Historia de la monja Alférez. Escrita por ella misma

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COP $ 52.000

Autor: Catalina de Erauso

Distribuidor: Promolibro

Casa Editorial: Hiperión

Hiperión

Año de Edición: 2009

2009

Idioma: Español

Formato: Libro Impreso

Número de páginas: 118

ISBN: 9788475176529

9788475176529
SKU (Número de Referencia): 49717

Disponible

En estas memorias los lectores no encontrarán las bellezas de la literatura, ya que nunca fue ése su propósito. Descubran en ellas, más bien, lo que de insólito, aventurado y electrizante contienen, que no es poco. Thomas de Quincey, el mejor glosador de estas páginas de Catalina de Erauso, lo...

Detalles

En estas memorias los lectores no encontrarán las bellezas de la literatura, ya que nunca fue ése su propósito. Descubran en ellas, más bien, lo que de insólito, aventurado y electrizante contienen, que no es poco. Thomas de Quincey, el mejor glosador de estas páginas de Catalina de Erauso, lo dejó dicho en palabras exactas: «Sus memorias están cargadas de electricidad por los hechos que las conforman; de otra parte, en la manera de contar estos hechos, son de una sistemática sequedad.» En efecto, no fue mujer de letras sino de acción, la monja alférez, aunque confiesa «leer bien el latín», y su crónica, como tantas otras de los que pasaron a Indias,deslumbra por la fuerza de lo narrado, no por florituras de estilo que ninguna falta le hacen, en verdad. Las buenas historias no suelen necesitarlas. Escribió estas páginas doña Catalina en Sevilla, o tal vez en Madrid, en los años 1625 o 1626, poco antes de embarcarse por segunda y definitiva vez con destino a América.En efecto, no fue mujer de letras sino de acción, la monja alférez, aunque confiesa «leer bien el latín», y su crónica, como tantas otras de los que pasaron a Indias,deslumbra por la fuerza de lo narrado, no por florituras de estilo que ninguna falta le hacen, en verdad. Las buenas historias no suelen necesitarlas. Escribió estas páginas doña Catalina en Sevilla, o tal vez en Madrid, en los años 1625 o 1626, poco antes de embarcarse por segunda y definitiva vez con destino a América.deslumbra por la fuerza de lo narrado, no por florituras de estilo que ninguna falta le hacen, en verdad. Las buenas historias no suelen necesitarlas. Escribió estas páginas doña Catalina en Sevilla, o tal vez en Madrid, en los años 1625 o 1626, poco antes de embarcarse por segunda y definitiva vez con destino a América.Escribió estas páginas doña Catalina en Sevilla, o tal vez en Madrid, en los años 1625 o 1626, poco antes de embarcarse por segunda y definitiva vez con destino a América.

Información adicional

DistribuidorPromolibro
Casa editorialHiperión
Año de Edición2009
Número de Páginas118
Idioma(s)Español
Alto y ancho13.8 x 20
Peso0.1800
Tipo Productolibro

Catalina de Erauso

información no disponible.

Presentación

Historia de la monja alférez

I. Su patria, padres, nacimiento, educación, fuga y correrías por varias partes de España
II. Parte de Sanlúcar para Punta Araya, Cartagena, Nombre de Dios y Panamá
III. De Panamá pasa con su amo Urquiza, mercader de Trujillo, al puerto de Paita, y a la villa de Saña
IV. De Saña pasa a Trujillo. Mata a un hombre
V. Parte de Trujillo a Lima
VI. Llega a la Concepción de Chile y halla allí a su hermano. Pasa a Paicabí, y
hallándose en la batalla de Valdivia, gana una bandera. Vuelve a la Concepción, mata a dos y a su propio hermano
VII. Parte de la Concepción a Tucumán
VIII. Parte de Tucumán a Potosí.
IX. Parte del Potosí a los Chuncos
X. Pasa a la ciudad de la Plata.

XI. Pasa a las Charcas.
XII. Parte de las Charcas a Piscobamba
XIII. Pasa a la ciudad de Cochabamba y vuelve a la Plata.
XIV. Pasa de la Plata a Piscobamba y a la Mizque.
XV. Pasa a la ciudad de la Paz, y mata a uno.
XVI. Parte a la ciudad del Cuzco.
XVII. Pasa a Lima. De allí sale contra los holandeses.
Piérdese y acógese a su armada. Échanle a la costa de Paita, y desde allí vuelve a
Lima
XVIII. Mata en el Cuzco al nuevo Cid, quedando herida
XIX. Parte del Cuzco para Guamanga. Pasa por el puente de Andahuailas y Guancavélica
XX. Entra en Guamanga, y lo que allí le sucedió hasta descubrirse al señor obispo.

XXI. Pasa de Guamanga a Lima, por mandato del señor arzobispo, en hábito de monja, y entra en el convento de la Trinidad. Sale de allí, vuelve a Guamanga y continúa para Santa Fe de Bogotá y Tenerife
XXII. Embárcase en Tenerife y pasa a Cartagena, y de aquí parte para España en la flota
XXIII. Parte de Cádiz a Sevilla; de Sevilla a Madrid, a Pamplona y a Roma; pero habiendo sido robada en el Piamonte, vuelve a España
XXIV. Parte de Madrid a Barcelona
XXV. Parte de Barcelona a Génova, y de allí, a Roma
XXVI. De Roma viene a Nápoles.

Epílogo
Índice

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