Profesionales y Técnicos

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    El Nacionalismo monetario y la estabilidad internacional

    El Nacionalismo monetario y la estabilidad in...

    Sin existencias

    COP $ 104.000
    Cuando se escriba la historia del análisis económico del siglo XX habrá que tener muy en cuenta esta obra de Hayek donde, pese a su brevedad, se suministra el argumento teórico básico para oponerse a la creciente diferenciación de la moneda sobre bases nacionales que defendió Keynes entonces y volvieron a defender Friedman y otros en los años sesenta y setenta de este siglo.Pero es que además la obra resulta perfectamente aplicable a nuestros días, en los que se discute acaloradamente si los tipos de cambio de nuestras monedas han de ser fijos o flexibles o si debemos renunciar o no a nuestra soberanía monetaria en Europa, a favor de una moneda única.El autor aborda estos temas, anticipándose a mucho de lo que se ha escrito después y de una forma absolutamente inédita, razón que nos ha movido a seleccionar esta obra para incluirla en la Biblioteca de grandes economistas del siglo XX.Pero es que además la obra resulta perfectamente aplicable a nuestros días, en los que se discute acaloradamente si los tipos de cambio de nuestras monedas han de ser fijos o flexibles o si debemos renunciar o no a nuestra soberanía monetaria en Europa, a favor de una moneda única.El autor aborda estos temas, anticipándose a mucho de lo que se ha escrito después y de una forma absolutamente inédita, razón que nos ha movido a seleccionar esta obra para incluirla en la Biblioteca de grandes economistas del siglo XX.El autor aborda estos temas, anticipándose a mucho de lo que se ha escrito después y de una forma absolutamente inédita, razón que nos ha movido a seleccionar esta obra para incluirla en la Biblioteca de grandes economistas del siglo XX. Más información

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    Bienestar para todos

    Bienestar para todos

    Sin existencias

    COP $ 88.000
    El autor expone en este libro las medidas de política económica que produjeron el famoso «milagro económico alemán», del que él mismo fue principal inspirador y protagonista. Esta política económica, que, contra la general oposición e incomprensión de los partidos políticos (incluido el partido del propio Erhard), los sindicatos, los empresarios, consiguió transformar en unos años a un país hundido y destrozado por la guerra mundial, tuvo una decidida y coherente inspiración en los principios de la libertad y de la economía de mercado. Como dice el profesor Jürguen B. Donges en el prólogo de esta nueva edición española, «Erhard era intelectualmente un liberal, se sentía adicto a las doctrinas de Alexander Rüstow, Walter Eucken, Franz Böhm y Friedrich A. Hayek, creía en la iniciativa privada, desconfiaba del Estado omnipotente, veía en el mercado y la competencia el motor del progreso económico».Sobre tales bases, y contando con el proverbial espíritu de trabajo del pueblo alemán, los espectaculares resultados conseguidos eran una lógica consecuencia. De ahí que el propios Erhard diga que no debe hablarse de «milagro». «Lo que se ha llevado a cabo en Alemania escribe es todo lo contrario de un milagro. Es tan sólo la consecuencia del esfuerzo honrado de todo un pueblo que, siguiendo principios liberales, ha conquistado la posibilidad de volver a emplear iniciativas humanas, humanas energías. Por tanto, si este ejemplo alemán ha de tener algún sentido más allá de las propias fronteras, el único sentido será hacer presente al mundo entero el triunfo de la libertad humana y de la libre movilidad de la economía».Esta política económica, que, contra la general oposición e incomprensión de los partidos políticos (incluido el partido del propio Erhard), los sindicatos, los empresarios, consiguió transformar en unos años a un país hundido y destrozado por la guerra mundial, tuvo una decidida y coherente inspiración en los principios de la libertad y de la economía de mercado. Como dice el profesor Jürguen B. Donges en el prólogo de esta nueva edición española, «Erhard era intelectualmente un liberal, se sentía adicto a las doctrinas de Alexander Rüstow, Walter Eucken, Franz Böhm y Friedrich A. Hayek, creía en la iniciativa privada, desconfiaba del Estado omnipotente, veía en el mercado y la competencia el motor del progreso económico».Sobre tales bases, y contando con el proverbial espíritu de trabajo del pueblo alemán, los espectaculares resultados conseguidos eran una lógica consecuencia. De ahí que el propios Erhard diga que no debe hablarse de «milagro». «Lo que se ha llevado a cabo en Alemania escribe es todo lo contrario de un milagro. Es tan sólo la consecuencia del esfuerzo honrado de todo un pueblo que, siguiendo principios liberales, ha conquistado la posibilidad de volver a emplear iniciativas humanas, humanas energías. Por tanto, si este ejemplo alemán ha de tener algún sentido más allá de las propias fronteras, el único sentido será hacer presente al mundo entero el triunfo de la libertad humana y de la libre movilidad de la economía».Sobre tales bases, y contando con el proverbial espíritu de trabajo del pueblo alemán, los espectaculares resultados conseguidos eran una lógica consecuencia. De ahí que el propios Erhard diga que no debe hablarse de «milagro». «Lo que se ha llevado a cabo en Alemania escribe es todo lo contrario de un milagro. Es tan sólo la consecuencia del esfuerzo honrado de todo un pueblo que, siguiendo principios liberales, ha conquistado la posibilidad de volver a emplear iniciativas humanas, humanas energías. Por tanto, si este ejemplo alemán ha de tener algún sentido más allá de las propias fronteras, el único sentido será hacer presente al mundo entero el triunfo de la libertad humana y de la libre movilidad de la economía». Más información

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    Lo esencial de Ludwig von Mises

    Lo esencial de Ludwig von Mises

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    COP $ 57.400
    Frecuente es, tanto en la política como en la ciencia, plantear problemas, para cuya solución sólo dos vías, arbitrariamente prefijadas, se nos brindan. Durante la década de los treinta, por ejemplo, parecía como si únicamente cabía optar entre comunismo o fascismo; hoy en día, de modo similar, los economistas americanos nos presentan, otra vez, singular alternativa:. El debate se reduce, pues, a determinar deba el gobierno inflar las disponibilidades dinerarias, a deba ascender el déficit presupuestario.Nadie, por lo visto, desea ni siquiera plantearse otra posible solución, mucho más fecunda que esa extraña mixtura, con que las autoridades pretenden engañar el hambre a base de archisabidos intervencionismos monetarios y fiscales. keynesianismo o monetarismo libremente fluctuante. El debate se reduce, pues, a determinar deba el gobierno inflar las disponibilidades dinerarias, a deba ascender el déficit presupuestario.Nadie, por lo visto, desea ni siquiera plantearse otra posible solución, mucho más fecunda que esa extraña mixtura, con que las autoridades pretenden engañar el hambre a base de archisabidos intervencionismos monetarios y fiscales.cuánto deba el gobierno inflar las disponibilidades dinerarias, a deba ascender el déficit presupuestario.Nadie, por lo visto, desea ni siquiera plantearse otra posible solución, mucho más fecunda que esa extraña mixtura, con que las autoridades pretenden engañar el hambre a base de archisabidos intervencionismos monetarios y fiscales.cuánto deba ascender el déficit presupuestario.Nadie, por lo visto, desea ni siquiera plantearse otra posible solución, mucho más fecunda que esa extraña mixtura, con que las autoridades pretenden engañar el hambre a base de archisabidos intervencionismos monetarios y fiscales.Nadie, por lo visto, desea ni siquiera plantearse otra posible solución, mucho más fecunda que esa extraña mixtura, con que las autoridades pretenden engañar el hambre a base de archisabidos intervencionismos monetarios y fiscales. Más información