Alba Editorial

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  1. El americano

    COP $ 109.000
    Christopher Newman, «el americano», «el hombre nuevo», «el gran bárbaro del Oeste», llega a París dispuesto a «ver todas las cosas importantes y hacer lo que hace la gente inteligente». Tomar esposa se encuentra también entre sus expectativas, y ninguna mujer parece adecuarse tanto a ellas como madame de Cintré, una joven viuda perteneciente a una rancia casta de aristócratas. Newman piensa que, con su dinero, podrá vencer las reticencias y el orgullo de una familia poco inclinada a emparentar con como ellos dicen «una persona mercantil». Y en un principio así parece pero, como un día le advierte el hermano menor de madame de Cintré, «los árboles viejos tienen ramas torcidas, las casas viejas tienen grietas curiosas, las viejas estirpes tienen raros secretos. ¡Recuerde que tenemos ochocientos años!». La comedia de sociedad se ensombrece de pronto con el oscuro legado de los siglos, que hace su gótica aparición en forma de duelos, vergonzosos secretos, crímenes y clausuras de por vida. Newman aprende así lo que oculta y lo que depara no sólo la vieja Europa, sino también su propio deseo de ella. El americano (1876-77) es la primera novela propiamente «internacional» de Henry James y constituye ya una muestra excelente y responsable de su personalidad y su estilo.La comedia de sociedad se ensombrece de pronto con el oscuro legado de los siglos, que hace su gótica aparición en forma de duelos, vergonzosos secretos, crímenes y clausuras de por vida. Newman aprende así lo que oculta y lo que depara no sólo la vieja Europa, sino también su propio deseo de ella. El americano (1876-77) es la primera novela propiamente «internacional» de Henry James y constituye ya una muestra excelente y responsable de su personalidad y su estilo. Más información
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    Nuestra Carrie

    Nuestra Carrie

    Sin existencias

    COP $ 125.000
    Publicada a regañadientes por su propio editor, que la juzgaba «inmoral» y apenas la distribuyó, pasó prácticamente inadvertida en el momento de su aparición, en 1900. Con el tiempo, sin embargo, habría de ser considerada la gran novela naturalista norteamericana. En ella trazó Theodore Dreiser, con increíble detalle y rigor constructivo, la completa carrera de una heroína desde que, en las primeras páginas, deja su pueblo natal llamándose Caroline Meeber, hasta que, en las últimas, ilumina con su nuevo nombre, Carrie Madenda, las carteleras de los teatros de Broadway. Dos ciudades «hipnóticas», Chicago y Nueva York, que habrá conocido en su miseria y en su magnificencia, acabarán rendidas ante ella. Y dos hombres habrán observado, seguido, propiciado, sufrido, pero no compartido, su ascenso: el alegre Drouet, viajante de comercio, siempre despreocupado y pragmático, amante de los placeres; y George Hurstwood, flamante gerente del bar más animado de Chicago, que por amor dejará posición y familia, cometerá robo y bigamia, y entrará en un implacable proceso de degradación. «El hombre está demasiado familiarizado se dice en la novelacon el lastre de fuerzas inexplicables, invisibles, para seguir dudando de que la mente humana está teñida, movida, arrastrada por cosas que ni resuenan ni hablan. No sólo en las aguas del mar influye la luna.»Nuestra Carrie pasó prácticamente inadvertida en el momento de su aparición, en 1900. Con el tiempo, sin embargo, habría de ser considerada la gran novela naturalista norteamericana. En ella trazó Theodore Dreiser, con increíble detalle y rigor constructivo, la completa carrera de una heroína desde que, en las primeras páginas, deja su pueblo natal llamándose Caroline Meeber, hasta que, en las últimas, ilumina con su nuevo nombre, Carrie Madenda, las carteleras de los teatros de Broadway. Dos ciudades «hipnóticas», Chicago y Nueva York, que habrá conocido en su miseria y en su magnificencia, acabarán rendidas ante ella. Y dos hombres habrán observado, seguido, propiciado, sufrido, pero no compartido, su ascenso: el alegre Drouet, viajante de comercio, siempre despreocupado y pragmático, amante de los placeres; y George Hurstwood, flamante gerente del bar más animado de Chicago, que por amor dejará posición y familia, cometerá robo y bigamia, y entrará en un implacable proceso de degradación. «El hombre está demasiado familiarizado se dice en la novelacon el lastre de fuerzas inexplicables, invisibles, para seguir dudando de que la mente humana está teñida, movida, arrastrada por cosas que ni resuenan ni hablan. No sólo en las aguas del mar influye la luna.»Dos ciudades «hipnóticas», Chicago y Nueva York, que habrá conocido en su miseria y en su magnificencia, acabarán rendidas ante ella. Y dos hombres habrán observado, seguido, propiciado, sufrido, pero no compartido, su ascenso: el alegre Drouet, viajante de comercio, siempre despreocupado y pragmático, amante de los placeres; y George Hurstwood, flamante gerente del bar más animado de Chicago, que por amor dejará posición y familia, cometerá robo y bigamia, y entrará en un implacable proceso de degradación. «El hombre está demasiado familiarizado se dice en la novelacon el lastre de fuerzas inexplicables, invisibles, para seguir dudando de que la mente humana está teñida, movida, arrastrada por cosas que ni resuenan ni hablan. No sólo en las aguas del mar influye la luna.»«El hombre está demasiado familiarizado se dice en la novelacon el lastre de fuerzas inexplicables, invisibles, para seguir dudando de que la mente humana está teñida, movida, arrastrada por cosas que ni resuenan ni hablan. No sólo en las aguas del mar influye la luna.» Más información

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    Escribir sobre uno mismo. Todas las claves para dar forma literaria al material biográfico

    Escribir sobre uno mismo. Todas las claves pa...

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    COP $ 48.000
    Escribir sobre uno mismo es una buena forma de entrar en el mundo de la creación literaria. Pero ¿qué pasos seguir para convertir el material biográfico en un conjunto trascendente que interese a terceros ¿Qué datos extraer de la historia personal para desarrollar en un texto Esta práctica guía te ayudará a: saber cómo recuperar y organizar el material biográfico, superar escollos internos para escribir, analizar tus motivaciones y elaborar la propia experiencia otorgándole un sentido estético y escoger los formatos y las técnicas literarias que más te convienen.Esta práctica guía te ayudará a: saber cómo recuperar y organizar el material biográfico, superar escollos internos para escribir, analizar tus motivaciones y elaborar la propia experiencia otorgándole un sentido estético y escoger los formatos y las técnicas literarias que más te convienen. Más información

  4. Estampas de Italia

    COP $ 70.000
    Resultado de casi un año de viaje por Italia en 1844, las (1846) de Dickens no pretenden ser como muchos otros libros de viajes de la época una amalgama de historia y notas topográficas, sino un vibrante fresco de los lugares visitados. Agudísimo observador, Dickens se siente "atraído por la desolación de los pueblos y ciudades, la vida callejera llena de colores y olores, y los signos, visibles en todas partes a través de las ruinas y la degradación, de un risco pasado. Registra la simultaneidad de tiempos históricos: cómo un pilar romano se halla coronado por la imagen de un santo cristiano, o cómo obeliscos y columnas se emplean para construir graneros y establos. Dickens describe con una prosa no exenta de pinceladas humorísticas las ceremonias de Semana Santa en Roma, o las fiestas en honor de un santo local. Crítico con todo lo que se le antoja falsa piedad y culto a las apariencias, no oculta sin embargo su fascinación por la expresividad y la bulliciosa vida italianas, pues cada fragmento de sus templos caídos y cada piedra de sus palacios desiertos hace al mundo mejor. Estampas de Italia (1846) de Dickens no pretenden ser como muchos otros libros de viajes de la época una amalgama de historia y notas topográficas, sino un vibrante fresco de los lugares visitados. Agudísimo observador, Dickens se siente "atraído por la desolación de los pueblos y ciudades, la vida callejera llena de colores y olores, y los signos, visibles en todas partes a través de las ruinas y la degradación, de un risco pasado. Registra la simultaneidad de tiempos históricos: cómo un pilar romano se halla coronado por la imagen de un santo cristiano, o cómo obeliscos y columnas se emplean para construir graneros y establos. Dickens describe con una prosa no exenta de pinceladas humorísticas las ceremonias de Semana Santa en Roma, o las fiestas en honor de un santo local. Crítico con todo lo que se le antoja falsa piedad y culto a las apariencias, no oculta sin embargo su fascinación por la expresividad y la bulliciosa vida italianas, pues cada fragmento de sus templos caídos y cada piedra de sus palacios desiertos hace al mundo mejor. Más información
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    Jude el oscuro

    Jude el oscuro

    Sin existencias

    COP $ 109.000
    En la peripecia de Jude Fawley en el abandono de su mujer, en su renuncia forzosa a seguir estudios universitarios, en la relación ilícita, tortuosa y vagabunda que emprende con su prima Sue, Thomas Hardy quiso basar «una fábula trágica» con el propósito de «mostrar que, como dice Diderot, la ley civil debería ser sólo el enunciado de una ley natural». Sin embargo, esta personal ilustración del conflicto entre la ley y el instinto fue acogida con tanta saña y escándalo por sus contemporáneos que un obispo hasta llegó a quemarla públicamente. «Tal vez el mundo dice uno de sus personajes no esté lo bastante iluminado para comprender una experiencia como esta», y Hardy podría, muy bien haberse defendido con sus palabras. Porque Jude el oscuro (1895) fue la primera novela que se atrevió a hablar a su época, por extenso y sin tapujos, de sexo, matrimonio y religión, y que quiso que fueran sus personajes quienes expusieran las inquietudes e interrogantes cuyas consecuencias sufrían en un mundo que sólo les ofrecía, como respuesta, confusión y oscuridad. Más información

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    La casa del orgullo

    La casa del orgullo

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    COP $ 56.000
    «La carne es aquí dorada»: los Mares del Sur, que Jack London recorrió y conoció a fondo, fueron para su obra literaria de madurez una fuente de inspiración tan rica y poderosa como lo había sido en su juventud la Alaska de los buscadores de oro. Los cuentos de (1909) están situados en las islas Hawai, donde «la tierra y el mar respiran por turno». Sin embargo, en este paraíso de «Junos madurando al sol» y «bronceados Apolos», el hombre blanco ha propagado «la palabra de Dios» y «la palabra del Ron», ha introducido un rígido sistema de explotación económica y de segregación racial, y ha traído, sobre todo, enfermedades desconocidas y fatales como la lepra, «la marca de la Bestia». London enmarca en esta atmósfera crepuscular un dramático recuento de pérdidas y supervivencias, de cruciales reconocimientos afrontados con valor o con cobardía, pues «no es bueno para nadie tener que verse como realmente es, como tampoco es posible verse así durante mucho tiempo y sobrevivir a la experiencia». Con su particular versión naturalista del exotismo romántico, estos relatos ofrecen nuevas perspectivas de la siempre heroica literatura de su autor.La casa del orgullo (1909) están situados en las islas Hawai, donde «la tierra y el mar respiran por turno». Sin embargo, en este paraíso de «Junos madurando al sol» y «bronceados Apolos», el hombre blanco ha propagado «la palabra de Dios» y «la palabra del Ron», ha introducido un rígido sistema de explotación económica y de segregación racial, y ha traído, sobre todo, enfermedades desconocidas y fatales como la lepra, «la marca de la Bestia». London enmarca en esta atmósfera crepuscular un dramático recuento de pérdidas y supervivencias, de cruciales reconocimientos afrontados con valor o con cobardía, pues «no es bueno para nadie tener que verse como realmente es, como tampoco es posible verse así durante mucho tiempo y sobrevivir a la experiencia». Con su particular versión naturalista del exotismo romántico, estos relatos ofrecen nuevas perspectivas de la siempre heroica literatura de su autor.Con su particular versión naturalista del exotismo romántico, estos relatos ofrecen nuevas perspectivas de la siempre heroica literatura de su autor. Más información

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    Para mayores de cuarenta

    Para mayores de cuarenta

    Sin existencias

    COP $ 52.000
    «Hacia 1922 dice Willa Cather en el preámbulo de este libro el mundo se partió en dos»: la Primera Guerra Mundial había marcado un antes y un después en la historia de la cultura occidental, y hacia «los siete mil años del ayer», y para los «rezagados» en esos años, quiso dirigir la autora los recuerdos, impresiones y ensayos de Para mayores de cuarenta (1936). Esbozos de teoría de la novela y aproximaciones críticas a la obra de escritores como Thomas Mann o Katherine Mansfield alternan en esta colección con semblanzas de nobles y antiguas mujeres a las que conoció y que, por su «verdadero genio de supervivientes», recuerdan a las heroínas de sus novelas: madame Caroline Grout, la sobrina de Flaubert, a quien éste dedicó algunas de sus más célebres y tiernas cartas; la señora Fields, viuda de un editor de Boston, que vivió lo suficiente para conocer a Shelley y a los cubistas; y Sarah Orne Jewett, la escritora de Maine, que «se conformaba con pasar desapercibida, si con ello podía seguir siendo ella misma». Una defensa a ultranza de la personalidad y de la experiencia, de la imbricación entre literatura y vida, caracteriza estas páginas breves, melancólicas e intensas, de un lirismo y una imaginación excepcionales. Más información

  8. Puro teatro y algo más

    COP $ 57.000
    Esta obra es una selección de textos que Fernando Fernán Gómez ha ido publicando en diversos medios a lo largo de los años y cuyo nexo común es el arte de la representación. Ya adopten la forma de recuerdos de una fecunda vida como actor, de homenajes a amigos o compañeros (Agustín González, Jess Franco, Edgar Neville ... ) o de reflexiones en torno al cambio teatral parejo al político, el conjunto ofrece una panorámica de toda una vida vinculada a la interpretación, casi una autobiografía en su conjunto, que destila un lúcido sentido del humor. Fernando Fernán Gómez, figura central de las artes escénicas en el país, conoce la profesión teatral por dentro, tanto en sus aspectos más anecdóticos como, sobre todo, en los más profundos. A ese conocimiento se une una pluma corrosiva y viva que logra desenterrar paradojas de la realidad casi siempre vinculadas al oficio de actuar. Puro teatro y algo más constituye un vibrante testimonio de la singular trayectoria que ha recorrido el mundo artístico español, visto por uno de sus más inteligentes y polifacéticos protagonistas.Fernando Fernán Gómez, figura central de las artes escénicas en el país, conoce la profesión teatral por dentro, tanto en sus aspectos más anecdóticos como, sobre todo, en los más profundos. A ese conocimiento se une una pluma corrosiva y viva que logra desenterrar paradojas de la realidad casi siempre vinculadas al oficio de actuar. Puro teatro y algo más constituye un vibrante testimonio de la singular trayectoria que ha recorrido el mundo artístico español, visto por uno de sus más inteligentes y polifacéticos protagonistas. Más información
  9. Hitch y yo

    COP $ 69.000
    Me decía que tenía la sensación de estar entrando en la edad dorada de su creatividad. Me decía que iba a ser la obra de su consagración.Pero cuando se tomaba un vino de más, cogía la mano de Anita entra las suyas y, dándole palmaditas, le decía que no era más que un gordo estúpido.Evan Hunter Cuando conoció a Alfredo Hitchcock en 1959, Evan Hunter tenía treinta y dos años y, aunque neófito en Hollywood, era un novelista de éxito, autor de rápidamente llevados al cine como o y conocido asimismo, con el alias de Ed McBain, por sus incursiones en el género policial. Hitchcock pasaba de los sesenta y estaba en la cúspide de su carrera cinematográfica. La relación profesional entre ambos se inició con un par de adaptaciones para la serie de televisión siguió con el guión de y se truncó con el de, del que Hunter fue despedido al parecer por diferencias de bases respecto a la célebre escena de la violación. Casi cuatro décadas después, el escritor y guionista recuerda los pormenores de su trabajo con el mago del suspense en este libro que es un grato y detallado compendio de afinidades y discrepancias, resistencias y rectificaciones, tanto en el plano técnico como personal, y que recupera aspectos inéditos de la trastienda de un momento dorado en la historia del cine Los pájaros iba a ser la obra de su consagración.Pero cuando se tomaba un vino de más, cogía la mano de Anita entra las suyas y, dándole palmaditas, le decía que no era más que un gordo estúpido.Evan Hunter Cuando conoció a Alfredo Hitchcock en 1959, Evan Hunter tenía treinta y dos años y, aunque neófito en Hollywood, era un novelista de éxito, autor de rápidamente llevados al cine como o y conocido asimismo, con el alias de Ed McBain, por sus incursiones en el género policial. Hitchcock pasaba de los sesenta y estaba en la cúspide de su carrera cinematográfica. La relación profesional entre ambos se inició con un par de adaptaciones para la serie de televisión siguió con el guión de y se truncó con el de, del que Hunter fue despedido al parecer por diferencias de bases respecto a la célebre escena de la violación. Casi cuatro décadas después, el escritor y guionista recuerda los pormenores de su trabajo con el mago del suspense en este libro que es un grato y detallado compendio de afinidades y discrepancias, resistencias y rectificaciones, tanto en el plano técnico como personal, y que recupera aspectos inéditos de la trastienda de un momento dorado en la historia del cine Pero cuando se tomaba un vino de más, cogía la mano de Anita entra las suyas y, dándole palmaditas, le decía que no era más que un gordo estúpido.Evan Hunter Cuando conoció a Alfredo Hitchcock en 1959, Evan Hunter tenía treinta y dos años y, aunque neófito en Hollywood, era un novelista de éxito, autor de rápidamente llevados al cine como o y conocido asimismo, con el alias de Ed McBain, por sus incursiones en el género policial. Hitchcock pasaba de los sesenta y estaba en la cúspide de su carrera cinematográfica. La relación profesional entre ambos se inició con un par de adaptaciones para la serie de televisión siguió con el guión de y se truncó con el de, del que Hunter fue despedido al parecer por diferencias de bases respecto a la célebre escena de la violación. Casi cuatro décadas después, el escritor y guionista recuerda los pormenores de su trabajo con el mago del suspense en este libro que es un grato y detallado compendio de afinidades y discrepancias, resistencias y rectificaciones, tanto en el plano técnico como personal, y que recupera aspectos inéditos de la trastienda de un momento dorado en la historia del cine Evan Hunter Cuando conoció a Alfredo Hitchcock en 1959, Evan Hunter tenía treinta y dos años y, aunque neófito en Hollywood, era un novelista de éxito, autor de rápidamente llevados al cine como o y conocido asimismo, con el alias de Ed McBain, por sus incursiones en el género policial. Hitchcock pasaba de los sesenta y estaba en la cúspide de su carrera cinematográfica. La relación profesional entre ambos se inició con un par de adaptaciones para la serie de televisión siguió con el guión de y se truncó con el de, del que Hunter fue despedido al parecer por diferencias de bases respecto a la célebre escena de la violación. Casi cuatro décadas después, el escritor y guionista recuerda los pormenores de su trabajo con el mago del suspense en este libro que es un grato y detallado compendio de afinidades y discrepancias, resistencias y rectificaciones, tanto en el plano técnico como personal, y que recupera aspectos inéditos de la trastienda de un momento dorado en la historia del cine Cuando conoció a Alfredo Hitchcock en 1959, Evan Hunter tenía treinta y dos años y, aunque neófito en Hollywood, era un novelista de éxito, autor de rápidamente llevados al cine como o y conocido asimismo, con el alias de Ed McBain, por sus incursiones en el género policial. Hitchcock pasaba de los sesenta y estaba en la cúspide de su carrera cinematográfica. La relación profesional entre ambos se inició con un par de adaptaciones para la serie de televisión siguió con el guión de y se truncó con el de, del que Hunter fue despedido al parecer por diferencias de bases respecto a la célebre escena de la violación. Casi cuatro décadas después, el escritor y guionista recuerda los pormenores de su trabajo con el mago del suspense en este libro que es un grato y detallado compendio de afinidades y discrepancias, resistencias y rectificaciones, tanto en el plano técnico como personal, y que recupera aspectos inéditos de la trastienda de un momento dorado en la historia del cine best sellers rápidamente llevados al cine como o y conocido asimismo, con el alias de Ed McBain, por sus incursiones en el género policial. Hitchcock pasaba de los sesenta y estaba en la cúspide de su carrera cinematográfica. La relación profesional entre ambos se inició con un par de adaptaciones para la serie de televisión siguió con el guión de y se truncó con el de, del que Hunter fue despedido al parecer por diferencias de bases respecto a la célebre escena de la violación. Casi cuatro décadas después, el escritor y guionista recuerda los pormenores de su trabajo con el mago del suspense en este libro que es un grato y detallado compendio de afinidades y discrepancias, resistencias y rectificaciones, tanto en el plano técnico como personal, y que recupera aspectos inéditos de la trastienda de un momento dorado en la historia del cine Semilla de maldad o y conocido asimismo, con el alias de Ed McBain, por sus incursiones en el género policial. Hitchcock pasaba de los sesenta y estaba en la cúspide de su carrera cinematográfica. La relación profesional entre ambos se inició con un par de adaptaciones para la serie de televisión siguió con el guión de y se truncó con el de, del que Hunter fue despedido al parecer por diferencias de bases respecto a la célebre escena de la violación. Casi cuatro décadas después, el escritor y guionista recuerda los pormenores de su trabajo con el mago del suspense en este libro que es un grato y detallado compendio de afinidades y discrepancias, resistencias y rectificaciones, tanto en el plano técnico como personal, y que recupera aspectos inéditos de la trastienda de un momento dorado en la historia del cine Un extraño en mi vida, y conocido asimismo, con el alias de Ed McBain, por sus incursiones en el género policial. Hitchcock pasaba de los sesenta y estaba en la cúspide de su carrera cinematográfica. La relación profesional entre ambos se inició con un par de adaptaciones para la serie de televisión siguió con el guión de y se truncó con el de, del que Hunter fue despedido al parecer por diferencias de bases respecto a la célebre escena de la violación. Casi cuatro décadas después, el escritor y guionista recuerda los pormenores de su trabajo con el mago del suspense en este libro que es un grato y detallado compendio de afinidades y discrepancias, resistencias y rectificaciones, tanto en el plano técnico como personal, y que recupera aspectos inéditos de la trastienda de un momento dorado en la historia del cine Alfred Hitchcock presenta, siguió con el guión de y se truncó con el de, del que Hunter fue despedido al parecer por diferencias de bases respecto a la célebre escena de la violación. Casi cuatro décadas después, el escritor y guionista recuerda los pormenores de su trabajo con el mago del suspense en este libro que es un grato y detallado compendio de afinidades y discrepancias, resistencias y rectificaciones, tanto en el plano técnico como personal, y que recupera aspectos inéditos de la trastienda de un momento dorado en la historia del cine Los pájaros y se truncó con el de, del que Hunter fue despedido al parecer por diferencias de bases respecto a la célebre escena de la violación. Casi cuatro décadas después, el escritor y guionista recuerda los pormenores de su trabajo con el mago del suspense en este libro que es un grato y detallado compendio de afinidades y discrepancias, resistencias y rectificaciones, tanto en el plano técnico como personal, y que recupera aspectos inéditos de la trastienda de un momento dorado en la historia del cine Marnie, la ladrona, del que Hunter fue despedido al parecer por diferencias de bases respecto a la célebre escena de la violación. Casi cuatro décadas después, el escritor y guionista recuerda los pormenores de su trabajo con el mago del suspense en este libro que es un grato y detallado compendio de afinidades y discrepancias, resistencias y rectificaciones, tanto en el plano técnico como personal, y que recupera aspectos inéditos de la trastienda de un momento dorado en la historia del cine Más información
  10. Impostores

    COP $ 113.000
    Amparándose en la credulidad y la confianza, en el dominio de las apariencias y en la fragilidad de toda prueba documental, a lo largo de la historia muchas personas han vivido una vida que, por sus circunstancias, nunca les hubiera correspondido, y han convencido a la sociedad de que eran sencillamente quienes decían ser. Falsos héroes, falsos aristócratas, falsos militares, falsos médicos, mujeres que vivieron como hombres, jefes indios que en realidad eran negros, princesas de países que nunca existierony, sin embargo, el mundo los creyó y respetó. En este libro, la autora traza una antológica serie de semblanzas, a veces hilarantes, a veces patéticos, de esos inventores de identidades que lograron forzar las puertas para ellos cerradas del éxito y del prestigio, y establece una ajustada tipología que analiza sus causas y condicionamientos, así como la extraña complicidad de quienes los acogen y respaldan. Un libro oportunísimo e imprescindible en el actual debate sobre la cuestión de la identidad. Más información