Detalles
Esta es una novela de acción en la que Stevenson utiliza sus grandes dotes de narrador de aventuras en un tema detectivesco que maneja con los habituales efectos de claridad y suspense. Se habla de un tema detectivesco porque no llega a ser una novela policiaca, ya que carece de elementos tan básicos como un crimen y un detective, pero no deja de tener un cadáver yendo de un lado para otro y un decisivo móvil económico conectado con la muerte que constituye la base de la obra. Las constantes alusiones irónicas a métodos policiacos, a policías famosos, a detectives imaginarios como Robert Skill, harían pensar en una sátira de ese género de novela, pero resulta que el autor trata con la misma socarronería los demás aspectos económicos, sociales y políticos, incluyendo al propio Gladstone, quien, por cierto, no era político de su devoción, pero cuentan que se quedó una noche en vela para terminar de leer La isla del tesoro. Esta sorna general, ligera y sin consecuencias, convierte a la novela en una divertida farsa. En realidad ésa debió de ser la intención de Stevenson, la de escribir un relato entretenido con el que introducir a su hijastro Lloyd Osbourne en el arte de la narrativa, tal como dice en el prólogo. En este sentido es una de las últimas obras juveniles, como ha indicado la crítica académica, antes de entrar en la truncada madurez de Weir of Hermiston.Las constantes alusiones irónicas a métodos policiacos, a policías famosos, a detectives imaginarios como Robert Skill, harían pensar en una sátira de ese género de novela, pero resulta que el autor trata con la misma socarronería los demás aspectos económicos, sociales y políticos, incluyendo al propio Gladstone, quien, por cierto, no era político de su devoción, pero cuentan que se quedó una noche en vela para terminar de leer La isla del tesoro. Esta sorna general, ligera y sin consecuencias, convierte a la novela en una divertida farsa. En realidad ésa debió de ser la intención de Stevenson, la de escribir un relato entretenido con el que introducir a su hijastro Lloyd Osbourne en el arte de la narrativa, tal como dice en el prólogo. En este sentido es una de las últimas obras juveniles, como ha indicado la crítica académica, antes de entrar en la truncada madurez de Weir of Hermiston.
R. L. Stevenson
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Introducción
Prólogo
Capítulo I
En el que Morris sospecha
Capítulo II
En el que Morris toma medidas
Capítulo III
El conferenciante en libertad
Capítulo IV
El magistrado en el vagón de equipajes e
Capítulo V
El señor Gideon Forsyth y la caja gigantesca
Capítulo VI
Las tribulaciones de Morris: Primera Parte
Capítulo VII
En el que William Dent Pitman consulta a un abogado
Capítulo VIII
En el que Michael Finsbury disfruta de un día de vacaciones
Capítulo IX
Gloriosa conclusión del día de vacaciones de Michael Finsbury
Capítulo X
Gideon Forsyth y el Broadwood de cola
Capítulo XI
El maestro Jimson
Capítulo XII
Definitivamente la última aparición del Broadwood de cola
Capítulo XIII
Las tribulaciones de Morris: Segunda Parte
Capítulo XIV
William Bent Pitman se entera de algo ventajoso para él
Capítulo XV
La vuelta del gran Vance
Capítulo XVI
Ajuste final del negocio del cuero