Interés General

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    Balada del consentimiento a este mundo

    Balada del consentimiento a este mundo

    Sin existencias

    COP $ 54.000
    «Como detesto bajezas y necesidades mi arte no tiene aprobación en este tiempo. Porque a la mugre de vuestro mundo de maldades le hace falta -lo sé- mi consentimiento». Brecht escribió esta Balada en 1932. Su dardo verbal es un irónico y lúcido alegato contra la dominación burguesa y los distintos estamentos sociales: políticos, militares, jueces, policías e intelectuales que la sustentan. Sus clarividentes textos pretenden, además, espolear a un pueblo que está llevando al poder a quienes «están a punto de degollar a la humanidad».  Más información

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    ¡Paz! Paz

    ¡Paz! Paz

    Sin existencias

    COP $ 45.000
    El miedo es una emoción fundamental que nos acompaña toda la vida. Pero existen diferentes tipos de miedos, "Cada quien con sus miedos", dice Armando, nuestro protagonista, el novio de Ulia; ella había sido novia de Raúl pero lo dejó porque ya no quería relacionarse con alguien violento y Controlador. El Problema es que Raúl no quiere aceptar que Lilia prefiera a Armando. Raúl acosa a Armando y persigue a Ulia hasta llevarlos al límite. Sin duda, la forma en que resolvemos nuestros problemas y los resultados que vamos obteniendo amoldan nuestra personalidad y construyen nuestra Identidad. Más información

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    Cuentos negros de cuba:. los cuentos negros de Lydia Cabrera constituyen una obra única en nuestra literatura. Aportan un acento nuevo. Son de una deslumbradora originalidad. Sitúan la mitología antillana en la categoría de literatura universal.

    Cuentos negros de cuba:. los cuentos negros d...

    Sin existencias

    COP $ 55.000
    Apasionada por el universo imaginario de las diferentes culturas africanas en Cuba, Lydia Cabrera inició en París la publicación de una extensa obra de investigación. Contes négres de Cuba (1936), traducidos por Francis de Miomandre, se acogía a la poderosa corriente que las culturas africanas habían despertado en Europa de la mano de Leo Frobenius, Blaise Cendrars y Paul Morand,
    entre otros.


    Concebidos inicialmente como una serie de relatos para aliviar la enfermedad de su amiga Teresa de la Parra, el libro atrajo inmediatamente la atención de la crítica. De regreso a Cuba en 1939, Lydia Cabrera continuaría, con rigor de etnógrafa, el estudio y recopilación de las leyendas y mitos afrocubanos.


    Para María Zambrano, la obra de Lydia Cabrera “es el mundo de la raza esclava hasta el dintel de nuestros días el que ella libera. Pues, ¿cómo el esclavo alcanzará su libertad, sino siendo escuchado y más aún recibiendo la palabra que a veces no tiene la forma que aún la falta o se le fue quedando en el camino de la servidumbre?”
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    Los cuatro jinetes  del apocalipsis

    Los cuatro jinetes del apocalipsis

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    COP $ 49.000
    Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis (1916) ha sido el primer best-seller de la historia y el libro más leído en los EE.UU. después de la  Biblia, según The Illustrated London News. La Guerra, el Hambre, la Peste y la Muerte son los jinetes que para Vicente Blasco Ibánez representan la catástrofe sufrida por la humanidad con la Primera Guerra Mundial. La novela, ampliamente traducida, editada y llevada al cine, cuenta la historia de dos familias provenientes de un tronco común, los Desnoyers y los Von Hartrott, que se enfrentan con el estallido de la contienda en Europa. Tras la muerte del patriarca, Julio Madariaga, los Hartrott se marchan a Alemania y los Desnoyers a Francia.

    En una metáfora del absurdo de la guerra, ambas familias terminan combatiendo en bandos opuestos en la Primera Guerra Mundial. Partidario de la Europa unida y contrario a los nacionalismos que conducen a las matanzas injustificadas de hombres, mujeres y niños, el autor hace decir a Julio Madariaga: “Fíjate, gabacho: yo soy español, tú francés, Karl es alemán, mis niñas argentinas, el cocinero ruso, su ayudante griego, el peón de cuadra inglés, las chinas de la cocina unas son del país, otras gallegas o italianas, y entre los peones hay de todas castas y leyes. ¡Y todos vivimos en paz! En Europa tal vez nos habríamos golpeado a estas horas, pero aquí todos amigos.”
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