elegido para ver otra historia argentina, según el tiempo y el lugar, el cacique Juan Catriel puede ser considerado rey en el interior de su toldería, torre junto al gobernador Roas o peón en las estrategias de los terratenientes. Pero el criollo Eustaquio Verón, un trabajador rural levado, siempre se nos presentará como un peón, y de los negros, un peón de esos que avanza poco y come cuando puede de costado. Piezas útiles que marchan como escudo al frente de las otras pero que son totalmente vulnerables dentro de su individualidad.Peones de ajedrez, la pampa húmeda de mediados del siglo XIX se nos presenta como un tablero donde los terratenientes, los comerciantes y los militares porteños son reyes, caballos y torres blancas que tienen que avanzar hacia el sur, mientras que algunos caciques y criollos hacen las veces de peones. Ni el país ni sus habitantes pudieron escoger la pieza o el color que querían sino que resultaron víctimas de los que organizaron el juego.Uniendo el rigor del historiador con la potencialidad de la ficción, en esta novela Marcelino Irianni diferencia entre los dos protagonistas que ha elegido para ver otra historia argentina, según el tiempo y el lugar, el cacique Juan Catriel puede ser considerado rey en el interior de su toldería, torre junto al gobernador Roas o peón en las estrategias de los terratenientes. Pero el criollo Eustaquio Verón, un trabajador rural levado, siempre se nos presentará como un peón, y de los negros, un peón de esos que avanza poco y come cuando puede de costado. Piezas útiles que marchan como escudo al frente de las otras pero que son totalmente vulnerables dentro de su individualidad.Uniendo el rigor del historiador con la potencialidad de la ficción, en esta novela Marcelino Irianni diferencia entre los dos protagonistas que ha elegido para ver otra historia argentina, según el tiempo y el lugar, el cacique Juan Catriel puede ser considerado rey en el interior de su toldería, torre junto al gobernador Roas o peón en las estrategias de los terratenientes. Pero el criollo Eustaquio Verón, un trabajador rural levado, siempre se nos presentará como un peón, y de los negros, un peón de esos que avanza poco y come cuando puede de costado. Piezas útiles que marchan como escudo al frente de las otras pero que son totalmente vulnerables dentro de su individualidad.
Información adicional
Distribuidor | Promolibro |
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Casa editorial | Editorial Biblos/Dédalo Srl |
Año de Edición | 2007 |
Número de Páginas | 253 |
Idioma(s) | Español |
Alto y ancho | 14 x 21 |
Peso | 0.3500 |
Tipo Producto | libro |
Marcelino Irianni
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