Profesionales y Técnicos

  1. La razón de las naciones. Reflexiones sobre ...

    COP $ 59.000
    Tras la estela de Raymond Aron, Pierre Manent se ha significado en las últimas décadas, y así es reconocido en toda Europa, por su meticuloso y afinado estudio de la tradición liberal francesa, inseparable de nombres como los de Benjamin Constant, François Guizot y, sobre todo, Alexis de Tocqueville, a quien ha dedicado trabajos de la importancia de Tocqueville et la nature de la démocratie (Gallimard, 1982). Desde su cátedra en el Centre de recherches politiques, Pierre Manent ha estado en condiciones de rastrear e interpretar, bajo una óptica singularmente atractiva la que en parte acuñan los clásicos liberales tantas veces desoídos, cuando no reprobados in toto desde culposas ignorancias, la génesis de la filosofía política moderna, expuesta al público en obras como Curso de filosofía política (Fondo de Cultura Económica, 2005) o Historia del pensamiento liberal (Emecé, 1990).Desde su cátedra en el Centre de recherches politiques, Pierre Manent ha estado en condiciones de rastrear e interpretar, bajo una óptica singularmente atractiva la que en parte acuñan los clásicos liberales tantas veces desoídos, cuando no reprobados in toto desde culposas ignorancias, la génesis de la filosofía política moderna, expuesta al público en obras como Curso de filosofía política (Fondo de Cultura Económica, 2005) o Historia del pensamiento liberal (Emecé, 1990). Más información
  2. Teoría de la federación

    COP $ 115.000
    En su Teoría de la Federación, convertida ya en referente indispensable de la teoría contemporánea del derecho, Olivier Beaud (Annecy, 1958) sortea los lugares comunes con que se asocia el estudio de los fundamentos jurídico-políticos de las Federaciones históricas, tales como la pregunta por la soberanía de los cuerpos jurídicos federados, o el análisis de la brecha que las separa de las meras Confederaciones, en la justa medida en que son también callejones sin salida, caminos mal elegidos, que traban la justa vocación del teórico: pensar la Federación en los términos -y a la altura- de su propia positividad, en el mejor y menos positivista de los sentidos. Sólo entonces es la Federación comprensible, también para el profano, en la libre asociación que la constituye, en los diferentes matices y problemas que la separan del Estado. Y sólo entonces acaso sea transitable, además, como construcción de futuro, como Unión Europea, sabedora de sus virtudes y potencias, no menos que de sus infranqueables límites.Federación en los términos -y a la altura- de su propia positividad, en el mejor y menos positivista de los sentidos. Sólo entonces es la Federación comprensible, también para el profano, en la libre asociación que la constituye, en los diferentes matices y problemas que la separan del Estado. Y sólo entonces acaso sea transitable, además, como construcción de futuro, como Unión Europea, sabedora de sus virtudes y potencias, no menos que de sus infranqueables límites.Sólo entonces es la Federación comprensible, también para el profano, en la libre asociación que la constituye, en los diferentes matices y problemas que la separan del Estado. Y sólo entonces acaso sea transitable, además, como construcción de futuro, como Unión Europea, sabedora de sus virtudes y potencias, no menos que de sus infranqueables límites. Más información