Ciencias Sociales

  1. Muestras de Platón

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    ¿Qué tipo de producto es un diálogo de Platón y cómo hay que tomarlo Esta cuestión es quizá la misma que esta otra: ¿de qué se trata, cuál es el problema, en el pensar y el decir de Platón La cuestión de la «forma» o de «género» y la del «contenido» o el «pensamiento» o el «problema» son quizá en este caso una y la misma. El mostrar que así es no puede intentarse de otra manera que tratando de poner de manifiesto qué es eso «uno y lo mismo». La vía por la que en este libro se quiere contribuir a tal averiguación es la de un seguimiento de aspectos determinados de determinados diálogos de Platón. Más información
  2. Aristóteles. Protréptico. Una exhortación ...

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    Entre las obras de Aristóteles (384322 a. C.) publicadas en vida y que, por el azar de los siglos, no han llegado íntegras hasta este tiempo, esta obra ocupa un lugar destacado, no sólo por su valor como propagador de los ideales filosóficos y morales de un Aristóteles académico en polémica con la escuela de Isócrates, o por su gran influencia en la literatura protréptica posterior, como testimonian, por ejemplo, el Hortensio de Cicerón o el Protréptico de Jámblico, sino también por haber sido la más extensamente citada, lo que ha permitido llevar a cabo intentos de reconstrucción que ofrecen una idea bastante aproximada de su contenido. Esta es una obra de exhortación a la filosofía, entendida como el cultivo de un conocimiento teorético de la realidad de las cosas, que es el que proporciona las pautas necesarias para la vida feliz. Es, pues, una invitación a la vida contemplativa, al ejercicio y uso del entendimiento y la sabiduría que, como fin natural del hombre, es el mejor bien al que éste puede aspirar y lo único que, realmente, hace la vida digna de ser vida.Esta es una obra de exhortación a la filosofía, entendida como el cultivo de un conocimiento teorético de la realidad de las cosas, que es el que proporciona las pautas necesarias para la vida feliz. Es, pues, una invitación a la vida contemplativa, al ejercicio y uso del entendimiento y la sabiduría que, como fin natural del hombre, es el mejor bien al que éste puede aspirar y lo único que, realmente, hace la vida digna de ser vida. Más información
  3. El futuro de lo clásico

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    Para encontrar identidad y fuerza, cada época ha inventado una idea distinta de "clásico". Así lo"clásico" concierne siempre no solo al pasado, sino también al presente y a una visión del futuro. Para darle forma al mundo de mañana es necesario plantear de nuevo los múltiples orígenes que compartimos.¿Por qué la heroína de un famoso manga japonés se llama Nausícaa ¿Por qué tras el once de septiembre de 2001 el mulá Omar comparó a América con Polifemo, «un gigante cegado por el enemigo al que no sabe nombrar», por un Nadie ¿Debemos quedarnos desconcertados por estas citas si se cree que Homero es más "nuestro" que de los japoneses o los musulmanes o vale más que se reflexione sobre la intensidad y la eficacia de unas citas que vienen de tan lejos El autor recorre los senderos de la historia del arte, desde los rascacielos americanos posmodernos hasta los romanos y los griegos, para demostrar cómo ha cambiado la idea de lo "clásico" a lo largo de los siglos, en una estrecha comparación entre antiguos y "modernos" llevada a cabo siempre en función del presente, como un duelo entre interpretaciones opuestas del pasado y del futuro. Ninguna civilización puede pensarse a sí misma si no dispone de otras sociedades que le sirvan de término de comparación de otro lugar en el tiempo (griegos y romanos) y de otro lugar en el espacio (las civilizaciones extraeuropeas). Cuanto mejor se sepa mirar lo "clásico" no como una herencia muerta que pertenece sin merecerla sino como algo sorprendente, que se tiene que reconquistar todos los días, como un potente estímulo para entender lo "diverso", se tendrán más herramientas para formar a las nuevas generaciones.¿Por qué la heroína de un famoso manga japonés se llama Nausícaa ¿Por qué tras el once de septiembre de 2001 el mulá Omar comparó a América con Polifemo, «un gigante cegado por el enemigo al que no sabe nombrar», por un Nadie ¿Debemos quedarnos desconcertados por estas citas si se cree que Homero es más "nuestro" que de los japoneses o los musulmanes o vale más que se reflexione sobre la intensidad y la eficacia de unas citas que vienen de tan lejos El autor recorre los senderos de la historia del arte, desde los rascacielos americanos posmodernos hasta los romanos y los griegos, para demostrar cómo ha cambiado la idea de lo "clásico" a lo largo de los siglos, en una estrecha comparación entre antiguos y "modernos" llevada a cabo siempre en función del presente, como un duelo entre interpretaciones opuestas del pasado y del futuro. Ninguna civilización puede pensarse a sí misma si no dispone de otras sociedades que le sirvan de término de comparación de otro lugar en el tiempo (griegos y romanos) y de otro lugar en el espacio (las civilizaciones extraeuropeas). Cuanto mejor se sepa mirar lo "clásico" no como una herencia muerta que pertenece sin merecerla sino como algo sorprendente, que se tiene que reconquistar todos los días, como un potente estímulo para entender lo "diverso", se tendrán más herramientas para formar a las nuevas generaciones. Más información
  4. Platón las palabras y los mitos ¿Cómo y po...

    COP $ 91.000
    Platón es el primer autor que utilizó el término con el sentido que todavía hoy continúan otorgándole. Al darle uso no metafórico, Platón está describiendo un discurso de cierto tipo, construido por los poetas de su sociedad, que élpretende sustituir por otro, lógos, un discurso propio de los filósofos. Aunque se muestra muy crítico con respecto a los mitos, Platón debe reconocer que tampoco los filósofos pueden prescindir de ellos, y él mismo no dejará de inspirarse en los poetas para desarrollar ciertos puntos de su doctrina, llegando incluso a fabricar algunos de sus mitos, reconociendo con ellos su eficacia y la gran influencia que ejercen en el campo de la ética y de la política.La oposición que Platón establece entre y la especialización del sentido de mýthos, cuya transliteración iba a dar en español, no se debe al azar. Para el autor, se trata de una consecuencia de la definitiva sustitución, que iba a tener lugar entonces en Grecia, de la oralidad por la escritura como modo de transmisión de los mensajes. No es por tanto casual que sea Platón el primero en hablar de «mito», al que considera un discurso del otro, cuya autoridad fundada en la tradición es discutida, y un discurso para el otro, sobre el que se pretende ejercer autoridad por medio de la persuasión y no de la argumentación.En su origen, este trabajo debía abordar una investigación lexicográfica sobre mýthos, sus derivados y los compuestos del que constituyen el primer término. Progresivamente adquiere un tono más etnológico y filosófico. La primera parte del libro describe el testimonio de Platón sobre la comunicación de lo memorable en la colectividad dada. La segunda analiza la crítica de Platón a ese tipo de discurso que designa el vocablo, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes.mýthos con el sentido que todavía hoy continúan otorgándole. Al darle uso no metafórico, Platón está describiendo un discurso de cierto tipo, construido por los poetas de su sociedad, que élpretende sustituir por otro, lógos, un discurso propio de los filósofos. Aunque se muestra muy crítico con respecto a los mitos, Platón debe reconocer que tampoco los filósofos pueden prescindir de ellos, y él mismo no dejará de inspirarse en los poetas para desarrollar ciertos puntos de su doctrina, llegando incluso a fabricar algunos de sus mitos, reconociendo con ellos su eficacia y la gran influencia que ejercen en el campo de la ética y de la política.La oposición que Platón establece entre y la especialización del sentido de mýthos, cuya transliteración iba a dar en español, no se debe al azar. Para el autor, se trata de una consecuencia de la definitiva sustitución, que iba a tener lugar entonces en Grecia, de la oralidad por la escritura como modo de transmisión de los mensajes. No es por tanto casual que sea Platón el primero en hablar de «mito», al que considera un discurso del otro, cuya autoridad fundada en la tradición es discutida, y un discurso para el otro, sobre el que se pretende ejercer autoridad por medio de la persuasión y no de la argumentación.En su origen, este trabajo debía abordar una investigación lexicográfica sobre mýthos, sus derivados y los compuestos del que constituyen el primer término. Progresivamente adquiere un tono más etnológico y filosófico. La primera parte del libro describe el testimonio de Platón sobre la comunicación de lo memorable en la colectividad dada. La segunda analiza la crítica de Platón a ese tipo de discurso que designa el vocablo, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes.La oposición que Platón establece entre y la especialización del sentido de mýthos, cuya transliteración iba a dar en español, no se debe al azar. Para el autor, se trata de una consecuencia de la definitiva sustitución, que iba a tener lugar entonces en Grecia, de la oralidad por la escritura como modo de transmisión de los mensajes. No es por tanto casual que sea Platón el primero en hablar de «mito», al que considera un discurso del otro, cuya autoridad fundada en la tradición es discutida, y un discurso para el otro, sobre el que se pretende ejercer autoridad por medio de la persuasión y no de la argumentación.En su origen, este trabajo debía abordar una investigación lexicográfica sobre mýthos, sus derivados y los compuestos del que constituyen el primer término. Progresivamente adquiere un tono más etnológico y filosófico. La primera parte del libro describe el testimonio de Platón sobre la comunicación de lo memorable en la colectividad dada. La segunda analiza la crítica de Platón a ese tipo de discurso que designa el vocablo, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes.mýthos y lógos y la especialización del sentido de mýthos, cuya transliteración iba a dar en español, no se debe al azar. Para el autor, se trata de una consecuencia de la definitiva sustitución, que iba a tener lugar entonces en Grecia, de la oralidad por la escritura como modo de transmisión de los mensajes. No es por tanto casual que sea Platón el primero en hablar de «mito», al que considera un discurso del otro, cuya autoridad fundada en la tradición es discutida, y un discurso para el otro, sobre el que se pretende ejercer autoridad por medio de la persuasión y no de la argumentación.En su origen, este trabajo debía abordar una investigación lexicográfica sobre mýthos, sus derivados y los compuestos del que constituyen el primer término. Progresivamente adquiere un tono más etnológico y filosófico. La primera parte del libro describe el testimonio de Platón sobre la comunicación de lo memorable en la colectividad dada. La segunda analiza la crítica de Platón a ese tipo de discurso que designa el vocablo, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». 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La segunda analiza la crítica de Platón a ese tipo de discurso que designa el vocablo, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes.En su origen, este trabajo debía abordar una investigación lexicográfica sobre mýthos, sus derivados y los compuestos del que constituyen el primer término. Progresivamente adquiere un tono más etnológico y filosófico. La primera parte del libro describe el testimonio de Platón sobre la comunicación de lo memorable en la colectividad dada. La segunda analiza la crítica de Platón a ese tipo de discurso que designa el vocablo, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes. mýthos, tomando para ellos en consideración otro tipo de discurso, propio del filósofo, que designa el vocablo , entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». Al final de la obra, cuatro anexos ponen a disposición del lector todos los datos sobre el que tratan los trece capítulos precedentes.lógos, entendido concretamente como «discurso argumentativo verificable» y como «discurso argumentativo». 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