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  1. De Joseph Ratzinger a Benedicto XVI

    COP $ 111.000
    Un año después de su llegada a la Cátedra de Pedro, la figura del nuevo papa Benedicto XVI sigue suscitando interés y curiosidad. Un ágil recorrido por la vida y la obra de Joseph Ratzinger antes y después de ser Papa. Más información
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    Del agradecimiento

    Del agradecimiento

    Sin existencias

    COP $ 34.000
    La orientación filosófica fundamental de Schwarz se inscribe sin reserva en lo que actualmente da en llamarse el realismo fenomenológico. Quienes se adhieren a esta filosofía no comparten tan sólo su decisiva tesis capital sobre la trascendencia del conocimiento humano, fundándola en una interpretación realista de la primera edición de las investigaciones lógicas de Husserl, sino también un exigente método nuevamente socrático de filosofar, que ha sido practicado genialmente por pensadores de la estatura de Alexander Pfänder, Max Scheler, Adolf Reinach, Edith Stein, Hedwig Conrad-Martius o Dietrich von Hildebrand. Hoy el más conocido definidor y tenaz promotor de este modo de hacer filosofía es indudablemente Josef Seifert.Pues bien, en este opúsculo Balduin Schwarz, para desentrañar el logos inmanente al complejo fenómeno del agradecimiento, usa magistralmente los recursos metódicos de la fenomenología realista, mas se vale asimismo con toda libertad de otros procedimientos compatibles con ella. Y, a nuestro parecer, la presente investigación constituye en verdad, además de un esclaramiento realmente clásico y aún no superado de dicho fenómeno, una muestra ejemplar de ese acendrado modo de filosofar que pretende ante todo ir al grano esencial de las cosas mismas. Pero será el lector ganoso de verdad en cuyas manos caigan estas páginas el que habrá de juzgar por sí mismo, en un mundo tan lleno de falsificaciones, si el fruto lógico que Schwarz cosecha en ellas le parece tener el genuino sabor de la filosofía y es capaz de ofrecer verdadero alimento a las necesidades de su espíritu.Pues bien, en este opúsculo Balduin Schwarz, para desentrañar el logos inmanente al complejo fenómeno del agradecimiento, usa magistralmente los recursos metódicos de la fenomenología realista, mas se vale asimismo con toda libertad de otros procedimientos compatibles con ella. Y, a nuestro parecer, la presente investigación constituye en verdad, además de un esclaramiento realmente clásico y aún no superado de dicho fenómeno, una muestra ejemplar de ese acendrado modo de filosofar que pretende ante todo ir al grano esencial de las cosas mismas. Pero será el lector ganoso de verdad en cuyas manos caigan estas páginas el que habrá de juzgar por sí mismo, en un mundo tan lleno de falsificaciones, si el fruto lógico que Schwarz cosecha en ellas le parece tener el genuino sabor de la filosofía y es capaz de ofrecer verdadero alimento a las necesidades de su espíritu. Más información

  3. Desde la experiencia del pensar

    COP $ 88.000
    El autor presenta en una seria de poemas y aforismos escritos en 1947, en una época de recogimiento personal en la que el filósofo se refugió en su cabaña de Todtnauberg, en la selva negra, dos años después de que las autoridades francesas de ocupación le hubiesen reiterado la (hasta 1951) y tuviera que dejar su cátedra de filosofía. A pesar de su brevedad, estos textos recogen la mayor parte de los conceptos fundamentales del pensamiento heideggeriano, con toda su profundidad aparentemente liviana, con la fuerza y la tensión de la sencillez rotunda. El texto se acompaña de once fotografías de la cabaña de Todtnauberg y alrededores, así como de un interesante y clarificador glosario de términos de Félix Duque. Desde la experiencia del pensar una seria de poemas y aforismos escritos en 1947, en una época de recogimiento personal en la que el filósofo se refugió en su cabaña de Todtnauberg, en la selva negra, dos años después de que las autoridades francesas de ocupación le hubiesen reiterado la (hasta 1951) y tuviera que dejar su cátedra de filosofía. A pesar de su brevedad, estos textos recogen la mayor parte de los conceptos fundamentales del pensamiento heideggeriano, con toda su profundidad aparentemente liviana, con la fuerza y la tensión de la sencillez rotunda. El texto se acompaña de once fotografías de la cabaña de Todtnauberg y alrededores, así como de un interesante y clarificador glosario de términos de Félix Duque.venia docendi (hasta 1951) y tuviera que dejar su cátedra de filosofía. A pesar de su brevedad, estos textos recogen la mayor parte de los conceptos fundamentales del pensamiento heideggeriano, con toda su profundidad aparentemente liviana, con la fuerza y la tensión de la sencillez rotunda. El texto se acompaña de once fotografías de la cabaña de Todtnauberg y alrededores, así como de un interesante y clarificador glosario de términos de Félix Duque. Más información
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    Deus caritas est. Introducción y cometario Angelo Scola

    Deus caritas est. Introducción y cometario A...

    Sin existencias

    COP $ 80.000
    así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisivaLa primera encíclica de Benedicto XVI, introducida y comentada, apartado a apartado, por uno de los teólogos más próximos al Papa: el cardenal Angelo Scola, patriarca de Venecia.Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisivaLa primera encíclica de Benedicto XVI, introducida y comentada, apartado a apartado, por uno de los teólogos más próximos al Papa: el cardenal Angelo Scola, patriarca de Venecia.La primera encíclica de Benedicto XVI, introducida y comentada, apartado a apartado, por uno de los teólogos más próximos al Papa: el cardenal Angelo Scola, patriarca de Venecia. Más información

  5. Diálogos sobre el problema del conocimiento

    COP $ 44.000
    Para quien esté interesado en profundizar en la filosofía rosminiana del conocimiento nada hay más recomendable que el mismo . Sin embargo, para los lectores de habla castellana que no conozcan el italiano existe una traducción de un resumen hecho por Rosmini, precedido de un breve análisis de las posiciones de otros filósofos modernos y de una crítica de las mismas. se colocan por tanto al comienzo de la producción literaria del autor, dedicada a aclarar cuestiones epistemológicas, pero teniendo ya en mente un complejo sistema ontológico, que iría elaborando con el tiempo, sobre todo en sus últimas obras. También hay que colocarlos al comienzo en sentido teorético, ya que la solución del problema ideológico da para el autor la clave de toda filosofía, entendida como el sistema de la verdad.El primero de ellos se ocupa de la naturaleza de las ideas. La idea es lo común a varias cosas que poseen una misma naturaleza. Pero eso común no puede estar en cada cosa particular, ya que para ser común es preciso abstraer de la subsistencia. Dice Rosmini contestando a Mauricio: Cuando se dice que la naturaleza humana es igual en muchos individuos, se pronuncia un juicio verdadero. La interpretación que se suele dar es falsa () la igualdad de varios individuos consiste en esta igual relación con la idea. Del mismo modo, la idea por la que algo es conocido es única en todos los hombres. Al considerar una naturaleza común se ha abstraído toda subsistencia, de manera que no queda ya nada particular en ella. Si tuviera una subsistencia particular en cada individuo que posee en cada una de las mentes, y así al infinito.El segundo diálogo, más extenso, abarca una serie de temas clásicos en la gnosología moderna: el escepticismo, el problema del puente, el principio de inmanencia. Es central la tesis, defendida con una fuerte lógica, de que el espíritu no da su forma al objeto ni lo altera. Aun cuando nuestro conocimiento de las cosas es limitado, ya que se apoya en la experiencia sensible, no es sin embargo falaz. Tanto el escepticismo como la pretensión de un conocimiento exhaustivo quedan excluidos. Pregunta Rosmini a Mauricio: ¿reconoces alguna diferencia entre saber todo y saber algo () ¿Te parece que, cuando se trata de refutar el escepticismo y de asegurar al hombre la posesión de la verdad, se pretende demostrar que el hombre sabe todas las cosas y que no ignora ninguna. Interesante y digna de atención es la manera en que Rosmini defiende y justifica esta tesis clásica.Quien lea estas pocas páginas se maravillará de que el nombre de Rosmini no aparezca más seguido en la literatura filosófica y mucho mayor será el asombro si el lector emprende la lectura de sus obras. Aunque no es el lugar para ahondar en las causas de tan sorprendente omisión, sí lo es para expresar el deseo de que el pensamiento rosminiano reciba la atención que merece.Juan Francisco FranckNuovo Saggio. Sin embargo, para los lectores de habla castellana que no conozcan el italiano existe una traducción de un resumen hecho por Rosmini, precedido de un breve análisis de las posiciones de otros filósofos modernos y de una crítica de las mismas. se colocan por tanto al comienzo de la producción literaria del autor, dedicada a aclarar cuestiones epistemológicas, pero teniendo ya en mente un complejo sistema ontológico, que iría elaborando con el tiempo, sobre todo en sus últimas obras. También hay que colocarlos al comienzo en sentido teorético, ya que la solución del problema ideológico da para el autor la clave de toda filosofía, entendida como el sistema de la verdad.El primero de ellos se ocupa de la naturaleza de las ideas. La idea es lo común a varias cosas que poseen una misma naturaleza. Pero eso común no puede estar en cada cosa particular, ya que para ser común es preciso abstraer de la subsistencia. Dice Rosmini contestando a Mauricio: Cuando se dice que la naturaleza humana es igual en muchos individuos, se pronuncia un juicio verdadero. La interpretación que se suele dar es falsa () la igualdad de varios individuos consiste en esta igual relación con la idea. Del mismo modo, la idea por la que algo es conocido es única en todos los hombres. Al considerar una naturaleza común se ha abstraído toda subsistencia, de manera que no queda ya nada particular en ella. Si tuviera una subsistencia particular en cada individuo que posee en cada una de las mentes, y así al infinito.El segundo diálogo, más extenso, abarca una serie de temas clásicos en la gnosología moderna: el escepticismo, el problema del puente, el principio de inmanencia. Es central la tesis, defendida con una fuerte lógica, de que el espíritu no da su forma al objeto ni lo altera. Aun cuando nuestro conocimiento de las cosas es limitado, ya que se apoya en la experiencia sensible, no es sin embargo falaz. Tanto el escepticismo como la pretensión de un conocimiento exhaustivo quedan excluidos. Pregunta Rosmini a Mauricio: ¿reconoces alguna diferencia entre saber todo y saber algo () ¿Te parece que, cuando se trata de refutar el escepticismo y de asegurar al hombre la posesión de la verdad, se pretende demostrar que el hombre sabe todas las cosas y que no ignora ninguna. Interesante y digna de atención es la manera en que Rosmini defiende y justifica esta tesis clásica.Quien lea estas pocas páginas se maravillará de que el nombre de Rosmini no aparezca más seguido en la literatura filosófica y mucho mayor será el asombro si el lector emprende la lectura de sus obras. Aunque no es el lugar para ahondar en las causas de tan sorprendente omisión, sí lo es para expresar el deseo de que el pensamiento rosminiano reciba la atención que merece.Juan Francisco FranckLos diálogos se colocan por tanto al comienzo de la producción literaria del autor, dedicada a aclarar cuestiones epistemológicas, pero teniendo ya en mente un complejo sistema ontológico, que iría elaborando con el tiempo, sobre todo en sus últimas obras. También hay que colocarlos al comienzo en sentido teorético, ya que la solución del problema ideológico da para el autor la clave de toda filosofía, entendida como el sistema de la verdad.El primero de ellos se ocupa de la naturaleza de las ideas. La idea es lo común a varias cosas que poseen una misma naturaleza. Pero eso común no puede estar en cada cosa particular, ya que para ser común es preciso abstraer de la subsistencia. Dice Rosmini contestando a Mauricio: Cuando se dice que la naturaleza humana es igual en muchos individuos, se pronuncia un juicio verdadero. La interpretación que se suele dar es falsa () la igualdad de varios individuos consiste en esta igual relación con la idea. Del mismo modo, la idea por la que algo es conocido es única en todos los hombres. Al considerar una naturaleza común se ha abstraído toda subsistencia, de manera que no queda ya nada particular en ella. Si tuviera una subsistencia particular en cada individuo que posee en cada una de las mentes, y así al infinito.El segundo diálogo, más extenso, abarca una serie de temas clásicos en la gnosología moderna: el escepticismo, el problema del puente, el principio de inmanencia. Es central la tesis, defendida con una fuerte lógica, de que el espíritu no da su forma al objeto ni lo altera. Aun cuando nuestro conocimiento de las cosas es limitado, ya que se apoya en la experiencia sensible, no es sin embargo falaz. Tanto el escepticismo como la pretensión de un conocimiento exhaustivo quedan excluidos. Pregunta Rosmini a Mauricio: ¿reconoces alguna diferencia entre saber todo y saber algo () ¿Te parece que, cuando se trata de refutar el escepticismo y de asegurar al hombre la posesión de la verdad, se pretende demostrar que el hombre sabe todas las cosas y que no ignora ninguna. Interesante y digna de atención es la manera en que Rosmini defiende y justifica esta tesis clásica.Quien lea estas pocas páginas se maravillará de que el nombre de Rosmini no aparezca más seguido en la literatura filosófica y mucho mayor será el asombro si el lector emprende la lectura de sus obras. Aunque no es el lugar para ahondar en las causas de tan sorprendente omisión, sí lo es para expresar el deseo de que el pensamiento rosminiano reciba la atención que merece.Juan Francisco FranckEl primero de ellos se ocupa de la naturaleza de las ideas. La idea es lo común a varias cosas que poseen una misma naturaleza. Pero eso común no puede estar en cada cosa particular, ya que para ser común es preciso abstraer de la subsistencia. Dice Rosmini contestando a Mauricio: Cuando se dice que la naturaleza humana es igual en muchos individuos, se pronuncia un juicio verdadero. La interpretación que se suele dar es falsa () la igualdad de varios individuos consiste en esta igual relación con la idea. Del mismo modo, la idea por la que algo es conocido es única en todos los hombres. Al considerar una naturaleza común se ha abstraído toda subsistencia, de manera que no queda ya nada particular en ella. Si tuviera una subsistencia particular en cada individuo que posee en cada una de las mentes, y así al infinito.El segundo diálogo, más extenso, abarca una serie de temas clásicos en la gnosología moderna: el escepticismo, el problema del puente, el principio de inmanencia. Es central la tesis, defendida con una fuerte lógica, de que el espíritu no da su forma al objeto ni lo altera. Aun cuando nuestro conocimiento de las cosas es limitado, ya que se apoya en la experiencia sensible, no es sin embargo falaz. Tanto el escepticismo como la pretensión de un conocimiento exhaustivo quedan excluidos. Pregunta Rosmini a Mauricio: ¿reconoces alguna diferencia entre saber todo y saber algo () ¿Te parece que, cuando se trata de refutar el escepticismo y de asegurar al hombre la posesión de la verdad, se pretende demostrar que el hombre sabe todas las cosas y que no ignora ninguna. Interesante y digna de atención es la manera en que Rosmini defiende y justifica esta tesis clásica.Quien lea estas pocas páginas se maravillará de que el nombre de Rosmini no aparezca más seguido en la literatura filosófica y mucho mayor será el asombro si el lector emprende la lectura de sus obras. Aunque no es el lugar para ahondar en las causas de tan sorprendente omisión, sí lo es para expresar el deseo de que el pensamiento rosminiano reciba la atención que merece.Juan Francisco FranckEl segundo diálogo, más extenso, abarca una serie de temas clásicos en la gnosología moderna: el escepticismo, el problema del puente, el principio de inmanencia. Es central la tesis, defendida con una fuerte lógica, de que el espíritu no da su forma al objeto ni lo altera. Aun cuando nuestro conocimiento de las cosas es limitado, ya que se apoya en la experiencia sensible, no es sin embargo falaz. Tanto el escepticismo como la pretensión de un conocimiento exhaustivo quedan excluidos. Pregunta Rosmini a Mauricio: ¿reconoces alguna diferencia entre saber todo y saber algo () ¿Te parece que, cuando se trata de refutar el escepticismo y de asegurar al hombre la posesión de la verdad, se pretende demostrar que el hombre sabe todas las cosas y que no ignora ninguna. Interesante y digna de atención es la manera en que Rosmini defiende y justifica esta tesis clásica.Quien lea estas pocas páginas se maravillará de que el nombre de Rosmini no aparezca más seguido en la literatura filosófica y mucho mayor será el asombro si el lector emprende la lectura de sus obras. Aunque no es el lugar para ahondar en las causas de tan sorprendente omisión, sí lo es para expresar el deseo de que el pensamiento rosminiano reciba la atención que merece.Juan Francisco FranckQuien lea estas pocas páginas se maravillará de que el nombre de Rosmini no aparezca más seguido en la literatura filosófica y mucho mayor será el asombro si el lector emprende la lectura de sus obras. Aunque no es el lugar para ahondar en las causas de tan sorprendente omisión, sí lo es para expresar el deseo de que el pensamiento rosminiano reciba la atención que merece.Juan Francisco FranckJuan Francisco Franck Más información
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    Educar es un riesgo. Apuntes para un método verdadero

    Educar es un riesgo. Apuntes para un método ...

    Sin existencias

    COP $ 98.000
    Nada se percibe hoy tan importante como la necesidad de educar a nuestros jóvenes en la libertad y en la responsabilidad. El sistema educativo español presenta heridas profundas y difícilmente sanables en todos sus flancos: desaparece cada vez más rápidamente el sujeto que educa padres, maestros, sacerdotes, la legislación vigente no favorece a las realidades sociales que apuestan por la educación y, por último, el nihilismo y el relativismo cultural imperantes nos dejan inermes ante tan importante y urgente tarea. Pero educar hoy no es sólo necesario y urgente, sino posible.Estas páginas recogen la frescura de una concepción educativa vivida y experimentada, fruto de un conocimiento profundo de la naturaleza humana y, al mismo tiempo, de las condiciones culturales e históricas que caracterizan la vida del hombre de hoy. La atención con la que ha sido acogida esta obra por parte de estudiosos de varios países de Estados Unidos a Rusia, desde países de África a regiones asiáticas da cuenta de la importancia y el valor de un planteamiento que se dirige a cualquier hombre de nuestro tiempo.Estas páginas recogen la frescura de una concepción educativa vivida y experimentada, fruto de un conocimiento profundo de la naturaleza humana y, al mismo tiempo, de las condiciones culturales e históricas que caracterizan la vida del hombre de hoy. La atención con la que ha sido acogida esta obra por parte de estudiosos de varios países de Estados Unidos a Rusia, desde países de África a regiones asiáticas da cuenta de la importancia y el valor de un planteamiento que se dirige a cualquier hombre de nuestro tiempo. Más información

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    El arte, el terror y la muerte

    El arte, el terror y la muerte

    Sin existencias

    COP $ 74.000
    ¿Se puede representar el terror Pero, ¿y si el terror surgeira precisamente de la propia reiteración de la representación, aquella a la que se reduce modernamente la subjetividad En tal caso, el terror y la subjetividad constituirían las dos caras de un mismo fenómeno que transforma a su vez el arte: de la presencia singular de la cosa que ha de ser recogida en una mirada a la repetición infinita de la mirada que ya no puede captarse más que a sí misma. Pero esa repetición de la mirada, procedente de la transformación de la pintura entre J. L. David y T. Géricault, sólo es posible como elusión de la muerte, esto es, como su elevación a pura trivialidad, tal como acontece en la pintura-fotografía de A. Warhol. Frente al terror y la totalidad de su representación subjetiva, la finitud de la muerte, pensada por Heidegger y dibujada tal vez por Van Gogh, continúa apareciendo como la señal oculta del arte: aquella que lo devuelve a un inalcanzable más allá de la representación. Más información

  8. El deber y la ignorancia de los hechos

    COP $ 34.000
    En este texto se defienden dos tesis paradójicas. La primera es que nuestras obligaciones morales no dependen de la situación en que nos encontremos, sino más bien de lo que nosotros pensamos acerca de esa situación. La razón principal alegada por el autor a favor de esta tesis tan sorprendente es que si fuera verdad la tesis contraria, si nuestros deberes dependieran de la situación en que de hecho nos encontramos, se seguiría la paradoja aún mayor de que en realidad nunca sabemos cuál es nuestro deber, pues nuestro conocimiento de la situación en que nos hallamos es siempre imperfecto, de suerte que nunca sabemos que no estemos pasando por alto circunstancias relevantes que acaso modifiquen nuestra responsabilidad.La segunda paradoja dice que, sea cual sea nuestro deber en una situación concreta, es seguro que no cabe entenderlo como el deber de realizar una acción determinada (por ejemplo, la acción de ayudar a unos familiares necesitados), sino de ponernos a realizar esa acción. La razón en este caso es que realizar una acción es introducir intencionadamente un cambio en el mundo externo (por ejemplo, hacer que ciertas personas necesitadas reciban una suma de dinero) y eso es algo que, a juicio de Prichard, nunca está del todo en mis manos ni puede, por tanto, constituir un deber mío.es una lectura aconsejable no sólo por el interés objetivo de los argumentos de Prichard, sino también porque constituye una espléndida muestra de la forma mentis, genuinamente filosófica, del autor. Es característica la tenacidad con la que, a lo largo de estas páginas, Prichard hace avanzar la investigación, la paciencia infinita con que va examinando las dificultades que le salen al paso, la renuncia a todo adorno del lenguaje en beneficio de la precisión. Todo esto tiene, desde luego, un precio: su estilo es seco, en ocasiones enrevesado a fuerza de plegarse al perfil de la cosa misma, y la lectura se hace por momentos fatigosa. Pero quien haga el esfuerzo de seguir a Prichard por los vericuetos de su argumentación no se arrepentirá.La segunda paradoja dice que, sea cual sea nuestro deber en una situación concreta, es seguro que no cabe entenderlo como el deber de realizar una acción determinada (por ejemplo, la acción de ayudar a unos familiares necesitados), sino de ponernos a realizar esa acción. La razón en este caso es que realizar una acción es introducir intencionadamente un cambio en el mundo externo (por ejemplo, hacer que ciertas personas necesitadas reciban una suma de dinero) y eso es algo que, a juicio de Prichard, nunca está del todo en mis manos ni puede, por tanto, constituir un deber mío.es una lectura aconsejable no sólo por el interés objetivo de los argumentos de Prichard, sino también porque constituye una espléndida muestra de la forma mentis, genuinamente filosófica, del autor. Es característica la tenacidad con la que, a lo largo de estas páginas, Prichard hace avanzar la investigación, la paciencia infinita con que va examinando las dificultades que le salen al paso, la renuncia a todo adorno del lenguaje en beneficio de la precisión. Todo esto tiene, desde luego, un precio: su estilo es seco, en ocasiones enrevesado a fuerza de plegarse al perfil de la cosa misma, y la lectura se hace por momentos fatigosa. Pero quien haga el esfuerzo de seguir a Prichard por los vericuetos de su argumentación no se arrepentirá.El deber y la ignorancia de los hechos es una lectura aconsejable no sólo por el interés objetivo de los argumentos de Prichard, sino también porque constituye una espléndida muestra de la forma mentis, genuinamente filosófica, del autor. Es característica la tenacidad con la que, a lo largo de estas páginas, Prichard hace avanzar la investigación, la paciencia infinita con que va examinando las dificultades que le salen al paso, la renuncia a todo adorno del lenguaje en beneficio de la precisión. Todo esto tiene, desde luego, un precio: su estilo es seco, en ocasiones enrevesado a fuerza de plegarse al perfil de la cosa misma, y la lectura se hace por momentos fatigosa. Pero quien haga el esfuerzo de seguir a Prichard por los vericuetos de su argumentación no se arrepentirá. Más información
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    El Dios de la fe y el Dios de los filósofos

    El Dios de la fe y el Dios de los filósofos

    Sin existencias

    COP $ 68.000
    El conocimiento de que Dios es un Dios referido al mundo y al hombre, que opera dentro de la historia, o, dicho más hondamente, el conocimiento de que Dios es persona, yo que sale al encuentro del tú, este conocimiento exige sin duda un nuevo examen en toda la línea de las declaraciones filosóficas, un repensarlas como todavía no se ha ejecutado suficientemente(del del autor)(del del autor)Prólogo del autor) Más información

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    El  mejor amigo de la ciencia. Historias con perros y científicos

    El mejor amigo de la ciencia. Historias con ...

    Sin existencias

    COP $ 30.000
    Perros y más perros: los mitológicos, los de Pavlov, la perrita Laika, los perros de Houssay, el dogo argentino. Según este libro, el perro, además de amigote del hombre, es el mejor amigo de la ciencia, dada la infinidad de experimentos que lo tuvieron, bien o mal, como protagonista.¿De dónde salen las razas de perros ¿Cómo fue la relación de canes y humanos ¿Cómo se relacionó el perro con diversas culturas ¿Por qué fueron los perros tan populares en los experimentos de fisiología Martín De Ambrosio responde a estas preguntas con rigor, información y, sobre todo, a través de relatos amenos en lo que no falta el humor, la historia o la literatura. Así, las ganas de saber de los científicos se van cruzando con la suerte (o desgracia) perruna, en un camino lleno de curiosidades y ladridos.¿De dónde salen las razas de perros ¿Cómo fue la relación de canes y humanos ¿Cómo se relacionó el perro con diversas culturas ¿Por qué fueron los perros tan populares en los experimentos de fisiología Martín De Ambrosio responde a estas preguntas con rigor, información y, sobre todo, a través de relatos amenos en lo que no falta el humor, la historia o la literatura. Así, las ganas de saber de los científicos se van cruzando con la suerte (o desgracia) perruna, en un camino lleno de curiosidades y ladridos. Más información