En un principio fue la duda: ¿qué hay más allá del espejo A Rafael Coloma siempre le han intrigado los espejos. Y es por ello que a Vicent Usó le pareció oportuno el título de esta obra que quiere mostrar la profundidad de una trayectoria. Y también oportuno que el libro, a pesar de su carácter de antología, adopte una estructura circular. Desde el primer poema ya deja clara el autor su obsesión por los espejos. Son versos de 1987. Y van cayendo poemas en la noche del libro, bajo el viento impulsivo de los ojos de los lectores. Y llega a las últimas palabras: espejo vacíoAl otro lado del espejo se encuentran el desasosiego que proporciona el saber de gestores inexpertos y torpes del tiempo que toca vivir sin prórroga posible, un tiempo que consume, generalmente, en el inhóspito territorio de la mentira. Una mentira que se ha elevado a la categoría de rutina, que se ha ido asimilado hasta el punto de no saber vivir ya sin ella, una mentira a la cual ya se ha renunciado a pedir explicaciones, una mentira a menudo idolatrada, en todo caso necesaria.Al otro lado del espejo se encuentran el desasosiego que proporciona el saber de gestores inexpertos y torpes del tiempo que toca vivir sin prórroga posible, un tiempo que consume, generalmente, en el inhóspito territorio de la mentira. Una mentira que se ha elevado a la categoría de rutina, que se ha ido asimilado hasta el punto de no saber vivir ya sin ella, una mentira a la cual ya se ha renunciado a pedir explicaciones, una mentira a menudo idolatrada, en todo caso necesaria.
Más información