Detalles
Cuan todavía la neurología era una quimera la vida psiquiátrica una especulación sobre lo que Freud ponía en juego en nuestros instintos, Ivan Pavlov, el medico ruso que en su modesto laboratorio de San Petersburgo investigaba con perros, sentaba las bases de la psicología científica.Un número infinito de reflejos, unos más simples y otros más complejos, hace posible mantener el equilibrio entre el organismo y la naturaleza, que en el hombre alcanza desde las cuestiones de la vida diaria hasta los grandes problemas políticos y sociales. Es muy posible, entendía Pavlov, que en ese esquema tan simple de estimulo-respuesta este la clave de toda nuestra conducta, incluso de nuestra conciencia.Un número infinito de reflejos, unos más simples y otros más complejos, hace posible mantener el equilibrio entre el organismo y la naturaleza, que en el hombre alcanza desde las cuestiones de la vida diaria hasta los grandes problemas políticos y sociales. Es muy posible, entendía Pavlov, que en ese esquema tan simple de estimulo-respuesta este la clave de toda nuestra conducta, incluso de nuestra conciencia.
Información adicional
Distribuidor | Promolibro |
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Casa editorial | Nivola Libros y ediciones |
Año de Edición | 2006 |
Número de Páginas | 176 |
Idioma(s) | Español |
Alto y ancho | 13.5 x 21 |
Peso | 0.2400 |
Tipo Producto | libro |
Juan José Fernández Teijeiro
información no disponible.
Introducción
El seminarista de Ryazan
La tesis doctoral y un nuevo rumbo
¿Cómo funciona el aparato digestivo?
La investigación cambia de rumbo
Hacia una psicología objetiva: Sechenov y Jackson
Los reflejos condicionados
Reflejos y adaptación
¿Qué sucede en el cerebro?
Entre Freud y Pavlov
Investigador hasta el final
Sus últimos años
Bibliografía
Reseñas
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